María Ramírez (Correo del Caroní)
En una entidad con importante nómina pública en las empresas del Estado, la decisión de los trabajadores es por proyección de gran importancia para las organizaciones políticas, sean de derecha o de izquierda. Hasta hace unos años, el voto de buena parte de los empleados públicos había estado de lado del oficialismo, pero la abrumadora derrota del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en los comicios del 6 de diciembre cambió el panorama.
A eso se refirieron este viernes los dirigentes de la corriente Tendencia Clasista de la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor). A la dignidad expresada en las recientes elecciones que, a juicio de Cruz Hernández, candidato a la presidencia del Sindicato Único de los Trabajadores de la Industria Siderúrgica y sus Similares (Sutiss), prevaleció, pese a ser sometidos y chantajeados días antes.
En una entidad con importante nómina pública en las empresas del Estado, la decisión de los trabajadores es por proyección de gran importancia para las organizaciones políticas, sean de derecha o de izquierda. Hasta hace unos años, el voto de buena parte de los empleados públicos había estado de lado del oficialismo, pero la abrumadora derrota del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en los comicios del 6 de diciembre cambió el panorama.
A eso se refirieron este viernes los dirigentes de la corriente Tendencia Clasista de la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor). A la dignidad expresada en las recientes elecciones que, a juicio de Cruz Hernández, candidato a la presidencia del Sindicato Único de los Trabajadores de la Industria Siderúrgica y sus Similares (Sutiss), prevaleció, pese a ser sometidos y chantajeados días antes.
“Hemos sido testigos de la situación que vive el país, de una política absurda; fuimos testigos de una aberrante violación de nuestros derechos al aprobar un contrato colectivo sin nuestro consentimiento; del encarcelamiento de tres compañeros; de la burocracia que se enquistó con la llegada de unos militares cuyos resultados han sido pésimos; hemos sido testigos de las colas y la escasez; de las termoeléctricas a las que se las está comiendo el monte y de Ferresidor en ruinas; de una política muy clara de congelamiento de los contratos colectivos. Por todo esto, el Gobierno no podía esperar sino un castigo de la clase obrera”, puntualizó.
De los resultados también se desprende, dijo, la esperanza de los votantes por un cambio, “en calma y también en reencuentro”.
Pero la lectura, del lado del sector oficialista les preocupa, pues Hernández considera que buena parte de los dirigentes sindicales progobierno, “no interpretan esa abrumadora derrota y están buscando las cinco patas al gato; a ellos les pedimos esperar a que se instale la nueva Asamblea Nacional”.
Para el trabajador es contradictorio que la Central Bolivariana de Trabajadores Socialistas, que el jueves calificó la derrota como un tropiezo producto de una confusión en el electorado, salga en defensa de legislaciones como la Ley Orgánica del Trabajo cuando el Gobierno la incumple. Esta norma es una de las que la oposición aspira revisar al tomar posesión de sus curules.
“El pueblo también votó para castigar a esas corrientes sindicales progobierno que han obrado en detrimento de los derechos laborales”.
El dirigente laboral apuntó que de 13 corrientes sindicales en la industria, 10 son oficialistas y han mantenido un ruidoso silencio en los últimos meses, “cómplices de este Gobierno que hemos dicho es antidemocrático y antiobrero”.
“Así como fracasó el Gobierno, fracasaron esas políticas sindicales gobierneras”, afirmó, al señalar que proponen que el sindicato se maneje con políticas diseñadas por los trabajadores. “Queremos sacar a los militares de las empresas básicas, pero también ese clientelismo de privilegiar los enroques o traer funcionarios sin experiencia en el área”, expresó.
Exigen elecciones sindicales
Nisbel Bolívar, sidorista de la corriente Tendencia Clasista, solicitó al Gobierno respetar la voluntad popular y entender que los venezolanos “queremos vivir como ciudadanos normales y no como indigentes en un país tan rico”.
“Queremos que se acabe el ridículo control de cambio de Bs. 6,30 que solo lo consiguen ellos, queremos tener nuestro periódico con suficientes hojas porque Correo del Caroní es un patrimonio regional, queremos una sociedad normal”, expresó.
En cuanto a sus beneficios laborales, consideró urgente que la empresa eleve el bono de alimentación de Bs. 6.500 a Bs. 24 mil o una cifra acorde a la realidad y, lo más importante, que agilicen la realización de las elecciones sindicales “para pasarle factura a una dirigencia que traicionó a los trabajadores”.
El trabajador, Carlos Villarroel, felicitó a los diputados electos, principalmente a los representantes por el estado Bolívar y los instó a hacer cumplir las leyes y buscar cristalizar la Guayana del progreso.
“La productividad reside en un equilibrio entre la producción y el medio que lo produce que son los trabajadores; hay que pensar en los beneficios laborales, así como en las inversiones”, puntualizó.
[Tomado de http://www.correodelcaroni.com/index.php/laboral/item/40432-el-gobierno-no-podia-esperar-sino-un-castigo-de-la-clase-obrera.]
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