Gianmaria Valent
Entre el 21 y el 23 de septiembre pasados se ha celebrado en la ciudad italiana de Reggio Emilia, en el Círculo Cucine del Popolo de Massenzatico, la Primera Conferencia Internacional de Geografías y Geógrafos Anarquistas (ICAGG) con el título: Geografía, cambio social y prácticas antiautoritarias. La Conferencia ha contado con la participación de 45 ponentes, la mayor parte procedentes de Europa y de las Américas. Las ponencias, expuestas todas en asamblea plenaria para favorecer la confrontación entre todas las personas asistentes y así evitar caer en los esquemas jerárquicos de las conferencias de moda, fueron agrupadas por áreas temáticas y se extendieron sobre numerosos temas, de los más teóricos a diversos casos concretos de investigación-acción y de reflexión sobre el valor añadido que lo libertario puede aportar a la geografía. De hecho, quitar a la disciplina geográfica su componente oficial y de Estado, que pasa por la cartografía militar para llegar a la aplicación del poder en todos los ámbitos, no puede hacerse más que partiendo de un punto de vista libertario, fuera de los cánones de la autoridad.
Entre el 21 y el 23 de septiembre pasados se ha celebrado en la ciudad italiana de Reggio Emilia, en el Círculo Cucine del Popolo de Massenzatico, la Primera Conferencia Internacional de Geografías y Geógrafos Anarquistas (ICAGG) con el título: Geografía, cambio social y prácticas antiautoritarias. La Conferencia ha contado con la participación de 45 ponentes, la mayor parte procedentes de Europa y de las Américas. Las ponencias, expuestas todas en asamblea plenaria para favorecer la confrontación entre todas las personas asistentes y así evitar caer en los esquemas jerárquicos de las conferencias de moda, fueron agrupadas por áreas temáticas y se extendieron sobre numerosos temas, de los más teóricos a diversos casos concretos de investigación-acción y de reflexión sobre el valor añadido que lo libertario puede aportar a la geografía. De hecho, quitar a la disciplina geográfica su componente oficial y de Estado, que pasa por la cartografía militar para llegar a la aplicación del poder en todos los ámbitos, no puede hacerse más que partiendo de un punto de vista libertario, fuera de los cánones de la autoridad.
Durante la Conferencia se ha hablado del territorio como producto de la acción colectiva de los ciudadanos en sus espacios de vida, en una relación circular y recíproca con el ambiente natural, fuera de la lógica de explotación del capital y de las dinámicas del poder, que ven en el territorio sólo la porción de espacio donde concentrar sus fuerzas de rapiña y de mando. Se ha hablado de antifascismo, de descolonización y de espacios urbanos liberados y autogestionados; se ha hablado de una geopolítica que parte de lo anarquista, religándose a los geógrafos anarquistas del siglo XIX como Élisée Reclus y Piotr Kropotkin. La contribución a la geografía de la época de estos pioneros del pensamiento anarquista y a la vez científicos físicos y sociales ha sido expuesta y debatida en una sesión, pero del debate en su conjunto y de muchas otras ponencias ha quedado claro cómo esta contribución no se ha agotado en el siglo XIX y cómo por el contrario se ha mantenido viva y vital hasta nuestros días. Como un río subterráneo, la geografía anarquista ha atravesado todas las tendencias burguesas y marxistas decimonónicas, y ahora ha salido a la superficie a influir y permear una geografía crítica que, por decirlo con palabras del geógrafo Simon Springer, "no puede ser más que anarquista".
Durante los tres días de la Conferencia se ha tratado sobre movimientos indígenas, migrantes y refugiados, ecología y movimientos urbanos. A algunos temas de gran interés y actualidad se han dedicado sesiones dobles, como en el caso de los movimientos radicales y autoorganizados que con su acción directa crean territorios y espacios libres, en los que experimentar y vivir aquí y ahora una sociedad diferente. También las prácticas de contra-mapa y cartografía crítica han encontrado espacio en una sesión doble, para constatar la necesidad de hacer y utilizar representaciones que choquen de frente con la opresiva coraza de la cartografía estatal, del control, de la clasificación, del encasillamiento. No faltó una ponencia sobre la experiencia concreta de Rojava, donde entre una feroz guerra y otras mil dificultades se está construyendo una sociedad desde valores libertarios, acción muy importante en una región caracterizada desde siempre por Estados autoritarios y fanatismos religiosos.
La Conferencia finalizó el sábado por la tarde en el salón del Teatro Artigiano de Massenzatico, que se encuentra en los locales de la primera Casa del Pueblo italiana, fundada por el pionero del socialismo Camillo Prampolini. Tras las últimas ponencias, se celebró una asamblea para extraer un primer balance de la conferencia y recoger ideas para la próxima cita. Se decidió celebrar la próxima edición de la Conferencia en la ciudad francesa de Lyon, en torno a la que gravita un grupo de activistas, académicos e investigadores activos desde hace años y bien radicados en el territorio.
La Conferencia no solamente ha sido un lugar para el intercambio de ideas y apuntes científicos, de hecho -y no podía ser de otra manera- las comidas y las cenas preparadas por el voluntariado del Círculo Cucine del Popolo han sido ocasiones de conocimiento mutuo y de socialización, con espectáculos musicales y teatrales, hasta la cena final del sábado, que finalizó con las notas de A las Barricadas y La Internacional.
¡Hasta dentro de dos años en Lyon!
[Publicado originalmente en Tierra y Libertad # 351-352, Madrid, septiembre/octubre 2017. Numero completo accesible en https://www.nodo50.org/tierraylibertad.]
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