Agencias
El general Vladimir Padrino López dice que no le gusta el militarismo y niega ser el sostén del gobierno, pero hoy es la mano derecha del presidente venezolano Nicolás Maduro tras labrarse fama de soldado fiel del chavismo. De 53 años, Padrino López es ministro de Defensa y jefe de la estructura castrense más poderosa del país petrolero: el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Y desde el pasado lunes 11/7es también una especie de jefe de gabinete, luego de que Maduro le delegara el mando al frente de la “guerra” contra la escasez de alimentos y medicinas, el problema que minó la popularidad del mandatario. Los ministros (de una treintena, diez son militares) quedaron subordinados así a Padrino López, un hombre de estatura media, hablar pausado y cejas pobladas.
El general Vladimir Padrino López dice que no le gusta el militarismo y niega ser el sostén del gobierno, pero hoy es la mano derecha del presidente venezolano Nicolás Maduro tras labrarse fama de soldado fiel del chavismo. De 53 años, Padrino López es ministro de Defensa y jefe de la estructura castrense más poderosa del país petrolero: el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Y desde el pasado lunes 11/7es también una especie de jefe de gabinete, luego de que Maduro le delegara el mando al frente de la “guerra” contra la escasez de alimentos y medicinas, el problema que minó la popularidad del mandatario. Los ministros (de una treintena, diez son militares) quedaron subordinados así a Padrino López, un hombre de estatura media, hablar pausado y cejas pobladas.
Su misión puede ser determinante para el gobierno socialista, pues el
desabastecimiento y la inflación -la mas alta del mundo- son los
mayores problemas para los venezolanos, por encima de la criminalidad,
históricamente en primer lugar. Pocos dudan de la gran influencia de
este oficial del Ejército y de que durante su gestión como ministro
aumentó el poderío político y económico de la FANB. Pero él asegura que
no le gusta el predominio militar en lo público. “No nos gusta ni el
militarismo, ni el pretorianismo, ni la intervención en asuntos que no
nos corresponden” , afirmó en una entrevista televisiva. Su nuevo rol
como súper ministro es para poner “orden” en la cadena productiva, dice.
Fidelidad a Chávez
Padrino López, quien suele citar a los clásicos griegos y literatos durante sus entrevistas, tomó en 2002 una decisión que catapultó su carrera: el batallón que dirigía en Caracas no se plegó al golpe de Estado que sacó del poder al presidente Hugo Chávez (1999-2013) durante 48 horas. Según el general, el gobernante le dijo entonces por teléfono: “aguarda en tu batallón, no quiero derramamiento de sangre entre hermanos”. Cumplida esa orden y tras conjurarse el golpe, Chávez condecoró al entonces teniente coronel, quien a partir de ese momento obtuvo religiosamente sus ascensos. El 5 de julio de 2012, el mandatario (fallecido ocho meses más tarde) lo designó subcomandante y jefe del Estado mayor del Ejército. Ese día el general ganó notoriedad al definir a la tropa presente como “bolivariana, socialista, antiimperialista y revolucionaria”.
Padre de dos hijos y amante de la música tradicional venezolana, Padrino López siguió escalando peldaños en la presidencia de Maduro, quien lo designó ministro de Defensa el 24 de octubre de 2014. Entre febrero y marzo de ese año enfrentó el desafío de las protestas opositoras que se saldaron con 43 muertos y buscaban la salida del poder de Maduro. Los militares fueron acusados de una fuerte represión. Como ministro ha defendido la “deliberancia” (participación en el debate político) de la FANB y suscrito las denuncias de Maduro sobre la existencia de una “guerra económica” y de un “golpe de estado”, que según él orquestan Estados Unidos y la “derecha venezolana”. La anterior Constitución de 1961 definía a las Fuerzas Armadas como una “institución apolítica, obediente y no deliberante”.
Los adversarios del presidente aseguran que éste se mantiene en el poder por los militares. “Es mentira que la FANB sostiene al gobierno. Se sostiene porque viene de la elección popular”, afirma el mando castrense. A Padrino López se le atribuye un papel clave durante la mayor debacle electoral del chavismo, el pasado 6 de diciembre, cuando la oposición arrasó y se hizo del control del Parlamento. Los rumores en torno a que los resultados serían desconocidos forzaron al ministro a aparecer ante los medios para negarlo y pedir respeto a las reglas de juego.
“En ese momento quedaron al desnudo las diferencias con Diosdado Cabello (número dos del chavismo)”, comentó al periodista, bajo condición de anonimato, un político chavista alejado de Maduro. Aún así, es blanco de duras críticas de la oposición. El presidente del Legislativo, el opositor Henry Ramos Allup, sugiere que Padrino López no tiene control sobre todos los mandos, lo que él niega.
Para la experta en seguridad Rocío San Miguel, el ministro es un “oficial bisagra que se adapta a las desesperadas necesidades de Maduro y, a la vez, mantiene las apariencias de orden en la FANB”. “Entiende el significado de los enormes peligros de una transición (para el chavismo), pero también de sus oportunidades”, señala.
Ramos Allup lo acusa de “vilipendiar el honor militar” por estar al servicio de un partido, y exhibe con frecuencia una foto reciente en la que se le ve inclinado saludando a Fidel Castro. Pero Padrino López no repara en ello. “Soldado bolivariano, decidido y convencido de seguir construyendo la patria socialista!”, se define en su cuenta de Twitter.
[Tomado de http://www.elimpulso.com/correos-diarios/enterate/perfil-vladimir-padrino-lopez-mano-derecha-maduro-soldado-fiel-del-chavismo.]
Fidelidad a Chávez
Padrino López, quien suele citar a los clásicos griegos y literatos durante sus entrevistas, tomó en 2002 una decisión que catapultó su carrera: el batallón que dirigía en Caracas no se plegó al golpe de Estado que sacó del poder al presidente Hugo Chávez (1999-2013) durante 48 horas. Según el general, el gobernante le dijo entonces por teléfono: “aguarda en tu batallón, no quiero derramamiento de sangre entre hermanos”. Cumplida esa orden y tras conjurarse el golpe, Chávez condecoró al entonces teniente coronel, quien a partir de ese momento obtuvo religiosamente sus ascensos. El 5 de julio de 2012, el mandatario (fallecido ocho meses más tarde) lo designó subcomandante y jefe del Estado mayor del Ejército. Ese día el general ganó notoriedad al definir a la tropa presente como “bolivariana, socialista, antiimperialista y revolucionaria”.
Padre de dos hijos y amante de la música tradicional venezolana, Padrino López siguió escalando peldaños en la presidencia de Maduro, quien lo designó ministro de Defensa el 24 de octubre de 2014. Entre febrero y marzo de ese año enfrentó el desafío de las protestas opositoras que se saldaron con 43 muertos y buscaban la salida del poder de Maduro. Los militares fueron acusados de una fuerte represión. Como ministro ha defendido la “deliberancia” (participación en el debate político) de la FANB y suscrito las denuncias de Maduro sobre la existencia de una “guerra económica” y de un “golpe de estado”, que según él orquestan Estados Unidos y la “derecha venezolana”. La anterior Constitución de 1961 definía a las Fuerzas Armadas como una “institución apolítica, obediente y no deliberante”.
Los adversarios del presidente aseguran que éste se mantiene en el poder por los militares. “Es mentira que la FANB sostiene al gobierno. Se sostiene porque viene de la elección popular”, afirma el mando castrense. A Padrino López se le atribuye un papel clave durante la mayor debacle electoral del chavismo, el pasado 6 de diciembre, cuando la oposición arrasó y se hizo del control del Parlamento. Los rumores en torno a que los resultados serían desconocidos forzaron al ministro a aparecer ante los medios para negarlo y pedir respeto a las reglas de juego.
“En ese momento quedaron al desnudo las diferencias con Diosdado Cabello (número dos del chavismo)”, comentó al periodista, bajo condición de anonimato, un político chavista alejado de Maduro. Aún así, es blanco de duras críticas de la oposición. El presidente del Legislativo, el opositor Henry Ramos Allup, sugiere que Padrino López no tiene control sobre todos los mandos, lo que él niega.
Para la experta en seguridad Rocío San Miguel, el ministro es un “oficial bisagra que se adapta a las desesperadas necesidades de Maduro y, a la vez, mantiene las apariencias de orden en la FANB”. “Entiende el significado de los enormes peligros de una transición (para el chavismo), pero también de sus oportunidades”, señala.
Ramos Allup lo acusa de “vilipendiar el honor militar” por estar al servicio de un partido, y exhibe con frecuencia una foto reciente en la que se le ve inclinado saludando a Fidel Castro. Pero Padrino López no repara en ello. “Soldado bolivariano, decidido y convencido de seguir construyendo la patria socialista!”, se define en su cuenta de Twitter.
[Tomado de http://www.elimpulso.com/correos-diarios/enterate/perfil-vladimir-padrino-lopez-mano-derecha-maduro-soldado-fiel-del-chavismo.]
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