Miguel Angel Hernández
El gobierno anda haciendo fiesta con la brutal crisis de la MUD, así como con el descontento y repudio que crece en las bases de esa alianza patronal, contra sus partidos y principales dirigentes. Sin embargo, esto no es más que una estratagema de los laboratorios mediáticos gubernamentales para ocultar su propia crisis, que tiene particular expresión, como era de suponer, en la gallina de los huevos de oro de Venezuela: Pdvsa. La principal industria del país.
En las últimas semanas, los medios han reflejado una severa movida de mata en Pdvsa, y la exposición pública de graves hechos de corrupción que han llevado a la cárcel a 65 altos gerentes de dicha empresa, entre los que se encuentran, Pedro León, director ejecutivo de la Faja Petrolera del Orinoco, así como el presidente de Citgo, principal filial de Pdvsa en Estados Unidos, José Angel Pereira, y los vicepresidentes Tomeu Vadell, Alirio Zambrano, Jorge Toledo, Gustavo Cárdenas y José Luis Zambrano. A esta lista se suman ahora los expresidentes de Pdvsa Nelson Martínez y Eulogio del Pino, este último, ministro de Petróleo. Según la Fiscalía, la turbia trama de corrupción se remonta al período 2010-2017, y alcanzaría la astronómica cifra de 35 mil millones de dólares en contratos con sobreprecio, firmados en dichos años, alcanzando a las empresas mixtas Petrozamora y Petropiar, la filial Bariven y en la división oriente de Pdvsa.
El gobierno anda haciendo fiesta con la brutal crisis de la MUD, así como con el descontento y repudio que crece en las bases de esa alianza patronal, contra sus partidos y principales dirigentes. Sin embargo, esto no es más que una estratagema de los laboratorios mediáticos gubernamentales para ocultar su propia crisis, que tiene particular expresión, como era de suponer, en la gallina de los huevos de oro de Venezuela: Pdvsa. La principal industria del país.
En las últimas semanas, los medios han reflejado una severa movida de mata en Pdvsa, y la exposición pública de graves hechos de corrupción que han llevado a la cárcel a 65 altos gerentes de dicha empresa, entre los que se encuentran, Pedro León, director ejecutivo de la Faja Petrolera del Orinoco, así como el presidente de Citgo, principal filial de Pdvsa en Estados Unidos, José Angel Pereira, y los vicepresidentes Tomeu Vadell, Alirio Zambrano, Jorge Toledo, Gustavo Cárdenas y José Luis Zambrano. A esta lista se suman ahora los expresidentes de Pdvsa Nelson Martínez y Eulogio del Pino, este último, ministro de Petróleo. Según la Fiscalía, la turbia trama de corrupción se remonta al período 2010-2017, y alcanzaría la astronómica cifra de 35 mil millones de dólares en contratos con sobreprecio, firmados en dichos años, alcanzando a las empresas mixtas Petrozamora y Petropiar, la filial Bariven y en la división oriente de Pdvsa.
Rafael Ramírez vs Maduro: pugna entre clanes por la renta petrolera
Con ese trasfondo, en las últimas semanas Rafael Ramírez, expresidente de Pdvsa y ex ministro de Petróleo se ha dedicado a escribir artículos en distintos medios, cuestionando la política económica de Maduro. A su vez, Iris Valera le salió al paso criticando duramente al exministro. El mismo presidente Maduro le dio un espaldarazo a Valera, cuando en un acto público, hizo referencias veladas a las declaraciones de Ramírez, advirtiéndole, sin nombrarlo, “que se iba a secar”. Ahora esa promesa parece cumplirse, ya que Rafael Ramírez habría sido destituido del cargo de representante permanente del Gobierno de Venezuela ante la ONU.
Siempre dijimos que no era posible que Ramírez saliera indemne de esta movida de mata, mientras la mayoría de los gerentes de Pdvsa, que fueron fichas suyas durante la década larga que estuvo al frente de dicha empresa, caían uno tras otros, acusados de corrupción. Destituido de su cargo es evidente que ahora el gobierno irá directamente contra él.
Los militares profundizan predominio en el seno del gobierno
Para supuestamente terminar con la corrupción en nuestra principal industria e iniciar un proceso de reestructuración, Maduro ha designado al mayor general de la GNB, Manuel Quevedo. Este oficial no tiene ninguna experiencia en el sector petrolero. Viene de ser Ministro de Vivienda, y durante las protestas del 2014, como jefe del Comando Regional Nº 5 de la Guardia Nacional Bolivariana, con base en Caracas, fue el encargado de reprimir las manifestaciones. De esta forma los militares trasponen la última frontera a la que no habían accedido: Pdvsa. Ahora controlan la mayoría de los sectores de la economía, infraestructura y minería. Ya tenían empresas en distintos sectores, tales como Camimpeg, en minería y petróleo.
Estos cambios en la cúpula de Pdvsa, se producen en medio de una caída de la producción petrolera, que por primera vez en décadas, está por debajo de los 2 millones de barriles diarios. Y en momentos en que la empresa, al igual que el país, está agobiada por una millonaria deuda y por el riesgo de default.
¿A qué responde todo esto?
Que nadie se llame a engaño. No se trata de una verdadera “limpieza” en Pdvsa, como ha dicho Maduro, ni mucho menos que el gobierno ahora esté decidido a acabar con la corrupción. Este es un gobierno corrupto hasta la médula. Estructuralmente incapaz de terminar con los negociados en Pdvsa y demás instituciones estatales, ya que sus cabezas visibles están hasta el cuello implicados en toda clase de negocios millonarios. Como dijo recientemente la exdefensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, la corrupción no es nueva en el chavismo”. Basta recordar los casos de la comida podrida en Pdval; la corrupción en el Plan Bolívar 2000; Cenxoex, Cadivi, las plantas eléctricas chimbas compradas durante la crisis eléctrica del 2008, guiso en el que están envueltos personajes ligados a la MUD, como es el caso del cuñado de Ramos Allup, y otros empresarios, la corrupción con los contratos de Odebrecht, entre otros muchos casos.
Lo que explica las denuncias de corrupción y la movida de mata en Pdvsa es la brutal crisis económica y social que atraviesa el país, con sus lógicas repercusiones políticas. La torta de los negocios turbios alrededor de la renta petrolera se redujo, y ahora no alcanza para repartir entre todos los grupos burocráticos que pululan en el seno del gobierno y del Psuv. En la época de la bonanza había para repartir entre todos, pero eso se acabó. Ahora los más fuertes se imponen a los más débiles. Por ello, Maduro, Diosdado, su entorno más próximo, y muy especialmente las Fuerzas Armadas, tratan de asegurarse el control del aparato estatal y de Pdvsa, y con ello, todos los negocios. Esto es lo explica que Maduro quiera sacar de Pdvsa los últimos residuos de la gestión de Ramírez, que aún permanecen en nuestra principal industria, fuente de la casi totalidad de las divisas que ingresan a nuestra economía.
Este es el verdadero legado de Chávez
Le decimos a los trabajadores, que sufren los embates de la tragedia social más grave conocida por nuestro pueblo en por lo menos 90 años, que esta podredumbre de corrupción es el verdadero legado de Chávez. Ramírez fue el zar petrolero todopoderoso, por más de una década, gracias al respaldo que Chávez le brindó irrestrictamente.
El robo al pueblo venezolano se produjo en las narices del propio presidente Chávez, y no tenemos la menor duda, de que fue con su conocimiento. Chávez los dejaba robar para mantenerlos felices y leales a su liderazgo. Es absurdo lo que dice el gobierno de que los gerentes ladrones planificaban un “paro silencioso” en alianza con la embajada norteamericana. El asunto es simple. Se trata de vulgares ladrones que al amparo del gobierno, se apropiaron de millones de dólares, mientras que el pueblo trabajador seguía pasa hambre, sin comida, sin medicinas, con salarios destruidos por la hiperinflación, con servicios públicos por el suelo, sin salud ni educación, y con las empresas básicas y Pdvsa cayéndose a pedazos. Todo lo que estamos presenciando, no hace más que poner en evidencia que el gobierno de Maduro es la continuación lógica de Chávez. Es el mismo fracaso.
La corrupción es consustancial con el carácter entreguista del gobierno de Maduro, que paga puntualmente la deuda externa a costa de las importaciones de alimentos y medicinas. Con total desfachatez el gobierno reconoce haber pagado 73 mil millones de dólares en los últimos 36 meses. Entregan el Arco Minero del Orinoco a las transnacionales, y antes con Chávez, entregaron la Faja Petrolera del Orinoco a Chevron, Statoil, Total, Repsol, Gazprom etc., a través de las empresas mixtas. Esta entrega descarada de nuestra soberanía, y la corrupción más desenfrenada, explican la tragedia social que hoy vive el pueblo trabajador venezolano.
[Versión resumida de texto publicado originalmente en http://deslinde2011.blogspot.com/2017/12/la-corrupcion-en-pdvsa-es-la-punta-del.html.]
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