Sol
Se ha vuelto muy común luego de doce años de gobierno K el bombardeo de información antioposición, muchas veces difundida y masificada por los defensores del populismo latinoamericano. Toda ésta información carece de un análisis general de lo que significa realmente el dominio de unos sobre otros y cómo esto influye en nuestra vida cotidiana.
Se ha vuelto muy común luego de doce años de gobierno K el bombardeo de información antioposición, muchas veces difundida y masificada por los defensores del populismo latinoamericano. Toda ésta información carece de un análisis general de lo que significa realmente el dominio de unos sobre otros y cómo esto influye en nuestra vida cotidiana.
Quienes se persignan con horror por las nuevas reformas gubernamentales parecen no comprender en realidad para qué son y para qué sirven el Estado y el capital. Ingenuo es creer que todo seguirá igual, pero no, todo sigue dependiendo del gobernante de turno, como fue siempre y como seguirá siéndolo mientras exista la desigualdad social. Por esto mismo nos encontramos en las calles con muchos “militantes sociales” que inocentemente califican a Macri como el peor de los demonios existentes y que con Cristina las cosas estaban mejor ¿Y qué es lo que estaba bien? ¿Perpetuar la pobreza y el capitalismo a través del consumo? Porque no creemos que el gobierno K quisiera abolir la pobreza, no seamos crédulas. La reducción parcial de la miseria para favorecer el modelo de consumo es una estrategia clásica de los gobiernos populistas, pero la pobreza y la explotación son estructurales y necesarias para este sistema.
El populismo aplicado por el gobierno K fue y es usado para establecer el control de la población. Crédulo es creer que estos gobernantes se preocupan por nosotros. Necesitan nuestra calma y nuestra obediencia para que no derribemos sus tronos. Y acá hay otro punto por marcar, el asistencialismo de Estado no puede durar por siempre, no es viable para los intereses de quienes ponen las reglas del juego, que pueden variar, pero siempre a su conveniencia. El panorama gubernamental cambió en estos meses, pasamos del populismo al neoliberalismo. Podemos así visualizar diferencias entre ambas como la liberación de importaciones o la quita se subsidios en los servicios (que conllevó a un gran aumento de precios). Estas medidas difieren del gobierno anterior que pretendía mantener controlada a la población regulando la economía capitalista y estimulando la actividad del mercado interno.
Hubo ciertas acciones que fueron señaladas con horror, y con gran hipocresía, por quienes defienden el populismo. Por ejemplo, cuando Macri sacó un decreto que supone una devolución de Poder a los militares. Progres y K pusieron el grito en el cielo. Parecen olvidar (característica clásica de los fanáticos) que este tipo de acciones no apareció de un momento al otro. No nos olvidemos que durante el gobierno populista vimos, entre otros, a César Milani, militar represor y violador de los derechos humanos nombrado jefe del Ejército. Leyes antiterroristas y antipiquetes. Resaltando a Macri como fascista por ese decreto pretenden tapar lo anterior. Así como el apoyo K a Monsanto, a la megaminería (recordemos la represión a militantes en defensa del agua y la contaminación en San Juan), la represión en el Encuentro de Mujeres, la condena a cadena perpetua a los Petroleros de Las Heras, la represión a los trabajadores de la línea 60 y Cresta Roja, el crecimiento del gatillo fácil en los barrios más pobres o la inflación desmedida que jamás se detuvo en estos años. Sí, Macri es un enemigo, pero es un enemigo visible al que no debemos temer, sus acciones son el devenir de una serie de hechos que se fueron gestando y desarrollando con el gobierno anterior, como el mantenimiento del modelo agroextractivo, saqueante y contaminante o el engrosamiento de las fuerzas represivas a la par de la destrucción de la autonomía sindical. Algunas de sus acciones políticas pueden diferir, en otros puntos se dan la mano plácidamente, pero la búsqueda es clara y es mantener nuestro adoctrinamiento y pasividad para su enriquecimiento y bienestar. Tenemos que organizarnos siempre de manera horizontal, sin jerarquías, en asambleas; gobierne quien gobierne. Mientras que sea de esta forma, entre iguales, dejaremos de temer a nuestros pastores. Sólo entonces dejaremos de ser fichas a mover en un juego de poder, seremos personas que buscan la libertad y el bienestar común, cambiando definitivamente la realidad que nos rodea.
[Publicado originalmente en el boletín Organización y Lucha # 47, Mendoza, septiembre 2016. Número completo accesible en http://socderesistenciamza.blogspot.com.]
Hubo ciertas acciones que fueron señaladas con horror, y con gran hipocresía, por quienes defienden el populismo. Por ejemplo, cuando Macri sacó un decreto que supone una devolución de Poder a los militares. Progres y K pusieron el grito en el cielo. Parecen olvidar (característica clásica de los fanáticos) que este tipo de acciones no apareció de un momento al otro. No nos olvidemos que durante el gobierno populista vimos, entre otros, a César Milani, militar represor y violador de los derechos humanos nombrado jefe del Ejército. Leyes antiterroristas y antipiquetes. Resaltando a Macri como fascista por ese decreto pretenden tapar lo anterior. Así como el apoyo K a Monsanto, a la megaminería (recordemos la represión a militantes en defensa del agua y la contaminación en San Juan), la represión en el Encuentro de Mujeres, la condena a cadena perpetua a los Petroleros de Las Heras, la represión a los trabajadores de la línea 60 y Cresta Roja, el crecimiento del gatillo fácil en los barrios más pobres o la inflación desmedida que jamás se detuvo en estos años. Sí, Macri es un enemigo, pero es un enemigo visible al que no debemos temer, sus acciones son el devenir de una serie de hechos que se fueron gestando y desarrollando con el gobierno anterior, como el mantenimiento del modelo agroextractivo, saqueante y contaminante o el engrosamiento de las fuerzas represivas a la par de la destrucción de la autonomía sindical. Algunas de sus acciones políticas pueden diferir, en otros puntos se dan la mano plácidamente, pero la búsqueda es clara y es mantener nuestro adoctrinamiento y pasividad para su enriquecimiento y bienestar. Tenemos que organizarnos siempre de manera horizontal, sin jerarquías, en asambleas; gobierne quien gobierne. Mientras que sea de esta forma, entre iguales, dejaremos de temer a nuestros pastores. Sólo entonces dejaremos de ser fichas a mover en un juego de poder, seremos personas que buscan la libertad y el bienestar común, cambiando definitivamente la realidad que nos rodea.
[Publicado originalmente en el boletín Organización y Lucha # 47, Mendoza, septiembre 2016. Número completo accesible en http://socderesistenciamza.blogspot.com.]
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