[Nota de El Libertario: El autor de esta crónica en dos partes fue un seguidor
furibundo e insistente propagandista de la "revolución bolivariana"
hasta poco tiempo atrás (Ver la lista de sus 278 articulos en el portal
oficialista Aporrea en http://www.aporrea.org/autores/lanznelje). Las
razones de ese "salto de talanquera" parecen tener algo de relación con
este relato donde narra su experiencia de tres meses sumergido en lo que
Chávez pintaba a sus seguidores como "el Mar de la Felicidad".]
Nelson Jesús Lanz Fuentes
Nelson Jesús Lanz Fuentes
(I)
El
pasado 30/3/15 salí como acompañante de mi hijo el cual hace dos años
sufrió un accidente que le ocasionó severo daños en la tibia. Daños que
no pudieron resueltos en nuestra patria por la incapacidad de este
gobierno en solucionar la gravísima situación hospitalaria actual y a
pesar de que le lance un S.O.S a las autoridades correspondientes, no
logre que algunos de ellos respondiera a mi llamado a través de un
artículo publicado en Aporrea. Por lo tanto no me quedó mas remedio que
solicitar la ayuda a una alta funcionaria de buen corazón que no digo su
nombre porque estoy seguro que a ella le gustaría no lo hiciera y a la
cual desde aquí le envío de parte de mi hijo y del mio, nuestro profundo
agradecimiento por su valiosa ayuda. Ella, consiguió que nos incluyeran
en forma rápida en el convenio de salud Cuba-Venezuela.
Por lo
tanto fuimos enviados a Cuba el 30 de marzo a la Habana donde está el
Centro Internacional de salud llamado La Pradera. Sitio donde llegan
todos los venezolanos que son enviados a ahí, con diferentes problemas
de salud, casi todos ortopédicos como los llaman los cubanos. La Pradera
fue construido como un Resort hace unos quince años con fines
turísticos pero luego con el convenio de salud celebrado entre Chávez y
Fidel fue convertido en centro de llegada y posterior distribución a
otros hospitales según los requerimientos del paciente.
En este
centro cuando llegamos a mi hijo lo revisó un doctor que nos dijo que
había que operarlo en seguida debido a la grave situación de
osteomielitis e infección que presentaba la tibia de mi hijo. Por lo que
nos mando al hospital Frank País . En el mismo nos atendió otro doctor y
opinó lo mismo que el anterior o sea que había que operarlo de
inmediato. Por lo que ordenó su traslado a ese centro. Pero resulta que
pasaron treinta días y a mi hijo no lo habían operado. Solo le pusieron
un tratamiento que consistía en curarle la herida y combatirle la
infección con antibióticos. La excusa que nos daban los médicos
tratantes era que había que esperar que en el Frank País se desocupara
una de las cinco habitaciones séptica con que contaba dicho hospital
para los casos infecciosos.
En vista de esta situación hablé con
el primer doctor que ofreció operarlo de inmediato y le dije que me
explicara lo irregular de esta situación. Después que me la explicó se
comprometió a darle prioridad al caso de mi hijo y que para la próxima
semana mi hijo sería operado. Pero pasaron los siete días y la situación
continuaba. Por lo que me vi obligado a volver a hablar con dicho
doctor quien es el segundo jefe de servicio de ese hospital. Le pregunté
al mismo por qué no cumplió la promesa que nos hizo, y la respuesta que
me dio es que todavía no habían desocupado una cama de la sala séptica.
Entonces le volví a preguntar cuanto tiempo más tendríamos que esperar.
El doctor con mucha pena y vergüenza me te tuvo que decir la verdad y
esa no era otra, que mi hijo tenía que esperar entre tres y cinco meses
ya que a los otros extranjeros que acudían a ese hospital y que pagaban
en efectivo y en dolares había que darles preferencia. Repuesta que me
molestó porque nosotros aunque no pagabamos en efectivo, lo hacíamos con
petroleo y que la deuda que el gobierno de Cuba tiene con Venezuela era
mil millonaria en dolares, por lo tanto nosotros los venezolanos
deberíamos tener todas las preferencia del mundo en ese hospital.
Mi
reacción al parecer no le gustó al medico ni a la dirección de La
Pradera ya que al día siguiente nos dijeron que seríamos trasladados a
otro hospital de nombre Fructuoso Rodríguez ubicado en el Vedado, pleno
centro de la Habana.
El mes y medio que pasamos en el C.I.D.S (La
Pradera) y aunque no nos quejamos de la atención del personal médico,
de enfermeras y de camareras, fueron 45 días de encerrados en un bello
Resort en el cual podíamos movernos con libertad dentro de sus
instalaciones, pero solo podíamos salir del mismo los sábados después de
las 2PM hasta las seis y los Domingos desde las 9AM hasta las 6PM. De
lunes a viernes el encierro era total. Todos deambulábamos aburridos
esperando su turno de operación. Conocimos pacientes que con casos que
no ameritaba tanto tiempo de espera y sin embargo tenían entre seis y
doce meses en espera. Casos como pacientes con problema de próstata,
oídos, inclusive ortopédicos. Pero nada, primero era lo primero: los que
pagaban en efectivo y en dolares tenían prioridad. Los venezolanos que
esperen que para ellos aquí todo es gratis.
Hay que estar ahí
para conocer que todo lo que nos dice nuestro gobierno y el de Cuba es
mentira. Antes de partir de Caracas hacia Cuba, la gente del convenio
nos dice que no tenemos que preocuparnos de nada que no debemos de
preocuparnos de nada ya que para nosotros todo es gratis tal como nos
dicen los cubanos. Pero la verdad es otro queridos camaradas. Al
contrario ya que nos facturan desde una aspirina, una cura, una
inyección, la rehabilitación y ni hablar de la operación, por supuesto
no podía faltar la comida y la hospitalización. Todo, absolutamente todo
no los facturan y en dolares. A nuestra salida de La pradera tuvimos
que firmar facturas por la siguiente cantidad: mi hijo, 7.800 dolares y
yo 4.800 solamente en antibióticos, vitaminas y curas. Lo que indica que
la estadía de todos los que acudimos a Cuba el gobierno cubano se la
cobra bien caro a su principal aliado, nuestro alcahuete gobierno
venezolano.
En mi próximo artículo (si ustedes me lo permiten y
los amigos de Aporrea también) describiré nuestra estadía en el
Fructuoso Rodríguez y la verdad verdadera de la actual realidad cubana.
Toda las mentiras que nos dice El gobierno de Maduro sobre el gobierno
cubano y sobre el fabuloso sistema propagandístico que tienen los de los
Castro para seguir engañando al resto del mundo para que los sigan
manteniendo en el poder por encima de las necesidades del pueblo cubano.
Un pueblo que no merece vivir en las condiciones que viven por culpa de
un gobierno que no permite ningún tipo de libertades.
Cómo me enteré de todo esto, en la próxima entrega se los cuento.
(II)
La llegada de mi hijo y la mía al hospital Fructuoso Rodríguez (como lo dije en artículo anterior) fue una retaliación más que todo contra mi por haberme atrevido a reclamar (con todo el derecho que me otorga la enorme factura petrolera que el gobierno tiránico de los Castro le debe a Venezuela) la tardanza por la operación que mi hijo esperaba. Y digo retaliación por que al hospital donde nos enviaron (el Fructuoso) es uno de los centro de salud más viejos de Cuba y por lo tanto está en constante reparación por sus añejas estructuras las cuales se encuentran en muy mal estado.
Sin embargo, el director de este hospital y el personal completo hacen milagros para prestar medianamente un buen servicio con los pocos recursos que le envían del Ministerio de Salud Publica (MINSAP). En el mismo hay una sala (donde se hospedan los pacientes y su acompañantes a la que ellos llaman "Sala Turística" y en la misma hay siete habitaciones de las cuales cuando nosotros llegamos solo estaban en servicio cuatro de ellas.
A pesar de todo a los tres días a mi hijo lo operaron y comenzó un tratamiento que consistía en curación de la herida y sesiones en la cama hiperbárica lo que logró que la infección desapareciera y que la osteomielitis de la tibia disminuyera. Todo esto se lo pudieron haber hecho aquí en Venezuela si los miles y miles de millones de dolares que nos facturan los Castro por los "servicios" de salud prestados por sus médicos aquí y en Cuba los invirtieran para mejorar las condiciones de nuestros hospitales y de su personal, además de dotarlo de la mejor tecnología para que ningún venezolano tenga que ir a otro país (sobre todo a Cuba) cuando requiera ser atendido por motivos de salud. Pero no, nuestro gobierno prefiere seguir manteniendo al gobierno más despótico que en la actualidad hay en mundo, como lo es el de los Castro y de su costosa burocracia militar.
En el Fructuoso Rodríguez, existen las mismas reglas de La Pradera, (o sea solo se puede salir sábado medio día y los Domingos entre 9 y 6) esto según las reglas que rigen el convenio entre Cuba-Venezuela. Reglas que obligan al acompañante a estar prácticamente todo el día encerrado dentro de los límites de los hospitales. Y es por causa de esta regla que yo tuve varios desacuerdos tanto en la Pradera como en el Fructuoso con los médicos que atendían nuestro caso. En este último, con la jefa de la sala de "turismo" la que al principio siempre me recordaba la bendita regla, gracias a mi insistencia de que ella no podía mantenerme encerrado en este hospital como si fuera una cárcel, desistió de seguir discutiendo conmigo y me dejó tranquilo.
Fue entonces cuando comencé a salir todos los días aprovechando que el Fructuoso se encuentra ubicado en el "Vedado" en pleno centro de la Habana al final de la Avenida de los Presidentes, frente a un bello monumento en honor a Maceo. Como mi hijo casi no me necesitaba decidí constatar (aunque sea en La Habana) la autentica realidad de como viven los cubanos en su capital. Para hacerlo recorrí a pie casi toda la ciudad. Tanto La Habana vieja como Centro Habana, Siboney, Marianao, Playa, la famosa "Plaza de la Revolución" La Ciudad Deportiva, la zona donde se encuentran los hospitales, el Malecón por completo, Regla (donde se encuentra la virgen) Alamar, Guanabo y todas las zonas que están a ambos lados de los hospitales y por supuesto el Paseo El Prado donde se encuentra el Capitolio.
De todos estos sitios traje fotos, muchas fotos. También trajes periódicos como: Granma, Juventud Rebelde,Tribuna de la Habana,Trabajadores y uno humorístico titulado Palante. Todos bajo la tutela del Estado tal como están la prensa, la radio y la televisión de Cuba. Los traje con el fin de que aquí comprueben si en esos periódicos existe alguna diferencia con el Vea, el Correo del Orinoco o Ciudad Caracas [tres diarios oficialistas venezolanos], ya que yo no vi ninguna. Igualmente sucede con la televisión cubana. Cubavisión, Tele rebelde, y el Canal educativo, al mirarlo pareciera que estuviéramos viendo al VTV. No hay la más mínima diferencia entre ellos. Por cierto los periódicos casi nadie los compra y la TV casi nadie la ve, ya que los cubanos están cansados de tanta basura castrista.
Además aproveché para hablar con inumerables cubanos y cubanas al igual que como lo hice con los trabajadores de los dos hospitales. Constatando la dolorosa realidad en la que viven la mayoría de ellos por culpa de un régimen que no les otorga la más mínima libertad de expresión, crítica y auto crítica que les garantiza el artículo 68 en su parte "f" de la misma constitución cubana de la cual me traje un ejemplar.Todos tienen (a excepto de los militares y de los burócratas) a Cuba por cárcel. Nadie absolutamente nadie puede salir del país sin la autorización de los Castro y ademas de estar super vigilados por una policía que nadie ve por las calles porque todos andan de civil.
La famosa seguridad que existe en Cuba (que la hay como la hay en todos los países donde gobierna una dictadura)) se debe únicamente a la represión sistemática y criminal que existe contra todo aquel que se oponga a los Castro. Los cubanos no pueden abrir la boca para medio criticar al gobierno porque no saben si su interlocutor es policía. Y, criticar al gobierno significa al menos veinte años de cárcel. Conmigo hablaron abiertamente porque me identificaba como venezolano y algunas mujeres ya mayores con lagrimas en los ojos me decían "Cuando regreses a tu patria cuéntale a tus paisanos toda la miseria que tus ojos han visto"
Como conclusión de estos dos primeros artículos puedo decirles, que el famoso convenio de salud Cuba-Venezuela no es otra cosa que el negocio más grande que han montado los Castro para su beneficio (ya que ni siquiera es para los cubanos). Negocio que les genera miles y miles de millones de dolares de los cuales invierten una parte en el pueblo cubano y otra parte se va en mantener la burocracia corrupta de los militares. Esa enorme factura sirve para cancelar el sueldo en Cuba de todo el personal cubano que presta su "solidario" servicio en nuestra patria. ¿Saben ustedes cuánto gana un médico cubano? (no los burócratas por supuesto) Setecientos pesos cubanos que en dolares serían 28 dolares mensuales. Ya que un dolar es igual 25 pesos. Cantidad que según me dijeron, no les alcanza ni para comprar la comida, mucho menos para lo demás.
Todo el personal que envían para Venezuela y para otro países, son desempleados. Todos entran en una bolsa de trabajo para desempleados. Esa es la única razón por la cual ellos vienen para acá, para tener empleo aunque sea por un año. Así, los Castro se quitan un peso de encima (el desempleo) y se ganan unos cuantos miles de millones de dolares.
Esa es la verdad camaradas. Los Castro lograron lo que no han logrado ni los chinos con nuestro gobierno: El negocio redondo de su vida.
[Tomado de http://www.ruptura.info/opinion/internacional/noventa-dias-en-la-habana-hay-que-estar-ahi-para-darse-cuenta-de-la-verdad-ll-nelson-jesus-lanz-fuentes/; debe destacarse que este texto fue eliminado de su ubicación inicial en http://www.aporrea.org/ideologia/a210215.html]
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