Vick
La construcción del amor romántico se constituye como una de las bases del estado nacional capitalista neoliberal, comúnmente llamado sociedad actual. Si bien puede sonar extraño que algo como el amor pueda estar relacionado con política y economía, esto es así, y la conexión está en que en la base del sistema económico y político se encuentra la familia, y ligado a ella se encuentra el supuesto del amor romántico, este concepto se instaura en las mentes de las personas como un ideal, en dónde se asume que el lograrlo permitirá llevar vida plena al mismo tiempo que se consigue la aceptación social.
La construcción del amor romántico se constituye como una de las bases del estado nacional capitalista neoliberal, comúnmente llamado sociedad actual. Si bien puede sonar extraño que algo como el amor pueda estar relacionado con política y economía, esto es así, y la conexión está en que en la base del sistema económico y político se encuentra la familia, y ligado a ella se encuentra el supuesto del amor romántico, este concepto se instaura en las mentes de las personas como un ideal, en dónde se asume que el lograrlo permitirá llevar vida plena al mismo tiempo que se consigue la aceptación social.
El amor romántico enseñado y fomentado en teleseries, películas, instancias sociales, religiosas y familiares se basa en la idea de que llegada cierta edad se debe conformar una vida en torno a la pareja (esta pareja debe ser monógama, heterosexual y formar un grupo humano biparental). Primero un hombre y una mujer se eligen y forman una relación de exclusividad, idealmente al cabo de unos años deben celebran un rito de promesa de restricción sexual y amorosa para toda la vida (matrimonio o bien llamado matricidio), finalmente deben compartir un hogar y generan descendencia genética. La creación y manteción de por vida de la pareja casada permite que se conserve el patrimonio de la familia a través de la herencia y que este no se disgregue. En ese sentido la existencia de la propiedad privada, el patrimonio y la herencia va ligada a la existencia de la familia.
A través de diferentes instancias se transmiten y fomentan las ideas mencionadas, de esta forma se regula como deben ser las relaciones de pareja, por lo que generalmente muchas de estas relaciones amorosas se constituyen como una subordinación mutua a las expectativas incorporadas socialmente, de esta forma los títulos de “marido y mujer” “pareja” coartan la libertad, ya que hay una acatamiento implícito al significado creado y promulgado socialmente, de esta manera los individuos no pueden fluir de acuerdo al sentir propio.
Esta forma en que tradicionalmente se ha entendido el amor deriva en sentimientos y situaciones que causan malestar en las personas tales como:
- La idea de la pareja como ser único en el mundo genera celos (esto ocurre en algunas ocasiones porque la valoración por parte de uno mismo se ve muy afectada por la apreciación de la pareja). La posesividad implica un sentimiento de egoísmo hacía el otro, en dónde se desea que el otro este siempre a disposición de uno sin considerar las necesidades de esa persona, el posesivo busca apartar al otro de su entorno y busca exclusividad en la relación en todo sentido.
- Existe cierta hipocresía en la idea de monogamia absoluta: la promesa de exclusividad sexual y amorosa del amor romántico es una ficción en términos de que inevitablemente las personas se sentirán atraídos por otros. Si se observa la sociedad, si bien un gran porcentaje de la población se denomina monógamo en términos prácticos estos no lo son, usualmente en una relación si una persona mantiene relaciones con muchas personas oculta esta información. Sería mejor ser más sinceros y abiertos y entender que es posible sentir atracción por otros, y si la persona decide estar con más personas que esta fuese conversado y acordado por la pareja.
- Una de las más grandes fantasías es que el amor durará toda la vida, muchas veces las personas se niegan a ver la realidad aferrándose a sus deseos o ilusiones. Es importante observar las cosas como realmente son, las personas terminan, las personas cambian, mueren, se enamoran de otros, todos esos son hechos que ocurren y no hay que hacer caso omiso a ello, si no que es necesario asumir que existe esas posibilidades, que la vida es un eterno devenir, que no es estática, por ello es importante practicar el desapego (que es sumamente diferente que la falta de amor).
- La intensidad con que se vive el “amor romántico” genera situaciones violentas, esta visión del amor se fomenta en la televisión mostrando escenas dramáticas, es muchas de estas escenas la mujeres ocupan el rol de victimas. En una relación es importante ponerle “cabeza” a las relaciones amorosas, eso significa analizar las cosas racionalmente y resolver los problemas, no hablar o discutir si se está exaltado.
- La idea de la media naranja, en dónde otro es el complemento perfecto de uno mismo, hace que las personas busquen que sus parejas sean exactamente lo que quieren, que satisfaga todas sus necesidades, que sea el supuesto compañero perfecto, de ahí derivan actitudes controladoras. Si bien las personas pueden cambiar, crecer y mejorar a través de sus relaciones de pareja, esto debe ser un acuerdo y un beneficio mutuo y no simplemente el que una persona cambie para satisfacer las necesidades del otro.
- Es importante por lo tanto no tener expectativas, ver las cosas como realmente son, querer a la persona por lo que es realmente y no por lo que uno espera que sea y por otro lado no esperar que una sola persona satisfaga todas las expectativas de uno.
Más allá del grado de exclusividad sexual acordado por la pareja lo importante es que este amor sea verdaderamente libre y esto supone que esté emancipado de elementos que causan sufrimiento en las personas y que se encuentran normalizados en la ideal tradicional del amor romántico como los celos, la posesividad, el egoísmo, las ilusiones, las fantasías, la violencia, el control, los deseos egoístas, el engaño, la mentira, la falta de reciprocidad, el utilitarismo, la cosificación del otro. Para evitar estos componentes que desvirtúan las relaciones y a las personas se requiere ser capaz de entender como suceden las cosas realmente y no cegarse con ficciones o cuentos de hadas, al mismo tiempo en necesario eliminar el ego y trabajar la autoestima, para poder generar así un amor desinteresado hacía el otro que busca tanto el bienestar de uno mismo como del otro.
“La libertad es la madre del amor”
[Tomado de http://lapeste.org/2016/04/sobre-el-amor-libre.]
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