Paloma Monleón (periódico Rojo y Negro, Madrid)
La Clínica Comunitaria Metropolitana de Helliniko es una de las decenas de centros médicos que funcionan en Grecia de manera autogestionada para atender a pacientes que debido a los recortes han perdido toda cobertura sanitaria, situación en la que ya se encuentran más de tres millones de personas. Entrevistamos a Christos Sideris, voluntario del equipo de comunicación de la clínica.
- ¿En qué contexto nace el proyecto de la Clínica Social Metropolitana de Helliniko? ¿Cuáles son sus objetivos?
° La Clínica Comunitaria Metropolitana de Helliniko (MCCH) proporciona de forma gratuita atención médica y medicamentos a aquellas personas que carecen de seguro, se encuentran desempleadas o simplemente lo requieren, sin tener en cuenta quiénes son ni de dónde proceden. El objetivo de la MCCH es atender a la gente, aunque los voluntarios no pretenden (ni desean) reemplazar al sistema nacional de salud griego. Luchamos por un sistema de salud público que ofrezca servicios de calidad a todas las personas.
Fue el cardiólogo George Vichas quien en 2011 tuvo la idea de crear una Clínica Comunitaria gestionada por voluntarios. A principios de 2011, pocos meses antes de que se iniciaran las manifestaciones en la plaza Syntagma en la primavera del mismo año, reunió a un grupo de seis personas para empezar a pensar en el proyecto. A medida que las movilizaciones se extendían, el grupo creció y la idea de resistir de manera activa al desmantelamiento del sistema público de salud griego empezó a tomar forma. El Dr. Vichas y otros voluntarios se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Helliniko Argyroupoli, que decidió colaborar activamente en convertir la idea en realidad, cediendo un edificio y proporcionándole al grupo de personas voluntarias el equipamiento básico. Poco a poco, el pequeño grupo promotor fue creciendo.
La Clínica Comunitaria Metropolitana de Helliniko es una de las decenas de centros médicos que funcionan en Grecia de manera autogestionada para atender a pacientes que debido a los recortes han perdido toda cobertura sanitaria, situación en la que ya se encuentran más de tres millones de personas. Entrevistamos a Christos Sideris, voluntario del equipo de comunicación de la clínica.
- ¿En qué contexto nace el proyecto de la Clínica Social Metropolitana de Helliniko? ¿Cuáles son sus objetivos?
° La Clínica Comunitaria Metropolitana de Helliniko (MCCH) proporciona de forma gratuita atención médica y medicamentos a aquellas personas que carecen de seguro, se encuentran desempleadas o simplemente lo requieren, sin tener en cuenta quiénes son ni de dónde proceden. El objetivo de la MCCH es atender a la gente, aunque los voluntarios no pretenden (ni desean) reemplazar al sistema nacional de salud griego. Luchamos por un sistema de salud público que ofrezca servicios de calidad a todas las personas.
Fue el cardiólogo George Vichas quien en 2011 tuvo la idea de crear una Clínica Comunitaria gestionada por voluntarios. A principios de 2011, pocos meses antes de que se iniciaran las manifestaciones en la plaza Syntagma en la primavera del mismo año, reunió a un grupo de seis personas para empezar a pensar en el proyecto. A medida que las movilizaciones se extendían, el grupo creció y la idea de resistir de manera activa al desmantelamiento del sistema público de salud griego empezó a tomar forma. El Dr. Vichas y otros voluntarios se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Helliniko Argyroupoli, que decidió colaborar activamente en convertir la idea en realidad, cediendo un edificio y proporcionándole al grupo de personas voluntarias el equipamiento básico. Poco a poco, el pequeño grupo promotor fue creciendo.
- ¿Cuál es vuestro modelo de funcionamiento?
° En este momento, el número de voluntarias y voluntarios llega a 200 personas entre médicos, dentistas, farmacéuticos, terapeutas y personal administrativo. El número de pacientes es cada vez mayor y en ocasiones atendemos a más de cien personas diarias. Además, la MCCH proporciona atención psicológica a personas desempleadas y alimento y otras necesidades básicas para bebés, todo ello de manera gratuita. Todas las medicinas e instrumental proceden de donaciones de la ciudadanía que se solidariza con las personas necesitadas que sufren esta crisis que todas y todos estamos atravesando.
La MCCH se basa en tres principios fundamentales:
1) No aceptamos donaciones en efectivo.
2) No permitimos que ningún partido político se inmiscuya en el funcionamiento ni en las actividades
de la clínica.
3) No publicitamos a nadie ni permitimos que nadie se promocione gracias a las donaciones efectuadas.
Por lo tanto, y en relación con estos tres pilares:
— MCCH acepta únicamente donaciones en especie o en servicios.
— MCCH no permitirá a ningún partido político aprovecharse del trabajo de la clínica ni de sus más de 200 voluntarios y voluntarias.
— Todas y todos los donantes, ciudadanos, empresas y organizaciones que colaboren con la MCCH lo harán sabiendo que no podrán darle publicidad a su apoyo. Las únicas referencias en nuestras notas de prensa a individuos y organizaciones tienen que ver con la naturaleza pública de la operación o con el bien común. Nunca haremos referencia al enorme número de individuos, empresas e instituciones que han colaborado con su tiempo y recursos.
La clínica no recibe ninguna financiación (al margen de los suministros que son sufragados por el ayuntamiento de Helliniko). Las personas voluntarias y amigas de la clínica organizan un mercadillo anual que cubre parte de los gastos. Además, aceptamos medicamentos, material y trabajo voluntario, lo que garantiza nuestra autonomía e independencia. Valoramos la transparencia en todos los niveles. Todas las decisiones no médicas son tomadas colectivamente en la asamblea general de voluntarios y voluntarias.
- ¿Qué relaciones mantenéis con otros proyectos alternativos? ¿Y con las instituciones?
° Desde el verano de 2013 venimos trabajando en un comité coordinador de todas las clínicas y farmacias comunitarias del área de Atenas, con las que trabajamos de manera muy cercana. Estamos también colaborando con varias organizaciones solidarias de otros sectores, tales como bancos de alimentos, asesorías jurídicas gratuitas, colectivos que “reconectan” la electricidad en hogares sin recursos, etc.; participamos además en la mayoría de las manifestaciones contra los memorándums y la austeridad en general. En la actualidad, nuestros vínculos con las instituciones estatales se reducen a proporcionar a los hospitales públicos que se encuentran en situación de extrema necesidad, aquellos materiales y medicinas que no necesitamos. Al margen de esto, no tenemos ninguna relación oficial con las instituciones ni deseamos tenerla.
- ¿Mantenéis algún tipo de red para relacionar las clínicas alternativas?
Tal y como ya he comentado, en el área de Atenas trabajamos muy estrechamente. A nivel nacional la coordinación es mucho más laxa y se mantiene a través de Internet y de encuentros anuales en distintos lugares de Grecia. También colaboramos unas con otras cuando se requieren medicinas o equipamiento que una clínica necesita y otra tiene en exceso.
- En relación con el referéndum de julio ¿cuáles eran las opiniones mayoritarias entre las personas que trabajáis en la clínica? ¿Y después del mismo?
° Nuestra clínica decidió apoyar la campaña del “OXI”, en conformidad con nuestra lucha contra la austeridad desde diciembre de 2011. Nuestra posición no podría
ser otra ni ahora ni el futuro hasta que se supriman las políticas de austeridad.
- ¿De qué modo pervive en la sociedad griega el espíritu de lucha y dignidad que aglutinó el “No”?
° A decir verdad, la posición del gobierno griego tras el referéndum nos provocó un tremendo shock. No obstante, tanto desde nuestra clínica como desde otras
organizaciones solidarias, continuaremos luchando y trabajando. No existe otra alternativa para seguir resistiendo a las terribles medidas de austeridad que se nos imponen.
- ¿Cómo valoráis el acatamiento del último memorándum?
° Solo puedo describirlo como un chantaje total por parte de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional; chantaje al que el gobierno griego se ha sometido.
- ¿Creéis que salir del euro sería una solución positiva? O como dicen algunas voces, ¿sería el camino a una guerra civil?
° No quisiera hablar en nombre de la clínica a este respecto. Nosotros, el pueblo europeo, tenemos que pensar en qué es lo que queremos. ¿De qué Europa hablamos, de esa donde los mercados financieros y los bancos obtienen todo el dinero que quieren y que al mismo tiempo deja a millones de personas sin educación ni atención sanitaria?
- ¿Hasta qué punto la economía social y los proyectos autogestionados suponen una forma de vida y de organización posible?
° Uno de los aspectos positivos de las políticas de austeridad ha sido que hemos sabido construir proyectos que demuestran que la gente puede hacerse cargo de sí misma a través de la autogestión y el ejercicio de la solidaridad. En estos momentos, más de 800 organizaciones autogestionadas en toda Grecia proporcionan atención sanitaria, medicamentos, educación, asesoría legal, reconexión de agua y electricidad, bancos de alimentos, monedas alternativas, bancos de tiempo, etc. Se trata de una verdadera revolución que está teniendo lugar desde el año 2010. Todos estos proyectos muestran cómo la sociedad griega lucha de manera inteligente contra la austeridad y la globalización. Esta visión debe ser fortalecida y protegida de todas las maneras posibles.
- ¿Representan estos proyectos posibles modelos futuros para la sociedad griega?
° Desde luego. Estos proyectos representan cómo queremos construir nuestro futuro a través de la solidaridad, la dignidad y el compromiso con la vida humana y la democracia.
[Tomado del periódico Rojo y Negro # 293, Madrid, septiembre 2015. Edición completa accesible en http://rojoynegro.info/sites/default/files/rojoynegro293.pdf.]
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