Alejandro
Álvarez
Recientemente
aparecieron en la prensa nacional unas declaraciones del Ministro de Minería
"Ecológica" Jorge Arreaza [ver http://www.eluniversal.com/noticias/economia/arreaza-asegura-que-solo-del-arco-minero-podria-ser-explotado_643481].
Las mismas fueron efectuadas en la Convención de la Asociación de Prospectores
y Desarrolladores de Canadá (PDAC por sus siglas en inglés), evento realizado
en Toronto, Canadá a principios del mes de marzo.
En esta ocasión el ministro manifestó lo siguiente: “Dicen que vamos a destruir 111 mil kilómetros cuadrados de nuestro territorio pero eso no es así, porque de ese gran arco hay zonas de protección y territorios indígenas sagrados, y de esa gran cantidad solo en un 30 % podríamos tener reservas y habrá lugares donde se explotarán y se desarrollarán fuentes alternativas a la petrolera” y más adelante agrega que “será explotada respetando su ecología y la biodiversidad” (cursivas mías).
A pesar de la confusa redacción de las mismas, intentemos analizar y entender estas cortas líneas que contienen mucha información interesante:
En
primer lugar, vale la pena destacar que, luego de un año de haber sido
decretada la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, no
es hasta ahora que se dice que sólo se va a explotar un 30% de la misma.
Esta particularidad enunciada ahora por el ministro no aparece en el decreto que lo creó, ni había sido mencionada previamente por ningún otro funcionario gubernamental.
Podemos especular sí esta nueva precisión pudiera estar relacionada con las temores y denuncias que ha generado este proyecto entre muchas personas y organizaciones, incluyendo las empresas y países interesados en participar en actividades mineras en la zona definida por el Arco Minero.
Esta particularidad enunciada ahora por el ministro no aparece en el decreto que lo creó, ni había sido mencionada previamente por ningún otro funcionario gubernamental.
Podemos especular sí esta nueva precisión pudiera estar relacionada con las temores y denuncias que ha generado este proyecto entre muchas personas y organizaciones, incluyendo las empresas y países interesados en participar en actividades mineras en la zona definida por el Arco Minero.
Quedaría una duda pendiente, sí en ese porcentaje estará incluido el desarrollo de infraestructura de apoyo para las explotaciones mineras, crecimiento urbano, desarrollo vial y de los servicios necesarios para el funcionamiento de las minas, entre otros aspectos generados por la actividad minera y que ocupan un territorio mucho mayor que la misma.
Asimismo, este alto funcionario recalca que la explotación será realizada respetando “la ecología y la biodiversidad”. Realmente muchos estamos interesados en saber cómo se va a lograr esta protección y cuáles serán los procedimientos y tecnologías que serán usados en los procesos de control ambiental que serán usados.
Esto sería importante porque, es asunto conocido que, una de las actividades que generan un mayor impacto ambiental en todo el mundo es la actividad minera. Por lo que sorprende esta declaración y mueve al escepticismo. Una pequeña investigación en Internet pudiera permitir a cualquier técnico del Ministerio de “Minería Ecológica” revisar la larga lista de accidentes catastróficos, graves daños ambientales y conflictos sociales asociados a la minería acaecidos en una gran cantidad de países, incluso en fechas recientes.
Por ello, felicitamos al ministro Arreaza por su loable actitud e interés en hacer de su gestión un hito memorable al posiblemente haber obtenido el acceso a tecnologías totalmente novedosas y desconocidas en el país, y, en tal sentido, le solicitamos que informe al país sobre los procedimientos que serán utilizados para proteger los bosques, cuencas y la biodiversidad regional, control de la contaminación generada, así como los impactos socio-culturales y las medidas para la protección de los derechos de las comunidades locales.
También de estas declaraciones parece desprenderse que el señor ministro puede haber caído en cuenta que el Arco Minero del Orinoco incluye zonas de protección (me imagino que quiso decir Áreas Bajo Régimen de Administración Especial) y territorios indígenas sagrados. Lo interesante es que estas consideraciones habían sido hasta ahora parte importante de las críticas al megaproyecto del Arco Minero, pero no de sus planificadores y promotores.
Adicionalmente, hubiese sido interesante que hubiese hecho algún comentario en relación con los procesos de demarcación de las tierras indígenas prescritas por la Constitución y los Convenios Internacionales, espacios geográficos en los cuales están inmersos esos territorios sagrados. Pero eso ya sería pedir demasiado.
Sobre este mismo punto, uno quisiera suponer que para un alto funcionario gubernamental también debería ser sagrado el cumplimiento de la Constitución, las leyes y la protección de los derechos humanos en particular de los pueblos indígenas. Y como parte importante de estas normas y garantías está el de la consulta previa, libre e informada (recalco lo de previa) a las comunidades indígenas para la realización de proyectos de explotación en sus territorios. Situación que no ocurrió tal como reconoció el gobierno venezolano recientemente.
Asimismo, también parece importante para este alto funcionario manifestar que las zonas explotadas “desarrollará(n) fuentes (económicas) alternativas a la petrolera”. Esta aseveración es enfatizada más adelante en sus propias declaraciones cuando dice: “que cuando se cuantifiquen los recursos, Venezuela podría convertirse en el cuarto país del mundo con mayores reservas de oro, lo que a su vez podrá atraer muchas inversiones extranjeras”.
Interesante esta consideración en un ministro de un gobierno que se precia de “ecosocialista”, enfatizar que el rentismo y el extractivismo petrolero con su largo historial de afectación ambiental y social, tendrá ahora una contrapartida también rentista y extractivista, pero ahora minera, cuyo impacto ambiental y social es aún mucho mayor que la explotación petrolera.
Finalmente, el ministro Arreaza concluye sus declaraciones expresando “Llamamos a quienes levantan la banderas de la ecología contra el Arco Minero del Orinoco a que estudiemos el problema en conjunto”. Invitación que me apresuro a aceptar, ya que me encuentro entre los cientos de venezolanos que hemos opinado que no sólo van a destruir 111 mil kilómetros cuadrados de nuestro territorio, sino que se cometerá el ecocidio y etnocidio más grande que haya sido cometido en Venezuela desde la llegada de los europeos a este territorio.
Ahora bien, si vamos a estudiar el “problema en conjunto”, lo deberemos hacer sobre la base de principios de reconocimiento y respeto mutuo; utilizando como fundamentos la Constitución Nacional, las leyes nacionales, los convenios internacionales de protección a los derechos humanos, así como la mejor información científica existente. Y su objetivo final será alcanzar decisiones consensuadas y con una amplia base de participación, que busquen incrementar el desarrollo humano tanto de los pobladores locales, como los de los ciudadanos tanto del país, como del resto del mundo.
De lo contrario esta será una declaración insincera e inútil. Tal como ciertos diálogos que zapatean por allí.
Sigue siendo muy válido decir #NoAlArcoMinero
[Tomado
de https://notiambienteve.blogspot.com/2017/03/leyendo-entre-lineas-noticias-del-arco.html.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.