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Movimiento artístico surgido en Europa y en Norteamérica en tiempos de la I Guerra Mundial, caracterizado por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando un anti-arte. Sus orígenes se localizan cuando una serie de artistas de distintas nacionalidades se encontraron como refugiados en Zúrich durante la Primera Guerra Mundial. Estos artistas fueron: Tristan Tzara y Marcel Jank de Rumania, el francés Jean Arp y los alemanes Hugo Ball, Hans Richter y Richard Huelsenbeck.
El dadaísmo apareció en Zúrich, Suiza entre 1916 y 1922 con Tristan Tzara como su fundador. Fue una oposición al pasado violento de la guerra mundial. El poema dadaísta suele ser una sucesión de palabras y sonidos, lo que hace difícil encontrarle lógica. Se distingue por: la inclinación hacia lo dudoso, terrorismo, muerte y nihilismo, lo fantasioso, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables y tiene una tónica general de rebeldía o destrucción.
Movimiento artístico surgido en Europa y en Norteamérica en tiempos de la I Guerra Mundial, caracterizado por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando un anti-arte. Sus orígenes se localizan cuando una serie de artistas de distintas nacionalidades se encontraron como refugiados en Zúrich durante la Primera Guerra Mundial. Estos artistas fueron: Tristan Tzara y Marcel Jank de Rumania, el francés Jean Arp y los alemanes Hugo Ball, Hans Richter y Richard Huelsenbeck.
El dadaísmo apareció en Zúrich, Suiza entre 1916 y 1922 con Tristan Tzara como su fundador. Fue una oposición al pasado violento de la guerra mundial. El poema dadaísta suele ser una sucesión de palabras y sonidos, lo que hace difícil encontrarle lógica. Se distingue por: la inclinación hacia lo dudoso, terrorismo, muerte y nihilismo, lo fantasioso, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables y tiene una tónica general de rebeldía o destrucción.
Caracterizado por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando un anti-arte. Sus orígenes se localizan cuando una serie de artistas de distintas nacionalidades se encontraron como refugiados en Zúrich durante la Primera Guerra Mundial.
Artistas reconocidos de este movimiento fueron: Tristan Tzara y Marcel Jank de Rumanía, el francés Jean Arp y los alemanes Hugo Ball, Hans Richter y Richard Huelsenbeck. Tras varios encuentros informales en distintos cafés, empezó a tomar forma la idea de crear un cabaret internacional. La primera celebración tuvo lugar el 5 de febrero de 1916 en el Cabaret Voltaire, y consistió en un espectáculo de variedades con canciones francesas y alemanas, música rusa, música negra y exposiciones de arte. El nombre Dadá (dadaísmo) lo encontraron casualmente en un diccionario Ball y Huelsenbeck mientras buscaban nombre artístico a una de las cantantes: pongámosle Dadá "...El primer sonido que dice el niño expresa el primitivismo, el empezar desde cero, lo que nuestro arte tiene de nuevo". En ese mismo año se publicó un panfleto titulado Cabaret Voltaire conteniendo aportaciones de Guillaume Apollinaire, Marinetti, Pablo Picasso, Amadeo Modigliani y Wassily Kandinsky; en la cubierta aparecía un dibujo de Arp. En 1917 se inauguró la Galería Dadá y Tristán Tzara comenzó la publicación.
Dadá (dadaísmo) se presenta como una ideología total, como una forma de vivir y como un rechazo absoluto de toda tradición o esquema anterior. En el fondo es un antihumanismo entendiendo por humanismo la tradición anterior, tanto filosófica como artística o literaria. No por casualidad en una de sus primeras publicaciones había escrito como cabecera la siguiente frase de Descartes: «No quiero ni siquiera saber si antes de mí hubo otro hombre.»
El movimiento dadaísta es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético porque cuestionan la existencia del arte, la literatura y la poesía. Por definición, cuestionan el propio dadaísmo. Se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general. Propugna, en cambio, la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la crónica contra la intemporalidad, la contradicción, el no donde los demás dicen sí y el sí donde los demás dicen no; defiende el caos contra el orden y la imperfección contra la perfección. Por tanto en su rigor negativo también está contra el modernismo, es decir, el expresionismo, el cubismo, el futurismo y el abstraccionismo, acusándolos, en última instancia, de ser sucedáneos de cuanto ha sido destruido o está a punto de serlo. La estética dadá niega la razón, el sentido, la construcción del consciente. Sus formas expresivas son el gesto, el escándalo, la provocación. Para dadá la poesía está en la acción y las fronteras entre arte y vida deben ser abolidas.
La expansión del mensaje dadá fue intensa, amplia y tuvo repercusiones en todos los campos artísticos, En Alemania encontró adeptos entre los intelectuales y artistas que apoyaban el movimiento espartaquista (movimiento revolucionario que intentó una revolución socialista). En Francia ganó las simpatías de escritores como Breton, Louis Aragon y el poeta italiano Ungaretti.
El aporte permanente del dadaísmo al arte moderno es el cuestionamiento continuo de qué sea el arte o qué sea la poesía; la conciencia de que todo es una convención que puede ser cuestionada que por tanto no hay reglas fijas y eternas que legitimen de manera histórica lo artístico. Gran parte de lo que el arte actual tiene de provocación viene de dadá, la mezcla de géneros y materias propia del collage también deben mucho a dadá. La diferencia fundamental estriba en que el arte actual se toma en serio a sí mismo, mientras que el dadaísmo nunca olvidó el humor.
En poesía el dadaísmo abre el campo para la llegada del surrealismo y ayuda a crear un lenguaje poético libre y sin límites. Para entender qué es la estética dadá en el mundo de la poesía nada mejor que recoger los consejos que Tzara propone para hacer un poema dadaísta:
Tomad un periódico.
Tomad unas tijeras.
Elegid en el periódico un artículo que tenga la longitud que queráis dar a vuestro poema.
Recortad el artículo.
Recortad con todo cuidado cada palabra de las que forma tal artículo y ponedlas todas en un saquito.
Agitad dulcemente.
Sacad las palabras una detrás de otra, colocándolas en el orden en que salgan.
Copiadlas concienzudamente.
El poema está hecho.
El movimiento dadaísta dejó las revistas y manifiestos que sin duda son la mejor prueba de sus propuestas pero, por definición, no existe una obra dadá (dadaísta) . Lo propio del dadaísmo eran las veladas dadá realizadas en cabaretes o galerías de arte en la que se mezclaban fotomontajes con frases aisladas, palabras, pancartas, recitales espontáneos y un ceremonial continuo de provocación.
Origen del nombre
El origen del término dadá ( Dadaísmo) es confuso y controvertido. De acuerdo con la versión de Tzara y Ball el término "dadá" surge de la casualidad. El nombre Dadá lo encontraron, casualmente, Ball y Huelsenbeck en un diccionario, mientras buscaban nombre artístico a una de las cantantes. Abriendo las páginas de un diccionario con la ayuda de un cuchillo, la palabra señalada fue Dadá, que venía a significar:
El primer sonido que dice el niño expresa el primitivismo, el empezar desde cero, lo que nuestro arte tiene de nuevo.
De acuerdo con otras versiones, fueron los camareros del Café Terrasse, lugar donde se solían encontrar estos artistas centroeuropeos, quienes identificaron primeramente al grupo como dadá: para esos camareros, las lenguas habladas por aquellos emigrados eran incomprensibles, salvo la sílaba "da-da" ("sí, sí", en ruso y otras lenguas).
Dadá en Zúrich (1915-1918)
En la ciudad suiza es donde el Dadá (dadaísmo) tiene un aspecto más de movimiento artístico:
...estábamos a la búsqueda de un arte elemental que salvaría a la humanidad
de la locura de aquella época...
Jean Arp
Al tiempo que se desarrollaban las escandalosas veladas del Cabaret Voltaire, Arp, Richter y Janco estaban a la búsqueda de un arte abstracto que Arp pretendía fuese anónimo y colectivo. Por entonces, Arp empezó a hacer relieves, collages y bordados en los que ya empiezan a aparecer las formas geométricas y orgánicas características de su obra. Desarrolló algunos métodos de hacer arte que poco más tarde tendrían un papel decisivo en el desarrollo del Surrealismo: desparramar tinta sobre un papel (automatismo), romper un dibujo y dejar que los trozos al caer creen una nueva composición (azar), etc. Por su parte, el poeta Hugo Ball realizó algunas lecturas de sus poemas que son un preludio de los happenings y las performances que se desarrollarían como formas de arte a finales de los años sesenta y, que aún hoy (2007), bajo otras tendencias artistas continúan considerándose como manifestaciones artísticas.
La llegada a Zúrich en 1918 de Picabia pone fin a la primera época de Dadá en esa ciudad. En septiembre de 1918, Picabia expone junto a otros dadaístas en la Galería Wolfsberg pinturas en las que ha incorporado palabras con la intención de sacar el tema del cuadro fuera de la propia superficie de la tela. Además de las obras de Picabia, en la Galería Wolfsberg se pudieron ver, por primera vez, en Zúrich, los trabajos con los que habían contribuido Marcel Duchamp y Man Ray al movimiento. Sin embargo, la mayor contribución de Picabia a Dadá en Zúrich es la revista 391. Publicada primero en Barcelona y luego en Nueva York, era, en palabras de Hans Richter:
...una completa agresión contra todo y contra todos...
Richter
Dadá en New York
También en 1918 se publica el Manifiesto Dadá de Tzara que atrajo el interés de André Breton en París y como consecuencia la unión al dadaísmo del grupo Literatura.
Dadá en Nueva York (1915-1920). Duchamp, Picabia, Jean Crotti, como europeos refugiados, junto con los americanos Man Ray, Morton Schamberg y otros dan vida al dadá neoyorquino. La primera guerra mundial también llevó a Nueva York a grupos de artistas refugiados. Entre ellos hay que destacar a Duchamp y Picabia.
Marcel Duchamp llegó de París a Nueva York con un regalo de los franceses para los gringos ( particularmente para el coleccionista Walter Arensberg) que consistía en una bola de cristal con aire de París. Era el comienzo de los ready-mades (una rueda de bicicleta montada sobre un taburete, un botellero, un orinal, etc.), objetos sacados de la realidad y puestos en la esfera del arte por la simple acción y voluntad del artista. El deleite estético estaba fuera de sus intenciones y la elección de los objetos:
...se basaba en una reacción de indiferencia visual, con la total ausencia de buen o mal gusto... de hecho una completa anestesia...
Duchamp
Estos refugiados se integraron con las corrientes vanguardistas que desde comienzos del siglo se estaban gestando en Harlem, Greenwich Village y Chinatown. Aunque Nueva York no era Zúrich, ni existía ese clima de refugiados políticos de la ciudad suiza, el espíritu iconoclasta. La mayoría de artistas dadaístas tenían un pensamiento nihilista. En 1913 tuvo lugar en Nueva York la Exposición Internacional de Arte Moderno, más conocida como el Armory Show. Allí, el Desnudo descendiendo una escalera de Marcel Duchamp causó una auténtica conmoción y fue calificada de obra maestra por Breton.Marcel Duchamp se convirtió en la bestia negra del arte moderno. Marcel Duchamp ha pasado a la historia como uno de los artistas más enigmáticos e inteligentes.
La obra más importante de Marcel Duchamp es La casada desnudada por sus solteros. Ya conocida en como el gran vidrio. En esta obra, entre otras cosas,Marcel Duchamp utiliza técnicas en las que pone de manifiesto su preocupación por la corrección matemática en el uso de las formas. La pieza está precedida en su proceso de realización por multitud de dibujos en los que calculó todos los detalles con precisión matemática, como si se tratara de una máquina. También utiliza el azar al admitir como parte de la pieza las roturas que ésta sufrió en 1923 al ser trasladada a una exposición en Brooklyn. Marcel Duchamp dijo que aquello no alteraba la pieza, sino que era entonces cuando la daba por acabada. Marcel Duchamp, a partir de 1921, abandona el arte para dedicarse al ajedrez.
Man Ray desarrolló el dadaísmo en pintura, fotografía y en la fabricación de objetos anti-arte. Hans Richter lo define como un inventor pesimista, transformando objetos que le rodeaban en objetos inútiles, creando obras con subtítulos como: "objeto para ser destruido", o "haciendo fotografías sin cámara". En marzo de 1915 nace la revista 391 por Picabia y Stieglitz. El nombre de la revista lo habían tomado del número de la casa ocupada por una galería de arte en la Quinta Avenida. La revista pone sobre la mesa las ideas del anti-arte: una absoluta falta de respeto por todos los valores, liberación de todos los convencionalismos sociales y morales y destrucción de todo aquello que se conoce como arte. Para Marcel Duchamp y Picabia el arte está muerto; Dadá (dadaísmo) quería la desintegración de la realidad y los ready-mades no son arte sino anti-arte.
El movimiento dadá en New York tendrá un importante apoyo del fotógrafo Alfred Stieglitz, su galería 291 y su revista Camera Work. Para Stieglitz y el grupo de jóvenes fotógrafos que aglutinó bajo el movimiento conocido como Photo Secession, la fotografía podía ser también vista y hecha como arte, y no simplemente como un medio de reproducir la realidad. Así, Stieglitz se convirtió en uno de los precursores de la fotografía moderna.
Dada en Berlín
En Alemania es donde Dadá (dadaísmo) adquiere un cariz más marcadamente político. Ideológicamente, las posturas de los artistas dadaístas eran comunistas y, en algunos, casos anarquistas. Tras la guerra, Alemania entra en una crítica situación. Tras la revolución bolchevique, el partido Espartaquista alemán -la izquierda socialista- ensaya también la revolución en Alemania. En toda esa agitación social un grupo de artistas van a incorporarse a las tesis izquierdistas: será el Movimiento dadaísta.
Procedente del grupo dadaísta de Zúrich, Richard Huelsenbeck, trae a Berlín el espíritu dadaísta, pero mucho más radical contra las anteriores escuelas vanguardistas (futurismo, cubismo). En 1918, en el Salón de la Nueva secesión, Huelsenbeck da el primer discurso Dadá en Alemania, solidarizándose en primer lugar con los dadaístas de Zúrich para después atacar violentamente al cubismo, al expresionismo y al futurismo. Poco después elaboró el primer manifiesto dadaísta en Alemania. Huelsenbeck con el poeta Raoul Hausman promueve declaraciones y manifiestos a partir del "dadá Club". Al club Dadá ( dadaísmo) que se unieron Kurt Schwitters, Georg Grosz y los hermanos Herfelde. El pintor Georg Grosz tenía marcadas tendencias políticas. La constitución de la República de Weimar en 1919 marca el fin de los proyectos políticos dadaístas y la resituación de este grupo en los marcos artísticos.
El movimiento dadá (dadaísmo) berlinés pasará a la historia por la incorporación de las nuevas técnicas artísticas de difusión de ideas entre las masas, principalmente el fotomontaje. Los dadaístas utilizaron la técnica del fotomontaje para plasmar la realidad que les circundaba, utilizando material visual sacado de los medios de comunicación.
[Tomado de http://www.ciber-arte.com/movimientos/dadaismo.htm.]
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