Periódico Solidaridad Obrera (CNT Catalunya)
El último informe de Amnistía Internacional (AI) ha alertado del fuerte aumento de ejecuciones efectuadas el año pasado, estimando que se han producido 1.634 asesinatos en los países donde aún se practican. En dicha cantidad de asesinatos sentenciados por la justicia de determinados países no se ha podido incluir a China, donde AI sospecha que se llevan a cabo otros miles pero que del que no se tienen datos por ser secreto de Estado.
Con respecto al año pasado, ese mismo informe cifró en 1.061 los asesinatos legales cometidos, por lo que el porcentaje de aumento es alarmante, más de un 50%. Ante la imposibilidad de obtener datos del país asíatico, se destaca que esta vez tan sólo tres países, Irán, Pakistán y Arabia Saudí se ha ejecutado al 89% del total de unas víctimas que habrían sido acusadas, en su mayoría, de delitos que el derecho internacional no contempla como mayores o simplemente, no lo son. Muchas de ellas estuvieron relacionadas con el tráfico de drogas, la corrupción, el adulterio, la apostasía o la blasfemia religiosa hacia el profeta del islam.
El último informe de Amnistía Internacional (AI) ha alertado del fuerte aumento de ejecuciones efectuadas el año pasado, estimando que se han producido 1.634 asesinatos en los países donde aún se practican. En dicha cantidad de asesinatos sentenciados por la justicia de determinados países no se ha podido incluir a China, donde AI sospecha que se llevan a cabo otros miles pero que del que no se tienen datos por ser secreto de Estado.
Con respecto al año pasado, ese mismo informe cifró en 1.061 los asesinatos legales cometidos, por lo que el porcentaje de aumento es alarmante, más de un 50%. Ante la imposibilidad de obtener datos del país asíatico, se destaca que esta vez tan sólo tres países, Irán, Pakistán y Arabia Saudí se ha ejecutado al 89% del total de unas víctimas que habrían sido acusadas, en su mayoría, de delitos que el derecho internacional no contempla como mayores o simplemente, no lo son. Muchas de ellas estuvieron relacionadas con el tráfico de drogas, la corrupción, el adulterio, la apostasía o la blasfemia religiosa hacia el profeta del islam.
De estos tres países, Irán ejecutó a 977 personas, Pakistán a 320 y Arabia saudí a 158. En occidente, Estados Unidos es el único país de América que sigue aplicando la pena de muerte, habiéndola practicado el año pasado a 28 acusados, mientras en Europa el único país que la conserva en su legislación es Bielorrusia, aunque en 2015 no se ejecutó a nadie.
Los métodos de ejecución habituales son la horca, el fusilamiento, la decapitación o la inyección letal. Asimismo, el informe de AI también ha denunciado que en varios países donde persiste la pena de muerte no se cumple la normativa internacional sobre juicios justos, siendo habitual la práctica de torturas para conseguir confesiones. Lógicamente, esta circunstancia pone aún más en entredicho la veracidad la información que se arranca mediante estos métodos y en consecuencia, de todo el proceso incriminatorio.
En opinión de AI, el único dato esperanzador a destacar es que en 140 países ya no se aplica la pena de muerte, cantidad que contrasta con los 16 que no la aplicaban en 1977.
[Publicado originalmente en el periódico Solidaridad Obrera # 364, Barcelona, abril 2016. Numero completo accesible en www.soliobrera.org.]
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