OFIAM - Madrid
Hola, somos la OFIAM, Oficina de Apoyo Mutuo de Manoteras, nos ponemos en contacto con vosotros y el resto de colectivos y asociaciones del barrio de Hortaleza porque queríamos plantearos unas reflexiones que hemos tenido este año.
2016 ha sido un año difícil muy difícil, un año de replantearnos muchos objetivos y estrategias. Un año en el que hemos sido conscientes de como cada día en el barrio nos cuesta más sacarle algo a entidades bancarias e instituciones públicas. Creemos que por una razón muy sencilla, el pulso en la calle se ha perdido. Hemos visto que junto con la aparición de nuevos partidos y la esperanza del cambio político, perdíamos el poder de convocatoria y de movilización en el barrio que se había ganado con la aparición del 15M, algo que es fundamental para la OFIAM, ya que su estrategia se basa en la presión de grupo. Algo que ha hecho, junto con el desgaste de 4 años de lucha, que en 2016 nos replanteáramos si teníamos fuerza para que la OFIAM siguiera adelante. Pero algo ha pasado en esta segunda mitad de 2016, y una tarde de verano echando la vista atrás nos dimos cuenta de todo lo que habíamos conseguido, joder son ya 4 AÑOS DE VICTORIAS.
Hola, somos la OFIAM, Oficina de Apoyo Mutuo de Manoteras, nos ponemos en contacto con vosotros y el resto de colectivos y asociaciones del barrio de Hortaleza porque queríamos plantearos unas reflexiones que hemos tenido este año.
2016 ha sido un año difícil muy difícil, un año de replantearnos muchos objetivos y estrategias. Un año en el que hemos sido conscientes de como cada día en el barrio nos cuesta más sacarle algo a entidades bancarias e instituciones públicas. Creemos que por una razón muy sencilla, el pulso en la calle se ha perdido. Hemos visto que junto con la aparición de nuevos partidos y la esperanza del cambio político, perdíamos el poder de convocatoria y de movilización en el barrio que se había ganado con la aparición del 15M, algo que es fundamental para la OFIAM, ya que su estrategia se basa en la presión de grupo. Algo que ha hecho, junto con el desgaste de 4 años de lucha, que en 2016 nos replanteáramos si teníamos fuerza para que la OFIAM siguiera adelante. Pero algo ha pasado en esta segunda mitad de 2016, y una tarde de verano echando la vista atrás nos dimos cuenta de todo lo que habíamos conseguido, joder son ya 4 AÑOS DE VICTORIAS.
¿Os acordáis? Todo empezó en 2013, en el desahucio de Azucena y su familia. Nos consiguieron echar a patadas, y Patricia, por desgracia, pagó el castigo de ser solidaria. Pero esa misma noche, Azucena y sus hijos durmieron bajo techo, ¡GANAMOS!. El primer año fue de locos, recibíamos 4, 5 ó 6 familias nuevas cada lunes. Nunca pensamos que conseguiríamos todo lo que nos propusimos, se paró el desahucio de Carmen y su familia, se paro dos veces el desahucio de Asún y gracias a eso conseguimos que 14 familias de San Chinarro regularizaran en bloque y unidos sus contratos con la EMVS. En sólo tres días conseguimos parar el desahucio de Alicia, su hija y su nieto autista, y más tarde, conseguirla una solución habitacional estable. Con Felipe, tardamos un poco más, pero gracias a su fuerza y sus ganas de luchar, conseguimos la primera dación en pago de un piso de protección oficial, algo que ningún otro colectivo había conseguido en Madrid. Además de algo muy difícil, y que cada vez nos cuesta más, conseguimos que el alquiler social fuera en su propia casa, es decir en nuestro barrio.
2014 lo pillamos con ganas, empezamos todas las semanas con los piquetes en IVIMA, solo éramos unas 20 familias de la UVA, pero el problema de esta parte de Hortaleza nos pareció tan grave y teníamos tanta fuerza, que lo queríamos todo. Y sin cortarnos reivindicamos: “Solución para TODAS las familias de la UVA”. Aprendimos las dificultades de luchar contra enormes instituciones, que dicen ser sociales, como IVIMA o EMVS, y juntas toda la Asociación de Vecinos de Manoteras (OFIAM, las scouts, las del yoga, la Tienda gratis, la gente del huerto, la asamblea del barrio…), nos negamos a pagar un duro más por un local que es nuestro. En la calle, volvimos a estar todo el barrio unido, ¿os acordáis?, parando el desahucio de Naiara, y luego nosotros conseguimos forzar a Bankia para que concedieran un alquiler social.
Ayudamos a nuestro vecino Luis a principios de 2015, que había sido despedido injustamente y vimos la importancia que tiene recuperar la lucha en nuestro puesto de trabajo, no sólo por que nos hayamos dado cuenta de que perder la casa es seguramente una causa directa de anteriormente haber perdido el trabajo sino también por que tenemos que recuperar la dignidad, empoderarnos, tenemos que recuperar la chulería de barrio. Como bien dice Luis: “me quiso echar a la calle y al final le costó casi 50.000€ la broma, la OFIAM puso a cada uno en su sitio”. Como cuando Adela nos contó como la humillaron y echaron de una oficina del Banco Popular en Canillas. A la semana siguiente fuimos toda la OFIAM, en plan chuletas y atendieron a Adela de forma cordial y educada, como debía haber sido desde un principio, más tarde consiguió el alquiler social. Y tenemos que recuperar la dignidad por que en 2015 también nos dimos cuenta de una cruda realidad, como es la falta de alimentos, nos lanzamos a lo loco y en menos de dos semanas montamos la Despensa Solidaria de Alimentos, que aunque no pudimos seguir con ella debido al desgaste de fuerzas, hoy vemos como otros colectivos del barrio se han preocupado por este problema y están al pie del cañón.
En 2016 conseguimos visibilizar, con las más de 260.000 firmas pidiendo la absolución de Esther, que la justicia no es igual para todas. Al final consiguieron robarnos a nuestra compañera, pero no nos hemos rendido, Esther no esta sola y seguimos apoyándola con una renta vecinal en la que también necesitamos un barrio unido. Por que este año, aún siendo un año como os contamos muy difícil, gracias a la OFIAM hay más de una decena de familias que están negociando y esperando firmar un alquiler social. Pero además lo que ha pasado en 2016, es que conocimos a Rosa y Xavi, sus ganas de luchar nos convencieron de que había que seguir adelante, fue ahí cuando nos dimos cuenta que hoy más que nunca la OFIAM es necesaria, fue cuando nos dimos cuenta que ¡GANAMOS! Y hoy Rosa y Xavi tienen una casa gracias al apoyo del resto de colectivos, de vecinos y de amigos. Gracias al apoyo del barrio.
Viendo todo lo que hemos conseguido, la OFIAM te necesita. Creemos que, hoy más que nunca, es necesario un sindicato de barrio fuerte, una red de apoyo mutuo lo suficientemente importante, basada en un fuerte compromiso del mayor número de vecinos y colectivos posibles, que nos permita contrarrestar el gran poder de nuestros principales enemigos (Bancos, IVIMA, EMVS, Empresas, etc.), que por muy fuertes que parezcan, si nos ven unidos y con la cabeza bien alta, nuestra lucha contra ellos será mucho más fácil.
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