En esta Venezuela de 30 millones, un 12 de marzo de
2016, mientras los polos de poder marchaban y contramarchaban, me encontraba yo
por Parque Central dentro de un ascensor que muestra un video, parece ser 24/7, donde
este ascensor inteligente y de última generación me recuerda que se hicieron
trabajos de remodelación en todo Parque Central, y que colabore con los cuerpos
represivos para combatir la guerra económica, hasta me dan un numero donde
puedo croar como buen patriota cooperante para seguir ganando esta interminable
guerra. El ascensor inteligente y patriota se equivoca como toda buena máquina,
errare maquinum est., y en vez de
seguir bajando, sube sin decir por qué, así como espera el gobierno que suba el
precio del barril. Se abre, sube una señora de unos 55-60 años; comienza a
profetizar como buen evangelista del metro (religioso o de chucherías), la
profecía no la comprendemos muy bien el resto de los pasajeros, pero el tono es
fuerte, de rabia y de odio, de guerra, una efervescencia que acompaña a las
palabras como “antipatria”, “imperio”, “golpe”, “asamblea legislativa”, “poder
absoluto”, “pueblo”, todo el combo del fundamentalismo chavomadurista que
transmite cualquiera de sus apóstoles, dentro y fuera de VTV. Así, la máquina y
la mujer evangelizaban personal y digitalmente, y te recordaban la
omnipresencia del gran hermano. Mario Silva, Zurda Konducta, Diosdado, Iris
Varela, los felicito, su prediga del evangelio
según el comandante eterno ha llegado a las formas expansivas del
fundamentalismo, tal como nos enseñaron con su odio e insultos al distinto y al
disidente, sus amenazas y su verbo de pranes. ¡Felicidades OPUS (PSUV) DEI,
Chávez se multiplico!
Y es que esa señora demuestra el logro más importante
del gobierno, el que 2+2 sean cinco, han matado la inteligencia, se han
legitimado en la fe y no en la razón, en la rodilla en tierra y fusil en mano,
han hecho que parezca imposible utilizar el debate y la pluralidad para
cohesionarnos, pues “o están contigo o están contra ti”. Su prediga es
amenazante, esta pregonera es parte de la razón de Estado, moldeada al “un
pepazo por la cabeza style” (https://goo.gl/6XZhGQ);
la violencia para defender a capa y espada al opresor, al status. Cada frase,
cada oración lleva atrás el mazo de Diosdado en su espíritu, es el lenguaje
impuesto por quienes se esconden detrás de todo el armamento adquirido para
mantener el status quo (http://goo.gl/l5KWdV),
mientras las medicinas y la comida brillan cada vez más por su ausencia.
En esta realidad, la ideología del opresor se ha
impuesto como un dogma fundamentalista que defenderá patria o muerte al poder, ese
“poder popular” que se robó millones de dólares, que destruyó el aparato
productivo, y nos mantiene en una cohesión violenta, siendo un poder cómplice
de la masacre de Tumeremo, de las paralizaciones en ciudades por velorios de
pranes, de pequeños episodios tipo “Grand Teef Auto” en las calles o en las cárceles,
de desahogos sociales que responden a los niveles de violencia brutalidad o “barbarie”, volviendo la “justicia del linchamiento” cada
vez más legitima. Han impulsado una cohesión como venezolanos a niveles de
violencia y stress que nos desesperan y enervan.
En Planta Baja nos bajamos todos, cada quien sigue su
camino y veo a la señora marcharse con el deber cumplido de intimidar (sin
quererlo quizás) al que osará pensar distinto, una evangelista del poder que
fue entrenada a repetir lo que les enseñan, a no discutir sino a atacar, a
imponerse mediante la rudeza, a explicar la realidad en una supuesta guerra, un
supuesto enfrentamiento. Tristemente ella es producto de una mercadotecnia que
desvió a la gente de la razón a creer ciegamente en el poder, un poder que tergiversó
el pasado para interpretar el presente, aprovechando el odio hacia lo malo del”
puntofijismo” y el desastre que nos dejó la cuarta república (incluyendo a Hugo
Chávez), para convertirlo en odio a lo distinto al partido dominante, creando
una realidad de falsos antagónicos, de bueno y malo, de Dios y del Diablo,
creyentes contra infieles.
Al montarme en el metro de Bellas Artes, me hallo
entre la rabia y la tristeza al ver como sus palabras fueron parte de una masa
moldeada para preservar la autoridad, fueron frases agresivas escritas por un estado
que ejerce violencia política, económica, tanto en el lenguaje como en la
práctica, con Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP), reprimiendo
manifestaciones, con decretos de “emergencia económica” a juro y porque sí para
seguir administrando sin contraloría los recursos que despilfarraron durante
años, usando al Poder Judicial para romper el contrato social que ellos mismos
llamaban “la mejor constitución del mundo”. Nos reprimen, nos destruyen el medio ambiente con sus
motores productivos mineros supresores de garantías constitucionales (http://goo.gl/KbX7vV),
y luego de golpearnos, nos piden poner la otra mejilla, diciéndonos que hagamos
horas y horas de “colas sabrosas”, cobrándonos más impuestos, o tildándonos de
analfabetas por no superar el rentismo petrolero (https://goo.gl/nVkduc) con el descaro de que utilizaron
el mismo para “raspar la olla” y ser los verdaderos Bachaqueros de la riqueza
nacional con sus empresas de maletín y sus Bolichicos. Después de lanzarnos más
de 7 plagas, nos culpan de consumir muchas medicinas o de hacer compras
nerviosas cuando nos morimos de mengua, es decir “tenemos que tener fe” https://goo.gl/akpYde.
Me niego a tener fe, pero cómo luchar contra eso, dejar
de tener la violencia cómo regla en nuestra cohesión social, cómo dejar de
repetir la historia de la cultura petrolera nacional que enlaza perversamente
al Estado con la sociedad, y por más de 70 años nos acostumbró al
asistencialismo… Es difícil, pero no imposible, la crisis se acentúa cada vez
más, por lo que es momento de proponer nuevas rutas de cohesión política y
organización. La difícil situación que padecemos debemos transformarla no
coyunturalmente, ya que caeremos en el mismo circulo y no cortaremos el
problema de raíz, es hora de romper tabúes y revolucionar la estructura y sus
paradigmas sociales y culturales, desde abajo, sin vanguardias o los partidos
del poder que solo quieren ser los nuevos amos, nuestra libertad y sueños no
caben en sus urnas electorales y sus instituciones burocráticas piramidales. A
estimular la organización y acción directa.