Humberto Decarli
Se cumple el 14 aniversario del derrumbe de las torres gemelas en la gran manzana. Estuve en esa fecha en Nueva York en viaje de vacaciones y fui sorprendido por los acontecimientos de los atentados terroristas con el consecuente retardo para regresar a Caracas. Recuerdo haber llegado a un hotel ubicado frente al Madison Square Garden en la Séptima Avenida en pleno Midtown de Manhattan.
El día 11 me alistaba para visitar el Museo de Arte Moderno neoyorkino cuando a primeras hora de la mañana sucedió la embestida del avión contra una de las torres y parecía en apariencia un accidente pero al producirse el segundo impacto ya la idea era otra. Me vino a la memoria, por asociación y analogía, la destrucción con bombas de las embajadas americanas en Nairobi y Dar Es Salam consecuencia del accionar de Al Qaeda.
PRIMERAS IMPRESIONES
Bajé del hotel donde me hospedaba para conocer in situ las reacciones de los moradores de la ciudad insomne. Caminé hasta Central Park y desde la Quinta Avenida se observaba a lo lejos la humareda de la zona cero. Había perplejidad, asombro y sorpresa. No era para menos porque los estadounidenses no estaban acostumbrados a percibir en carne propia los daños de una guerra o de acciones bélicas en su propio territorio.
Pearl Harbor oficialmente era un espacio físico de la nación del norte pero sabemos cómo se anexaron al archipiélago hawaiano y además está bien distante del recinto continental. Igualmente un atentado fallido en los mismos edificios tuvo lugar en el año 1993 pero fue frustrado con escasas bajas y daños. Realmente la última vez que Estados Unidos sufrió la violencia en su espacio físico fue en 1814 cuando una escuadra inglesa quemó Washington y los obligó a desistir de incorporar a Canadá o América del Norte británica al Tío Sam.
Fue una acción realmente terrorista porque se asesinó a trabajadores del World Trade Center en su mayoría extranjeros y latinoamericanos, todos civiles y desarmados. Además, fuera del simbolismo representado por esa edificación, no tenía sentido eficaz porque no era un objetivo militar. Podría evocarse a las barbaries en Hiroshima y Nagasaki, en Belgrado contra el autoritario Milosevich, todo el Vietnam y los bombardeos con napalm, la destrucción de Hamburgo y Dresde en las postrimerías de la segunda guerra y así sucesivamente. Son lamentables expresiones del impulso tanático de las élites gobernantes.
SECUELAS INMEDIATAS
Luego de estos lamentables hechos se destapó una oleada patriotera en los Estados Unidos reivindicando la figura del presidente George W. Bush, muy deteriorada por su cuestionable victoria sobre Al Gore y por su perfil limitado, precaria formación y ser paciente de una enfermedad adictiva. Todo el pueblo se agrupó en torno al ocupante de la Casa Blanca exigiendo respuesta ante tal agresión.
La retaliación no se hizo esperar. Se produjo la invasión a Afganistán donde operaba Al Qaeda con total libertad permitida por su aliado el régimen Talibán. Luego de rápidos movimientos se defenestró al gobierno del Mullah Omar. Asimismo, se aprobó una ley, USA Patriot Act o ley Patriota, mediante la cual se perseguía a los sospechosos de actos violentos con una palmaria reducción de los derechos humanos y civiles con incentivos evidentes del chauvinismo y la xenofobia. Se inauguró la infausta prisión en Guantánamo donde se batieron todos los récords de torturas. El concepto de patria nuevamente empleado como en los regimen totalitarios y muy parecidos al latiguillo en Venezuela en los actuales momentos.
Lo más grave vino luego con la intervención en Irak. Se argumentó que Hussein tenía armas químicas y vínculos con Al Qaeda. Ambos supuestos fueron rotundamente falsos porque se comprobó con una misión de las Naciones Unidas encabezada por Hans Blix la inexistencia de panoplias armamentísticas de esa categoría. En la anterior guerra, la madre de todas las batallas como la denominó el autócrata iraquí, había dejado a Bagdad sin ninguna capacidad bélica. Esta fementida tesis fue seguida a pie juntillas por Tony Blair en el Reino Unido.
La otra hipótesis para acudir a la antigua Mesopotamia fue los nexos con Bin Laden, lo cual era insostenible porque era público y notorio el enfrentamiento del Baathismo con Al Qaeda. Había otro factor importante: Estados Unidos solo importaba el 4% de petróleo de Irak y de allí el poco interés estratégico para Washington por esa fuente energética.
La verdadera ambición por Irak era de las empresas energéticas y en especial las de la familia Bush, quienes pensaron en elevar la producción diaria a 8 millones de barriles si atrapaban a la nación de los dos ríos, objetivo no cumplido porque la presencia americana en Bagdad se complicó por la guerra y las bajas además del difícil problema religioso, de poder y social en la zona desestimados por la inteligencia americana.
Años antes el gobernador de Texas a la sazón, George W. Bush, invitó al liderazgo talibán y los paseó por todo el Estado. Había interés en construir un oleoducto en Afganistán y se planteó negociar con los fundamentalistas. No les importó quiénes eran en un ejercicio del más pedestre pragmatismo.
MIRADA RETROSPECTIVA
Transcurrido tantos años de ese relevante acontecimiento ejecutado por un grupo de musulmanes militantes hay circunstancias interesantes para analizar. En primer lugar, por qué ocurrieron impunemente los atentados si previamente las agencias de inteligencias habían detectado como suspicaz la realización de cursos de vuelo por parte de árabes sauditas y el gobierno federal los subestimó porque eran aliados de los americanos.
Segundo, quién se beneficiaba, en todos los órdenes, por estos actos oprobiosos. La respuesta es directamente el presidente Bush, su familia y las compañías de petróleo y gas y los fabricantes de armas, debido a la oportunidad de producir más oro negro, las intervenciones militares en Afganistán e Irak y el encabezamiento de una nueva coalición dentro de la multipolaridad existente.
Tercero, se legitimaba un gobierno con precariedad institucional luego de una dudosa victoria electoral y de paso, se revivía un sentimiento alrededor de la patria y la tesis del destino manifiesto. Adicionalmente los prejuicios antiárabes y antiislámicos se acrecentaron, identificándolos como terroristas a todos los de ese origen.
Cuarto, el rol de los Estados Unidos se elevaba porque rescataba su imagen, muy alicaída desde los tiempos de Vietnam y del desastre significado por el rescate de los rehenes en Teherán.
Podemos concluir en la conveniencia de haber sucedido la destrucción de esa edificación neoyorkina desde el ángulo de la élite gobernante en los Estados Unidos por su palmaria permisión.
ESTADO ACTUAL DE LA BASE (AL QAEDA)
La vanguardia islámica de aquel momento indudablemente que era la organización encabezada por Osama Bin Laden. Era una estructura descentralizada, un verdadero rizoma donde se proponían ideas pero la ejecución y adecuación la ejercían los grupos afectos sin tener necesariamente contacto tangible. Así lo demostraron los múltiples atentados en Madrid, Londres, Argelia, Indonesia, Yemen, Jordania, Filipinas y muchos otros lugares objetivos de las detonaciones del integrismo islámico.
Además, encontró sucursales en diferentes áreas: en el Magreb africano gracias a los yihadistas experimentados en Afganistán; en Irak el grupo de Al Zarqaui; en Yemen reunidos para toda la península arábiga; en Filipinas una parte del Frente Moro de Liberación; los restos fundamentalistas de los tribunales islámicos de Somalia reunidos en Al Shabab y en múltiples sitios comenzaron a funcionar equipos siguiendo las ideas propuestas por Bin Laden.
La presión occidental por parte de la inteligencia y los militares americanos y europeos, que incluyó la liquidación de altos cuadros de esta estructura del terror llegando hasta su máximo líder, Osama Bin Laden, ha golpeado considerablemente su operatividad y hoy se encuentra bastante desarticulados. No obstante, está activa en Yemen donde tomaron en meses recientes la ciudad de Al Mukalla la capital de la provincia de Hadramaut, la más extensa de esa nación; el Frente Al Nusra, funcionando en Siria; así como en Argelia, Mal, Somaliai y Libia.
Empero, su decadencia se ha desencadenado también por el éxito del ISIS en Irak y Siria por diversas consideraciones más adelante a explicar. Influye también que Ayman Zawahiri como reemplazo del saudita no reúne las condiciones carismáticas de su predecesor.
EL ESTADO ISLÁMICO
Conocido además por sus siglas en inglés, ISIS, o su denominación en árabe, Daesh, ha sido una entidad formada por la coyuntura existente en la zona ubicada entre Siria e Irak. La primera, inmersa en una espantosa guerra intestina y el segundo, en un proceso de fragmentación luego del fracaso de la administración chií de Al Maliki.
Prístinos miembros de Al Qaeda, rompen con ella debido a enfoques opuestos sobre fines y métodos. Mientras que la base busca la confrontación con un enemigo lejano, Estados Unidos, los otros lo encuentran en las ramas chií, Bashar Al Asad y los kurdos. Igualmente los primeros son fundamentalista y menos mediáticos, en la rivera opuesta piensan en la yihad pero empleando la tecnología para difundir el miedo. Bin Laden formó una entidad globalizada con autonomía de sus filiales mientras que el Estado Islámico cree en la instauración de un califato, esto es, la formación de un Estado con sus condiciones existenciales: territorio, población y poder.
El califa Bagdadí ha alcanzado a alianzas tribales y fomentado los trabajos comunitarios para dotar de infraestructura y servicios a las localidades. Es un camino para elaborar un Estado contraviniendo los esquemas de la Base. Concomitante, emplean los medios electrónicos para intimidar mediante la publicitación de espectáculos de decapitaciones, persecuciones, torturas y demás herramientas coactivas.
EL TERRORISMO HOY
Si queremos hacer un balance luego del tiempo transcurrido desde los episodios del 11 de septiembre de 2001, podemos concluir:
1. El terrorismo está más vigente que nunca. La península arábiga es presa de los fundamentalistas. Irán ha intervenido en Irak junto a su aliado el Hizbolah libanés, para apoyar a los chiitas en su confrontación de desgaste y posiciones con el Estado Islámico También hace acto de presencia en Yemen apoyando a los hutíes en su combate con los sauditas.
2. Arabia Saudita, al igual que las monarquías del golfo pérsico, financia al Estado Islámico y demás movimientos sunitas integristas. Eso lo sabe occidente pero El Riad significa el lugar de mayor importación petrolera para los Estados Unidos. Adicionalmente ha penetrado en Yemen encabezando una coalición de países para detener a los chiitas.
3. El régimen sirio cada vez está más cerca de perder la guerra. Superado el enfrentamiento con el Ejército Libre de Siria, apoyado por Europa y Estados Unidos, consecuencia de la negociación con Rusia para que Bashar Al Asad entregara la armas químicas, surgen tres fuerzas arrolladoras en ese espacio geográfico: el Estado Islámico, el frente Al Nusra, representante de Al Qaeda; y los kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán al norte.
4. Al Qaeda sigue activando en Siria, Yemen y Afganistán. Tiene afiliados como el sanguinario Al Shabat en Somalia, en Mali, Argelia, Filipinas, Libia, Egipto y en las comunidades musulmanas de Europa y Estados Unidos.
5. El ISIS se ha establecido en un área de más de 80 mil kilómetros cuadrados entre Siria e Irak y constituido un califato con Al Bahdadí a la cabeza. Tiene también representación en Libia, el Boko Haram en Nigeria, en Yemen, Arabia Saudita y en los islámicos de Europa.
6. Las perspectivas del Estado Islámico no son claras pero hasta ahora configuran una indubitable realidad.
7. Podemos concluir que a tanto tiempo del 11 de septiembre el terrorismo se ha incrementado con nuevas modalidades y representaciones.
8. Sin embargo, el drama de los refugiados, desplazados y perseguidos es impresionante y luego de la espantosa foto del niño ahogado no podemos menos que lamentar no haber enseñanzas del acto terrorista de marras sino por el contrario, se han elevado los niveles del terror, la intimidación y la transgresión a los derechos humanos.
COLOFÓN
Finalmente, pude regresar a Venezuela dos semanas después de este aciago hecho y en primera clase producto de una reclamación constante a la línea aérea, a pesar de que la familia Bin Laden, como lo denunció Michael Moore, fue evacuada de los Estados Unidos en aviones oficiales del gobierno federal en los días inmediatos sin ningún óbice.
Definitivamente fue una fecha funesta porque se conmemoraba un aniversario más de la defenestración de Salvador Allende ocurrida el mismo día en 1973 pero hay que recordar que el 11 de septiembre de 2011 se firmó la Carta Democrática de la O.E.A. cuya aplicación ha sido poco menos que nula porque no ha trascendido más allá de la legitimidad de origen y no de desempeño de los gobiernos del hemisferio.
HUMBERTO DECARLI
hachedester@gmail.com
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