Redacción (en base a reporte de agencias y prensa)
Enfurecidos por el cierre anticipado de un supermercado estatal en la ciudad de San Cristóbal, una turba dejó a empleados del local con moretones en el cuerpo y arañazos en el rostro mientras intentaba saquear el local. El incidente del pasado domingo es uno más entre una serie de saqueos e intentos masivos de pillaje que están aumentando en Venezuela, en medio de un agravamiento de la falta de productos básicos que crea un fértil caldo de cultivo para las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Para las autoridades, estos actos de violencia son "orquestados por el imperialismo y la oposición", a quienes también acusa de acaparar productos para generar una "sensación de escasez" (¡¿?!). Edward Pérez, gerente del supermercado estatal que vende a precios regulados, contó que el cierre se produjo al mediodía, antes del horario habitual; según su versión, se estaba cumpliendo con el mantenimiento programado en todos los locales del país. "Cuando íbamos a cerrar, sorpresivamente un grupo de personas empezaron a aupar a la gente a protestar y a gritar improperios contra el Gobierno y los trabajadores", dijo Pérez.
Enfurecidos por el cierre anticipado de un supermercado estatal en la ciudad de San Cristóbal, una turba dejó a empleados del local con moretones en el cuerpo y arañazos en el rostro mientras intentaba saquear el local. El incidente del pasado domingo es uno más entre una serie de saqueos e intentos masivos de pillaje que están aumentando en Venezuela, en medio de un agravamiento de la falta de productos básicos que crea un fértil caldo de cultivo para las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Para las autoridades, estos actos de violencia son "orquestados por el imperialismo y la oposición", a quienes también acusa de acaparar productos para generar una "sensación de escasez" (¡¿?!). Edward Pérez, gerente del supermercado estatal que vende a precios regulados, contó que el cierre se produjo al mediodía, antes del horario habitual; según su versión, se estaba cumpliendo con el mantenimiento programado en todos los locales del país. "Cuando íbamos a cerrar, sorpresivamente un grupo de personas empezaron a aupar a la gente a protestar y a gritar improperios contra el Gobierno y los trabajadores", dijo Pérez.
En el primer semestre del año se produjeron 56 saqueos y 76 intentos de saqueo en todo el país, de acuerdo a datos del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS). Según la organización, casi seis veces a la semana se producen saqueos o amagos de saqueos en Venezuela, que computan hemerográficamente y con colaboradores en todo el país. "El OVCS ve con mucha preocupación el aumento de actos vandálicos (...) resultado de la escasez, el desabastecimiento y la impunidad", dijo la organización en un informe donde contabilizó, al menos, 2.836 protestas en los primeros seis meses del año, un promedio de 16 protestas diarias en todo el país.
La gente se desespera; el gobierno imagina conspiraciones
Un día antes del conato de saqueo en San Cristóbal, un tropel intentó desvalijar otro supermercado estatal en Ciudad Guayana -donde el viernes asesinaron a una persona tras en una situación análoga-, pero fueron repimidos por un contingente antimotines de la Guardia Nacional. Y esta semana, periódicos regionales y usuarios de Twitter a lo largo y ancho del país han reportado, al menos, un intento de saqueo diario. El ejemplo más drámatico fue lo sucedido el martes en Sinamaica, Edo. Zulia (ver http://periodicoellibertario.blogspot.com/2015/08/se-alzo-sinamaica-la-guajira-protesta-y.html].
"No cabe duda que detrás está la ultraderecha y sectores de la oposición que pretenden seguir con su agenda violenta y de guerra económica", pregona Pérez, el gerente del "Bicentenario" en San Cristóbal, haciéndose eco de declaraciones del presidente Maduro y otros jerarcas gubernamentales. Para las opiniones no oficialistas, sin embargo, se trata de la acción de personas desesperadas por el alto costo y la escasez de los bienes necesarios.
La reducción en los niveles de inventarios ha llevado a muchas empresas privadas de alimentos y bebidas a cercenar -y hasta detener- su producción. Por su parte, las empresas estatales del área están casi paralizadas por corrupción, burocracia e ineficiencia. El Banco Central de Venezuela no da cifras de escasez desde hace más de un año, pero según una reciente encuesta de la firma Datanálisis el 83 por ciento de los encuestados cree que la situación de abastecimiento es mala o o muy mala y, la mayoría, culpa de ello al gobierno de Maduro.
“Hacer cola es poner mi vida en peligro”
A pesar de tal situación y de padecer una recesión económica con la inflación más alta del mundo, "el potencial para una explosión social y una crisis más aguda parece estar contenido", dijo la firma Eurasia agregando que tras las elecciones parlamentarias de fin de año, la crisis podría agravarse.
El último viernes de julio, Josefa Bracho, una profesora de 70 años, fue acuchillada en la fila de un supermercado. Mientras esperaba para entrar a un abasto en una zona de clase media de Barquisimeto, una revendedora le hizo un tajo de unos 15 centímetros en el muslo derecho tras reclamarle por adelantarse en la enorme fila.
"Teníamos como cuatro horas haciendo cola y llegaron tres mujeres y se pusieron por delante. Entonces les dije '¿Qué les pasa? ¿Por qué se vienen a meter?'", relató Bracho vía telefónica. "Al rato, ella pasó y me cortó la pierna con un bisturí. Sentí como un ardor". "Menos mal que no me lo pasó por el cuello", agregó Bracho precisando que, desde ese día, renunció a hacer filas. "Hacer cola es poner mi vida en peligro".
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