Con la tecnología de Blogger.

domingo, 20 de septiembre de 2015

La Autogestión según Abraham Guillén


Daniel

Resulta paradójico que en una época de desencanto a consecuencia del hundimiento del “socialismo real” y del “fin de las utopías”, el advenimiento de un individualismo condicionado por el miedo social y la sed de consumir (y con ambas cosas reproduciéndose), la renuncia a superar la organización estatal de la sociedad y capitalista de la producción… los debates sobre la autogestión se limitan –al menos en Francia- a trabajos sociológicos e históricos, confinando esta práctica social a la categoría de objeto de estudio. Paradójico porque la autogestión ha supuesto desde siempre un conjunto de respuestas contemporáneas y de experimentaciones sociales que siguen siendo un antídoto a la desesperación que nos ofrecen estos tiempos opresivos. Esta conclusión es aún más sorprendente cuando afecta a los partidarios de la autogestión generalizada, que son los libertarios, y que pusieron en marcha las colectivizaciones de la España republicana. Para ellos esta aspiración es una reivindicación histórica y una práctica actual.

Surge así la cuestión del ineludible esfuerzo por reactualizar la idea autogestionaria anarquista y sus necesarios debates. Sin duda, este renacer pasa por una primera reapropiación: la del trabajo realizado no hace tanto tiempo y que no ha contado con un eco significativo. Entre quienes han intentado profundizar en la autogestión libertaria y no han contado con nuestro suficiente reconocimiento –más que conociendo su nombre o sus ideas fuerza- hay que señalar al español Abraham Guillén.

La lectura de Economía Autogestionaria, una de sus obras consagrada a la economía –ha escrito unas cincuenta sobre temas muy diversos- es una forma de conocer sus concepciones de la autogestión. Sin perder nunca de vista su sentido político (“Así pues, sin autogestión no hay emancipación del pueblo por el pueblo mismo. Éste es un axioma político.”) hizo el esfuerzo de pensar la construcción libertaria y sus consecuencias, e incluso su enfrentamiento con el mercado capitalista, aunque sea siguiendo a veces caminos poco frecuentes para un anarquista. La última obra de este autor, que falleció en 1993, fue publicada en 1990 [por la Fundación Anselmo Lorenzo, de Madrid]  y puede ser una primera divulgación de sus tesis, bastante desconocidas más allá del mundo hispanohablante.

Práctico y pluralista

En este voluminoso trabajo, Abraham Guillén desmenuza con cuidado los mecanismos y las teorías económicas de su tiempo para mostrar sus mentiras desde el punto de vista de la justicia social y la igualdad. Sus observaciones no dejan nunca de señalar con el dedo a la economía capitalista pero también a la economía de Estado, enfrentando cada tipo de organización con sus propios límites o contradicciones, puesto que éstos se apoyan siempre en las injusticias y la aparición, según las distintas áreas económicas, de una clase capitalista o tecnoburocrática que se apropia de las plusvalías generadas por el mundo trabajador. Para liberarse de estos poderes y de la alienación de los productores por la mercancía (dinero, objeto), hay que asociar con pragmatismo el pensamiento crítico con “la praxis” autogestionaria: “En la “praxis” se revela la realidad económica, el reparto desigual de la riqueza según los grupos privilegiados, la división del trabajo entre dirigentes y dirigidos, la servidumbre del obrero en su trabajo enajenado al capital privado o de Estado.” (pp. 340-341). Pero no es cuestión de someterse a teorías económicas rígidas: “Hay que conocer las leyes objetivas de la ciencia económica sin divinizarlas, sin alienarse en ellas, y tomarlas como conceptos puros del entendimiento humano para justificar regímenes económicos anacrónicos […].” (p. 152).

Con esta perspectiva abierta, afirma la necesidad de que la organización económica libertaria sea plural, como un medio y como un fin: “Debe haber plena libertad de ensayo económico (empresas mixtas, municipales, cooperativas, mutuales y autogestionarias) sin estalinismo, monopolios ni elitismo.” (p. 201). Como origen de desigualdades, Abraham Guillén insiste en la división del trabajo entre trabajadores manuales e intelectuales. El socialismo autogestionario libertario debe remediarlo radicalmente: “La participación creciente de los trabajadores en la gestión de sus empresas, siendo todos capaces de hacer todo, es la condición esencial del socialismo autogestionario. Sólo así todos participarían por igual en la gestión y la distribución del excedente económico, producto de un trabajo común y en igualdad de condiciones para todos […].” (p. 395). En este sentido, la empresa autogestionada debe ser un lugar de formación permanente para, asociada a la gestión colectiva de los instrumentos de trabajo, permitir un acceso igual a los saberes con el fin de abolir la diferencia entre trabajadores manuales e intelectuales e impedir la reproducción de una nueva clase gestora que se apropie en el futuro del fruto del trabajo de los demás. Y advertía: “Si el socialismo autogestionario no fuera capaz de superar la vieja división del trabajo entre ejecución de la producción y dirección de la misma, no sería entonces posible la emancipación de los trabajadores […].” (p. 395).

La trayectoria de este teórico de la autogestión le llevó a conocer, siendo muy joven, las colectivizaciones españolas, y más tarde el sector cooperativista de Perú, al tiempo que trabajaba como experto para Naciones Unidas. Sus estudios unidos a sus experiencias personales han alimentado su reflexión. Sin duda, esto le ayudó a capitaconcebir modos originales de organización autogestionaria. Por otra parte, a diferencia de los anarcosindicalistas, para quienes la organización sindical es la columna vertebral de la organización social o económica autogestionaria, hay que señalar que Guillén no atribuye ningún papel preponderante a los sindicatos.

Parte de la idea de que la autogestión generalizada es también una investigación en la acción: “En los primeros tiempos de un nuevo régimen de democracia libertaria, de economía autogestionaria, habrá que tener muy en cuenta la prueba y el error, la experiencia histórica, para no ideologizar el saber, para no caer en dogmas más cerca de la metafísica que de la realidad cotidiana. En este orden de ideas experimentales, de verificación de programas y de resultados de planes, los autogestores tendrán que ser muy autocríticos, pensando que lo que ayer era positivo mañana puede ser negativo, ya que habría cambios cuantitativos, hacia delante o hacia atrás, lo cual determinaría cambios cualitativos.” (p. 285).

La organización social y local Guillén describe una organización social bastante completa e incluso presenta algunas perspectivas: “En su calidad de autogestores, los trabajadores liberados de la dictadura del capital privado o de Estado, deben participar en la gestión de sus empresas y en el reparto del excedente económico obtenido en ellas por su trabajo asociado; participar en la toma de decisiones de la actividad económica de las empresas autogestionadas; definir la política económica de la empresa de propiedad social, a fin de que sea asegurado su continuo progreso económico, tecnológico, cultural, social, educativo e informativo; dirigirse los autogestores a los órganos del autogobierno empresarial con justas peticiones a las cuales éstos están obligados a responder practicando la democracia directa sin trámites burocráticos” (p. 390). “Los trabajadoresb de la empresa de propiedad social autogestionada deben tener acceso a sus decisiones fundamentales: cálculo de los gastos de producción; precios; plan de cuentas; informes periódicos; convenios y contratos de todo tipo; decidir sobre la elección de candidatos al consejo autogestor; votar el reglamento de derechos y deberes de los trabajadores; informarse sobre gastos y recursos; concertar créditos; vincularse con otras empresas y organismos; considerar el saldo de resultados económicos mensual, trimestral y anualmente; apercibirse de los planes económicos a corto, mediano y largo plazo.” (p. 391). El consejo obrero de la empresa autogestionada es “el Autopoder supremo de la empresa”, elegido democráticamente. Sus miembros son revocables y se eligen por dos años, no pudiéndoseles renovar hasta después de otros dos años más (p. 391).

“El consejo autocrático de la sociedad anónima capitalista será sustituido por un Consejo Obrero Autogestor de Empresa; y la asamblea de accionistas, por la asamblea de productores directos, eligiendo, por voto directo y secreto, a sus consejeros autogestores rotatorios y renovables.” (p. 317).

Aunque no se pronuncia sobre la cuestión del autogobierno municipal, Guillén defiende concepciones interesantes respecto de un tema actual, la “relocalización”: “Si los agricultores estuvieran agrupados en combinados agro-industriales autogestionados, incluyendo en su sistema la producción de elementos primarios, su transformación en productos industrializados y su distribución en el mercado, asociando así el capital agrícola, el industrial y el mercantil, sin falsos intermediarios, la producción llegaría al mercado con la menor diferencia posible entre el costo de producción y el precio de venta, para beneficiar, con precios baratos, a toda la sociedad, como hicieron en su mercado socialista libertario las colectividades anarquistas españolas durante la revolución de 1936-1939.” (p. 235). Adquieren valor los recursos locales:

“Por ejemplo, en comunidades autogestionarias locales, integradas comarcalmente, de acuerdo con el entorno económico, ecológico y demográfico, se pueden crear complejos autogestionarios constituidos por la integración de la agricultura, la industria agro-alimentaria y de transformación de materias primas (agrícolas, animales, forestales, pesqueras), utilizando para ello fuentes de energía locales: biomasa, carbón mineral, vegetal o turba, energía solar, eólica, metano y alcohol de la biomasa, a fin de tener una empresa autosuficiente o, por lo menos, no tan dependiente de sus materias primas y fuentes de energía como la mercantilizada empresa capitalista, dependiente de la mercancía.” (p. 121).

Autogestión y mercado

Para este enemigo del fetichismo materialista mercantil, deben darse las leyes de cooperación entre colectividades al mismo tiempo que se establece un sistema de valores de cambio. Se trataría del valor trabajo y del valor de uso, por oposición al valor comercial que integra la plusvalía capitalista: “En el socialismo autogestionario (con democracia directa en los escalones de la comuna, el auto-gobierno regional y el co-gobierno federal) ningún grupo autogestor de trabajo cambiaría el trabajo de un año por el de seis meses, sino un valor de uso por otro valor de uso del mismo valor-trabajo, de modo que el cambio no produzca injusticia distributiva, creando así clases parasitarias, burocracias y Estado caro y malo. […] En cualquier producto del trabajo humano –independientemente del modo de producción histórico- hay un valor de cambio y un valor de uso, pero una sociedad autogestionaria se identifica con el valor de uso, desbordando el valor de cambio. Pues, para que cada uno aporte según su capacidad y reciba según su necesidad, fórmula de la distribución comunista, debe haber al menos cierta abundancia de bienes y servicios, una moral de consumo y un reparto equitativo, independientemente de las capacidades y las cualidades del trabajo individual para que haya igualdad económica entre los hombres, sin la cual no hay libertad.” (p. 123).

La riqueza producida deberá ser superior a las necesidades de las empresas, creando así un capital social gestionado colectivamente con el fin de aumentar la productividad y liberando al trabajador de sus tareas, pero también permitiendo la investigación y el desarrollo, la educación, el ocio, la cultura, etc. El objetivo es, en definitiva, provocar un “decrecimiento de los precios” –gracias a un valor de cambio estable y no especulativo-, un “decrecimiento del tiempo de trabajo” –por la mejora técnica del rendimiento financiada por el aumento del “capital social”- El autor anticapitalista evoca el mercado: “Con socialismo de autogestión, la planificación nacional es programática, indicativa, pues deja las decisiones básicas a las empresas autogestoras que saben lo que necesita el mercado socialista, en cantidad y calidad, en precios competitivos […]. El socialismo libertario no tiene necesidad de planificación centralizada, sino de un socialismo de mercado, de la competencia entre grupos colectivos de trabajo, de la democracia directa en las empresas por medio de los consejos autogestores.” (p. 135). Este concepto del mercado se usa aquí sin ambigüedades en cuanto a las intenciones: “[…] el único sistema socio-económico que puede hacer cumplir la ley del valor-trabajo en los intercambios, dentro de un mercado socialista (libre de mercachifles, de agiotistas monetarios y bursátiles, de capitalistas que consumen mucho y producen poco), es la economía autogestionaria (en las empresas, explotaciones agro-industriales, servicios, talleres y fábricas) y la democracia directa (en la política).” (p. 201).

Las estrategias

Y A. Guillén cambia el paso; considera y argumenta a favor de ¡una competencia entre la economía autogestionaria y las economías capitalistas o de Estado! Y desarrolla su idea: “Una economía autogestionaria debe ser competitiva, desafiante e imbatible en el mercado mundial; pero no sólo porque sus protagonistas auto-organizados hagan sacrificios económicos en el sentido de consumir poco e invertir mucho, sino más bien por ponerse a trabajar todos útilmente; reducir la burocracia al mínimo; elevar la fuerza de trabajo productivo al máximo; abolir las clases parasitarias e invertir inmediatamente sus rentas, que eran improductivas, en inversiones productivas; y no olvidar que la investigación científica y la educación generalizada son grandes fuerzas productivas para el desarrollo de la sociedad libertaria.” (p. 261). Rechaza la idea de que la revolución será simultáneamente en todo el mundo, pero muestra también que si este modelo de desarrollo no convence, tampoco habrá otras regiones del mundo que se unan a esta idea de abolir el capitalismo: “En consecuencia, si el crecimiento económico y el progreso tecnológico y cultural no son mayores con una economía autogestionaria que con una economía burguesa o burocrática, se estará en el reino de las ideologías, pero no de las realidades económicas. Pero si todo un pueblo autogestionario trabaja, investiga, consume prudentemente e invierte mucho para progresar más, si desaburguesa y desburocratiza la economía, competirá con ventaja en el mercado mundial y, a mediano plazo, se colocará a la vanguardia del progreso internacional, encarnando así el protagonismo de la historia universal.” (p. 261). Y el economista libertario no quiere mentir; afirma que el desarrollo autogestionado sería cuestionado en su vocación misma si no permitiera el acceso a un modo de vida envidiable en comparación con otras economías de mercado: “Queramos o no hay que ser desarrollistas en el buen sentido; pero no aumentar la producción por la producción misma; […] pues la humanidad no quiere perder fuerzas productivas, nivel de vida y bienestar adquiridos, cambiando de régimen.” (p. 394).

Mientras, se plantean las cuestiones estratégicas con el fin de alcanzar una economía autogestionaria. El autor afirma la complementariedad entre el pensamiento y la acción: “Así pues, necesitamos una contracultura que saque al pueblo de su pasividad animal (doméstica) de consumo; unir el pensamiento y la acción para interpretar y transformar el mundo al mismo tiempo; pues el pensamiento por sí [mismo] nunca produce ningún cambio. Por eso, en ciertos momentos históricos, mejor que decir es hacer, uniendo el pensamiento y el acto en una “praxis” coherente; pues sólo así podrán los trabajadores transformar el capitalismo en socialismo libertario.” (p. 134). Paralelamente preconiza la constitución de “comités”, liberados del control de las élites de los partidos o sindicatos institucionalizados: “La estrategia básica consiste en romper el equilibrio del sistema institucionalizado, tanto por las burguesías como por las burocracias, a fin de provocar la ruptura violenta, la lucha de clases conducente a la Revolución.” (p. 340). Y en esas estamos hoy día.

Si bien no escapa a ciertas imperfecciones líricas, cientificistas o economicistas que conviene tomar con precaución, Abraham Guillén nos ha legado, sobre todo, una serie de pensamientos y tomas de posición dignas de interés y capaces de enriquecer nuestras propias reflexiones sobre el camino hacia la autogestión libertaria. Hay que lamentar que este pensador de la autogestión sea tan poco conocido, y con él, su obra.

[Tomado del Boletín Buenaventura # 50, Islas Canarias, mayo 2015. Número completo accesible en http://conscienciayrabia.blogspot.com.es/p/en-contruccion.html.]


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.

Ser gobernado es...

Charla: El Anarquismo en América Latina

Seguidores

Etiquetas

@kRata (comic) `Sabino Romero 10deLuluncoto 18 años El Libertario 1º de Mayo 27 de febrero 4 de febrero Aana Wainjirawa abajo los muros de las prisiones Abdicación del rey de España abolicionismo Aborto abstencion Abstención abstención electoral abuso militar en Venezuela abuso policial abuso sexual niños Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat acampada Acampadas acción directa anarquista Acción Directa Autogestiva Accion directa no violenta Acción Ecológica Acción Libertaria actividades activismo actualidad del anarquismo Acuerdo Venezuela China adecos chavistas agresiones en Venezuela agresiones a sindicalistas en Venezuela agroecología Agustín García Calvo Alan Furth Alan Moore Albert Camus Alberto Acosta Alcedo Mora Alejandro Álvarez Alentuy Alexander Luzardo Alfonso "el Set@" Alfredo Bonanno Alfredo Vallota Alí Moshiri Alí Primera Alí Rodríguez Araque alternativa Alternativa Antimilitarista Alto costo de la vida Alvaro García Linera Amador Fernández-Savater América Latina Américo Alejandro Balbuena Aministía Internacional Amnistía Internacional Amnistía Internacional Venezuela Amor amor libre Amor y Rabia análisis análisis anarquista sobre Venezuela análisis asamblea nacional análisis conflicto con Colombia análisis de izquierda Venezuela análisis de la revolución bolivariana análisis económico análisis reformas en Cuba análisis sobre Venezuela anarchico anarchism anarchism kurdistan anarchism venezuela anarcofeminismo anarcopunk venezuela anarquismo a la venezolana anarquismo básico anarquismo caracas Anarquismo en América Latina anarquismo en Argentina anarquismo en barquisimeto anarquismo en Francia Anarquismo en México anarquismo en Perú anarquismo en rusia anarquismo en Uruguay Anarquismo en Venezuela Anarquismo es movimiento anarquismo hoy anarquismo ilegalista Anarquismo social anarquismo suiza anarquismo venezuela anarquismo vs. Estado anarquismo y cárceles anarquismo y comunicación anarquismo y derecho anarquismo y ecología anarquismo y educación anarquismo y literatura anarquismo y luchas sociales anarquismo y marxismo anarquismo y nacionalismo anarquismo y planificación urbana Anarquismo y política Anarquismo y Postestructuralismo anarquismo y religión anarquismo y violencia anarquismo zulia anarquistas anarquistas caracas Anarquistas contra el muro anarquistas de Alemania anarquistas de Brasil anarquistas de Chile anarquistas de Cuba anarquistas de México Anarquistas de Temuco anarquistas de Turquía anarquistas en Bolivia anarquistas en Colombia anarquistas en Costa Rica anarquistas en Cuba anarquistas en El Salvador anarquistas en Paraguay anarquistas en Venezuela anarquistas presos anarquistas solidarios con los yukpa anarquistas ucv anarquistas y prisiones Andreas Speck Ángel Cappelletti anonymous venezuela antiimperialismo antimilitarismo antimilitarismo anarquista Antonio Ledezma Antonio Pasquali Antonio Serrano antropología Antulio Rosales Anzoátegui apagones apoyo a El Libertario apoyo internacional al chavismo apoyo internacional al madurismo APPO Archivo Histórico del Anarquismo en Venezuela armamentismo Armando Chaguaceda Armando Guerra Armando Investiga Armando la Resistencia arte callejero arte y anarquismo artistas asesinato de estudiantes asesinatos de manifestantes Asier Guridi Asilo y refugio ataques contra defensores de derechos humanos ataques contra defensores de derechos humanos en Venezuela ataques contra el movimiento anarquista ataques contra el movimiento popular en Venezuela ataques libertad de expresión autodefensa autogestion autogestión Autonomía autonomía de los movimientos sociales autonomía universitaria autoritarismo burocratico en Cuba Barquisimeto Bernhard Heidbreder biblioteca anarquista bicentenario bakunin bicicletas biciescuela urbana bienes comunes brutalidad policial Buenaventura Durruti Buenos Aires calentamiento global Cambiar el mundo sin tomar el poder Cambio Climático cambio social Campaña contra la Criminalización del Anarquismo capitalismo y medio ambiente caracas Carlos Crespo Carlos Crespo Flores Carmen García Guadilla Casa de la Mujer "Juana la Avanzadora" de Maracay Casa de la Mujer Juana la Avanzadora de Maracay Centro de Derechos Humanos UCAB chavismo y religiosidad popular chile ciberactivismo ciclismo urbano ciclo guerrilla urbana ciencia y tecnología en Venezuela Civetchi CNT Coalicion Anarquista y Libertaria de Porto Alegre Coalición Venezolana de Organizaciones LGBTI Colombia comercio de armas comic comics comida vegetariana Comitê Popular da Copa 2014 Comites de Defensa de la Revolución compra de armas concretera caracas concretera de chuao Concretera la carlota conflicto universitario conflicto yukpa consecuencias ambientales explotación petrolera en Venezuela contaminación ambiental contaminación PDVSA Cooperativismo cooptación de movimientos sociales cooptación medios alternativos Venezuela CORPOELEC Correo A coyuntura mexicana 2012 coyuntura venezolana 2010 coyuntura venezolana 2012 coyuntura venezolana 2013 coyuntura venezolana 2014 coyuntura venezolana 2015 coyuntura venezolana 2016 criminalización de la protesta en Colombia criminalización de la protesta en Venezuela Criminalización de los pueblos indígenas crisis agropecuaria en Venezuela crisis económica en Venezuela crisis economica venezuela crítica anarquista al marxismo crítica de izquierda al chavismo críticas de izquierda al madurismo críticas revolucionarias a Rafael Ramírez Cuba Libertaria Cuba Libertaria 22 Daniel Ortega Daniel Pinos deforestación delimitación de tierras indígenas demarcación de territorios indígenas demarcación de tierras en Venezuela deporte y anarquia deporte y capitalismo derecho a la manifestación derecho a la protesta desabastecimiento desaparecidos en Argentina desaparecidos en México desaparecidos en Venezuela desarrollo científico-tecnológico desencanto en el chavismo despidos injustificados detenciones difusión anarquista Douglas Bravo ecologismo ecologismo en Venezuela economía educación en Venezuela Ejército Venezolano Eliseo Reclus Emma Goldman endeudamiento Enfermedad Hugo Chávez equidad de género en Venezuela Erick Benítez Escritos de Domingo Alberto Rangel Espacio Público Estado y corrupción en Venezuela Estado y economía en Venezuela Esteban Emilio Mosonyi ética y práctica médica Europa Eva Golinger Evo Morales extractivismo EZLN falso socialismo Fanzine Exilio Interior FARC fascismo Federación Anarquista Centroamericana y Caribeña Federación Anarquista Centroamericana y del Caribe Federación Anarquista de México Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) Felipe Pérez Martí Feria del libro anarquista Feria del Libro Independiente y Autogestionario Ferrominera Ferrominera Orinoco FIFA Filosofía Filosofía en la Ciudad Francisco Flaco Prada Frente Clasista Argimiro Gabaldón futbol brasil Gadafi Galsic Género Genocidio GLBIT Global Voices globalizacion en Venezuela golpe de Estado en Venezuela Grupo de Estudio y Trabajo Jesús Alberto Márquez Finol Guardia Nacional Bolivariana Guardianas de Chávez Gustavo Godoy Gustavo Rodríguez hacktivismo Heinz Dieterich Henrique Capriles hiperinflación Historia de Venezuela historia del anarquismo homicidios Homofobia Humano Derecho Humberto Decarli Humberto Márquez Humor ilustraciones imágen El Libertario indigenas ecuador indígenas en Argentina indígenas en Bolivia indígenas en Brasil indígenas en México indígenas en Perú indigenas en venezuela indígenas en Venezuela indígenas presos en Venezuela Indígenas Venezuela indìgenas y revolución bolivariana individualismo y anarquismo industria forestal en Chile industria petrolera inflación en Venezuela informática libertaria Informe situación indígenas en Venezuela Inseguridad Ciudadana en Venezuela Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela Irak Iris Varela Isbel Díaz Torres Israel izquierda antiautoritaria en Cuba izquierda antichavista izquierda en Venezuela James C. Scott Javier Gárate John Holloway Jorell Meléndez Jorge Videla jornadas de diversidad sexual Jornadas Magonistas Jose Manuel Delmoral Jose María Korta José María Korta José Quintero Weir José Rafael López Padrino Juan Carlos La Rosa la Justicia y los Derechos Humanos Laura Vicente LEEME CARACAS legado del chavismo Lexys Rendón Ley Antiterrorista Liber Forti Líber Forti liberacion animal liberación animal liberación humana libertad a los presos anarquistas libertad Bernhard Heidbreder libertad de expresión libertad de expresión en Venezuela libertad para detenidos en Lulea los Salarios y los Sindicatos lucha indígena en Colombia lucha indígena en Venezuela lucha revolucionaria lucha socio-ambiental luchas ambientales Venezuela luchas de los pueblos indígenas luchas de los trabajadores luchas de los trabajadores Venezuela luchas de mujeres luchas estudiantiles luchas indígenas en Venezuela luchas obreras luchas populares en Venezuela luciano pitronello Luis Carlos Díaz Luis Fuenmayor Toro Luis Rafael Escobar Ugas Luis Reyes Reyes Madres de Plaza de Mayo Madrid madurismo maestros manifestaciones manifestaciones en Venezuela manipulación mediática manipulación religiosa Manuales Manuel Castells Marc Saint-Upéry Marcela Masperó Marea Socialista María Esperanza Hermida Mario Antonio López mario gonzalez masa crítica Masacre de Cantaura Masacre de El Amparo Masacre de Haximú Masacre de Loma de León Masacre de Monte Oscuro masacre de San Vicente Masacre de Uribana medio ambiente medios comunitarios y alternativos de Venezuela medios de transporte alternativos megaminería Mercosur Mérida Mijaíl Martínez minería mineria en Venezuela minería en Venezuela Misiones Sociales MOC movilizacion en la planta muerte de neonatos en Venezuela mujeres anarquistas Mujeres Libres Mundial de Fútbol 2014 narcotráfico neoliberalismo Nicaragua nicolas maduro Nicolás Maduro Niñas y Adolescentes no a la concretera no a la extradicion de Bernhard Heidbreder no a las corridas de toros Nu-Sol objeción de conciencia Observatorio Venezolano de Conflictividad Social Occupy Wall Street Octavio Alberola organizacion nelson garrido Organización Nelson Garrido Origen de las Fuerzas Armadas en Venezuela Orlando Chirino Pablo Hernández Parra Paquete económico paramilitarismo paro universitario Parque Verde La Carlota patriarcado patriotismo Pedro Pablo Peñaloza Pelao Carvallo pelea de almohadas periódico anarquista Periódico Apoyo Mutuo periodico Bandera Negra periódico CNT Periódico El Amanecer Periódico El Libertario periódicos petróleo venezolano Picnic urbano poder y política en Latinoamérica poder y política en Venezuela poesía libertaria polarización en Venezuela Policía Nacional Bolivariana policías corruptos en Venezuela práctica anarquista prensa anarquista preso anarquista presos anarquistas presos políticos en Venezuela prision venezuela prisiones en venezuela proceso bolivariano producción agrícola protesta creativa protesta pacífica protestas contra el Mundial 2014 protestas en venezuela proyecto de reforma de la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar pueblos originarios pugnas internas del chavismo Punk Latinoamericano punk veneziuela Quiteria Franco Rafael Ramírez Rafael Uzcátegui Raisa Urribarri Ramón Álvarez Ramón Carrizales Ramón Rodríguez Chacín Raúl Zibechi rebelion en venezuela recursos Red Latinoamericana Antimilitarista red Observatorio Crítico Red por los Derechos Humanos de Niños Red Protagónica Observatorio Crítico (OC) de la Revolución Cubana Regeneración Radio relaciones Cuba-EE.UU. relaciones de Venezuela con China relaciones de Venezuela con Colombia relaciones de Venezuela con Cuba relaciones de Venezuela con U$A relaciones entre la banca y chávez represión represión antianarquista represión en Colombia Represión en Cuba represion en Venezuela represión en Venezuela represión policial represion policial en Venezuela Repsol YPF resistencia indígena resistencia venezuela revista AL MARGEN revolución bolivariana Revolución ciudadana robert serra Roberto Yépez Rodolfo Montes de Oca Rodolfo Rico Roger Cordero Lara Rubén González Rubèn González Rusia Sacudón salario en venezuela salario mínimo en Venezuela San Cristóbal sanciones sancocho Santiago de Chile secuestro seguridad industrial semana pro presos anarquistas 2014 Servicio Militar Obligatorio sexismo sexualidad libre sicariato Sidor Sierra de Perijá Simón Rodríguez Porras sindicalismo situación agraria latinoamericana situación de la salud situación de los trabajadores en Venezuela situación del periodismo en Venezuela situación del sindicalismo en Argentina situación del sindicalismo en Venezuela situación político-social en Brasil situación político-social en la península ibérica situación político-social mexicana situación venezolana situation in Venezuela 2014 soberanía alimentaria en Venezuela Soberanía energética bolivariana Sociedad Homo et Natura Sociedad Homoetnatura Sofía Comuniello Sofía Esteves software libre solidaridad con Cuba Subcomandante Marcos Taller Libertario Alfredo López Tamoa Calzadilla Tarek William Saab tercerización en Venezuela terrorismo terrorismo cotidiano terrorismo de Estado en Colombia Testimonio represión Testimonios de la revolución cubana Todo por Hacer toma yukpa del TSJ Tomás Ibáñez torturas en Venezuela totalitarismo Trabajadores de la Chrysler trabajadores del Estado trabajadores en Argentina Transexuales Transfobia Transformando información en acción transición transnacionales chinas Transparencia Venezuela Transportes Camila Trasnacionales Tribunal Supremo de Justicia turquia Turquía tweets anarquistas Twitter UBV UCV ULA UNETE UNEY universidad central de venezuela Uribana Uruguay utopía Valles del Tuy Vaticano vegetarianismo Venevisión venezuela Venezuela bolivariana Venezuela protests in February 2014 Víctor Muñoz vidas anarquistas viento sin fronteras vigilia frente al TSJ violaciones a los derechos humanos violencia contra la mujer violencia contra niños Vivienda Vladimir Aguilar Williams Sanguino Wladimir Pérez Yaracuy Yendri Sánchez Zaida García Zapatistas Zara zona temporalmente autónoma Zulia