Jimena Baltazar
Ejecuciones extrajudiciales,
detenciones arbitrarias, personas no localizadas, uso excesivo de la fuerza pública,
allanamiento de viviendas, es por ahora
el saldo del terrorismo de Estado que se ha manifestado esta vez en
Arantepacua, Michoacán.
Para contextualizar:
Arantepacua es una comunidad indígena perteneciente al municipio de Nahuatzen,
ubicado en la Meseta Purépecha del estado de Michoacán, al Occidente de México.
Desde hace tiempo se encontraba en un conflicto territorial con la comunidad
vecina de Capácuaro, ante lo cual las autoridades estatales han mostrado su
incapacidad para resolver el conflicto de forma pacífica, por el contrario, su
reacción ha sido criminal e irresponsable. Tras un operativo fallido, la
violencia de Estado ha enlutado a la comunidad dejando cuatro muertos, dos de
ellos estudiantes y un menor de edad, una docena de heridos y medio centenar de
indígenas detenidos.
Martes 4 abril
Con motivo del conflicto
agrario mencionado[1], durante los últimos dos meses las autoridades estatales
de Michoacán instauraron unas mesas de diálogo entre comuneros de Capácuaro y
de Arantepacua. Sin embargo, el martes pasado, al tiempo que se llevaba a cabo
la mesa de negociación correspondiente, fueron detenidos 38 comuneros de
Arantepacua que pretendían llegar a Morelia para apoyar a sus compañeros y
manifestar sus demandas, fueron detenidos bajo el argumento de que habían
obstruido las vías de comunicación y que el autobús en el que viajaban
supuestamente tenía un reporte de robo[2].
Miércoles 5 abril
Como reacción ante la
detención de sus compañeros, los habitantes de la comunidad indígena se
organizaron y como forma de protesta bloquearon la carretera
Arantepacua-Nahuatzen y retuvieron vehículos de carga de mercancía para exigir
la liberación de sus compañeros. Ese fue el gravísimo delito que exacerbó al
Gobernador de Michoacán y razón por la cual montó un magno operativo por aire y
tierra para liberar la carretera y las mercancías, porque antes que la
integridad de las personas, para el narco-estado burgués están las mercancías.
Aproximadamente unos 400 agentes estatales distribuidos en cerca de 80
camionetas, dos helicópteros de la Secretaría de Seguridad Pública, y un
vehículo blindado arribaron a la comunidad, enfrentándose con mujeres, hombres,
jóvenes, niños, e incluso personas de la tercera edad, quienes intentaron
defenderse con piedras, palos, machetes y cohetones, pero los cuerpos
policiacos les superaban en número y en armamento, y éstos, al no estar
debidamente capacitados para contener, toman la ofensiva como una provocación y
entonces tiran a matar. El saldo: cuatro muertos, dos fallecidos en el lugar, y
dos más tarde mientras recibían atención médica, además, otros diez detenidos durante el enfrentamiento.
Las víctimas mortales
En un video proporcionado por
los propios miembros del Grupo de Operaciones Especiales se escucha el
siguiente diálogo entre los policías:
-“Le están tirando a aquél, le están tirando a
aquél de allá”.
-“Ah, ya lo tiraron, ya lo
tiraron”.
-“Ya cayó uno, ya cayó uno”
-“Ya le tiraron al de rojo”
-“¿Ya cayó uno?”
-“Ya.”
Quien cayó fue Luis Gustavo
Hernández Cohenete, de 16 años, estudiante de cuarto semestre del Colegio de
Bachilleres, quien murió portando el uniforme de la escuela mientras trataba de
huir de los disparos, pero lo alcanzaron una bala en el torso y dos en la
frente. La Dirección General del COBAEM emitió una esquela que decía lo
siguiente:
“La Dirección General del
COBAEM y la comunidad bachiller, lamenta el sensible fallecimiento de Luis Gustavo
Hernández Cohenete apreciado alumno del cuarto semestre del plantel
Arantepacua. Nos solidarizamos con el dolor que embarga a familiares y amigos,
esperando encuentren resignación ante tan irreparable pérdida.”
Pero hay que decir las cosas
por su nombre, el compañero no simplemente ‘falleció’; a Luis Gustavo lo
asesinaron. A Luis Gustavo lo mató el Estado.
Un segundo estudiante
asesinado es José Carlos Jiménez Crisóstomo, de 25 años, era estudiante del
octavo semestre de la Licenciatura en Enfermería en la Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo, y ex-morador
de la Casa del Estudiante 2 de Octubre. Sin que hasta el momento se haya
pronunciado al respecto el Rector ni el Consejo Universitario para condenar el
cobarde asesinato y exigir justicia.
Mucho más contundente y
comprometido que el COBAEM y que el mutis de la UMSNH, la Casa del Estudiante 2
de Octubre sí condenó el asesinato de su compañero a través del siguiente
desplegado:
“Sobre la ejecución
extrajudicial de nuestro compañero Nicolaita ex-morador de la casa del
estudiante 2 de Octubre:
El día de ayer miércoles 5 de
abril, fue ejecutado extrajudicialmente nuestro compañero de lucha José Carlos
Jiménez, estudiante de la Facultad de Enfermería de la UMSNH, cayó defendiendo
con su vida a su comunidad de Arantepacua de la brutal represión manos de las
Fuerzas policiaco militares del estado burgués, que llego con la orden de
desalojar a toda costa, este criminal asesinato se suma a las miles de víctimas
del terrorismo de Estado en México, nuestro compañero, fiel defensor de las
casas del estudiante y de la educación pública, se distinguió siempre como un
morador y Nicolaita consciente, caracterizándose por su actitud firme y decidida,
llegándose a ganar el respeto y la admiración de la casa, pocos como el
compañero que se apegó hasta sus últimos días a los principios nicolaitas y
humanistas.
Repudiamos totalmente su
ejecución, hacemos un llamado enérgico al gobierno estatal y federal para que
cese la represión, rechazamos categóricamente cualquier tipo de violencia para
resolver los conflictos. El gobierno de Silvano Aureoles pasará a la historia
como asesino represor y enemigo de la educación pública.
Nos sumamos en apoyo total a
la lucha de los pueblos originarios y nos pronunciamos por la liberación de los
comuneros presos políticos, al igual que nos reservamos nuestro derecho a la
movilización para exigir justicia.”
Honorable C. Dos de Octubre.”
El tercer comunero acribillado
fue don Francisco Jiménez, de aproximadamente 70 años de edad, quien quedó
tendido en el piso con el pecho ensangrentado a consecuencia de los impactos de
bala, a un lado de su cuerpo, se encontraba un machete con el que se corta caña
para pretender persuadir o defenderse, pero no podía competir contra las armas
de fuego.
Por último, la mañana de este
viernes, falleció Crisanto L., de 39 años de edad, quien se encontraba
hospitalizado desde el pasado 05 de abril, debido a que presentaba heridas por proyectil
de arma de fuego.
Ante la masacre ocurrida, los
medios de comunicación locales callaron. Si las autoridades universitarias no
alzaron la voz ante el crimen en el cual fueron asesinados dos estudiantes,
algunos catedráticos sí lo hicieron a título personal.
La mañana de ayer, la Dra.
Teresa Da Cunha Lopes, profesora investigadora de la Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo, al pasar por los puestos de periódicos se indignó al
leer los encabezados:
«Policías son emboscados en
Arantepacua» El Sol de Morelia; «Comuneros emboscan a policías» Provincia. El
diario grande de Michoacán; «Balean a polis» Testigo. Diario de los sucesos
urbanos; «Violento choque entre policías y comuneros» Cambio de Michoacán. Tomó
fotos de los titulares y las subió a su cuenta de Facebook junto con la
siguiente leyenda:
“Una prensa libre, digna de
una democracia plena, estaría AHORA investigando, colocando preguntas,
entrevistando a los sobrevivientes. NO PUBLICANDO SENDOS TITULARES
JUSTIFICANDO, SIN HACER UNA SOLA PREGUNTA. Un operativo a todas luces fallido,
que deja una comunidad en luto y mexicanos muertos en las calles.”
Más tarde la profesora Da
Cunha publicó en ese mismo medio lo siguiente:
“El ‘precio’ a pagar por una intervención a causa
de un conflicto de tierras o por el rescate de tres o cuatro vehículos para
apaciguar otros tantos empresarios no puede ser nunca justificativo del
derramamiento de sangre. Un operativo que resulta en este saldo de víctimas
sólo demuestra dos cosas:
1.- Una criminal indiferencia
para con el valor de las vidas humanas; y
2.-Una monumental incapacidad operativa de las
fuerzas de seguridad del estado para actuar en situaciones en que se encuentran
involucrados civiles.”
Por su parte, el Dr. José
Herrera Peña, también profesor-investigador de la Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, ante el clamor social que exigía la renuncia del Gobernador
Silvano Aureoles, expuso en su cuenta de Facebook lo siguiente:
“No. Nada de renuncia. La
Comisión Legislativa de Pueblos Indígenas del Congreso del Estado debe reunirse
para pedir al Gobernador que presente un informe al respecto, después de lo
cual podría solicitar que se le someta a juicio político. El Gobernador de
Michoacán debe asumir la responsabilidad inherente a su cargo y explicarle al
pueblo por qué sus fuerzas policíacas asesinan indígenas. Es inaudito que, en
lugar de hacerlo, evada su responsabilidad. Es hora de que la Legislatura local
lo llame a cuentas para que informe lo sucedido.”
Jueves 6 de abril
Ayer por la tarde Juan
Bernardo Corona Martínez, Secretario de Seguridad Pública de Michoacán, dio una
rueda de prensa para explicar lo sucedido. “Nos emboscaron”, dijo. Eso mismo
dijeron en Nochixtlán. Nos emboscaron… Un grupo de indígenas armados con
piedras, palos, machetes y cohetones, frente a policías y granaderos armados
con armas de fuego.
Que haya muertos lo que
revela es la ineptitud de los cuerpos policiacos para poder contener un
conflicto sin la necesidad de asesinar. Revela también el incumplimiento a la
obligación que tienen de realizar un uso racional y proporcional de la fuerza,
pues salvo que su objetivo sea matar, de otra manera no se explica por qué el
uso mortal y desproporcionado de la fuerza.
Después se supo la verdadera
causa:
“(…) desde el pasado martes
comenzaron a bloquear vías de comunicación y retener vehículos de empresas
particulares, algunos con mercancías que no han podido llegar a sus destinos.”,
dijo el Secretario de Seguridad Pública.
“En Michoacán, nadie,
nadie [enfatizó] puede estar por encima
de la Ley”. Les exhortó a los comuneros de Arantepacua que se ajustaran al
Estado de Derecho, y que se manifiesten, pero por la vía de la legalidad… Y finalmente
sentenció: “La instrucción del Gobernador Silvano Aureoles Conejo ha sido clara
y determinante: cero impunidad, para quienes se empeñen en quebrantar la ley,
no habrá tregua ni espacio”…
Lo dicen quienes cometieron
ejecuciones extrajudiciales; quienes allanaron viviendas sin contar con órdenes
de cateo; quienes emplearon un uso desproporcionado, excesivo y mortal de la
fuerza pública. Lo dice el estado en donde reina la impunidad. Lo dice el
narco-Estado por excelencia. El que tiene hoy preso a Jesús Reyna, ex Gobernador
interino, en un penal federal acusado de tener vínculos con el crimen
organizado.
Ya la gente cuestiona la
legitimidad democrática de esa supuesta legalidad del estado burgués con la que
se llenan la boca los gobernantes para controlar, ya la gente no cree en su
Estado de Derecho, porque ese Derecho no les beneficia, no surge del pueblo y
sólo sirve para oprimir.
“La resistencia está siendo
combatida con represión jurídica, ésto es, con mayor legislación. No hay que
equivocarse: cuando la burguesía habla de no intervención del estado, de
achicar el estado, habla de la legislación económica. No de la penal (…) la
conducta de permanecer en la calle o camino, estorbando la circulación
vehicular -o de mercancías para ser precisos- se trata de un nuevo delito llamado
de «ataques a las vías de comunicación», que criminaliza una de las protestas
sociales más efectivas cuanto irritante. (…) la protesta en las calles ha sido
criminalizada, ésto es, convertida en delito por el trámite de una simple norma
producida por los ‘representantes’ del pueblo. Piénsese que la protesta es un
derecho humano fundamental en una sociedad injusta. (…) la represión, por otra
parte, tiene muchos rostros, la mayor parte de ellos enmascarados con la
legalidad, que a veces es nombrada como ‘estado de derecho’.”[3]
Hay un contexto previo, y no
me refiero a la obviedad de un contexto histórico de opresión hacia los pueblos
y comunidades indígenas, hablo de un contexto inmediato, de uno característico
y sistemático del actual gobierno de Silvano Aureoles:
“Recordemos que hace más de
un mes acudieron más de mil policías a la comunidad indígena de Calzontzin,
perteneciente al municipio de Uruapan, para amedrentar a la población que se
encontraba en resistencia por la inacción del gobierno estatal frente a un
problema de la comunidad. De este lamentable hecho, resultaron varios heridos y
la captura de 17 habitantes, algunos de los cuales permanecen aún en
prisión.”[4] “Todo esto se suma a la reciente desaparición de la Secretaría de
Pueblos Indígenas en el estado de Michoacán, lo cual deja claro que las
comunidades y pueblos indígenas de Michoacán no son contemplados como actores
relevantes para esta administración. El cúmulo de acciones muestra una grave
política que criminaliza y menosprecia las luchas de los pueblos y comunidades
indígenas”[5]
Viernes 7 de abril
Ya la Comisión Nacional de
Derechos Humanos atrajo el caso[6], en unos meses, o quizá años, emitirá una
recomendación más en donde dirá que hubo ejecuciones extrajudiciales; que hubo
allanamientos de viviendas; que hubo un uso desproporcionado, excesivo y mortal
de la fuerza pública. Como en Atenco, como en Tlatlaya, en Apatzingán,
Ostula, Ayotzinapa, Tanhuato,
Nochixtlán, o ahora Arantepacua… Ya no queremos más justicia de escritorio,
queremos no morir por defender el territorio, queremos no más despojo ni
extractivismo, queremos no más racismo que invisibilice nuestras muertes.
Queremos no más racialización de la pobreza, de la exclusión.
“La CNDH abrió las quejas de
oficio: MOR/203/2017 por la detención de 38 personas que se dirigían a Morelia
provenientes de Arantepacua el pasado martes 4; y la MOR/211/2017 por la
detención de 10 personas luego de un enfrentamiento en esa comunidad indígena
el miércoles 5 de abril (…) En el primer caso, se emitieron medidas cautelares
de protección para garantizar la integridad física y el estado de salud de los
participantes y para que se proporcionara un intérprete en los casos
requeridos.”[7]
La conciencia está creciendo,
la protesta está creciendo, la crisis no está en nuestra mente, como dice el
Presidente. Si la crisis estuviera en nuestra mente no estarían ahora mismo
negociando en el Congreso de la Unión la militarización del país para criminalizar
marcialmente la protesta con la aprobación de la llamada Ley de Seguridad
Nacional, pero la burguesía tiene miedo y ya comienzan sus despliegues de
fascismo. Este sistema económico y político racista, clasista, misógino y
homofóbico, oprime a las mayorías; aunque nos quieran desarticular y por eso
nos llamen “minorías”.
“El Estado ya no sabe matar
una sola vez, sino que tiene que matar dos veces. Tiene que matar, destruir la
vida, y después destruir la dignidad con la mentira. Un Estado débil es el que
tiene que matar dos veces, para estar seguro de que mata. (…) Los mexicanos son
mejores que su Estado, pero muchísimo mejores. Porque perderán la vida, pero
nunca la dignidad.”[8]
Los pueblos indígenas hoy
están de luto, bañados en sangre y llanto. “Hermanos y hermanas de Arantepacua,
su dolor por el asesinato de los compañeros es nuestro. Luchamos pues tenemos
la certeza de que el castigo a los culpables surgirá de la dignidad, la
resistencia y la rebeldía de nuestros pueblos. Sembrar verdad y justicia en la
destrucción que nos traen los poderosos es lo que sabemos hacer los pueblos.
Los malos gobiernos piensan
que esparciendo el terror en los territorios indígenas de Michoacán, y en gran
parte de la geografía nacional, es cómo van a acallar a los pueblos y su
palabra, pero eso no pasará, pues la palabra que hoy gritan en colectivo los
pueblos originarios nace justamente de la indignación, el hartazgo y la
decisión de no dejarse matar, despojar, dividir o comprar.”[9]
Sábado 8 de abril
Mañana comienza el Tianguis
Artesanal de Domingo de Ramos, el tianguis artesanal más grande de
Latinoamérica, que congrega en Uruapan, Michoacán, a artesanos nahuas,
mazahuas, purépechas y otomíes de la región. Entonces el Gobierno del Estado
hace ‘su agosto’ con la derrama económica del turismo nacional e internacional,
y ahí sí envían de anfitriona a la Secretaría de Turismo y no a la de Seguridad
Pública, muy coloridos por todos lados se muestran orgullosos de los pueblos
indígenas, pero sólo en esas fechas, no los conciben como sujetos vivos, con
necesidades concretas, con sus propias cosmovisiones, les conciben
folclóricamente como piezas de museo, como piezas del pasado, no los sospechan
tampoco como sujetos revolucionarios, capaces de transformar el mundo, pero los
pueblos indígenas han sabido resistir por siglos las violencias estructurales y
estatales más cruentas y nos han legado grandes muestras de justicia y
dignidad. Será necesario articular estrategias con los pueblos indígenas de
América Latina y del mundo para pasar de la resistencia a la ofensiva; será
necesario articular estrategias entre las y los oprimidos del mundo para para
destruir el yugo ya sea de raza, clase, género, u orientación sexual.
Condenamos el terrible acto
de brutalidad y represión en el cual le arrebataron la vida a 4 hermanos
purépechas y exigimos la libertad a los presos, exigimos un alto a la
criminalización de la protesta, exigimos que se haga justicia, sabemos que la
justicia no vendrá de los culpables de nuestra opresión, por eso estamos
convencidas y convencidos de que de la rebeldía nacerá la libertad de los
pueblos.
¡Estado fascista, que matas
normalistas! ¡Estado, farsante, que matas estudiantes!
Notas
[1] El cual se encuentra en
litigio ante los tribunales agrarios pero no es materia del presente análisis
saber si el territorio corresponde legalmente a Capacuaro o a Arantepacua, sino
denunciar la reacción criminal del estado y su ineficacia para resolver los
conflictos de forma pacífica.
[2] “La empresa «Purépechas»,
la línea de autobuses dueña de la unidad que tomaron los comuneros, mandó a su
representante legal para aclarar que ellos no habían denunciado a los
comuneros.” Rodrigo Caballero Díaz, ‘Queremos que castiguen a quien ordenó el
ataque: comuneros de Arantepacua’, periódico digital Información Disruptiva
Inteligente, 06 de abril de 2017.
[3] Oscar Correas, Sobre la
criminalización de la protesta social, publicado en: Criminalización de la
protesta social y uso alternativo del derecho, Alma Melgarito Rocha et al.
(Coord.), UNAM y Ediciones Coyoacán, México, 2014, pp. 21, 22 y 23.
[4] Pronunciamiento en apoyo
a la comunidad Purépecha de Arantepacua, Michoacán, Emancipaciones, Colectivo
de Estudios Críticos del Derecho y las Humanidades, 06 de abril de 2017.
[5] Ibíd.
[6] “La Comisión Nacional de
los Derechos Humanos (CNDH) atraerá el caso por los hechos de violencia
ocurridos el día de ayer en la localidad de Arantepacua, municipio de
Nahuatzen, Michoacán, donde como resultado de un enfrentamiento entre elementos
de seguridad pública y comuneros hubo [4] personas que perdieron la vida y
otras más resultaron heridas.” CNDH, Comunicado de Prensa DGC/104/17.
[7] Francisco Castellanos,
CNDH desmiente a gobierno de Michoacán: murieron cuatro, no uno, en
Arantepacua, revista Proceso, 06 de abril de 2017.
[8] Boaventura de Sousa
Santos, “Los mexicanos son mucho mejores que su Estado”, revista Proceso, 06 de
abril de 2017.
[9] Comunicado conjunto del
CNI y el EZLN denunciando la represión contra la comunidad Purépecha de
Arantepacua, Michoacán, 06 de abril de 2017.
[Tomado de
https://anarquismoenpdf1.wordpress.com/2017/04/09/arantepacua-terrorismo-de-estado-contra-los-pueblos-indigenas.]
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