Consejo Federal FORA
Aparece una nueva edición
del vocero de la Federación Obrera Regional Argentina, de la cual difundimos
acá el índice de contenidos y el editorial. Para tener acceso a esta edición,
solicitarla a internacional@fora-ait.com.ar.
Índice
- Editorial: La única lucha
que se pierde es la que se abandona
- conflicto docente:
Asambleas y acción directa para vencer
- Propuesta Organizativa
- Comisión de Artistas de
la Sociedad de Resistencia de La Plata
- El futuro del trabajo y
los nuevos retos para los trabajadores (parte I)
- Trabajadores del Estado
nacional: ¡Algún día tenemos que decir basta! UPCN y otra paritaria
PRO-Patronal
- La juventud y el
desempleo
- Los juicios por
asociación ilícita a los sindicatos
foristas durante la década
infame
- Breve repaso en la
historia de la Internacional Obrera (VII parte)
Editorial: La única lucha que se pierde es la que se
abandona
Consejo Federal F.O.R.A.
Desde el número anterior
los conflictos sociales, la represión, la caída de la economía con sus nefastas
consecuencias sociales y los ajustes al pueblo trabajador se han profundizado.
La pérdida salarial, los
despidos y el cierre de empresas han sido las principales causas por la que han
tenido que salir a la calle los trabajadores. En estos meses se han cerrado
paritarias a la baja, en la mayoría de los casos más de lo que pretendía el
gobierno -20%- pero que no recuperan ni tienen la intención de recuperar el
salario perdido por la inflación -y sólo hablando de los trabajadores en
blanco-, mezcladas con las próximas elecciones y una tregua sindical que parece
no tener fin. Algunos casos, por nombrar sólo algunos, fueron la UOM y la UTA Córdoba.
En éstos dos gremios la huelga y la acción directa estuvieron presentes para
reclamar el salario aunque de una manera muy distinta en cada caso.
Los metalúrgicos en general
vienen sufriendo golpe tras golpe de parte del gobierno de Cambiemos, y los
siderúrgicos en particular tienen que enfrentar siempre al poderoso grupo
Techint que se niega todos los años a firmar el pobre aumento que firman el
resto de las ramas de la UOM. A diferencia de años anteriores, donde la
negociación se estiraba hasta que se terminaba arreglando, este año se dio para
algunos la sorpresa de la huelga en reclamo del magro 23% que aceptó Caló.
Suspensiones de por medio en plantas como Siderca y Siderar dieron muestra de
que las empresas no vacilan a la hora de pulsear por el salario. Aún habiendo
sufrido los huelguistas este tipo de sanciones al uso del derecho de huelga, la
UOM levantó la medida de fuerza y consiguió que se firme lo mismo que el resto
del gremio, dejando ese sabor amargo y la duda de qué hubiese pasado si los
trabajadores iban un poco más allá. Los años vienen difíciles y no será ésta la
última oportunidad para pelear contra uno de los grupos económicos más
poderosos, pero con más fuerza y más resolución para conseguir un mejor
salario.
El segundo caso, y el más
emblemático, fue el de los choferes de la UTA de la capital cordobesa. Los
choferes de colectivos y las trolebuses dieron una muestra magnifica de lo que
son capaces los trabajadores cuando quieren conseguir sus objetivos. UTA
nacional cerró un vergonzoso 21% aplicándose desde hace tiempo en Córdoba de
manera diferente, representando de esa manera un 32%. Con la seccional
intervenida desde hace algunos años, se lanzaron a la huelga por tiempo
indefinido reclamando la aplicación del aumento al convenio en Córdoba y la
realización de elecciones en la seccional intervenida. La respuesta de las
empresas de transporte, el estado y la burocracia sindical no se hizo esperar.
Como suele hacer, el ministerio del trabajo ajeno decretó conciliación
obligatoria para favorecer los patrones pero fue desconocida por los
trabajadores que siguieron firmes en su reclamo. Fue en ese momento que se usó
la polémica (por no decir maldita) resolución de la corte suprema sobre el derecho
a huelga. La UTA no respaldaba a los trabajadores y trabajadoras en sus
reclamos, por lo cual declaró ilegal la huelga y allanó el camino a las
empresas a despedir trabajadores. Varios huelguistas detenidos por impedir la salida
de colectivos manejados por carneros y atacar a éstos, fueron el argumento esgrimido
por los estados provincial y nacional para militarizar Córdoba capital. 200
despedidos se contabilizan hasta ahora, con la “particularidad” de que habiendo
sólo el 6% de mujeres que son choferes en el sistema de transporte, representan
el 40% de los despedidos por la medida de fuerza. Mientras, el intendente Mestre
(dueño de las empresas de transporte Ersa y Aucor) interfería en las
negociaciones y batallaba junto a los medios masivos de desinformación
difundiendo mentiras para que la población se ponga en su contra y en contra de
sus reclamos. Fernández (UTA) no hizo nada que no haya hecho antes, por ejemplo
con la línea 60, y se dispuso a colaborar con las patronales para ayudar a
quebrar el conflicto. Aún así, los choferes siguieron, contando con la
solidaridad de otros gremios como Luz y Fuerza y municipales, entre otros. Para
destrabar de una vez el conflicto, el ministerio de trabajo hizo un
ofrecimiento de $5000 aparte del aumento paritario, el reconocimiento de las
horas caídas y la anulación de los despidos para que se levante la huelga y se
acate la conciliación. Pero aún acatándola no consiguieron que las empresas
reincorporen a los cesanteados y el conflicto aún está latente. Luego de esto,
UTA nacional informó que seguiría interviniendo la seccional hasta 2019 y los
delegados díscolos están siendo imposibilitados de trabajar y las empresas y la
burocracia de Fernández, preparan su desafuero para poder despedirlos a ellos
también. 9 días de huelga nos bastaron para ver quiénes son los que se
benefician de nuestra miseria y quiénes son los que la garantizan.
Antes de terminar, no
queremos dejar pasar cierto detalle, algo que en un año de circo electoral como
este, sale a la luz con mucha más claridad. Nos referimos al uso que hacen los
políticos de nuestros problemas y necesidades para su campaña electoral.
Personajes como Caló, que en vez de salir realmente a pelear por el salario,
las fuentes de trabajo y las condiciones de éste, no dejaba de hacer campaña a
favor de unos y en contra de otros. Otros burócratas como él, esperaban
conseguir algún lugar en las listas para conseguir una banca y cobrar (además
de lo que ya cobran por parte del sindicato) los $ 140.000 pesos de sueldo como
diputados o senadores.
Queremos recordar que
muchos de quienes hoy se presentan como candidatos para mantener la
gobernabilidad de Cambiemos, participaron en los años más oscuros del país en
contra de la clase trabajadora, y muchos otros, que hoy día dicen ser los que
traerán nuevamente el “bienestar” que había antes de la asunción de Macri,
fueron los mismos que ocupando cargos en el estado, le dieron al gobierno
actual todas las herramientas represivas que hoy usa para reprimir la protesta
social, y que usan ellos. Tanto las legales, como la ley antiterrorista, como
el aumento de efectivos policiales y militares que reprimen y amedrentan a la
población. Además, Macri ya está avisando que habrá luego de las elecciones una
serie de reformas, entre ellas las laborales, para seguir engordando los
bolsillos de las empresas y ajustando cuanto sea necesario para conseguirlo.
Pero no es el resultado adverso en la elección lo que hará que dé marcha atrás
con esas medidas regresivas, sino la organización y presión del pueblo
trabajador la que puede poner un alto a estos ataques que sufrimos.
Los trabajadores de Córdoba,
fueron sólo uno de tantos ejemplos de lucha que se están dando hoy en día
contra el ajuste y la precarización de la vida. Debemos seguir este camino, el
de la acción directa y la solidaridad entre los explotados, para llegar a
cambiar este presente de políticos oportunistas, explotadores desalmados y burócratas
sindicales traidores, por un futuro donde seamos nosotros los trabajadores los
beneficiarios de nuestro trabajo, libres de parásitos y artífices de nuestro
propio bienestar.
Ése es nuestro norte y
hacia allá vamos.
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