Rubén Hernández
En medio de elementos como una deuda externa cada vez mayor, una liberación de precios sin precedentes en la historia de Venezuela, un enorme descontrol cambiario y un miserable salario mínimo, estamos en presencia de una indudable crisis socioeconómica de gran magnitud, cuya principal consecuencia es el repunte de la pobreza y de la miseria, hasta el punto de que ya no es raro observar imágenes dantescas como la de ciudadanos buscando comida en la basura dispuesta en las calles, compitiendo con perros y gatos por los restos. Terrible panorama el de la Venezuela actual, donde la inflación, el hambre, la emergencia hospitalaria, la escasez de dinero, la complicidad delincuencial del oficialismo y de la “oposición” y la desesperanza, prevalecen.
En medio de elementos como una deuda externa cada vez mayor, una liberación de precios sin precedentes en la historia de Venezuela, un enorme descontrol cambiario y un miserable salario mínimo, estamos en presencia de una indudable crisis socioeconómica de gran magnitud, cuya principal consecuencia es el repunte de la pobreza y de la miseria, hasta el punto de que ya no es raro observar imágenes dantescas como la de ciudadanos buscando comida en la basura dispuesta en las calles, compitiendo con perros y gatos por los restos. Terrible panorama el de la Venezuela actual, donde la inflación, el hambre, la emergencia hospitalaria, la escasez de dinero, la complicidad delincuencial del oficialismo y de la “oposición” y la desesperanza, prevalecen.
Millones sobreviviendo, y no obstante la alta dirigencia “revolucionaria” aún nos bombardea con las supuestas bondades de un socialismo del siglo XXI que no ha pasado de ser un simple slogan y una herramienta populista-demagógica, mientras que la dirigencia de la MUD se hace de la vista gorda frente a la terrible crisis, porque evidentemente sabenque ha sido inevitable en el contexto de la actual situación económica nacional y sus relaciones internas y externas. Millones en una situación de desesperación y las autoridades oficialistas aún insisten en hacer creer que estamos mal pero vamos bien, mientras que los integrantes de la MUD han apoyado con su silencio cómplice los convenios piratas del Gobierno de Maduro con transnacionales estadounidenses, rusas y chinas. Incluso algunos connotados líderes de la MUD clamaban por el refinanciamiento de la deuda externa, idea que finalmente se llevó a la realidad gracias a una “Revolución” que de soberana y bolivariana tiene es nada.
Hay poco dinero disponible para la inversión social, es la triste realidad, pero eso a la élite “socialista” y a los dirigentes opositores les importa un comino; a fin de cuentas para ellos lo que vale es la preservación del Estado burgués, y por tanto tratar degarantizar la gobernabilidad, la estabilidad y los intereses partidistas en base a una especie de pacto no oficial y a la “transición” gubernamental que viene dándose desde hace cierto tiempo. Y ante la nefasta alianza no declarada entre diversos factores políticos en Venezuela, parece haber cierto adormecimiento en las masas, manipuladas por la incesante propaganda pro-gubernamental y pasivas ante el conformismo cómplice de la alta “oposición”, que hace creer que con elecciones y con cambios de nombres en el mando, la situación mejorará, en especial para los pobres.
Cada día estamos peor en Venezuela, y por eso no se entiende como a estas alturas algunos dirigentes gubernamentales hacen referencia a la felicidad popular, a la soberanía y a una alta productividad agrícola e industrial en el país. Acá estamos rodilla en tierra, pero ante la delincuencia capitalista global, incluidos los contrabandistas de algunas naciones fronterizas. Cadadía estamos peor y no obstante muchos venezolanos creen ingenuamente que con elecciones cambiará drásticamente el panorama, como si los líderespolíticos de cualquier tendencia no fueran la misma m….a. Cada día estamos peor y aún hay quienes consideran que Maduro resolverá todo con una especie de varita mágica.
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