Representación estudiantil al Consejo de Facultad de Medicina - U.C.V.
Desde hace algunos años e incluso desde finales de la década de los 50´ y principios de los 60´ Venezuela ha atravesado crisis en el sector salud en múltiples oportunidades; nuestros profesores y maestros de las escuelas médicas nos hablan de varias épocas de agonía en el área de la sanidad y la asistencia social nacional, pero ninguna de esas crisis se compara con lo que hoy vivimos en el sistema público nacional de salud que lamentablemente se paga con la sobrevida, el pronóstico y hasta la vida misma de aquellos a quienes le debemos nuestro estudio, desvelo, dedicación y amor por la medicina que son los pacientes.
Desde la facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, la casa que vence la sombra y la primera casa de estudio del país vemos con preocupación como la calidad de atención que día a día se les presta a los pacientes que acuden al sector público, es cada vez más precaria y tardía; desviándose de lo que nos enseñan en los salones de clase cuando nos inculcan desde los primeros años que la mejor medicina que se puede hacer además de ser la más rentable en reducción de costo-efectividad, es la medicina preventiva.
Además debemos expresar nuestra preocupación como universitarios y académicos que somos, por la desmejora de la educación médica y la falta de adquisición de los conocimientos y habilidades prácticas de nuestros estudiantes de pregrado y residentes de postgrado, que es consecuencia de la deplorable condición de nuestros hospitales donde aparte de tener que lidiar con la falta de material médico-quirúrgico, el deterioro de los equipos con los que se hacen diagnósticos y ejecutan procedimientos terapéuticos por falta del mantenimiento oportuno y observar la historia natural de las enfermedades en sus pacientes, sin poder intervenir a tiempo como galenos, nuestros estudiantes deben preocuparse por salvaguardar su integridad física y moral dentro de las instituciones de salud, dada la situación de inseguridad desbordada que ya ha cobrado la vida de algunos, en diferentes circunstancias.
Es necesaria la revisión sistemática y exhaustiva de todos los planes y proyectos así como la reestructuración total del sistema público nacional de salud que lleva adelante el ejecutivo nacional en la figura del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), máximo ente rector del sector. El cambio continuo y repetido de los ministros de salud a lo largo de los últimos años de gobierno es la causa fundamental de la falta de continuidad en los planes y políticas que una gestión quiere desarrollar.
Es imperante un trabajo mancomunado que involucre al ejecutivo nacional, al MPPS, a las sociedades médicas y científicas nacionales, a la Federación Médica Venezolana, al Colegio de Médicos de Venezuela y a las universidades nacionales con sus facultades de Medicina, para llevar a cabo una nueva revisión de las fortalezas y debilidades del sistema público nacional de salud a fin de sacarlo del abismo donde ha caído. Porque si una cosa es cierta es que el actual modelo de salud ha fracasado y estamos en presencia de una verdadera crisis humanitaria que día tras día cobra la vida de los pacientes que son nuestros hermanos venezolanos y a quienes, según mandato constitucional debe garantizársele la salud como parte del derecho a la vida y cuya obligación recae en el Estado.
[Tomado de http://ucvnoticias.ucv.ve/?p=39018.]
Desde hace algunos años e incluso desde finales de la década de los 50´ y principios de los 60´ Venezuela ha atravesado crisis en el sector salud en múltiples oportunidades; nuestros profesores y maestros de las escuelas médicas nos hablan de varias épocas de agonía en el área de la sanidad y la asistencia social nacional, pero ninguna de esas crisis se compara con lo que hoy vivimos en el sistema público nacional de salud que lamentablemente se paga con la sobrevida, el pronóstico y hasta la vida misma de aquellos a quienes le debemos nuestro estudio, desvelo, dedicación y amor por la medicina que son los pacientes.
Desde la facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, la casa que vence la sombra y la primera casa de estudio del país vemos con preocupación como la calidad de atención que día a día se les presta a los pacientes que acuden al sector público, es cada vez más precaria y tardía; desviándose de lo que nos enseñan en los salones de clase cuando nos inculcan desde los primeros años que la mejor medicina que se puede hacer además de ser la más rentable en reducción de costo-efectividad, es la medicina preventiva.
Además debemos expresar nuestra preocupación como universitarios y académicos que somos, por la desmejora de la educación médica y la falta de adquisición de los conocimientos y habilidades prácticas de nuestros estudiantes de pregrado y residentes de postgrado, que es consecuencia de la deplorable condición de nuestros hospitales donde aparte de tener que lidiar con la falta de material médico-quirúrgico, el deterioro de los equipos con los que se hacen diagnósticos y ejecutan procedimientos terapéuticos por falta del mantenimiento oportuno y observar la historia natural de las enfermedades en sus pacientes, sin poder intervenir a tiempo como galenos, nuestros estudiantes deben preocuparse por salvaguardar su integridad física y moral dentro de las instituciones de salud, dada la situación de inseguridad desbordada que ya ha cobrado la vida de algunos, en diferentes circunstancias.
Es necesaria la revisión sistemática y exhaustiva de todos los planes y proyectos así como la reestructuración total del sistema público nacional de salud que lleva adelante el ejecutivo nacional en la figura del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), máximo ente rector del sector. El cambio continuo y repetido de los ministros de salud a lo largo de los últimos años de gobierno es la causa fundamental de la falta de continuidad en los planes y políticas que una gestión quiere desarrollar.
Es imperante un trabajo mancomunado que involucre al ejecutivo nacional, al MPPS, a las sociedades médicas y científicas nacionales, a la Federación Médica Venezolana, al Colegio de Médicos de Venezuela y a las universidades nacionales con sus facultades de Medicina, para llevar a cabo una nueva revisión de las fortalezas y debilidades del sistema público nacional de salud a fin de sacarlo del abismo donde ha caído. Porque si una cosa es cierta es que el actual modelo de salud ha fracasado y estamos en presencia de una verdadera crisis humanitaria que día tras día cobra la vida de los pacientes que son nuestros hermanos venezolanos y a quienes, según mandato constitucional debe garantizársele la salud como parte del derecho a la vida y cuya obligación recae en el Estado.
[Tomado de http://ucvnoticias.ucv.ve/?p=39018.]
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