Juan Linares
Yo, que soy un tipo avezado en la materia, no he podido comprender la crisis económica en Venezuela y eso que estudie dos años en la Universidad Socialista de Sri Lanka la Especialidad en Crisis. Hice el esfuerzo en ese acogedor país asiático y entre mi español, el inglés de Hemphill Schools y el curso intensivo del idioma tamil, logré finalizar la especialidad, con una flamante tesis de grado. Fue sobre la crisis económica en Venezuela en los tiempos de la Venezuela saudita, la era del “'ta barato dame dos” en Miami, cuando todo el mundo se preguntaba por qué Venezuela era un país subdesarrollado, y cómo a pesar de contar con tan grandes riquezas naturales no había alcanzado un desarrollo tecnológico e industrial para el bienestar y la felicidad de su pueblo.
Yo, que soy un tipo avezado en la materia, no he podido comprender la crisis económica en Venezuela y eso que estudie dos años en la Universidad Socialista de Sri Lanka la Especialidad en Crisis. Hice el esfuerzo en ese acogedor país asiático y entre mi español, el inglés de Hemphill Schools y el curso intensivo del idioma tamil, logré finalizar la especialidad, con una flamante tesis de grado. Fue sobre la crisis económica en Venezuela en los tiempos de la Venezuela saudita, la era del “'ta barato dame dos” en Miami, cuando todo el mundo se preguntaba por qué Venezuela era un país subdesarrollado, y cómo a pesar de contar con tan grandes riquezas naturales no había alcanzado un desarrollo tecnológico e industrial para el bienestar y la felicidad de su pueblo.
En esos tiempos el precio del petróleo se cuadruplicó, de 3.29 $US por barril pasó a 11.58 $US por barril a causa de la decisión de los países árabes miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de no exportar más petróleo a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kippur. Esta renta llega entre 1976 y 1978 a cumbres antes inimaginables; es la época de oro del rentismo. Es la época de los "mayameros" que gastaban su dinero fuera del país y el comienzo de la inflación.
Pero la renta petrolera cae en la década del 80. Comienza la desilusión por el modelo de reparto y se señalan sus efectos nocivos. Comienza el endeudamiento con la banca internacional, quienes prestan dinero para, su vez, cobrar intereses. Venezuela, subdesarrollada y con petróleo, tiene, debido al boom del modelo distributivo, más proyectos públicos y privados de los que puede pagar, pero se piensa que hay que terminarlos para que rindan. Se juntan pues el deseo de prestar y la tentación de tomar prestado. Es la época del endeudamiento masivo. Se llega a solicitar créditos a corto plazo por inversiones de resultados a largo plazo.
Ahora nos llega una nueva crisis, en situaciones casi idénticas y con un modelo económico parecido al puntofijismo de C.A. Pérez, pasamos a otro desorden económico. En 1999 el precio del petróleo OPEP estaba en 7.57 $US por barril y en los años siguientes se disparó de ahí su precio inicio una gran escalada de precios en el 2008 el barril de petróleo llego a 94,45 $US y en el 2011 sube a 107.46 $US por barril. En el 2015 el precio del barril de petróleo (OPEP) bajo a 54.06 $US.
Llegué a pensar que las causas de crisis económica son: el desorden fiscal, monetario y financiero; el control de cambio de divisas que ha generado alta inflación, la carencia de divisas y caída de las reservas internacionales; y el descontrolado gasto público. Además la caída del precio del petróleo complica el pago de la deuda externa y crea acumulación de las deudas privadas con proveedores extranjeros, que por no haber acceso a las divisas paraliza la producción del país, por falta de suministros de insumos y repuestos, afectado el aparato productivo nacional. Si lo anterior era poco, hubo también la gran corrupción en los organismos de control de cambios de divisas, son 260 mil millones de dólares de la estafa cometida contra la nación y con conocimiento del alto gobierno que lo permitió y no investiga; mientras los protagonistas de estos desfalcos y malversaciones se mantengan en PSUV, estarán protegidos. Recuerden a Rafael Isea y otros, ahora son bandidos porque se entregaron y cantaron ante la administración gringa; antes eran héroes de la patria.
Para Venezuela se hace sumamente difícil soportar la caída de los precios de los hidrocarburos, porque en los tiempos de bonanza no se ahorró ni se hicieron inversiones productivas, porque si se toman medidas y controles y guardamos recursos, nos permitirían encarar el comportamiento inestable de los precios del petróleo
Pero la actual crisis creada o continuada por el proceso, encontró su explicación gracias al erudito, utility e infalible Elías Jaua [Ver http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/150719/jaua-culpo-a-banqueros-profugos-en-eeuu-de-la-escasez-que-sufre-el-pue]. Por obra de su sabiduría entendí el por qué de la crisis económica, de la escasez y el desabastecimiento de alimentos. ¡Lo entendí clarito! No lo había incluido en mi análisis, me concentré en el Imperio, en Barack Obama y hasta incluí los nuevos traders de los alimentos (¡se llaman traders, no bachaqueros!). Pero gracias Elías, ahora si comprendo que los responsables son los banqueros prófugos apátridas y traidores de la patria, porque estos señores antes de abandonar el país ocuparon las carteras de agricultura y tierras, la de alimentos, comercio, Seniat, Cadivi, SITME, CENCOEX, etc., etc.
Elías, qué tiempos aquellos cuando se viajaba de Guayana a Portuguesa, daba gusto contemplar los lados de las carreteras, eran grandes extensiones de siembras de maní, sorgo, arroz, maíz, ajonjolí, frijoles, quinchoncho, caraotas, yuca, tomates, etc., aunque podíamos decir que no lográbamos en esos tiempos soberanía alimentaria, porque se importaba el 40% de los alimentos; ahora lo que vemos es pobreza y miseria del aparato productivo, solo chaparro, gamelote y paja, a lo lejos y salteadas algunos matas de topocho. Donde se ve algo de cultivos todavía son algunos valerosos y patriotas venezolanos que aun siembran en los estados Barinas y Portuguesa. La alimentación del venezolano llega a través de la agricultura de puertos y adquiridas con las divisas otorgadas por el gobierno, que la mayoría agarran caminos a los paraísos fiscales. Se pueden informar de esto con el compatriota Isea y antiguos héroes de la patria convertidos en aves cantoras por la CIA y la DEA. Aún recuerdo los silos en la entrada de San Carlos, Edo. Cojedes, habían colas día y noche de camiones y gandolas descargando y cargando granos, ahora se hace cola, porque hay un semáforo.
Puede ser que a nosotros los revolucionarios se nos olviden las cosas o será el mal de Alzheimer prematuro que nos ataca, pero con la ayuda de Jaua y retrocediendo en el tiempo recuerdo que el 24 de febrero de 2006 fue nombrado Nelson Mezerhane ministro de Poder Popular de Agricultura y Tierras, gestión que se extendió hasta junio del 2010, Eligio Cedeño estaba en el INTI, expropiando fincas y tierras y Álvaro Gorrín Ramos estaba en el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, mientras Pedro Torres Ciliberto ejercía en el Ministerio del Poder Popular para el Comercio y de consultor jurídico de estas instituciones tenían a Ricardo Koesling. Por fin tenemos los culpables de la crisis de escasez y desabastecimiento, que después de fracasar en sus gestiones, ahora están en el norte financiando la guerra económica, cibernética, mediática, biológica, tecnológica, nanotecnológica, bacteriana, médica y otras guerritas más.
Me costó entender lo de la crisis económica en Venezuela, quizás los premios Nobel de Economía aun no hallan la lógica de esta situación, pero gracias a Elías Jaua comprendí que nuestra crisis es por culpa de los banqueros prófugos que al comienzo del siglo XXI ocuparon estas instituciones y ministerios, fracasando en su gestión, y después de defenestrados continúan saboteando desde el Imperio la economía del país. ¡Qué vaina tan buena es fracasar y no asumir responsabilidades y achacarles la culpa de los fracasos a otros! Así seguimos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.