Oriana Faoro (Correo del Caroní)
En Ciudad Guayana hay protestas por todas partes. Este miércoles 14/06, pacientes y familiares de enfermos con paludismo o malaria salieron del ambulatorio Las Manoas para manifestar en la redoma de Sutiss por falta de medicamentos antimaláricos.
Mientras en Puerto Ordaz avanzaba una marcha estudiantil en protesta por la crisis sociopolítica de Venezuela, en San Félix ocurría un ejemplo vivo de las razones que movilizan las manifestaciones de oposición en todo el país.
En Ciudad Guayana hay protestas por todas partes. Este miércoles 14/06, pacientes y familiares de enfermos con paludismo o malaria salieron del ambulatorio Las Manoas para manifestar en la redoma de Sutiss por falta de medicamentos antimaláricos.
Mientras en Puerto Ordaz avanzaba una marcha estudiantil en protesta por la crisis sociopolítica de Venezuela, en San Félix ocurría un ejemplo vivo de las razones que movilizan las manifestaciones de oposición en todo el país.
Pedro Becerra, habitante de San José de Chirica, tiene que trasladarse a Manoa porque no hay otro sitio que despache actualmente los fármacos que requiere su enfermedad. “Vinimos el lunes y nos dieron dos pastillas (para un día de tratamiento) y cuando regresamos ayer no nos dieron nada”, denunció, razón que motivó a los afectados a tomar la avenida Antonio de Berrío.
Los pacientes cerraron la redoma hacia las 8:00 de la mañana. Por intervención de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se arrimaron a trancar la vía entre el Colegio Fátima y el ambulatorio de Manoa, hasta que obtuvieran el tratamiento. “Uno se viene para acá a las 4:00 de la mañana para estar de primero pero no atienden (…) vino un guardia a decirnos que ellos mandaron los medicamentos, pero a nosotros no nos han dado nada”, manifestó Becerra en nombre de las 30 personas que cerraban la calle.
Asediados por el paludismo
El martes, 6 de junio, se registró una protesta en el ambulatorio de la parroquia Pozo Verde por la muerte de un anciano enfermo de paludismo y por la insuficiencia de tratamiento.
Lisbeth Rodríguez, vecina del kilómetro 17 de la vía a El Pao, en la parroquia Pozo Verde, confirmó lo ocurrido. Tuvo que trasladarse este miércoles a Manoa para obtener el tratamiento para seis de sus familiares que están en cama por malaria. “Tengo que andar dando golpes desde las 3:00 de la mañana para llegar aquí porque en el módulo de Pozo Verde no hay ni para hacer prueba, y entonces uno tiene que venir aquí y en vez de recibir el tratamiento completo, tenemos que protestar”. Lisbeth era una de las que cargaba una pancarta con la inscripción El paludismo nos está matando, recalcando que en su parroquia van varios muertos por paludismo.
Gregory Siso, quien tiene a su madre de 60 años con malaria, reveló que el pasado miércoles fue al módulo de Vista al Sol y le dijeron que no había el medicamento, “que fuera al Distrito Sanitario y fui y tampoco, por eso vine para acá” y no recibió respuestas. Por eso se sumó al reclamo. Algunos ciudadanos recibieron el tratamiento, como Jennifer Mora, proveniente del sector Palital del estado Anzoátegui, donde también están aquejados por la epidemia de paludismo.
Distribución militarizada
Un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que prefirió resguardar su nombre, reveló que los medicamentos contra el paludismo ahora son distribuidos por la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) para evitar el bachaqueo. Aseguró que el módulo de Manoa fue dotado el lunes con suficientes medicinas para la semana. Sin embargo, el testimonio de los pacientes este miércoles demuestra lo contrario.
Los manifestantes consultados este miércoles por Correo del Caroní son de las parroquias Vista al Sol y Pozo Verde. Todos aseguraron que sus zonas están minadas de la enfermedad y que los ambulatorios cercanos están desabastecidos. Hacia las 10:30 de la mañana, los pacientes corrieron masivamente al interior del ambulatorio de Manoa tras la llegada de una camioneta con medicamentos, pero el equipo reporteril pudo confirmar que se trataba del antibiótico Azitromicina y no de los fármacos antimaláricos.
Según la Alcaldía de Caroní, para 2017 el paludismo afecta a “más de la mitad de la población guayanesa”, cifras nunca antes vistas en Ciudad Guayana. La escasez de medicinas ha agravado las consecuencias de la epidemia. El Ministerio de Salud ha reconocido en su boletín epidemiológico que la malaria aumentó en más de 70% entre 2015 y 2016. El incremento de casos en Caroní fue del 800%.
A finales de mayo de 2016, se registraron protestas consecutivas por falta de medicamentos en el módulo de Manoa. Su repetición este 7 de junio confirma la incapacidad del Estado para responder a la situación.
[Tomado de http://www.correodelcaroni.com/index.php/mas/salud/item/56675-pacientes-con-paludismo-en-modulo-de-manoa-en-vez-de-recibir-tratamiento-tenemos-que-protestar.]
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