Víctor Amaya
Cada vez que en Caracas alguien abre un grifo de agua y sale solo aire suena una mentada de madre genérica. Pero bien podría ser dirigida a los responsables de ejecutar del proyecto Tuy IV, un embalse en los Valles del Tuy –sobre el río Cuira- que comenzó a construirse en el año 2009 con la promesa de surtir a la capital del líquido y acabar con los problemas de suministro durante las siguientes cinco décadas.
El proyecto contempla la construcción de una presa de 84 metros de altura y 240 metros de longitud, de la cual se extraerán hasta 21 mil litros de agua por segundo, y que podrá cubrir las necesidades de cinco millones de personas que viven en las zonas más pobres de Caracas. Es lo que decía la propaganda oficial cuando el entonces presidente de la República Hugo Chávez daba inicio a las obras.
En principio debía haberse inaugurado entre 5 y 7 años después de la entrega de Taguaza en octubre de 1998 –fue planificado en los años 80. Luego fue prometido para 2012 y después para 2013. En junio de 2009 se aprobó el segundo desembolso de dinero por un monto de 291.413.484,43 bolívares fuertes. Entonces, la ministra del Ambiente, Yuvirí Ortega, afirmó que el cronograma se cumpliría a cabalidad, según informó un boletín de su despacho.
En el mismo documento, se explica que la construcción incluiría una segunda etapa para instalar una estación de bombeo y una tercera para incluir una tubería de 70 kilómetros de longitud y 3 metros de diámetro que llevará el agua a la planta de tratamiento de Caujarito, que es parte del sistema Tuy III, para luego ser transportada a Caracas a través de las estaciones de bombeo 32 y 33. Nada se eso se terminó.
SIN PLAN B
En mayo de 2010, Hugo Chávez supervisó la obra y el Ejecutivo informó que la misma tenía 15% de avance. En noviembre de ese año, la agencia oficial de noticias, AVN, informó que el avance financiero de la obra alcanzaba el 44%, citando al viceministro de Agua del Ministerio para el Ambiente, Cristóbal Francisco Ortíz, quien señaló que la inversión de este proyecto superaba entonces los 3 mil 532 millones de bolívares y ratificó que la culminación sería a “finales de 2012”.
Ortíz sostuvo además que en la planta de Caujarito se haría una ampliación para poder trabajar con el líquido que llegue del embalse Camatagua, situado en el estado Aragua, y el líquido del río Cuira.El funcionario se mostraba orgulloso de que “este nuevo sistema de abastecimiento de agua potable para la Gran Caracas es considerado como uno de los más grandes del mundo”, según reza la nota institucional hablando en presente de algo que no estaba terminado. Y sigue sin ser inaugurado.
Eso sí, el viceministro ya advertía que una falla prolongada del Sistema Tuy III (Camatagua) sumergiría a Caracas en una verdadera crisis, ya que el 50% del agua la aporta este sistema, pero con el Tuy IV habría posibilidad de evitar tal catástrofe. Actualmente el peligro no hay cómo solventarlo porque no existe sistema de contingencia.
Asimismo, el viceministro recordó en ese año 2010 que parte del suministro que se utilizará para las obras del proyecto fueron adquiridos en el año 1982, tales como equipos hidromecánicos (bombas, válvulas, motores) y 17 kilómetros de tuberías que tienen un valor superior a los 80 millones de dólares.“Estos equipos y tuberías fueron adquirido para el proyecto Taguaza-Tuy IV, pero la obra nunca se concreto y esos insumos fueron abandonados a pesar de su cuantioso valor”, dijo.
UNA DÉCADA DESPUÉS
Así la historia fue acumulando tiempo sin tener entrega en 2012 de la obra, ni en 2014 cuando fue prometida de nuevo. En sucesivas visitas de los respectivos ministros encargados, se dejaron de dar informaciones sobre avances de la obra, y solo se destacaban los datos básicos de capacidad de la obra.
Fue en noviembre de 2014 cuando Elías Jaua, entonces vicepresidente para el Socialismo Territorial, junto al Ministro Ecosocialismo, Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, anunció que “se tiene previsto que para octubre de 2016 el Sistema Río Tuy IV, bombee una cantidad importante de agua potable –aunque la presa no esté concluida- y que para el 2017, una vez lleno el embalse comience a operar al 100% de su capacidad”, según reportó YVKE Mundial. La fecha coincidía con la estipulada en el cronograma de trabajo del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas.
Jaua indicó además que el presidente Nicolás Maduro había asignado 1mil 400 millones de bolívares, para darle continuidad a la ejecución de la obra, proyecto que tiene los recursos garantizados hasta el primer trimestre del 2015. Ese año, el pasado, la obra se paralizó, según denunció el ex presidente de Hidrocapital, José María de Viana. “Luego de los estudios geotécnicos en las fundaciones de la represa de Cuira, se consigue que había que construir obras de mejoramiento en el suelo. Eso hizo que el presupuesto se incrementara. Se acabó el dinero, hubo baja en los precios petroleros y se paralizó la obra. En este momento, no hay trabajos en el sitio”, dijo en declaraciones a El Nacional.
La Sociedad de Ingenieros Hidráulicos manejaba la misma información que De Viana: no hay trabajos de construcción en el embalse de Cuira. “Se están haciendo unas obras provisionales en el río Cuira para conectarlo con el Acueducto Metropolitano. En verano eso podrá sacar muy poca agua y en invierno apenas un tercio de lo que estaba planteado”, dijo José Miguel Divassón, presidente de la sociedad.
En 2015 no hubo más asignaciones de dinero, hasta diciembre cuando Maduro asignó 2 mil 799 millones de bolívares y 96 millones 894 mil dólares, a través del Fondo Chino-Venezolano, para el desarrollo del proyecto Tuy IV. Entonces, el primer mandatario volvió a correr la fecha: ahora sería concluida en 2018, casi una década más tarde del inicio de la obra que culminaría inicialmente tres años.
Fuente: http://www.talcualdigital.com/Nota/123709/caracas-seca-a-pesar-de-inversiones-millonarias