Félix Vallina (diario La Nueva España, Oviedo)
[Nota previa de El Libertario: En la versión original de este reportaje periodístico, el autor se empeña en usar el nombre de "Pandeia" en lugar del correcto, que es Paideia. Hicimos las modificaciones correspondientes y dejamos a quienes lean esto el juicio sobre esa peculiar insistencia del redactor de la información, que por lo demás luce apropiada en tanto escueta crónica periodística sobre esa iniciativa de educación libertaria,]
No hay exámenes, ni aprobados, ni suspensos, los niños no se llevan deberes a sus casas y son ellos los que deciden en asamblea los campos de estudio sobre los que quieren trabajar sin que se lo impongan los profesores. Aunque parezca un sueño para muchos escolares acostumbrados a la enseñanza tradicional, así es la Escuela Libre Paideia, un colegio ubicado en Mérida en el que se siguen las directrices de la pedagogía libertaria de origen anarquista y se fomenta la idea de que el aprendizaje ha de ser "una utilidad social y no competitiva".
[Nota previa de El Libertario: En la versión original de este reportaje periodístico, el autor se empeña en usar el nombre de "Pandeia" en lugar del correcto, que es Paideia. Hicimos las modificaciones correspondientes y dejamos a quienes lean esto el juicio sobre esa peculiar insistencia del redactor de la información, que por lo demás luce apropiada en tanto escueta crónica periodística sobre esa iniciativa de educación libertaria,]
No hay exámenes, ni aprobados, ni suspensos, los niños no se llevan deberes a sus casas y son ellos los que deciden en asamblea los campos de estudio sobre los que quieren trabajar sin que se lo impongan los profesores. Aunque parezca un sueño para muchos escolares acostumbrados a la enseñanza tradicional, así es la Escuela Libre Paideia, un colegio ubicado en Mérida en el que se siguen las directrices de la pedagogía libertaria de origen anarquista y se fomenta la idea de que el aprendizaje ha de ser "una utilidad social y no competitiva".
Algunos de los profesores e integrantes del colectivo que gestiona Paideia estuvieron ayer en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo para tomar parte en las IV Jornadas de Educación "Revolucionando la Escuela", una cita organizada por la asociación Loco Matrifoco Asturias. A lo largo de casi dos horas, los responsables de Paideia respondieron a las preguntas de los asistentes -muchos de ellos educadores asturianos- y desvelaron los entresijos de un modelo educativo que se mantiene a pesar de enfrentarse a muchas trabas. "Nuestro modelo es la autogestión. Procuramos que la aportación económica que hacen los padres sea la mínima posible, pero también contamos con ayudas de otros colectivos, con aportaciones extraordinarias... Y si algún padre es electricista y nos arregla un enchufe, pues eso que nos ahorramos", explica uno de los miembros del colectivo de profesores, entre los que no hay directores ni personas con mayor cargo de responsabilidad que el resto. Son "un todo" y por eso no quieren aparecer en este reportaje con nombres ni opiniones individuales.
A pesar de que las capacidades económicas de Paideia no son ni mucho menos boyantes, el colectivo se las arregla para que los alumnos cuenten con transporte escolar, desayuno, comida, merienda y material didáctico. "Tenemos libros de texto de muchas editoriales, pero no los utilizamos como en el resto de escuelas tradicionales en las que se siguen métodos autoritarios, los usamos como material de apoyo. Es un modo diferente al que estamos acostumbrados a concebir la educación", explican los miembros de Paideia.
En la escuela emeritense tampoco hay cursos. Los niños más pequeños -cuya edad se correspondería con el ciclo infantil- están en una parte del centro y el resto -los de primaria- comparten otro espacio para desarrollar sus labores, aunque la conexión entre todos es total. Las asambleas son la base del funcionamiento de Paideia. "Se habla todo y cada individuo tiene libertad para expresarse como quiera". En la actualidad hay 71 niños en el centro. Como la enseñanza no está reconocida, casi todos salen a los 15 años para incorporarse a los institutos. "A esa edad están obligados a admitirlos", dicen los profesores. El rendimiento de los alumnos que estudian en Paideia, "es igual o mejor que el del resto de niños".
[Tomado de http://www.lne.es/oviedo/2016/05/02/pandeia-cole-examenes-deberes/1920346.html.]
No es que tengan menor rendimiento, simplemente los regresan al mismo sistema escolar autoritario y les cuesta readaptarse a ese sistema anticuado y poco eficiente.
ResponderEliminarAl no satisfacer al sistema, éste lo cataloga como "bajo rendimiento".
El problema es que esto no va a acabar hasta que las escuelas cambien a un sistema menos general, y que se vuelva más personal como lo hace Paideia. Dedicarles TIEMPO Y ATENCIÓN A TODOS LOS ALUMNOS, ya que no todos aprenden de la misma manera.
Y así podría darte muchos puntos en los que cojea con ambos pies el sistema educativo.