María De La Rosa
PDVSA es la única empresa que ha reflejado ingresos importantes de DIVISAS para Venezuela. representando más del 80% del ingreso de las divisas al país. Las empresas siderúrgicas, de aluminios, de minerales no ferrosos y, petroquímicas del sector público, como las de alimentos procesados, turismo, salud, farmacéuticas, automotriz, electrodomésticos, del sector privado y algunas públicas, no alcanzan a aportar ni el 15% de los ingresos al país. Sus operaciones eran dependientes en promedio cercano al 80% de las divisas petroleras. Desde antes del año dos mil, esas empresas resultaron ser una carga para el Estado venezolano, contribuyendo así al incremento de la deuda con los organismos internacionales que impulsaron la crisis de 1989.
La industria petrolera venezolana después de su estatización en el año 1976 también reflejó cifras negativas al cierre de varios años en su contabilidad. Es de hacer notar, PDVSA en los años de la IV República influyó notoriamente en las crisis que estremecieron al país en distintos momentos. Tanto en la del viernes negro en 1982, como en la crisis del año 1989 que terminó en el Caracazo. Agudas crisis sociales y económicas. Posteriormente, vino la crisis de los 90, la que finalmente terminó abriendo la "Apertura Petrolera" (AP), que no fue más que un paso firme a la privatización en 1997. Con el cuento de la AP se acordaron contratos lascivos a la nación y un empobreciendo mayor de la sociedad venezolana bajo un manto de legalidad que rozaba el insulto al talento y a la dignidad de nuestro gentilicio.
Uno de los tanto ejemplos de negocios turbios pero amparados por un manto de legalidad lo fueron: la que se hizo con la petrolera Exxon Móvil. Esta vendía petróleo producido en Venezuela por ellos, mediante los convenios operativos a PDVSA en 35 dólares por barril mientras que PDVSA lo terminaba vendiendo a 8 dólares por barril a los mercados internacionales, comprados inclusive por la misma Exxon Móvil. Es decir, PDVSA vendía a perdida. Insólito, pero nunca explicado a los venezolanos. Otro ejemplo, fueron los llamados campos marginales como el Campo Boscán en el estado Zulia. Boscán fue vendido en una subasta por 2.000 millones de dólares con una producción inferior a cinco mil barriles por día (5.000 BPD) al momento de su privatización en 1997, pero un año después y sin hacer inversiones relevante, esta empresa alcanzó los sesenta mil barriles diarios (60.000 BPD), llegando a producir hasta los cien mil barriles diarios (100.000 BPD). Significando ingresos en estos últimos 20 años cercanos a 36.000 millones de dólares para Chevron.
Ninguna empresa transnacional o Estado extranjero puede penetrar y aprovecharse de los recursos de ningún país, sin el apoyo de los nacionales. Son los traidores nacionales quienes generan las crisis y propician las intervenciones "plagadas de buenas intenciones" para "salvar la patria". Así lo quisieron hacer saber a los venezolanos el gobierno de turno en 1997. Sin embargo, la realidad fue que, se jugaba vorazmente para despojar y aprovecharse por completo de la utilidad que deja el mercado de los hidrocarburos. En este sentido, las condiciones internas son creadas por los individuos que hacen vida dentro de las empresas. En el caso de PDVSA en la actualidad, son estos presidentes de filiales, directores, gerentes y ejecutivos hostiles a las líneas nacionalista y chavista, quienes por intereses mezquinos y ocultos, dejan manifiestamente generar las condiciones para justificar la intervención, ya sea esta, privada nacional o transnacional. De esa forma se hace de multimillonaria comisiones y delinquen de manera transparente a la luz de las contrataciones, creando el camino para una entrega superior o total a futuro de PDVSA.
Es muy notorio, que el excesivo nivel de corrupción en la administración del actual presidente de PDVSA sea parte de una intención superior. La situación va más allá del caos inconsciente y provocado por generación espontánea, tal como lo quieren hacer ver.lo que están es generando condiciones propicias para justificar la entrega de PDVSA. El mismo ´presidente de PDVSA lo declaró a la prensa al contradecir la expropiación de las empresas de servicios en el lago de Maracaibo. La caída estrepitosa de la producción de petróleo y la falta de liquidez de PDVSA y sus empresas Mixtas, tampoco es una casualidad, ni es producto de la curva de aprendizaje. Las condiciones para el malestar, ya la crearon y ahora se proponen justificar la privatización. Esas son las razones de que hayan sido apartados muchos excelentes profesionales y líderes de los puestos de mando desde el paro petrolero. También lo son la galopante corrupción y los deprimentes salarios de los trabajadores.
Todos ese panorama es similar a la situación de PDVSA antes de la apertura petrolera en 1997. En esa época PDVSA sufría de falta de liquidez. Problema que trataron de solucionar con la venta de bonos en tres lotes de 2.500 millones de dólares cada uno, venciendo a 20, 30 y 40 años, y junto a una increíble desinversión (falta de mantenimiento y paralización de proyectos). De los 44.000 empleados se pretendía llegar a 20.000 empleados y posteriormente liquidarlos mediante un bono adicional por renuncia acordada entre PDVSA y el trabajador. La situación actual de PDVSA, sigue el mismo patrón a las situaciones previas de las crisis de la IV República ya señaladas, a diferencia que esta, está simulada y disimulada por quienes dirigen la industria petrolera Venezolana.
Esa situación, hoy día influye severamente en la crisis económica que vive Venezuela y coloca a PDVSA al igual que antes de 1997 en una paralización de mantenimientos, paralización de proyectos, fuga de capital humano por bajo incentivos y paupérrimos salarios, entre otros problemas, trayendo como consecuencias accidentes y derrames petroleros. Las empresa Mixtas socias de PDVSA con apenas el 40% de acciones, hoy día gobiernan las decisiones corporativas de la estatal venezolana. Siendo esto contrario a lo establecido en sus estatutos donde PDVSA conserva la mayoría y por ende es el tomador de decisiones. No obstante, el socio extranjero es el que ha conseguido los créditos y liquidez para invertir en las operaciones y seguir extrayendo el crudo que por estatutos debe ser comercializado por PDVSA pero que, al PDVSA no cumplir con los desembolsos, ha sido obligada a flexibilizar y permitir a las empresas extranjeras manejar la comercialización del crudo. Ocurriendo que el socio es quien se cobra por sí mismo la deuda contraída con PDVSA y reintegra a PDVSA la diferencia.
Cómo es eso? Si. Los extranjeros están dominando gran parte de nuestra industria petrolera. Y, para concluir, les quiero decir a todos los gerentes y trabajadores de otros sectores de la productivos, no sientan envidia o grandes deseos por trabajar en PDVSA. Mientras un alto gerente de PDVSA devenga 400.000 Bs por mes y sin hablar del resto de los trabajadores que en su mayoría no cubren ni el salario básico, los gerentes extranjeros suelen tener sueldos entre 10.000 y 30.000 dólares mensuales con todos los beneficios pagaderos en dólares cubiertos, todo esto, con el mismo petróleo que paga el sueldo de su similar venezolano. Todo esto es vergonzoso definitivamente.
[Versión resumida de texto cuyo original está en https://www.aporrea.org/energia/a246856.html.]
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