Irma Barreto
El 24 de febrero de 2016 un conciliábulo dirigido por el Presidente de la República, Nicolás Maduro, abrió las compuertas del subsuelo venezolano a la codicia de más de 150 empresas de 35 países. Presentes en la conjura estaban Nelson Merentes, presidente del BCV; Eulogio del Pino, ministro de Petróleo y Minería, presidente de Pdvsa y negociador principal de la entrega; el regocijado gerente de Gold Reserve, Douglas Belanger, y otros cuyos nombres no han trascendido a la luz pública o cuya intervención a distancia ha jugado papel clave en tan comprometedora negociación. En el mismo acto el mandatario nacional firmó el decreto mediante el cual se crea la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco. Estamos hablando de la subasta de miles de kilómetros cuadrados del territorio venezolano, en cuyas entrañas hay yacimientos de oro, diamantes, hierro, coltán, bauxita, manganeso, magnesio y otros minerales.
De allí el enjambre de empresas transnacionales aspirantes a participar en tan codiciado reparto. Como abreboca, el Presidente Maduro firmó cuatro memoranda de entendimiento, uno de ellos con la acreedora Gold Reserve –la cual, gracias a la mediación de Eulogio Del Pino- se apresuró a solventar la demanda contra Venezuela introducida años atrás ante el CIADI por 750 millones de dólares; los otros tres con empresas de China, Congo y nada menos que de Estados Unidos, el tan execrado imperio. El Estado venezolano tendrá una participación de 55%, mientras las empresas mixtas manejarán el 45%.
El 24 de febrero de 2016 un conciliábulo dirigido por el Presidente de la República, Nicolás Maduro, abrió las compuertas del subsuelo venezolano a la codicia de más de 150 empresas de 35 países. Presentes en la conjura estaban Nelson Merentes, presidente del BCV; Eulogio del Pino, ministro de Petróleo y Minería, presidente de Pdvsa y negociador principal de la entrega; el regocijado gerente de Gold Reserve, Douglas Belanger, y otros cuyos nombres no han trascendido a la luz pública o cuya intervención a distancia ha jugado papel clave en tan comprometedora negociación. En el mismo acto el mandatario nacional firmó el decreto mediante el cual se crea la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco. Estamos hablando de la subasta de miles de kilómetros cuadrados del territorio venezolano, en cuyas entrañas hay yacimientos de oro, diamantes, hierro, coltán, bauxita, manganeso, magnesio y otros minerales.
De allí el enjambre de empresas transnacionales aspirantes a participar en tan codiciado reparto. Como abreboca, el Presidente Maduro firmó cuatro memoranda de entendimiento, uno de ellos con la acreedora Gold Reserve –la cual, gracias a la mediación de Eulogio Del Pino- se apresuró a solventar la demanda contra Venezuela introducida años atrás ante el CIADI por 750 millones de dólares; los otros tres con empresas de China, Congo y nada menos que de Estados Unidos, el tan execrado imperio. El Estado venezolano tendrá una participación de 55%, mientras las empresas mixtas manejarán el 45%.
Eufórico, el Presidente Maduro exclamó: “De una demanda, ahora somos socios en un contrato ganar-ganar para desarrollar un proyecto con valor por encima de 5 mil millones de dólares”. Por su parte, Merentes no vaciló en afirmar que tales iniciativas “contribuyen a alcanzar los grandes objetivos históricos del Plan de la Patria 2013-2019: transformar el país en una potencia regional, con conciencia ecologista”. Mayor insensatez no puede concebirse en estas afirmaciones cuando el país está siendo entregado a empresas de comprobada acción depredadora en distintos continentes.
Mentor tras bastidores
En medio del caos que hoy asfixia a todos los sectores de la población venezolana acosados por la desaparición del mercado de todos los productos de subsistencia; por una inflación desenfrenada que diluye los demagógicos aumentos salariales; por la inseguridad que representa una delincuencia organizada, armada e impune –sin precedentes en el país-, amparada en las prisiones, donde tienen poder para secuestrar funcionarios y donde gozan de comodidades de hoteles y uso de teléfonos móviles para seguir planificando sus macabras acciones; por un acentuado desempleo y desesperanza; en medio de tan sombrío panorama, la camarilla gobernante –causante de tal caos y a la vez impotente para resolverlo- tiende los brazos a cualquier tabla de salvación.
El descenso en los precios de petróleo que puso fin a la economía de puerto; la dilapidación de ingresos tan fabulosos que empalidecen el derroche causante de la caída de Carlos Andrés Pérez; la ausencia total de producción e industrialización en el país, factores todos conducentes a la derrota electoral del 6 de diciembre, han dejado al oficialismo sin otra salida que inventar cada día guerras fantasmas en las cuales pretende envolver al pueblo y distraerle de sus acuciantes necesidades.
En este momento surge una voz salvadora: “Con toda esta derrota, la Revolución aún posee mucho margen de maniobra”. ¡A maniobrar, pues! Pero ¿qué podemos hacer?, se pregunta el alto Ejecutivo.
-He aquí algunas fórmulas infalibles, dice el salvador:
En primer lugar: “Recomponer la economía para el bienestar inmediato” Para ello hay que despojarse de todo prejuicio ideológico contra el neoliberalismo, aprovechar todas las reservas de minerales (oro, diamantes, etc); avanzar en el proceso iniciado por Nelson Merentes a fin de lograr financiamiento para la Republica por un monto inicial de 5 mil millones de dólares, fijando como meta en la próxima década unos 100 mil millones de dólares. Asociación estratégica con los antiguos dueños o nuevos actores de las empresas expropiadas…
¡Voilá!, debió exclamar el presidente venezolano, si sus conocimientos de francés hubiesen venido en su auxilio. ¡Pero a qué recurrir a otras lenguas, si podemos entendernos tan bien en la nuestra! ¡Bienestar inmediato! ¡Cinco mil millones de dólares ya! ¡Aplacada la deuda con Gold Reserve!
Todo un prodigio nada fantasioso. Verifique usted en las redes, amigo lector, el documento “Contribución para el salto económico“, dado a luz el 10 de enero de 2016 por Rodolfo Sanz, hábil mentor itinerante, cuyo periplo se extiende desde los albores del Comandante (1999),pasando por la cartera de Industrias Básicas y Minería, por Bancoex, por Sidor; vicecanciller para América Latina y el Caribe, diplomático en Ecuador, miembro reciente de la Comisión Presidencial para Economía Productiva, modesto alcalde hoy de un municipio mirandino, desde donde hace el seguimiento de sus fórmulas magistrales. Tal documento revela cómo no es casual el llamado permanente a guerras imaginarias y la táctica de hacer tumulto ante la AN los días de sesión…
En guardia contra las falacias
Brevísima fue, pues, la gestación del Arco Minero del Orinoco, creado por decreto ejecutivo del 24 de febrero, el cual – según palabras del Presidente Maduro- “forma parte de la Agenda Económica Bolivariana y permitirá sustituir el modelo rentista petrolero y alcanzar un desarrollo autónomo, soberano y ecosocialista”.
¿A quién pretenden engañar?
Dentro del margen de maniobra sugerido por Sanz está el recurso a la amnesia, tan demonizado hoy por el oficialismo para otros fines. Lo que está ahora planteado es contrarrestar el caos a como dé lugar, alcanzar el “bienestar inmediato” para que los humildes no se alebresten. Quienes han participado como mediadores en esta entrega, se ufanan de su éxito: Eulogio Del Pino, ministro de Petróleo y Minería y presidente de PDVSA, en espera de nuevos galardones, afirma: “Yo estuve muy involucrado en las negociaciones con Gold Reserve; ellos manifestaron gran interés en estas minas que son las más grandes de América (…) Ahora somos socios para el desarrollo de un proyecto por más de 5.000 millones de dólares”.
No sólo a los nuevos “socios” de Gold Reserve se les ha abierto las agallas ante el reparto. Pero es el pueblo venezolano quien está siendo víctima del peor engaño. Al presidente Maduro no le asiste ningún derecho a denominar “autónomo, soberano y ecosocialista” un proyecto que sanciona la entrega de Venezuela. Jorge Arreaza, vicepresidente para el Desarrollo Social, se jactó de su reciente encuentro con indígenas de la zona bolivarense. La prensa oficial reseñó: “Comunidades indígenas impulsarán el desarrollo del Arco Minero” (ciudadccs.info/, abr.05,2016). Nada más falso, según posteriores declaraciones de dirigentes indígenas del lugar, quienes expresan su preocupación por los daños que la ejecución de tal proyecto causará a su ambiente.
¿Cuál izquierda?
Los matices entre derecha e izquierda se han esfumado en Venezuela. De otro modo, ¿cómo explicar lo ocurrido el pasado 5 de abril, cuando la Asamblea Nacional (AN) aprobó en primera discusión el Proyecto de Reforma de la Ley Orgánica que reserva al Estado las actividades de exploración y explotación del Oro? El llamado “Bloque de la Patria” rechazó tal proyecto de manera unánime, mientras el diputado opositor Jorge Millán señaló que en las negociaciones sostenidas entre el Gobierno y empresas extranjeras, relacionadas con la explotación del Arco Minero, “se ha comprometido económicamente al país al poner esa zona al servicio de foráneos”. No hay duda de que la posición acertada en este punto corresponde a quienes los muy “revolucionarios” del PSUV consideran “de derecha”.
Bajo el título “Pretenden trabar alianzas en sector minero”, la prensa oficialista dio a conocer la posición del gobierno. (CiudadCcs, 6/4/16). Ya no se trata, pues –según la camarilla gobernante-, de mafias capitalistas ávidas de expoliar nuestros recursos, sino de benévolas alianzas obstaculizadas por la derechista AN.
El diputado oficialista Julio Chávez expuso: “Rechazamos esta reforma, puesto que la intención aviesa, declarada, de la oposición, no es coadyuvar y contribuir al desarrollo integral del sector aurífero, sino ponerle trabas a una importante actividad económica y usurpar las competencias del Ejecutivo Nacional. Nadie puede asumir y usurpar competencias del presidente de la República”.
Aviesos y ajenos a los intereses del pueblo son los propósitos de la camarilla gobernante al firmar acuerdos que lesionan a la nación entera. Por otra parte, como vende-patria pasarán a la historia los diputados del oficialismo que refrendan la entrega del subsuelo venezolano y consideran omnímodas las competencias del Presidente de la República actuando a espaldas del pueblo que lo eligió.
El pueblo tiene derecho a rebelarse
Treinta millones de venezolanos no podemos cerrar los ojos ante la hipoteca del país a mafias internacionales. Es algo que no sólo atañe a académicos e intelectuales, sino a toda la población, cualquiera sea su filiación política. A los diputados que afirman que nadie puede usurpar competencias del Presidente de la República, es necesario responderles que es el pueblo quien no debe seguir permitiendo que usurpen su nombre.
El pueblo puede y debe impedir medidas entreguistas e inconstitucionales. Ante la sordera de la camarilla al poder, todos los sectores de la población venezolana, colectivos, trabajadores, desempleados, estudiantes, amas de casa, todo ciudadano venezolano debe incorporarse a la gran movilización contra la entrega del país a voraces empresas transnacionales y contra las maniobras de distracción que la camarilla gobernante viene aplicando.
La desaparición de todos los productos de primera necesidad, la entrega selectiva de paquetes conteniendo algunos de esos productos a través de supuestos comités locales de abastecimiento; el suplicio impuesto a todas las familias, obligándoseles a hacer largas filas o “colas” para sortear la posibilidad de adquirir algún alimento; la permanente situación de guerra contra amenazas o molinos de viento deliberadamente fraguados, todo ello sólo tiene un objetivo preestablecido: ganar tiempo para consumar la entrega y obtener a cambio los miles de millones de dólares que continuarán dilapidando.
Mañana es demasiado tarde. Los dirigentes de los barrios y sectores populares, las organizaciones sindicales, los pequeños y medianos empresarios, los que hemos librado batallas a lo largo de décadas por una transformación social, no podemos inclinar la cerviz ante tan criminal entrega. La historia nos enjuiciaría. ¡A LA ACCIÓN!
[Versión resumida de post originalmente publicado en http://www.ruptura.info/opinion/de-espaldas-al-pueblo-se-negocia-subasta-de-venezuela-irma-barreto.]
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