Douglas García
La Fiscal General Luisa Ortega Díaz ha propuesto incorporar al Plan Nacional de Derechos Humanos 2015-2019 el "derecho a la verdad". ¿Qué tal si le tomamos la palabra para que ese derecho se aplique en casos actuales como el de las desapariciones forzadas de Alcedo Mora Márquez y de los hermanos Vergel, ocurridas en Mérida casi 5 meses atrás?
Por supuesto, tal propuesta causará incomodidad en la Dra. Ortega, pues la desaparición de Alcedo Mora y los Hnos. Vergel no ha recibido el trato que amerita de parte de la Fiscalía General y de la Defensoría del Pueblo. Es más, existen muchos elementos que indican que estas y otras instancias del gobierno han hecho el máximo esfuerzo por invisibilizar el caso.
Ahora que andan con el alboroto de reclamar el Esequibo, yo digo: ¿y Alcedo Mora? ese ciudadano venezolano que parece ser un paria en su propio territorio, quien no es diputado, no se porta disciplinadamente (o sea, denuncia la corrupción), que confronta a los poderes constituidos, que asumíó el riesgo, aún está desaparecido y parece ser consigna institucional no nombrarlo, no comentarlo, no hacer nada y vamos viendo cómo se sigue a pie juntillas una orden intuida aunque no dicha: “Olviden a Alcedo Mora”.
Familiares, amistades y camaradas de Alcedo Mora exigimos que se aplique el derecho a la verdad en el caso de la desaparición forzada de Alcedo Mora. Tenemos derecho a conocer las respuestas a preguntas como: ¿Quiénes están detrás de la desaparición de Alcedo?, ¿por qué la investigación policial ha sido tan displicente ante un caso de tanto impacto?, ¿por qué la Gobernación de Mérida no se incorpora a la campaña de denuncia de la desaparición forzada de uno de sus trabajadores?, ¿por qué el Partido oficialista PSUV no se pronuncia respecto al caso Alcedo Mora?, ¿por qué las respuestas de la Fiscalía y de la Defensoría del Pueblo a los familiares de Alcedo lucen insuficientes y poco satisfactorias?. Estas y otras cuestiones afines dejan muy mal parado al Estado venezolano cuando pretende presentarse como defensor de los Derechos Humanos en contraste con las acciones represivas de la IV República.
Creo que por los caminos que van las cosas, solo va quedando maldecir uno por uno a los cómplices que desde sus apoltronados asientos, desde sus blandos colchones, desde sus poderosas camionetas, desde sus mediocres poemas, desde su corta memoria, desde su gobierno perverso, parecen desear echar tierrita a este caso que a mí me conmueve, me indigna y me molesta.
La Fiscal General Luisa Ortega Díaz ha propuesto incorporar al Plan Nacional de Derechos Humanos 2015-2019 el "derecho a la verdad". ¿Qué tal si le tomamos la palabra para que ese derecho se aplique en casos actuales como el de las desapariciones forzadas de Alcedo Mora Márquez y de los hermanos Vergel, ocurridas en Mérida casi 5 meses atrás?
Por supuesto, tal propuesta causará incomodidad en la Dra. Ortega, pues la desaparición de Alcedo Mora y los Hnos. Vergel no ha recibido el trato que amerita de parte de la Fiscalía General y de la Defensoría del Pueblo. Es más, existen muchos elementos que indican que estas y otras instancias del gobierno han hecho el máximo esfuerzo por invisibilizar el caso.
Ahora que andan con el alboroto de reclamar el Esequibo, yo digo: ¿y Alcedo Mora? ese ciudadano venezolano que parece ser un paria en su propio territorio, quien no es diputado, no se porta disciplinadamente (o sea, denuncia la corrupción), que confronta a los poderes constituidos, que asumíó el riesgo, aún está desaparecido y parece ser consigna institucional no nombrarlo, no comentarlo, no hacer nada y vamos viendo cómo se sigue a pie juntillas una orden intuida aunque no dicha: “Olviden a Alcedo Mora”.
Familiares, amistades y camaradas de Alcedo Mora exigimos que se aplique el derecho a la verdad en el caso de la desaparición forzada de Alcedo Mora. Tenemos derecho a conocer las respuestas a preguntas como: ¿Quiénes están detrás de la desaparición de Alcedo?, ¿por qué la investigación policial ha sido tan displicente ante un caso de tanto impacto?, ¿por qué la Gobernación de Mérida no se incorpora a la campaña de denuncia de la desaparición forzada de uno de sus trabajadores?, ¿por qué el Partido oficialista PSUV no se pronuncia respecto al caso Alcedo Mora?, ¿por qué las respuestas de la Fiscalía y de la Defensoría del Pueblo a los familiares de Alcedo lucen insuficientes y poco satisfactorias?. Estas y otras cuestiones afines dejan muy mal parado al Estado venezolano cuando pretende presentarse como defensor de los Derechos Humanos en contraste con las acciones represivas de la IV República.
Creo que por los caminos que van las cosas, solo va quedando maldecir uno por uno a los cómplices que desde sus apoltronados asientos, desde sus blandos colchones, desde sus poderosas camionetas, desde sus mediocres poemas, desde su corta memoria, desde su gobierno perverso, parecen desear echar tierrita a este caso que a mí me conmueve, me indigna y me molesta.
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