Reinaldo Quijada
Algunos pareciéramos ver lo obvio que otros no ven. O lo que otros ven pero prefieren callar. Ignorar ciertas cosas termina siendo una posición cómoda. ¿Y el espíritu crítico? ¿Y la, tantas veces ponderada, conciencia revolucionaria?
Hay ciertas políticas del gobierno que parecieran buscar la “cuadratura del círculo”. Son acciones, bien intencionadas, pero evidentemente inefectivas en su ejecución. “Mi casa bien equipada” vende combos que incluyen productos como celulares, neveras, cocinas, lavadoras, secadoras, televisores, aire acondicionados, entre otros. Todos ellos, o una combinación de ellos, se venden, muchas veces, en “combos”. Pareciera que el objetivo es cumplir una meta de venta, no satisfacer necesidades de la población. Los precios son muy bajos y accesibles, si se los vendiera individualmente, pero en “combos” son adquiridos principalmente por aquellos que han hecho de esto un negocio para la reventa. Quienes realmente tienen necesidad de los productos suelen terminar, no teniendo acceso a ellos.
Lo mismo sucede con muchos proyectos socio – productivos. Se hacen sin planificación o conceptualización alguna. Las llamadas “textileras” (realmente talleres de costura) y las panificadoras abundan en todos los “combos” de proyectos. Aunque, en este caso, no se les da ese nombre, es lo que terminan siendo. No se ve ningún proyecto macro que plantee, por ejemplo, la construcción de una textilera, con su hilandería, tejeduría y tintorería, sólo posible con una gran inversión, y en torno a ello, el proyecto de varios talleres de costura comunales que se alimenten de las telas elaboradas en dicha planta. ¡Proyectos etéreos! Se le entregan a los consejos comunales, por ejemplo, hornos de panadería pero faltan las amasadoras o las batidoras. Se dan créditos productivos bicentenarios para luego ignorar a los productores. O se construyen estanques para el cultivo de cachamas, sin mayor preparación técnica, y la comunidad, adaptándose a la inviabilidad del proyecto, termina comprando cachamas para introducirlas en los estanques el día de las inspecciones. ¿Y nadie se da cuenta de eso? ¿Nadie?
[Tomado de http://www.aporrea.org/contraloria/a210760.html]
Algunos pareciéramos ver lo obvio que otros no ven. O lo que otros ven pero prefieren callar. Ignorar ciertas cosas termina siendo una posición cómoda. ¿Y el espíritu crítico? ¿Y la, tantas veces ponderada, conciencia revolucionaria?
Hay ciertas políticas del gobierno que parecieran buscar la “cuadratura del círculo”. Son acciones, bien intencionadas, pero evidentemente inefectivas en su ejecución. “Mi casa bien equipada” vende combos que incluyen productos como celulares, neveras, cocinas, lavadoras, secadoras, televisores, aire acondicionados, entre otros. Todos ellos, o una combinación de ellos, se venden, muchas veces, en “combos”. Pareciera que el objetivo es cumplir una meta de venta, no satisfacer necesidades de la población. Los precios son muy bajos y accesibles, si se los vendiera individualmente, pero en “combos” son adquiridos principalmente por aquellos que han hecho de esto un negocio para la reventa. Quienes realmente tienen necesidad de los productos suelen terminar, no teniendo acceso a ellos.
Lo mismo sucede con muchos proyectos socio – productivos. Se hacen sin planificación o conceptualización alguna. Las llamadas “textileras” (realmente talleres de costura) y las panificadoras abundan en todos los “combos” de proyectos. Aunque, en este caso, no se les da ese nombre, es lo que terminan siendo. No se ve ningún proyecto macro que plantee, por ejemplo, la construcción de una textilera, con su hilandería, tejeduría y tintorería, sólo posible con una gran inversión, y en torno a ello, el proyecto de varios talleres de costura comunales que se alimenten de las telas elaboradas en dicha planta. ¡Proyectos etéreos! Se le entregan a los consejos comunales, por ejemplo, hornos de panadería pero faltan las amasadoras o las batidoras. Se dan créditos productivos bicentenarios para luego ignorar a los productores. O se construyen estanques para el cultivo de cachamas, sin mayor preparación técnica, y la comunidad, adaptándose a la inviabilidad del proyecto, termina comprando cachamas para introducirlas en los estanques el día de las inspecciones. ¿Y nadie se da cuenta de eso? ¿Nadie?
[Tomado de http://www.aporrea.org/contraloria/a210760.html]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.