Matías Cervilla
* Reproducimos aquí la Introducción y las conclusiones de la ponencia de igual título que el autor presentó ante el I Congreso de Investigadorxs sobre anarquismo, Buenos Aires, octubre 2016.
* Reproducimos aquí la Introducción y las conclusiones de la ponencia de igual título que el autor presentó ante el I Congreso de Investigadorxs sobre anarquismo, Buenos Aires, octubre 2016.
Introducción
Si bien la articulación entre marxismo y anarquismo tuvo su cisma en la disputa entre Marx y Bakunin durante la I Internacional, diversos episodios de encuentros y desencuentros signaron la relación entre las dos principales vertientes del movimiento obrero revolucionario durante los 75 años que van desde la Primera Internacional hasta la derrota republicana en la Guerra Civil Española.
En la Italia de las primeras décadas del siglo XX, junto con el movimiento socialista, la tradición anarquista tuvo una presencia destacada. Las condiciones de la clase obrera, su importante artesanado, y la presencia de Bakunin junto a los anarquistas vernáculos Fanelli, Malatesta, Cafiero y Gori, sembraron una influencia en Italia como en pocos lugares.
Aunque raras veces en primer plano, el anarquismo aparece en el contexto biográfico y militante de Antonio Gramsci y puede observarse en diversos pasajes de su obra. En este trabajo, de carácter exploratorio, se relevan algunas huellas de la relación de Gramsci con el anarquismo, desde la crítica aguda, pasando por la matriz libertaria de su pensamiento hasta momentos de estrecha colaboración con los anarquistas, procurando destacar la exploración de esta última posibilidad. Se partirá de la reposición de los fragmentos de la producción gramsciana en los que se aborda el tema, tanto en sus aspectos teóricos como en referencia a militantes y pensadores anarquistas y anarcosindicalistas de su tiempo. Se pondrá mayor relieve en el periodo de L’Ordine Nuovo dadas las circunstancias históricas de fuerte agitación política con presencia de anarquistas y socialistas en los Consejos de fábrica y el mayor volumen de referencias del autor sobre el tema. Se trabajarán también autores y fuentes que hayan estudiado el tema.
Siguiendo los ejes planteados por los principales autores que abordaron la cuestión[1], el artículo se organizará en torno a tres puntos fundamentales: Gramsci como crítico del anarquismo, el carácter libertario del pensamiento de Gramsci y Gramsci como promotor de la colaboración entre socialistas y anarquistas durante el periodo consejista. A través de este derrotero se intentará dar cuenta de la posibilidad de confluencia entre ambas tendencias del movimiento obrero en contextos conflictivos. En su crítica al anarquismo se reseñarán algunas de las variadas críticas teóricas al anarquismo en sus heterogéneas vertientes, presentes a lo largo de la obra gramsciana.
También se tratarán pasajes de su obra que dan cuenta del carácter libertario del pensamiento gramsciano. Por último, para abordar la colaboración entre socialistas y anarquistas se repondrán ciertos pasajes y testimonios tanto del autor como de militantes anarquistas.
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Conclusión
En suma, los gestos de confraternización y estima mutua entre Gramsci y los anarquistas, de ideas diversas pero no adversas, dan cuenta de un clima de época donde parecía posible llegar a una cierta colaboración en la acción revolucionaria entre comunistas y anarquistas. Así Gramsci sugiere la imprecindibilidad del trabajo en conjunto a la hora de llevar a la práctica la revolución en Italia, mostrándose severo e intolerante solo frente a la fraseología de aquellos ‘intelectualoides’ detractores del comunismo que lo acusan de hacer ‘política’, como si cualquier proceso revolucionario no se viera embebido de actividad política.
Esta posibilidad de un mayor entendimiento quedó trunca por factores que incluyen la derrota del consejismo, la paulatina merma de influencia del anarquismo en las masas obreras y más especialmente por las veintiún condiciones impuestas en el II Congreso Mundial de la Internacional Comunista. Con la derrota de los consejos se asiste a un periodo de reflujo, de retraimiento y reflexión crítica sobre la derrota, que no es una prerrogativa exclusivamente gramsciana, sino que atañe a gran parte del movimiento socialista a escala internacional a medida que se iban sucediendo las derrotas en los diversos movimientos revolucionarios. Si bien hubo una pluralidad de reacciones, salvo en el caso español y algunos episodios aislados en América Latina, la posibilidad de colaboración con los anarquistas se fue diluyendo.
Por el lado de los anarquistas, la pérdida del control de los sindicatos y su influencia en el movimiento obrero, con su simultáneo endurecimiento doctrinario significó su alejamiento definitivo del protagonismo en la lucha revolucionaria. En su relación con los comunistas, pese al entusiasmo inicial con la Revolución Rusa por parte de muchos anarquistas, los enfrentamientos con el movimiento socialista tomarían mayor gravitación luego de la masacre que siguió a la rebelión de Kronstadt, en la Unión Soviética y, años después, el mencionado enfrentamiento entre anarquistas y stalinistas durante la Guerra Civil Española.
Por último, las tesis impuestas en el II Congreso Mundial de la Internacional Comunista, principalmente aquellas referidas a los sindicatos y consejos de fábrica, que interpretaban la derrota de la experiencia consejista en términos de socialdemocratización, alejaron toda posibilidad de acuerdo.
Exigían a los partidos comunistas la ruptura con los elementos sindicalistas, socialistas y anarquistas, englobando toda fuerza o militante social que no sea probadamente comunista bajo el mote de “reformista”, y en consecuencia, la obligación de apartarlos de organizaciones de partido, sindicatos, comités de redacción, comisiones internas, etc.[47]
En adelante los escritos gramscianos, por su parte también ligados a otras preocupaciones, especialmente desde su encarcelamiento por parte del gobierno fascista, ya no invitarán a la colaboración y solo se referirán a los anarquistas escasamente y en sentido crítico.
Notas
[1] Entre los tratados respecto de la relación entre Gramsci y el anarquismo se destacan el ensayo del historiador del anarquismo Pier Cario Masini, “Antono Gramsci e L’Ordine Nuovo visti da un libertario” (1956), el texto del comunista gramsciano español Franscisco "Paco” Fernandez Buey que lleva el título de "Notas sobre Gramsci consejista con algunos problemas de hoy como fondo" (1977) y el breve escrito del sardo Giuseppe Andrea Manias titulado “Gramsci e il movimento anarchico nelperiodo dell’Ordine Nuovo”(2007).
[47] Fernandez Buey, Francisco, "Notas sobre Gramsci consejista con algunos problemas de hoy como fondo" (1977).
[El texto completo de la ponencia es accesible en http://congresoanarquismo.cedinci.org/wp-content/uploads/2017/01/actas-final-congreso-anarquismo.pdf.]
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