Con la tecnología de Blogger.

sábado, 4 de abril de 2015

Científicos burócratas


David Graeber

Internet es una notable innovación, pero solo estamos hablando de una combinación super-rápida y mundialmente accesible de los conceptos de biblioteca, oficina de correos y catálogo de pedidos por correo. Si alguien le hubiese descrito internet a un aficionado a la ciencia ficción de los años cincuenta y sesenta, y se la hubiese vendido como el logro tecnológico más importante desde aquella época, su reacción habría sido de decepción. Cincuenta años, ¿y eso es lo mejor que han logrado nuestros científicos? ¡Esperábamos computadores que pudieran pensar!

En general, la financiación de investigaciones ha aumentado de forma dramática desde los años setenta. Ciertamente, el porcentaje de esa financiación que proviene del sector corporativo ha crecido de manera todavía más dramática, hasta el punto de que la empresa privada financia ahora dos veces más proyectos de investigación que el gobierno. No obstante, el crecimiento es tan grande que la cifra total de dinero invertido por el Estado en investigación, en términos reales, es mucho más alta que en los años sesenta. La investigación “básica”, “guiada por la curiosidad” o “pura”, lo que se conoce en inglés como “blue skies research” y que designa aquella clase de investigación que no está guiada por el deseo de ninguna aplicación práctica inmediata y que tiene más probabilidades de llevar a descubrimientos inesperados, ocupa una proporción cada vez más pequeña del total. Hoy día es tanto el dinero que se invierte en investigación que, en general, los niveles de financiación de la investigación básica también han aumentado.

Sin embargo, la mayoría de los observadores coinciden en que los resultados han sido más bien exiguos. Para empezar, ya no vemos nada parecido a aquella corriente continua de revoluciones conceptuales –herencia genética, relatividad, psicoanálisis, mecánica cuántica– que la gente se acostumbró a presenciar, e incluso llegó a esperar, hace cien años. ¿Por qué?

Parte de la respuesta tiene que ver con la concentración de recursos en un puñado de proyectos gigantes: la “megaciencia”, como se le ha llamado. El Proyecto Genoma Humano suele proponerse como un ejemplo de esto. Después de gastar casi 3.000 millones de dólares y emplear a miles de científicos y personal de apoyo en cinco países distintos, básicamente ha servido para establecer que no es mucho lo que se puede aprender de la secuenciación de los genes que resulte de especial utilidad para alguien. Más aún, el furor publicitario y la inversión política que rodean a estos proyectos demuestran el grado hasta el cual incluso la investigación básica parece ahora guiada por imperativos políticos, administrativos y de mercado, que hacen poco probable que suceda algo revolucionario.

En esto, nuestra fascinación con los míticos orígenes de Silicon Valley y la internet nos ha cegado para ver lo que realmente está ocurriendo. Nos ha permitido imaginar que ahora la investigación y el desarrollo se encuentran impulsados, principalmente, por pequeños equipos de intrépidos emprendedores o por esa clase de cooperación descentralizada que crea software de código abierto. Pero no es así, aunque esos equipos de investigación tienen más posibilidades de producir resultados. La investigación y el desarrollo siguen la batuta de los grandes proyectos burocráticos.

Lo que ha cambiado es la cultura burocrática. La creciente interpenetración entre el gobierno, la universidad y las compañías privadas ha llevado a todo el mundo a adoptar el lenguaje, las sensibilidades y las formas organizacionales que se originaron en el mundo corporativo. Aunque esto puede haber ayudado a la creación de productos mercadeables, debido a que eso es lo que se supone que deben hacer las burocracias corporativas, en términos de fomentar la investigación original, los resultados han sido catastróficos.

Mi conocimiento proviene de las universidades, tanto norteamericanas como inglesas. En los dos países, los últimos treinta años han visto una verdadera explosión de la proporción de horas de trabajo dedicadas a tareas administrativas, a costa de prácticamente todo lo demás. En mi propia universidad, por ejemplo, tenemos más administradores que profesores y se espera que los profesores, también, dediquen a tareas administrativas al menos la misma cantidad de tiempo que dedican a la enseñanza y la investigación. Lo mismo ocurre, más o menos, en las universidades de todo el mundo.

El crecimiento del trabajo administrativo ha sido un resultado directo de la introducción de técnicas de gestión corporativas. De manera invariable, estas se justifican como formas de aumentar la eficiencia e impulsar la competencia a todo nivel. Pero lo que finalmente producen estas técnicas en la práctica es que todo el mundo termine por pasar la mayor parte del tiempo tratando de vender cosas: propuestas para becas o subvenciones, propuestas para libros, evaluaciones sobre los empleos estudiantiles y la solicitud de apoyos financieros, evaluaciones de nuestros colegas, prospectos para nuevos programas interdisciplinarios, institutos, talleres, incluso universidades (que ahora se han vuelto marcas que se mercadean entre los potenciales estudiantes y donantes) y así sucesivamente.

Mientras el mercadeo copa toda la vida universitaria, genera documentos acerca de cómo fomentar la imaginación y la creatividad que bien pudieran haber sido diseñados para estrangular la imaginación y la creatividad desde la cuna. En los últimos treinta años no ha surgido en Estados Unidos un solo trabajo de teoría social nuevo e importante. Nuestro papel se ha visto reducido al equivalente del que desempeñaban los académicos medievales: escribir infinitas anotaciones sobre la teoría francesa de los setenta, a pesar de ser conscientes de que si hoy día surgieran en la academia nuevas encarnaciones de Gilles Deleuze, Michel Foucault o Pierre Bourdieu, no les concederíamos una posición de profesor titular.

Hubo una época en que la academia era el refugio para los excéntricos y la gente más brillante pero menos práctica de la sociedad. Pero ya no es así. Ahora es el dominio de los profesionales del automercadeo. Como resultado de ello, en uno de los ataques de autodestrucción social más extraños de la historia, parece que hemos decidido que ya no tenemos espacio para nuestros ciudadanos excéntricos, brillantes y utópicos. La mayoría languidece en los sótanos de las casas de sus madres, haciendo, en el mejor de los casos, intervenciones agudas pero ocasionales en internet.

Si todo esto es cierto en las ciencias sociales, donde la investigación todavía se realiza con una inversión mínima financiada principalmente por individuos, ya nos podemos imaginar cuánto peor será la situación para los astrofísicos. Y, de hecho, un astrofísico, Jonathan Katz, advirtió recientemente a los estudiantes que estaban considerando la posibilidad de seguir una carrera en las ciencias que, aun si lograban salir del período usual de languidecimiento, que dura por lo general una década, convertidos en los lacayos de alguien más, podían estar seguros de que sus mejores ideas tendrían que enfrentar obstáculos a cada paso:

Pasarás tu tiempo escribiendo propuestas en lugar de hacer investigación. Peor aún, porque como tus propuestas serán juzgadas por tu competencia, no podrás seguir tu curiosidad sino que tendrás que dedicar todo tu esfuerzo y talento a tratar de anticipar y desviar las críticas, en lugar de dedicarte a resolver problemas científicos importantes... Es proverbial el hecho de que las ideas originales son el beso de la muerte para cualquier propuesta, en la medida en que todavía no se ha demostrado que funcionan.

Esto responde en buena medida la pregunta acerca de por qué no tenemos aparatos de teleportación ni zapatos antigravedad. El sentido común sugiere que, si queremos maximizar la creatividad científica, busquemos unas cuantas personas brillantes, les concedamos los recursos que necesitan para seguir cualquier idea que se les ocurra y las dejemos trabajar en paz. La mayoría no saldrán con nada, pero es posible que una o dos descubran algo. Pero si queremos minimizar la posibilidad de hacer hallazgos inesperados, lo que hay que hacer es decirles a esas mismas personas que no recibirán ningún recurso, a menos que pasen la mayor parte de su tiempo compitiendo una contra otra para convencernos de que saben con anticipación qué es lo que van a descubrir.

En las ciencias naturales, a la tiranía de la tendencia a incorporar prácticas del sector empresarial podemos añadirle la privatización de los resultados de la investigación. Tal como nos lo ha recordado el economista británico David Harvie, la “investigación de código abierto” no es nueva. La investigación académica siempre ha sido de código abierto en el sentido de que los estudiosos comparten materiales y resultados. Ciertamente hay competencia entre ellos, pero es una competencia “amable”. Sin embargo, esto ya no es cierto para los científicos que trabajan en el sector corporativo, donde los hallazgos son celosamente custodiados. La difusión del ethos corporativo dentro de la academia y los institutos de investigación mismos ha causado que incluso estudiosos cuyas investigaciones son financiadas con fondos públicos traten sus hallazgos como propiedad personal. Los editores académicos se aseguran de que los hallazgos publicados sean cada vez más difíciles de acceder, aislando de esta manera aún más los bienes intelectuales. Como resultado, la competencia amable y abierta se convierte en algo mucho más parecido a la competencia de mercados clásica.

Hay múltiples formas de privatización, que pueden llegar incluso hasta la simple compra y supresión de los descubrimientos inconvenientes por parte de grandes corporaciones temerosas de sus efectos económicos. (No podemos saber, por ejemplo, cuántas fórmulas de combustible sintético han sido compradas y guardadas en las bóvedas de seguridad de las petroleras, pero es difícil imaginar que no sucedan cosas así). Más sutil es la manera en que el ethos corporativo desalienta todo lo que sea aventurero o poco convencional, en especial si no hay un prospecto según el cual se obtengan resultados inmediatos. Curiosamente, internet puede ser parte del problema, tal como lo planteó Neal Stephenson:

La mayor parte de la gente que trabaja en corporaciones o en la academia ha sido testigo de algo similar a lo siguiente: un grupo de ingenieros está sentados en una oficina, intercambiando ideas. A partir de la discusión surge un nuevo concepto que parece prometedor. Entonces aparece una persona que está sentada en un rincón detrás de un computador y que, después de haber hecho una búsqueda rápida en Google, anuncia que esta “nueva” idea es, en realidad, una idea vieja; esa misma idea, o por lo menos algo vagamente parecido, ya fue puesto a prueba. Hay dos posibilidades: que haya fallado o haya tenido éxito. Si falló, entonces ningún administrador que quiera conservar su empleo aprobará que se gaste ni un peso tratando de revivirla. Si tuvo éxito, entonces está patentada y se supone que resultará imposible entrar al mercado, pues las primeras personas que pensaron en eso seguramente contarán con la ventaja de ser pioneras y habrán creado “barreras para la entrada al mercado”. La cantidad de ideas aparentemente prometedoras que han sido aniquiladas de esta manera debe alcanzar varios millones.

Y así un espíritu tímido y burocrático baña cada aspecto de la vida cultural. Un espíritu engalanado con un lenguaje de creatividad, iniciativa y emprendimiento. Pero el lenguaje no significa nada. Los pensadores con más posibilidades de hacer un descubrimiento conceptual son los que menos posibilidades tienen de recibir financiación y, si se produce algún hallazgo, no cuentan con muchas posibilidades de encontrar a alguien dispuesto a seguir adelante hasta desarrollar las implicaciones más atrevidas.

Giovanni Arrighi ha resaltado que, después de la llamada “burbuja de los Mares del Sur”, el capitalismo británico abandonó en gran medida la forma corporativa. Cuando llegó la revolución industrial, Gran Bretaña prefirió apoyarse, en cambio, en una combinación de finanzas de alto nivel y pequeñas compañías familiares, un modelo que mantuvo a lo largo del siguiente siglo, el período de máxima innovación científica y tecnológica. (En esa época, Gran Bretaña también era famosa por ser tan generosa con sus excéntricos y bichos raros, como son famosos los Estados Unidos de hoy por su intolerancia. Un recurso corriente era permitirles volverse pastores de la Iglesia en el campo, pastores que, predeciblemente, se convertían en una de las principales fuentes de descubrimientos científicos aficionados.)

El capitalismo corporativo y burocrático contemporáneo no fue una creación de Gran Bretaña sino de Estados Unidos y de Alemania, los dos poderes rivales que pasaron la primera mitad del siglo xx peleando en dos sangrientas guerras para decidir quién reemplazaría a Gran Bretaña como poder mundial dominante; guerras que culminaron, como era de esperarse, en programas científicos auspiciados por el gobierno para ver quién sería el primero en descubrir la bomba atómica. Por eso es significativo que nuestro actual estancamiento tecnológico parezca haber comenzado después de 1945, cuando Estados Unidos reemplazó a Gran Bretaña como organizador de la economía mundial.

A los norteamericanos no nos gusta la idea de ser una nación de burócratas, muy por el contrario; pero, tan pronto como dejamos de imaginar la burocracia como un fenómeno limitado a las oficinas gubernamentales, se vuelve obvio que eso es precisamente en lo que nos hemos convertido. La última victoria sobre la Unión Soviética no condujo al dominio del mercado sino que, de hecho, cimentó el dominio de las élites gerenciales conservadoras, burócratas corporativos que utilizan el pretexto del pensamiento de corto plazo, competitivo y centrado en el balance, para acabar con cualquier cosa que pueda tener implicaciones revolucionarias de cualquier tipo.

[Tomado de http://www.elmalpensante.com/articulo/3081/cientificos_burocratas.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.

Ser gobernado es...

Charla: El Anarquismo en América Latina

Seguidores

Etiquetas

10deLuluncoto 18 años El Libertario 1º de Mayo 27 de febrero 4 de febrero @kRata (comic) APPO Aana Wainjirawa Abdicación del rey de España Aborto Abstención Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat Acampadas Accion directa no violenta Acción Directa Autogestiva Acción Ecológica Acción Libertaria Acuerdo Venezuela China Agustín García Calvo Alan Furth Alan Moore Albert Camus Alberto Acosta Alcedo Mora Alejandro Álvarez Alentuy Alexander Luzardo Alfonso "el Set@" Alfredo Bonanno Alfredo Vallota Alternativa Antimilitarista Alto costo de la vida Alvaro García Linera Alí Moshiri Alí Primera Alí Rodríguez Araque Amador Fernández-Savater Aministía Internacional Amnistía Internacional Amnistía Internacional Venezuela Amor Amor y Rabia América Latina Américo Alejandro Balbuena Anarquismo en América Latina Anarquismo en México Anarquismo en Venezuela Anarquismo es movimiento Anarquismo social Anarquismo y Postestructuralismo Anarquismo y política Anarquistas contra el muro Anarquistas de Temuco Andreas Speck Antonio Ledezma Antonio Pasquali Antonio Serrano Antulio Rosales Anzoátegui Archivo Histórico del Anarquismo en Venezuela Armando Chaguaceda Armando Guerra Armando Investiga Armando la Resistencia Asier Guridi Asilo y refugio Autonomía Barquisimeto Bernhard Heidbreder Buenaventura Durruti Buenos Aires CNT CORPOELEC Cambiar el mundo sin tomar el poder Cambio Climático Campaña contra la Criminalización del Anarquismo Carlos Crespo Carlos Crespo Flores Carmen García Guadilla Casa de la Mujer "Juana la Avanzadora" de Maracay Casa de la Mujer Juana la Avanzadora de Maracay Centro de Derechos Humanos UCAB Civetchi Coalicion Anarquista y Libertaria de Porto Alegre Coalición Venezolana de Organizaciones LGBTI Colombia Comites de Defensa de la Revolución Comitê Popular da Copa 2014 Concretera la carlota Cooperativismo Correo A Criminalización de los pueblos indígenas Cuba Libertaria Cuba Libertaria 22 Daniel Ortega Daniel Pinos Douglas Bravo EZLN Ejército Venezolano Eliseo Reclus Emma Goldman Enfermedad Hugo Chávez Erick Benítez Escritos de Domingo Alberto Rangel Espacio Público Estado y corrupción en Venezuela Estado y economía en Venezuela Esteban Emilio Mosonyi Europa Eva Golinger Evo Morales FARC FIFA Fanzine Exilio Interior Federación Anarquista Centroamericana y Caribeña Federación Anarquista Centroamericana y del Caribe Federación Anarquista de México Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) Felipe Pérez Martí Feria del Libro Independiente y Autogestionario Feria del libro anarquista Ferrominera Ferrominera Orinoco Filosofía Filosofía en la Ciudad Francisco Flaco Prada Frente Clasista Argimiro Gabaldón GLBIT Gadafi Galsic Genocidio Global Voices Grupo de Estudio y Trabajo Jesús Alberto Márquez Finol Guardia Nacional Bolivariana Guardianas de Chávez Gustavo Godoy Gustavo Rodríguez Género Heinz Dieterich Henrique Capriles Historia de Venezuela Homofobia Humano Derecho Humberto Decarli Humberto Márquez Humor Indígenas Venezuela Informe situación indígenas en Venezuela Inseguridad Ciudadana en Venezuela Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela Irak Iris Varela Isbel Díaz Torres Israel James C. Scott Javier Gárate John Holloway Jorell Meléndez Jorge Videla Jornadas Magonistas Jose Manuel Delmoral Jose María Korta José María Korta José Quintero Weir José Rafael López Padrino Juan Carlos La Rosa LEEME CARACAS Laura Vicente Lexys Rendón Ley Antiterrorista Liber Forti Luis Carlos Díaz Luis Fuenmayor Toro Luis Rafael Escobar Ugas Luis Reyes Reyes Líber Forti MOC Madres de Plaza de Mayo Madrid Manuales Manuel Castells Marc Saint-Upéry Marcela Masperó Marea Socialista Mario Antonio López María Esperanza Hermida Masacre de Cantaura Masacre de El Amparo Masacre de Haximú Masacre de Loma de León Masacre de Monte Oscuro Masacre de Uribana Mercosur Mijaíl Martínez Misiones Sociales Mujeres Libres Mundial de Fútbol 2014 Mérida Nicaragua Nicolás Maduro Niñas y Adolescentes Nu-Sol Observatorio Venezolano de Conflictividad Social Occupy Wall Street Octavio Alberola Organización Nelson Garrido Origen de las Fuerzas Armadas en Venezuela Orlando Chirino Pablo Hernández Parra Paquete económico Parque Verde La Carlota Pedro Pablo Peñaloza Pelao Carvallo Periódico Apoyo Mutuo Periódico El Amanecer Periódico El Libertario Picnic urbano Policía Nacional Bolivariana Punk Latinoamericano Quiteria Franco Rafael Ramírez Rafael Uzcátegui Raisa Urribarri Ramón Carrizales Ramón Rodríguez Chacín Ramón Álvarez Raúl Zibechi Red Latinoamericana Antimilitarista Red Protagónica Observatorio Crítico (OC) de la Revolución Cubana Red por los Derechos Humanos de Niños Regeneración Radio Represión en Cuba Repsol YPF Revolución ciudadana Roberto Yépez Rodolfo Montes de Oca Rodolfo Rico Roger Cordero Lara Rubèn González Rubén González Rusia Sacudón San Cristóbal Santiago de Chile Servicio Militar Obligatorio Sidor Sierra de Perijá Simón Rodríguez Porras Soberanía energética bolivariana Sociedad Homo et Natura Sociedad Homoetnatura Sofía Comuniello Sofía Esteves Subcomandante Marcos Taller Libertario Alfredo López Tamoa Calzadilla Tarek William Saab Testimonio represión Testimonios de la revolución cubana Todo por Hacer Tomás Ibáñez Trabajadores de la Chrysler Transexuales Transfobia Transformando información en acción Transparencia Venezuela Transportes Camila Trasnacionales Tribunal Supremo de Justicia Turquía Twitter UBV UCV ULA UNETE UNEY Uribana Uruguay Valles del Tuy Vaticano Venevisión Venezuela bolivariana Venezuela protests in February 2014 Vivienda Vladimir Aguilar Víctor Muñoz Williams Sanguino Wladimir Pérez Yaracuy Yendri Sánchez Zaida García Zapatistas Zara Zulia `Sabino Romero abajo los muros de las prisiones abolicionismo abstencion abstención electoral abuso militar en Venezuela abuso policial abuso sexual niños acampada acción directa anarquista actividades activismo actualidad del anarquismo adecos chavistas agresiones en Venezuela agresiones a sindicalistas en Venezuela agroecología alternativa amor libre anarchico anarchism anarchism kurdistan anarchism venezuela anarcofeminismo anarcopunk venezuela anarquismo a la venezolana anarquismo básico anarquismo caracas anarquismo en Argentina anarquismo en Francia anarquismo en Perú anarquismo en Uruguay anarquismo en barquisimeto anarquismo en rusia anarquismo hoy anarquismo ilegalista anarquismo suiza anarquismo venezuela anarquismo vs. Estado anarquismo y comunicación anarquismo y cárceles anarquismo y derecho anarquismo y ecología anarquismo y educación anarquismo y literatura anarquismo y luchas sociales anarquismo y marxismo anarquismo y nacionalismo anarquismo y planificación urbana anarquismo y religión anarquismo y violencia anarquismo zulia anarquistas anarquistas caracas anarquistas de Alemania anarquistas de Brasil anarquistas de Chile anarquistas de Cuba anarquistas de México anarquistas de Turquía anarquistas en Bolivia anarquistas en Colombia anarquistas en Costa Rica anarquistas en Cuba anarquistas en El Salvador anarquistas en Paraguay anarquistas en Venezuela anarquistas presos anarquistas solidarios con los yukpa anarquistas ucv anarquistas y prisiones anonymous venezuela antiimperialismo antimilitarismo antimilitarismo anarquista antropología análisis análisis anarquista sobre Venezuela análisis asamblea nacional análisis conflicto con Colombia análisis de izquierda Venezuela análisis de la revolución bolivariana análisis económico análisis reformas en Cuba análisis sobre Venezuela apagones apoyo a El Libertario apoyo internacional al chavismo apoyo internacional al madurismo armamentismo arte callejero arte y anarquismo artistas asesinato de estudiantes asesinatos de manifestantes ataques contra defensores de derechos humanos ataques contra defensores de derechos humanos en Venezuela ataques contra el movimiento anarquista ataques contra el movimiento popular en Venezuela ataques libertad de expresión autodefensa autogestion autogestión autonomía de los movimientos sociales autonomía universitaria autoritarismo burocratico en Cuba biblioteca anarquista bicentenario bakunin bicicletas biciescuela urbana bienes comunes brutalidad policial calentamiento global cambio social capitalismo y medio ambiente caracas chavismo y religiosidad popular chile ciberactivismo ciclismo urbano ciclo guerrilla urbana ciencia y tecnología en Venezuela comercio de armas comic comics comida vegetariana compra de armas concretera caracas concretera de chuao conflicto universitario conflicto yukpa consecuencias ambientales explotación petrolera en Venezuela contaminación PDVSA contaminación ambiental cooptación de movimientos sociales cooptación medios alternativos Venezuela coyuntura mexicana 2012 coyuntura venezolana 2010 coyuntura venezolana 2012 coyuntura venezolana 2013 coyuntura venezolana 2014 coyuntura venezolana 2015 coyuntura venezolana 2016 criminalización de la protesta en Colombia criminalización de la protesta en Venezuela crisis agropecuaria en Venezuela crisis economica venezuela crisis económica en Venezuela crítica anarquista al marxismo crítica de izquierda al chavismo críticas de izquierda al madurismo críticas revolucionarias a Rafael Ramírez deforestación delimitación de tierras indígenas demarcación de territorios indígenas demarcación de tierras en Venezuela deporte y anarquia deporte y capitalismo derecho a la manifestación derecho a la protesta desabastecimiento desaparecidos en Argentina desaparecidos en México desaparecidos en Venezuela desarrollo científico-tecnológico desencanto en el chavismo despidos injustificados detenciones difusión anarquista ecologismo ecologismo en Venezuela economía educación en Venezuela endeudamiento equidad de género en Venezuela extractivismo falso socialismo fascismo futbol brasil globalizacion en Venezuela golpe de Estado en Venezuela hacktivismo hiperinflación historia del anarquismo homicidios ilustraciones imágen El Libertario indigenas ecuador indigenas en venezuela individualismo y anarquismo industria forestal en Chile industria petrolera indìgenas y revolución bolivariana indígenas en Argentina indígenas en Bolivia indígenas en Brasil indígenas en México indígenas en Perú indígenas en Venezuela indígenas presos en Venezuela inflación en Venezuela informática libertaria izquierda antiautoritaria en Cuba izquierda antichavista izquierda en Venezuela jornadas de diversidad sexual la Justicia y los Derechos Humanos legado del chavismo liberacion animal liberación animal liberación humana libertad Bernhard Heidbreder libertad a los presos anarquistas libertad de expresión libertad de expresión en Venezuela libertad para detenidos en Lulea los Salarios y los Sindicatos lucha indígena en Colombia lucha indígena en Venezuela lucha revolucionaria lucha socio-ambiental luchas ambientales Venezuela luchas de los pueblos indígenas luchas de los trabajadores luchas de los trabajadores Venezuela luchas de mujeres luchas estudiantiles luchas indígenas en Venezuela luchas obreras luchas populares en Venezuela luciano pitronello madurismo maestros manifestaciones manifestaciones en Venezuela manipulación mediática manipulación religiosa mario gonzalez masa crítica masacre de San Vicente medio ambiente medios comunitarios y alternativos de Venezuela medios de transporte alternativos megaminería mineria en Venezuela minería minería en Venezuela movilizacion en la planta muerte de neonatos en Venezuela mujeres anarquistas narcotráfico neoliberalismo nicolas maduro no a la concretera no a la extradicion de Bernhard Heidbreder no a las corridas de toros objeción de conciencia organizacion nelson garrido paramilitarismo paro universitario patriarcado patriotismo pelea de almohadas periodico Bandera Negra periódico CNT periódico anarquista periódicos petróleo venezolano poder y política en Latinoamérica poder y política en Venezuela poesía libertaria polarización en Venezuela policías corruptos en Venezuela prensa anarquista preso anarquista presos anarquistas presos políticos en Venezuela prision venezuela prisiones en venezuela proceso bolivariano producción agrícola protesta creativa protesta pacífica protestas contra el Mundial 2014 protestas en venezuela proyecto de reforma de la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar práctica anarquista pueblos originarios pugnas internas del chavismo punk veneziuela rebelion en venezuela recursos red Observatorio Crítico relaciones Cuba-EE.UU. relaciones de Venezuela con China relaciones de Venezuela con Colombia relaciones de Venezuela con Cuba relaciones de Venezuela con U$A relaciones entre la banca y chávez represion en Venezuela represion policial en Venezuela represión represión antianarquista represión en Colombia represión en Venezuela represión policial resistencia indígena resistencia venezuela revista AL MARGEN revolución bolivariana robert serra salario en venezuela salario mínimo en Venezuela sanciones sancocho secuestro seguridad industrial semana pro presos anarquistas 2014 sexismo sexualidad libre sicariato sindicalismo situación agraria latinoamericana situación de la salud situación de los trabajadores en Venezuela situación del periodismo en Venezuela situación del sindicalismo en Argentina situación del sindicalismo en Venezuela situación político-social en Brasil situación político-social en la península ibérica situación político-social mexicana situación venezolana situation in Venezuela 2014 soberanía alimentaria en Venezuela software libre solidaridad con Cuba tercerización en Venezuela terrorismo terrorismo cotidiano terrorismo de Estado en Colombia toma yukpa del TSJ torturas en Venezuela totalitarismo trabajadores del Estado trabajadores en Argentina transición transnacionales chinas turquia tweets anarquistas universidad central de venezuela utopía vegetarianismo venezuela vidas anarquistas viento sin fronteras vigilia frente al TSJ violaciones a los derechos humanos violencia contra la mujer violencia contra niños zona temporalmente autónoma Ángel Cappelletti ética y práctica médica