Paula Ruiz Roa
El 7 de noviembre de 2015, en Madrid, las mujeres y la sociedad en su conjunto, estamos convocadas por el movimiento feminista a una Marcha Estatal contra las Violencias Machistas que partirá desde el Ministerio de Sanidad, en el Paseo del Prado, a las 12h, lo que supondrá un momento de lucha importante en la defensa de los derechos humanos de la mujer.
Día a día, mes a mes, desde hace muchos años, venimos movilizándonos y denunciando el terrorismo machista que, con la connivencia del Estado, de las diferentes administraciones, instituciones, organizaciones, con la tolerancia de la sociedad patriarcal, se ejerce contra la mujer con unas cifras de asesinatos que debieran avergonzar a cualquier sociedad mínimamente normalizada (una media de una mujer muerta cada cuatro días en este año, centenares en los últimos años a los que hay que añadir las muertes de los hijos e hijas).
El 7 de noviembre de 2015, en Madrid, las mujeres y la sociedad en su conjunto, estamos convocadas por el movimiento feminista a una Marcha Estatal contra las Violencias Machistas que partirá desde el Ministerio de Sanidad, en el Paseo del Prado, a las 12h, lo que supondrá un momento de lucha importante en la defensa de los derechos humanos de la mujer.
Día a día, mes a mes, desde hace muchos años, venimos movilizándonos y denunciando el terrorismo machista que, con la connivencia del Estado, de las diferentes administraciones, instituciones, organizaciones, con la tolerancia de la sociedad patriarcal, se ejerce contra la mujer con unas cifras de asesinatos que debieran avergonzar a cualquier sociedad mínimamente normalizada (una media de una mujer muerta cada cuatro días en este año, centenares en los últimos años a los que hay que añadir las muertes de los hijos e hijas).
La expresión máxima de la violencia machista la representan los asesinatos de mujeres, pero la violencia machista abarca múltiples formas y ámbitos que atentan contra su dignidad y la lucha por la igualdad que van desde la violencia sexual, el acoso sexista en el trabajo, la explotación sexual, el recorte en los derechos y libertades sexuales, recorte del derecho al aborto libre y gratuito, recortes presupuestarios para afrontar el trauma social de los asesinatos, la negación a niveles
prácticos de la igualdad, el ataque sistemático a los derechos humanos de las mujeres...
La sociedad patriarcal nos responsabiliza y culpabiliza a las propias mujeres de las situaciones de violencia que vivimos por exigir y defender nuestros derechos. En esta sociedad, las mujeres somos despreciadas, minusvaloradas, somos consideradas como cosas, mercancías, ciudadanas de segunda.
Tenemos que conseguir con nuestra lucha, ya y para siempre, que no se encubra ni ampare el terrorismo machista, que la violencia sea asumida como un problema social que nos afecta a todas y todos.
Es preciso que la sociedad
proteja a las mujeres que sufren cualquier tipo de violencia, hay que crear las condiciones sociales que permitan la igualdad, desde todos los sectores y ámbitos: el educativo, sanitario, jurídico, laboral, publicitario, cultural... No podemos seguir siendo cómplices de esta impunidad, de esta discriminación sexista.
¡El 7N todas y todos a la calle, la lucha para extirpar las violencias machistas nos corresponde a todas y todos!
{Tomado del periódico Rojo y Negro # 294, Madrid, octubre 2015. Número completo accesible en http://rojoynegro.info/sites/default/files/rojoynegro294.pdf.]
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