I.-
El Quinteto Negro La Boca, agrupación musical y colectivo cultural que impulsa una escuela y varios festivales de tango, así como la edición de sus propios discos y DVD, acaba de lanzar su tercer trabajo discográfico. "Tangos libertarios" es una obra conceptual de once temas originales (la mayoría compuestos por el escritor e historiador Osvaldo Bayer y el bandoneonista y director del quinteto, Pablo Bernaba) que repasan nombres propios, lugares y acontecimientos que definen las ideas y las acciones que el anarquismo desplegó en la Argentina.
"Tangos libertarios" nació a partir de una milonga en homenaje al militante anarquista Severino Di Giovanni, con música de los citados Bernaba y Bayer. El proyecto creció y se transformó en este álbum de once canciones y un texto introductorio, que explora el anarquismo en Argentina, los albores del movimiento obrero nacional y sus figuras más prominentes.
En esa diversidad que sobrevuela el discurso conceptual y casi operístico de la obra, destacan los pasajes Las putas de San Julián, Severino y Mano abierta.
La propuesta estética suma al dibujante Rep como responsable del arte de tapa y de un mapa barrial denominado Huida de Severino, que sigue las andanzas del anarquista expropiador Severino Di Giovanni.
El Quinteto Negro La Boca está integrado por Pablo Bernaba (dirección y primer bandoneón); Oscar Yemha (segundo bandoneón); Santiago Cursach (guitarra); Oscar Pittana (contrabajo) y Mariano Barreiro (piano).
Participan en "Tangos libertarios": Osvaldo Bayer, Murga Falta y Resto, Rubén Lobo, Malena D’Alessio (ex Actitud María Marta), Pablo Agri, Agustín Guerrero, Limón García, Victoria Di Raimondo, Natalí Di Vincenzo, Lucas Furno, Dema, Orquesta Típica Pedro Laurenz, Tangópolis, Andrés Vázquez, Cholo Castelo, Rodrigo Perelsztein, Hernán Fernández, Federico Arceno y Lucas Pereira, entre otros.
[Tomado de http://www.cancioneros.com/co/7280/2/la-historia-del-anarquismo-argentino-en-tangos-libertarios.]
*****************************************************
II.-
Los tangueros de ley y los obreros anarquistas tienen mucho en común. Aunque la historia oficial no lo admita, a principios del siglo pasado convivían en el mismo ámbito: barrios, conventillos y talleres, los espacios donde desarrollaba su existencia el proletariado que empezaba a generar su identidad, opuesta a la aristocrática república del Centenario. Para descubrir los lazos indisolubles entre el arrabal y el ideal ácrata hay que escuchar al Quinteto Negro La Boca, uno de los exponentes más destacados de una generación que se abre camino reclamando que el tango no se reduce a una postal nostálgica.
“Somos un movimiento autogestionario. Eso tiene que ver con el anarquismo. Más allá de que podamos tocar para el Estado, lo hacemos desde la autogestión, luchando contra la burocracia estatal y contra el cierre de los lugares. Acá en Buenos Aires hubo muchas clausuras post Cromañón. El tango es una militancia. Sobrepasamos el festival oficial, es una batalla estética ganada”, aseguró el director y bandoneonista Pablo Bernaba, que recibió a Veintitrés en su atiborrado departamento enclavado en pleno corazón boquense. Son mucho más que un grupo musical: colectivo cultural que organiza festivales independientes y escuelas de tango. Acaban de lanzar su tercer disco, "Tangos Libertarios", con composiciones de Osvaldo Bayer y colaboraciones musicales donde el mestizaje con otros géneros dice presente y con dibujos de Rep. Ya habían colaborado haciendo juntos un tema en homenaje al idealista de la violencia, Severino Di Giovanni, el anarco expropiador que cayó asesinado por la dictadura de Uriburu gritando ante el pabellón de fusilamiento “¡Viva la anarquía!”. Ahora presentan 11 canciones, recorriendo los grandes hitos del anarquismo en la Argentina. Los obreros huelguistas masacrados en la Patagonia Rebelde, las mujeres del prostíbulo de San Julián que se negaron a atender a los soldados represores, los vindicadores de la clase obrera, como el gaucho Facón Grande, Simón Radowitzky y Kurt Wilckens, son homenajeados en esta obra.
–¿Cómo surge la relación con Bayer?
–Tenemos una amistad que comenzó a partir de la milonga de Severino, que fue lo primero que hicimos con letras suyas. Nos pareció que él tenía que ser el letrista: nos enseñó a mí y a toda una generación quién fue Severino. Nadie conoce mejor al personaje. A partir de ahí surge hacer todo un disco. Con Osvaldo hicimos una experiencia muy rica. Es una relación en el tiempo, no es de un día para el otro. Nos juntamos acá en La Boca o en el Tugurio, su casa en Belgrano. También hablamos mucho por teléfono y por Internet. En 2011 fuimos de gira a Europa y yo fui a visitarlo a su casa, frente al río Rin.
–¿Qué características destacás del disco?
–Son tangos que se deberían haber hecho en su momento, es una deuda pendiente. Es historia pero esto continúa, hacemos tangos actuales. Es un trabajo conceptual, es algo raro en el tango. No hay discos temáticos. El hilo conductor está dado por el anarquismo pero los temas son muy variados entre sí, en orquestación y en carácter. Es un disco muy heterogéneo. Metemos rap con Malena D’Alessio, también folklore, murga uruguaya y rock. Es una obra distinta a lo que se consume.
–¿Y qué genera?
–En este recorrido me encontré con parientes. Cuando presentamos el tema “Cara mia”, que habla de América Scarfó, la compañera de Severino, vino su sobrino nieto con su hija recién nacida, Ameriquita. También vinieron desde el sur los parientes de Radowitzky. Hicimos relación con la Federación Libertaria Argentina y organizaciones anarquistas.
–¿Qué relación tienen como colectivo con el anarquismo?
–Hay simpatía ideológica. No me considero anarquista, es muy difícil serlo. Es una ideología superadora. La humanidad tiene que transitar bastante para llegar a eso. No coincido con los métodos de ese momento. ¡Si lo escucha Eduardo Feinmann va a decir que nuestro disco es una apología del delito! (risas). El disco es muy fuerte. En otra época hubiera sido censurado. Reivindicamos a figuras que son consideradas por la historia como maleantes, pero que son luchadores sociales que no han sido reconocidos.
–¿Cómo ven el panorama actual del tango?
–Se lavó la memoria del tango. Se convirtió en un cliché, en un bailarín con una mina que le cruza las gambas por acá, en el Obelisco o Caminito y se terminó. Eso desde lo visual. En cuanto a las letras, quedó lo del cornudo. Como movimiento venimos haciendo festivales “antipostaleros”. En la escena nos presentamos así. Es muy difícil luchar contra ese “hazte fama y échate a dormir”. Vamos en un tren a contramano, contra ese vaciamiento del tango, ese concepto de que el tango está muerto y ya pasó, que para tocar tango hay que estar de traje. Dicen que en esa época se vestían así pero eso también es macana. Es una construcción, una idealización. El origen del tango es la calle. Es un género genuinamente popular, ciento por ciento. En un inicio los que lo tocaban ni se consideraban músicos, eran carpinteros, laburantes comunes.
–Ahora se escucha cumbia en La Boca…
–Respetamos mucho a la cumbia, reivindicamos las sonoridades de la nueva inmigración que es tan criticada. Con nuestra música también hacemos guiños a la cumbia. Nos gusta que el tango se amalgame con otros géneros.
–Tanto la cumbia como el tango tienen raíz afro.
–Sí, por eso el nombre del grupo. Es por la raíz negra del tango, pero también por la noche, que es cuando transcurre el tango, al menos como lo vivo yo. Es un guiño a lo dark. Y es una reivindicación al cabecita negra. Somos los negros de La Boca.
[Tomado de http://www.veintitres.com.ar/article/details/29834/se-lavo-la-memoria-del-tango.]
El Quinteto Negro La Boca, agrupación musical y colectivo cultural que impulsa una escuela y varios festivales de tango, así como la edición de sus propios discos y DVD, acaba de lanzar su tercer trabajo discográfico. "Tangos libertarios" es una obra conceptual de once temas originales (la mayoría compuestos por el escritor e historiador Osvaldo Bayer y el bandoneonista y director del quinteto, Pablo Bernaba) que repasan nombres propios, lugares y acontecimientos que definen las ideas y las acciones que el anarquismo desplegó en la Argentina.
"Tangos libertarios" nació a partir de una milonga en homenaje al militante anarquista Severino Di Giovanni, con música de los citados Bernaba y Bayer. El proyecto creció y se transformó en este álbum de once canciones y un texto introductorio, que explora el anarquismo en Argentina, los albores del movimiento obrero nacional y sus figuras más prominentes.
En esa diversidad que sobrevuela el discurso conceptual y casi operístico de la obra, destacan los pasajes Las putas de San Julián, Severino y Mano abierta.
La propuesta estética suma al dibujante Rep como responsable del arte de tapa y de un mapa barrial denominado Huida de Severino, que sigue las andanzas del anarquista expropiador Severino Di Giovanni.
El Quinteto Negro La Boca está integrado por Pablo Bernaba (dirección y primer bandoneón); Oscar Yemha (segundo bandoneón); Santiago Cursach (guitarra); Oscar Pittana (contrabajo) y Mariano Barreiro (piano).
Participan en "Tangos libertarios": Osvaldo Bayer, Murga Falta y Resto, Rubén Lobo, Malena D’Alessio (ex Actitud María Marta), Pablo Agri, Agustín Guerrero, Limón García, Victoria Di Raimondo, Natalí Di Vincenzo, Lucas Furno, Dema, Orquesta Típica Pedro Laurenz, Tangópolis, Andrés Vázquez, Cholo Castelo, Rodrigo Perelsztein, Hernán Fernández, Federico Arceno y Lucas Pereira, entre otros.
[Tomado de http://www.cancioneros.com/co/7280/2/la-historia-del-anarquismo-argentino-en-tangos-libertarios.]
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II.-
Los tangueros de ley y los obreros anarquistas tienen mucho en común. Aunque la historia oficial no lo admita, a principios del siglo pasado convivían en el mismo ámbito: barrios, conventillos y talleres, los espacios donde desarrollaba su existencia el proletariado que empezaba a generar su identidad, opuesta a la aristocrática república del Centenario. Para descubrir los lazos indisolubles entre el arrabal y el ideal ácrata hay que escuchar al Quinteto Negro La Boca, uno de los exponentes más destacados de una generación que se abre camino reclamando que el tango no se reduce a una postal nostálgica.
“Somos un movimiento autogestionario. Eso tiene que ver con el anarquismo. Más allá de que podamos tocar para el Estado, lo hacemos desde la autogestión, luchando contra la burocracia estatal y contra el cierre de los lugares. Acá en Buenos Aires hubo muchas clausuras post Cromañón. El tango es una militancia. Sobrepasamos el festival oficial, es una batalla estética ganada”, aseguró el director y bandoneonista Pablo Bernaba, que recibió a Veintitrés en su atiborrado departamento enclavado en pleno corazón boquense. Son mucho más que un grupo musical: colectivo cultural que organiza festivales independientes y escuelas de tango. Acaban de lanzar su tercer disco, "Tangos Libertarios", con composiciones de Osvaldo Bayer y colaboraciones musicales donde el mestizaje con otros géneros dice presente y con dibujos de Rep. Ya habían colaborado haciendo juntos un tema en homenaje al idealista de la violencia, Severino Di Giovanni, el anarco expropiador que cayó asesinado por la dictadura de Uriburu gritando ante el pabellón de fusilamiento “¡Viva la anarquía!”. Ahora presentan 11 canciones, recorriendo los grandes hitos del anarquismo en la Argentina. Los obreros huelguistas masacrados en la Patagonia Rebelde, las mujeres del prostíbulo de San Julián que se negaron a atender a los soldados represores, los vindicadores de la clase obrera, como el gaucho Facón Grande, Simón Radowitzky y Kurt Wilckens, son homenajeados en esta obra.
–¿Cómo surge la relación con Bayer?
–Tenemos una amistad que comenzó a partir de la milonga de Severino, que fue lo primero que hicimos con letras suyas. Nos pareció que él tenía que ser el letrista: nos enseñó a mí y a toda una generación quién fue Severino. Nadie conoce mejor al personaje. A partir de ahí surge hacer todo un disco. Con Osvaldo hicimos una experiencia muy rica. Es una relación en el tiempo, no es de un día para el otro. Nos juntamos acá en La Boca o en el Tugurio, su casa en Belgrano. También hablamos mucho por teléfono y por Internet. En 2011 fuimos de gira a Europa y yo fui a visitarlo a su casa, frente al río Rin.
–¿Qué características destacás del disco?
–Son tangos que se deberían haber hecho en su momento, es una deuda pendiente. Es historia pero esto continúa, hacemos tangos actuales. Es un trabajo conceptual, es algo raro en el tango. No hay discos temáticos. El hilo conductor está dado por el anarquismo pero los temas son muy variados entre sí, en orquestación y en carácter. Es un disco muy heterogéneo. Metemos rap con Malena D’Alessio, también folklore, murga uruguaya y rock. Es una obra distinta a lo que se consume.
–¿Y qué genera?
–En este recorrido me encontré con parientes. Cuando presentamos el tema “Cara mia”, que habla de América Scarfó, la compañera de Severino, vino su sobrino nieto con su hija recién nacida, Ameriquita. También vinieron desde el sur los parientes de Radowitzky. Hicimos relación con la Federación Libertaria Argentina y organizaciones anarquistas.
–¿Qué relación tienen como colectivo con el anarquismo?
–Hay simpatía ideológica. No me considero anarquista, es muy difícil serlo. Es una ideología superadora. La humanidad tiene que transitar bastante para llegar a eso. No coincido con los métodos de ese momento. ¡Si lo escucha Eduardo Feinmann va a decir que nuestro disco es una apología del delito! (risas). El disco es muy fuerte. En otra época hubiera sido censurado. Reivindicamos a figuras que son consideradas por la historia como maleantes, pero que son luchadores sociales que no han sido reconocidos.
–¿Cómo ven el panorama actual del tango?
–Se lavó la memoria del tango. Se convirtió en un cliché, en un bailarín con una mina que le cruza las gambas por acá, en el Obelisco o Caminito y se terminó. Eso desde lo visual. En cuanto a las letras, quedó lo del cornudo. Como movimiento venimos haciendo festivales “antipostaleros”. En la escena nos presentamos así. Es muy difícil luchar contra ese “hazte fama y échate a dormir”. Vamos en un tren a contramano, contra ese vaciamiento del tango, ese concepto de que el tango está muerto y ya pasó, que para tocar tango hay que estar de traje. Dicen que en esa época se vestían así pero eso también es macana. Es una construcción, una idealización. El origen del tango es la calle. Es un género genuinamente popular, ciento por ciento. En un inicio los que lo tocaban ni se consideraban músicos, eran carpinteros, laburantes comunes.
–Ahora se escucha cumbia en La Boca…
–Respetamos mucho a la cumbia, reivindicamos las sonoridades de la nueva inmigración que es tan criticada. Con nuestra música también hacemos guiños a la cumbia. Nos gusta que el tango se amalgame con otros géneros.
–Tanto la cumbia como el tango tienen raíz afro.
–Sí, por eso el nombre del grupo. Es por la raíz negra del tango, pero también por la noche, que es cuando transcurre el tango, al menos como lo vivo yo. Es un guiño a lo dark. Y es una reivindicación al cabecita negra. Somos los negros de La Boca.
[Tomado de http://www.veintitres.com.ar/article/details/29834/se-lavo-la-memoria-del-tango.]
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