Juventudes Libertarias de Madrid
La posición que los anarquistas tomamos frente a cualquier proceso electoral es la abstención. A diferencia de la abstención que algunos grupos marxistas o de la izquierda política propugnan, que se reduce a una cuestión de táctica: se abstienen cuando creen inminente la revolución y no quieren distraer fuerzas de la preparación revolucionaria (o simplemente cuando no ven un provecho útil en concurrir en las elecciones); votan cuando no tienen nada mejor que hacer y para ellos lo mejor es el trabajo minoritario, dado que rehuyen, por razones de clase, las agitaciones que pueden destruir el orden social. En realidad, están siempre en el buen camino: quieren un gobierno parlamentario y los electores que conquistan ahora les servirán para mandarlos un día a la constituyente. La abstención anarquista está ampliamente ligada a las finalidades de nuestro movimiento. Cuando llegue la revolución nos negaremos a reconocer los nuevos gobiernos que traten de implantarse, no queremos darle a ninguno un mandato legislativo; por tanto, tenemos la necesidad de que el pueblo tenga repugnancia a las elecciones, se niegue a delegar en otros la organización del nuevo estado de cosas, y que, más bien, se encuentra en la necesidad de actuar por sí mismo.
La posición que los anarquistas tomamos frente a cualquier proceso electoral es la abstención. A diferencia de la abstención que algunos grupos marxistas o de la izquierda política propugnan, que se reduce a una cuestión de táctica: se abstienen cuando creen inminente la revolución y no quieren distraer fuerzas de la preparación revolucionaria (o simplemente cuando no ven un provecho útil en concurrir en las elecciones); votan cuando no tienen nada mejor que hacer y para ellos lo mejor es el trabajo minoritario, dado que rehuyen, por razones de clase, las agitaciones que pueden destruir el orden social. En realidad, están siempre en el buen camino: quieren un gobierno parlamentario y los electores que conquistan ahora les servirán para mandarlos un día a la constituyente. La abstención anarquista está ampliamente ligada a las finalidades de nuestro movimiento. Cuando llegue la revolución nos negaremos a reconocer los nuevos gobiernos que traten de implantarse, no queremos darle a ninguno un mandato legislativo; por tanto, tenemos la necesidad de que el pueblo tenga repugnancia a las elecciones, se niegue a delegar en otros la organización del nuevo estado de cosas, y que, más bien, se encuentra en la necesidad de actuar por sí mismo.
Dicho de otro modo, la abstención activa es primero, una cuestión de principios, es decir, tal y como hemos explicado, el anarquismo propugna la necesidad de la coherencia entre medios y fines. No se puede aspirar a un mundo nuevo reproduciendo las lógicas que nos someten en el actual. En segundo lugar, es una ocasión
perfecta para atacar al principio de autoridad en su expresión democrática. Quedarse en casa no es una opción en un momento donde los resortes democráticos calan entre la gente, es el momento propicio para desmontar las mentiras del Estado y su farsa democrática. Y, por último, es una postura táctica revolucionaria y de lucha.
Los y las anarquistas entienden que el principio de delegación democrático, acostumbra a la gente a esperar que otros hagan y decidan por ellos, siendo una preparación
futura para la inacción y el surgimiento de nuevas tiranías frente a la pasividad de las personas. Ante esto, los anarquistas llamamos a la lucha constante ahora y en la revolución social, de forma directa por las propias personas de forma colectiva y solidaria, sin delegar en políticxs o instituciones cualesquiera.
La historia ha demostrado que las conquistas, cuando estas lo son auténticamente, no las hacen los parlamentos o los plenos municipales. Lo hacen solo cuando se ven contra la espada y la pared por la acción y la lucha del pueblo, como intento de marcarse el tanto o recuperar las luchas de la calle y llevarlas a las instituciones, donde acaban muriendo y los implicados acaban cayendo en la lógica derrotista de la delegación.
Por eso, frente a la farsa electoral:
¡No votes nunca!
¡Abstención activa!
[Tomado de un documento que en versión completa está disponible en https://juventudeslibertariasmadrid.files.wordpress.com/2015/12/novotes1web.pdf.]
¡No votes nunca!
¡Abstención activa!
[Tomado de un documento que en versión completa está disponible en https://juventudeslibertariasmadrid.files.wordpress.com/2015/12/novotes1web.pdf.]
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