Rodolfo Montes de Oca
* Lo que sigue es un fragmento del recién publicado libro Contracorriente. Historia del Movimiento Anarquista en Venezuela (1811-1998), Madrid, LaMalatesta-El Libertario, 2016. Aquí el autor narra algunos datos de interés sobre los primeros esfuerzos por echar a andar el ideal ácrata en suelo venezolano en las dífíciles condiciones que imperaban en Venezuela hacia comienzos de la década de 1920, bajo la dictadura de Juan Vicente Gómez.
En Caracas germina la idea
La segunda corriente se encuentra radicada en la ciudad de Caracas, que es el ámbito de mayor militancia, donde el colorante lo da la influencia española. El vocero de sus ideas es el periódico El Obrero, dirigido por Luis Armando García, Rafael Villasana y Emilio Lovera; su gerente y dueño Cándido De Armas. Sale diariamente entre 1919 y 1920; Luis Amitesarove, Medardo Medina, Gustavo Parodi figuran como colaboradores nacionales, y José Jerique lo es desde Madrid. La ocupación del Ruhr en Alemania, el fascismo en Italia y los peligros de una guerra europea parecen constituir los temas internacionales de mayor preocupación. La Revolución de Octubre de 1917 es un acontecimiento que se sigue con simpatía. Pero las discusiones entre el sindicalismo revolucionario soreliano(155) y las concepciones específicas del anarquismo los presentan en vías contradictorias.
* Lo que sigue es un fragmento del recién publicado libro Contracorriente. Historia del Movimiento Anarquista en Venezuela (1811-1998), Madrid, LaMalatesta-El Libertario, 2016. Aquí el autor narra algunos datos de interés sobre los primeros esfuerzos por echar a andar el ideal ácrata en suelo venezolano en las dífíciles condiciones que imperaban en Venezuela hacia comienzos de la década de 1920, bajo la dictadura de Juan Vicente Gómez.
En Caracas germina la idea
La segunda corriente se encuentra radicada en la ciudad de Caracas, que es el ámbito de mayor militancia, donde el colorante lo da la influencia española. El vocero de sus ideas es el periódico El Obrero, dirigido por Luis Armando García, Rafael Villasana y Emilio Lovera; su gerente y dueño Cándido De Armas. Sale diariamente entre 1919 y 1920; Luis Amitesarove, Medardo Medina, Gustavo Parodi figuran como colaboradores nacionales, y José Jerique lo es desde Madrid. La ocupación del Ruhr en Alemania, el fascismo en Italia y los peligros de una guerra europea parecen constituir los temas internacionales de mayor preocupación. La Revolución de Octubre de 1917 es un acontecimiento que se sigue con simpatía. Pero las discusiones entre el sindicalismo revolucionario soreliano(155) y las concepciones específicas del anarquismo los presentan en vías contradictorias.
De vital importancia fue el periódico El Obrero, en la organización de los primeros sindicatos de las líneas ferroviarias. Como secuela de la huelga en la Bolívar Railway Company y su impacto en la organización obrera de Venezuela. [Se refiere a la huelga del ferrocarril de Aroa, ocurida en 1918, considerada la primera huelga "moderna" en Venezuela, donde fue evidente la influencia y presencia anarcosindicalista.]
En la militancia propiamente sindical se encuentran otros luchadores anarquistas. En el gremio de profesionales de artes gráficas aparecen Juan C. Cignoni, Carlos Moreno, A.R. Risquez Blanco y Adolfo Montero; en la Asociación General del Trabajo están Ezequiel Marín y Rafael Oyarzabal; en los portuarios Francisco González Blanco y Ladislao Yañez; en los zapateros José Tostón, Pérez Padilla, Nicasio Páez y Carlos Graner.
Leonardo Rodríguez, historiador de la clase obrera durante la época de Gómez, escribió:
“Los anarquistas, sindicalistas revolucionarios, gremialistas y socialistas son los activistas de la Confederación del Trabajo de Venezuela (CTV). A través de sus charlas y artículos en El Obrero, las referidas corrientes ideológicas enfrentan a los socialistas desechando la lucha política y planteando la huelga general como medio revolucionario fundamental. Sin embargo la CTV después de 1922 entrará en un período de muerte por los efectos de la represión dictatorial hasta que en 1936 es revivida”.(156)
Celestino Mata hace referencia al zapatero José Tostón: “El zapatero José Tostón, cojo y socialista, fundaba el Gremio de Zapateros, dándose a la tarea de editar un periodiquito. Lanza su primera huelga contra la Casa Boccardo y la gana”.(157)
La Huelga contra la Casa Boccardo se llevó a cabo el 16 de Julio de 1919 con un rápido triunfo para los huelguistas encabezados por José Tostón. La Casa Boccardo fue la industria zapatera más importante en Venezuela. Sobre su importancia dentro de la sociedad venezolana, el historiador Gerardo Lucas escribirá:
“La firma J.Boccardo y Cia. para 1899 era la mayor y más vieja empresa en la industria del calzado en el país. Fue fundada en el año 1860 por el Sr. Geronimo Astengo, quien se separó en 1877, quedando el negocio bajo la razón social de A. Delfino S. y Cia. En 1860 (en la Guiara) tenía 40 operarios; hoy (1898) viven de sus talleres 4000 individuos que laboran diariamente de 6 a 700 pares de calzados y 100 docenas de alpargatas, todas hecho a mano. A la firma de Boccardo y Cia. pertenecieron los siguientes establecimientos: Caracas- ¨Fabrica de calzado, alpargatas y artículos de tabaquería¨; La Guaira- ¨Fabrica de calzados y alpargatas. Detal de Calzado y talabartería¨; Ciudad Bolivar-¨Mayor y detal de todos los artículos¨. En París tenían una casa de comisión, lo cual nos indica la importancia y expansión de dicha firma”.(158)
Sobre la influencia de los anarquistas dentro del gremio zapatero y de la futura casta de dirigentes sindicales, Rodolfo Quintero, comenta:
“Hubo grandes luchas entre los zapateros. Aquí las zapaterías más importantes, por la concentración de trabajadores, eran Benacerraf y Boccardo. Y allí hubo huelgas
grandes y luchas verdaderamente clasistas. Se destacaron y formaron en esa época, dirigentes que murieron recientemente o han llegado hasta nuestros días. González Navarro (presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela) fue formado en Benacerraf. Yo lo conocí allí como zapatero raso. Augusto Malavé Villalba, el cojo Malavé (fundador del movimiento obrero del partido Acción Democrática), que murió, era zapatero remendón. Trabajaba en una banca, que llamaban, metiéndole clavos a los tacones; era un obrero raso. Toda esa gente, al coger camino de un partido político como Acción Democrática se transformó y llegaron a ser diputados y otras cosas. Gente que en esa época fueron iniciadores del movimiento de zapateros. Había también mucho español. Había por ejemplo, un personaje español llamado Antón, que fue famoso; español, anarco-sindicalista, que trabajó mucho con los zapateros y que prácticamente, fue el maestro de los primeros dirigentes aquí.” (159)
Fernando Key Sánchez, uno de los fundadores del Partido Comunista de Venezuela, en un texto, mencionará a José Tostón y otros anarquistas de la siguiente manera:
“La del movimiento obrero artesanal que, a pesar de la dictadura de Gómez, tenía cierto nivel de desarrollo y que tenía dirigentes importantes, principalmente españoles, venidos del anarco-sindicalismo español como José Tostón, Claudio Hernández, Ramos Abad y otros”(160).
Tiempo después Claudio Hernández y Ramos Abad se unirían al Partido Comunista de Venezuela, participando activamente en su consolidación y en la Primera Conferencia Nacional del Partido celebrada el 8 de agosto de 1937.
En una entrevista hecha por el periódico Compañero a un viejo dirigente sindical venezolano, también se aportan otros antecedentes de la influencia anarquista:
“En este país no había mano de obra calificada y ya en este siglo, cuando Juan Vicente Gómez se fue a Maracay y empezó hacer construcciones empezó a venirse una gran cantidad de obreros italianos y españoles, en una época que abunda en el anarquismo. Con esta gente que contrató Gómez se vino una gran cantidad de anarquistas, quienes sembraron aquí la idea de la lucha obrera… Yo recuerdo, ya para los años 27 y 28, época de las luchas estudiantiles, que todavía existían muchos anarcosindicalistas. Ellos, subestimaban el partido político y le daban fundamentalmente importancia al sindicato. Consideraban que el sindicato era la fuerza definitiva para la transformación de la sociedad y que la revolución tenía que fundamentarse en una huelga general que desquiciaría la actual sociedad y que necesariamente convertiría a la clase obrera en el elemento determinante de la dinámica social. Ellos predicaban esto e impulsaron organizaciones de las más antiguas, como la de zapateros, albañiles y algunos grupos gráficos que nacieron bajo el signo anarcosindicalista. Recuerdo que existía un compañero que se llamaba Antón, que era zapatero, que se reunía clandestinamente con quienes estábamos ligados al movimiento obrero. Con él aprendimos las primeras nociones de lo que era un sindicato y del cual era la finalidad del sindicato. Los anarcosindicalistas fueron los que enseñaron a los intelectuales las primeras cosas referentes a los
sindicatos.”(161)
En otro texto el antropólogo Rodolfo Quintero escribirá sobre Antón:
“Existía un viejo luchador europeo que llamábamos Antón, lo conocíamos como Antón; recuerdo perfectamente que ese era el dueño absoluto, llamésmolo así, el líder máximo, del sindicato de zapateros e influía desde el punto de vista del anarquismo a este grupo.”(162)
Sobre la presencia anarquista en el gremio de zapateros, la historiadora Silvia Mijares escribió:
“Por otra parte llegan al país, como emigrantes de Europa, cierto número de artesanos anarco-sindicalistas que influyeron en la formación de algunos gremios
como el de albañiles, zapateros, etc.”(163)
Notas:
155 Soreliano es una forma de encajar en una denominación a los simpatizantes del escritor francés George Sorel (1847-1922) partidario del Sindicalismo Revolucionario y cercano en algunos posicionamientos al anarquismo, su obra fue difundida y comentado en círculos anarquistas franceses, sobre todo en el cenáculo de Romainville de donde saldrá la trágica Banda Bonnot...
156 RODRÍGUEZ, Leonardo (1988). La clase obrera en el tiempo de Gómez 1908-1935. Publicaciones El Pueblo.
157 MATA, Celestino (1985). Historia Sindical de Venezuela. Editores Urbina y Fuente asociados. Caracas, Venezuela.
158 LUCA, Gerardo (1998). La Industrialización Pionera en Venezuela (1820-1936). Universidad Católica Andrés Bello. p.110.
159 LARES, Fermín. El movimiento sindical y la lucha política en Venezuela 1936-59. Monte Ávila e Instituto Nacional de Altos Estudios Sindicales, INAESINO.
160 V.V.A.A (1984). Pío Tamayo. Un combate por la vida. Ediciones UCV.
161 Compañero. Nº 2, mayo 1976.
162 FARIAS, Eduardo (1990). 1928. Responden los protagonistas. Fondo Editorial Tropykos. Caracas, Venezuela.
163 MIJARES, Silvia (1980). Organizaciones Políticas de 1936, su importancia en la socialización política del venezolano. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, Venezuela.
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