Nery y Jorge (de la Federación Obrera
Regional Argentina)
La calle siempre fue
el lugar donde el pueblo trabajador lanzó su bronca frente a sus amos y
verdugos, lo ha hecho organizadamente o con total espontaneidad. Si nos
remontamos a la Argentina de principios del siglo XX, la FORA no escapa a la
represión estatal, es la organización multitudinaria y más perseguida ya que
se opone totalmente a la explotación del hombre por el hombre, por esto la
represión estatal cayó sobre su espalda. Pero existe una cultura de la defensa,
los trabajadores y trabajadoras de la FORA bien sabían que el aparato represivo
no dudaba en apuntar y disparar. Ante el ataque por parte del estado, la
militancia forista no dudaba en utilizar las herramientas de nuestra clase,
como la huelga, el boicot, el sabotaje, se utilizaban diferentes formas de
resistencia, la organización forista era inmensa y el pueblo adhería en su
mayoría a cada acuerdo votado en asambleas de la organización, todas estas
herramientas usadas en pos de reivindicaciones para la clase trabajadora,
empujaban a las patronales y el Estado a tomar medidas represoras en conjunto.
Pasado el tiempo, el
pueblo trabajador siguió en contacto con estas formas de resistencia a la
represión policial-estatal-patronal, se habían adquirido nuevas tácticas y se
organizaba de diferentes maneras, dependiendo las tendencias ideológicas,
algunas que eran de naturaleza libertarias otras venían contaminadas con
tendencias marxistas autoritarias y vanguardistas. Avanzando a pasos
agigantados estaban del otro lado las fuerzas represivas que acrecentaba su
tecnología y espionaje dentro del movimiento obrero, llegando así a la última
dictadura cívico-militar-eclesiástica al punto más alto donde se llegó al
asesinato y desaparición sistemática de compañeros y compañeras, al mismo
tiempo y en algunos países antes también llegaba la represión salvaje
orquestada por la burguesía internacional.
La llamada democracia llego a principios de los 80 en la
región argentina y la dictadura había dejado una marca profunda en la genética
del movimiento obrero, calo hondo el terror y el miedo a hablar de lucha o de
cambio social, aún seguía intacto como no puede ser de otra manera, el aparato
represivo, ya “subordinado” al régimen democrático pero dejando en claro que
siempre están cuando el pueblo rompe el silencio y ocupa las calles. Dentro de
la década de los 90´ se implementan nuevos métodos de lucha como el corte de
ruta impulsada por docentes y desocupados en el sur la argentina, donde la
estrategia es parar la circulación y provocar una herida al sistema de
mercado, esto da como resultado la represión por parte la policía incluso este
tipos de reprimendas son las que terminan con la vida de Carlos Fuentealba en
el 2007, también como a lo largo de la historia se implementaron fuerzas
represivas parapoliciales, como la que ejecuto el asesinato de Mariano Ferreyra
en 2010, pero la política de los partidos es mediática, totalmente oportunista
y mezquina “llevan” su militancia y a trabajadores a un show para que sus
banderas salgan en la televisión, mostrando una clase obrera indefensa e
incapaz de defenderse a la represión, pues la única condena fue sobre los ejecutores
materiales e intelectuales, si bien sienta un precedente no se logra una
condena sobre las prácticas que el estado mantiene vivas para reprimir, la
militancia forista ha participado muchas veces en conflictos obreros junto a
estos politiqueros de izquierda y realmente se ha visto que no le interesa
otra cosa más que cooptar y repetir como cassette sus discursitos pseudo-revolucionarios,
en medio de piquetes como en Gestamp y en Kromberg estos partidos se sacan los
ojos y dejan ver sus verdaderas intenciones “revolucionarias”, rompiendo
asambleas de trabajadores y trabajadoras y dividiendo.
La FORA acompañara, como siempre lo ha hecho a los trabajadores
y trabajadoras que se organicen sin hacerle caso a politiqueros que no
trabajan o que simplemente buscan sacar provecho para su partido ante un
conflicto, alentara cada iniciativa nacida en asamblea y no negara las
herramientas históricas de nuestra clase, apelaremos a la defensa y saber
medir inteligentemente la relación de fuerza, es nuestro deber como clase
obrera resolver como actuar frente a la represión, desde ya creemos fielmente
en la potencia creadora y que si rompemos la lógica partidaria politiquera
encontraremos tácticas más eficientes que nos lleven junto a nuestros hermanos
explotados y explotadas a luchar contra la patronal y el Estado policial, con
esto decimos que cuanto más masiva son nuestras filas, más difícil será
vencernos y que si realmente organizamos desde abajo la huelga general y
ocupamos las calles derrocaremos al estado y al capital, que solamente busca
coartar nuestra libertad y autonomía.
Tras un mes de marzo lleno de marchas multitudinarias, incluso
aquella que presiono desde las bases echar al triunvirato de la cgt al grito
de “traidores” de un palco en el cual con esquivas frases se oponían a decir
cuando iba a ser el primer paro general, Nos encontramos con un panorama de
represión amparada por una marcha que encabezo la derecha y la burguesía
nacional en el primer día de abril en la que los diarios titularon de
multitudinaria, si tenemos en cuenta que los docentes, trabajadores, y
movimientos sociales hemos llegado a ser cientos de miles en las calles, parece
absurdo creer que 50 mil es una marcha multitudinaria. La represión en 197 tras
la implementación del protocolo anti-piquetes dirigida por el secretario de seguridad
Eugenio Burzaco el Estado fijó una estrategia judicial que consistirá en
presentarse como querellante en la causa del corte de la Panamericana, el desalojo
de la toma en agr-clarin en medio de un gigantesco operativo en el cual se
dejaron ver fusiles y ametralladoras , la represión a los docentes mientras
instalaban una escuela itinerante, son la respuesta a todas estas
movilizaciones que buscan poner un freno a la política de ajuste que el
gobierno mantiene y niega a ceder, lejos de la sola y mera ruptura del cerco
mediático para fortalecer un partido o una lista que prometerá demagógicamente
ser “la voz de los trabajadores en el congreso”, como en cada conflicto obrero
deberemos plantearnos seriamente como resistir el avance de la represión que es
cada vez más salvaje.
[Publicado originalmente en el periódico Organización Obrera # 68, Buenos Aires, mayo-junio 2017. Número
completo accesible en http://capital.fora-ait.com.ar/2017/05/organizacion-obrera-68.]
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