* Lo que sigue es el texto de una
conversación-entrevista, ocurrida en noviembre de 2014, donde compas de México
(a quienes agradecemos la transcripción y envío) proponen un amplio intercambio
de ideas con Rodolfo, integrante del Colectivo Editor de El Libertario.
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Actualmente dentro de los círculos
anarquistas encontramos un escenario, que sin duda viene a presentar un
fenómeno prácticamente nuevo dentro de lo que viene siendo el anarquismo, en lo
que ha venido a relucir una discusión que hace tiempo ya había sido puesta en
tela de juicio, nos referimos al debate entre lo social y lo antisocial, y
donde han aparecido en puesta de escena diversas individualidades y/o grupos
que bajo el cobijo de la FAI-FRI han venido desatando alrededor del mundo una
actividad insurreccional que va desde el sabotaje contra símbolos materiales
del capitalismo hasta el atentado contra personas representantes del Poder, en
la cual su método de comunicación han sido principalmente los comunicados
publicados en blogs anarquistas a través de internet, en donde confluyen
planteamientos acerca de la informalidad, el nihilismo, las posturas
anticivilizacion, antitecnologia, el insurreccionalismo, la liberación animal y
de la tierra, el ilegalismo anarquista, etc. Sin duda desde esa trinchera se
han hecho fuertes críticas sobre el anarquismo clásico, las contaminaciones
marxianas, contra el ciudadanismo y el avance de las dinámicas de dominación
social y de la naturaleza, inclusive se ha comentado que han sido parte de una superación de las tesis
del anarquismo insurrecional de Bonanno, en cuanto a su cuestión social. Ellxs
mismos han presentado estas propuestas como “la nueva anarquía” o “anarquismo de
praxis” ¿Cuál es tu lectura de estas propuestas? ¿En Venezuela existe una
tensión ante estos temas? ¿Cuál es tu perspectiva al abordar la praxis
anarquista?
° (RMO) El tema que abordas es de
interés y creo que es una de las discusiones que se viene dando en diferentes
círculos anarquistas de la región del mediterráneo y en algunos países de
Latinoamérica; pero hay ciertas cosas que se deben aclarar, como es la
afirmación de que la discusión entre lo “social” y lo “antisocial” es algo
nuevo, por el contrario, esta discusión es de vieja data y siempre ha sido una
constante dentro de las individualidades que se afirman como anarquistas, que
podemos sintetizar entre una puja perpetua entre los rupturistas, partidarios
de la inmediatez de un proceso insurgente y los programáticos adheridos a la
necesidad de un proceso extendido de transformación social. Quizás los
antecedentes más célebres son las discusiones entre Malatesta y Kropotkin, solo
para mencionar algunos personajes históricos de relieve, y que se manifiesta en
una puja constante entre los sectores consientes y beligerantes del anarquismo
llámense estos “ilegalistas”, “expropiadores”,“combatientes”,
“insurreccionalista” o de “praxis” y los sectores programáticos pero al mismo tiempo
estructurados y sobre todo constantes del anarquismo.
Creo que el aporte que dio el grupo
Conspiración Células del Fuego, no se debe medir por la contribución teórico de
sus planteamientos, que en lo personal considero son una continuidad de las
líneas trazada por otros; si no en
cuanto al aporte organizativo y del impacto de sus acciones dentro del estado
helénico. Para mí, ese es el verdadero aporte de la CCF.
Con esto quiero poner de relieve que la
CCF, de que es de los pocos grupos del anarquismo que dentro de su praxis se
mantuvo siempre fiel y apegado a los planteamientos más intransigentes de la
idea ácrata; situación que no paso con otros grupos como Action Directe de
Francia o el Movimiento 2 de Junio de Alemania, los cuales a la larga
terminaron manejando un discurso proto-marxista y de supuesta defensa de “las
mayorías” que decían representar. Esto los hace compañeros valiosos, dignos de
respeto, más allá de si se esté de acuerdo o no con sus métodos de lucha.
Yo creo que si queremos entrar en una
sistematización del “anarquismo de praxis” que exponen las CCF y que como bien
dices, es una síntesis de planteamientos acerca de la informalidad, el
nihilismo, las posturas anticivilizacion, antitecnologia, el
insurreccionalismo, la liberación animal y de la tierra, debemos remitirnos a
lo que se conoce como el post-lefting anarchy, de autores poco divulgados en
Hispanoamérica como Jason McQuinn, Fredy Perlman, Saul Newman, Lawrence Jarach, entre otros, que tratan de
superar con aportaciones teóricas-practicas el estancamiento del anarquismo a
inicios de la década de los ochenta del siglo pasado.
Su visión crítica al rol de las
organizaciones estáticas, el rechazo a la moral y a la ideología como
contenedor de los procesos de transformación, su repudio al trabajo asalariado
o el de la militancia altruista, su anti-dogmastimo, el inmediatismo y la
posibilidad de generar situaciones incomodas al sistema, son algunos de sus
planteamientos que se ven reflejados en las conclusiones de las CCF. Por lo
cual, no creo que sus planteamiento, aunque valiosos y siempre respetables,
sean una superación de algunos puntos planteados por Bonanno y por otros
autores, sino que son una continuación de una línea trazada mucho antes por
otros autores y grupos. Aunque se debe reconocer que la campaña de ataques que
emprendió la CCF en los albores de este siglo, contribuyó a difundir estos
planteamientos y de ponerlos de nuevo sobre el tapete en las tediosas
discusiones ideológicas entre compañeros.
Lo que sí reniego totalmente, es que se
haya tomado el adjetivo de “praxis” para determinar un aporte teórico, creo que
todos los anarquistas son de praxis, el anarquismo es una fuerza viva en
constante confrontación con el orden existente, y eso es práctica también.
Existe praxis en una manifestación como en la elucubración de algún compañero.
Todos los aportes son importantes para la “gimnasia revolucionaria”.
Con referencia a Venezuela, esta región
del trópico no pasó por situaciones de “estancamiento generacional” dentro de
los grupos anarquistas como ocurrió en Italia durante el Congreso de Carrara de
1968 o en España durante la transición postfranquista que permitiera generar
este tipo de respuesta rupturistas. Aunque existen antecedentes interesantes y
valiosos de la presencia de anarquistas y anarcosindicalistas durante el
recorrido de Venezuela como república, los cuales explayo con detalle en el libro
[aún inédito] que escribí que se llama “A Contracorriente”; no existe una
conexión generacional entre un grupo y otro, por lo cual esa tensión entre
anarquistas no se dio. Sin embargo como en otros países, algunos anarquistas
decidieron ir más allá de la labor cultural y participar en acciones al margen
de la ley, como fue la cooperación en un intento de magnicidio de los militares
que integraban la Junta Militar de 1952 o el frustrado intento de asesinato de
Cipriano Castro, solo para dar algunos ejemplos.
Aquí en Venezuela, debido a las
precariedades que hemos tenido que afrontar durante estos 15 años de proceso
bolivariano, no solemos tener marcados “guettos” ni darle mucha importancia a
las etiquetas ideológicas que cada quien se quiera adjudicar; creo que la
metodología es lo que determina aquí las cosas, entre quienes adversamos al
Estado y sus instituciones aunque maneje un discurso ultrarrevolucionario y
aquellos que de forma ingenua se colocan a favor de sus propios verdugos.
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¿Es la anarquía una tensión o una realización?
° La anarquía fue, es y será una tensión
constante y perpetua contra cualquier institución de dominación y generadora de
desigualdades; yo creo que en eso no debe existir la menor duda entre los anarquistas y hay que
reconocer que este es uno de los grandes aportes teóricos de Alfredo María
Bonanno. En un inicio el anarquismo tuvo planteamientos milenaristas como otras
corrientes religiosas o filosociales, en las cuales algún día el “grand soir de
la anarquía” llegaría y todo cambiaria; lamentablemente los países de tradición
lingüística latina y sobre todo los ibéricos e italianos, fueron grandes
impulsores de esta fervorosa perspectiva de la anarquía como una realización
con planteamientos como el “comunismo libertario” que tanto propago la CNT y la
FAI durante su mandato en España.
Yo creo que a estas alturas del partido,
aunque siempre exista una expectativa, muy humana, de que las cosas puedan
cambiar paulatinamente, creo que no hay anarquistas tan ingenuos para pensar
que la anarquía es un mundo ideal de seres perfectos. Se debe pensar en la
anarquía como un cúmulo de planteamientos y sobre todo un catalejo para poder
observar la presada realidad que nos adsorbe; debe ser la herramienta que con
una práctica determina pueden influir y contribuir a generar baches en el
asfalto del despotismo. Por ello,
debemos aceptarnos y reafirmarnos como la antítesis del poder, la autoridad, la
inequidad y la desigualdad entre los hombres. Nada más pero nada menos.
Por esto el anarquismo es tensión y no
realización. El día que nosotros hagamos de la anarquía una realización, ese
mismo día dejaremos de ser anarquista, seremos autoridad; cumpliendo así la
máxima de la humanidad de que los luchadores de la libertad de una generación
se convierten irremediablemente en los opresores de la que viene.
¡Ojo¡ esto no significa que esté de
acuerdo con los sectores más flojos de la idea, que con la excusa de que el
anarquismo es una tensión, se limitan solamente a realizar actividades para
generar situaciones concretas o vivir del espectáculo; considero que como
ácratas debemos articular propuestas y contribuir con nuevas opiniones
para plantear y construir nuevos
escenarios en los cuales actuar.
Yo no sé tú, pero yo siempre estaré del
lado de los excluidos y perseguidos del banquete social, te tocara a ti decidir
de qué lado de la cera o de la balanza estarás. Hay que hacer de la anarquía una tensión y no una petrificación.
Sobre esto, recomiendo leer el libro Anarquismo
es movimiento de Tomás Ibáñez, que fue editado por la editorial catalana de
Virus y que se puede descargar en PDF, el cual considero como uno de los
estudios más acabados sobre el tema.
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Sabemos que en Venezuela existe un denominado anarco-chavismo y que estas
posturas han sido confrontadas y criticadas por ti y por lxs compas de El
Libertario, a lo largo de Latinoamérica se ha venido desarrollando un
denominado “anarquismo especifista” principalmente influenciado desde las
traducciones que realizaría José Antonio Gutiérrez Daton sobre “La plataforma
organizacional de los comunistas libertarios” del grupo ruso Dielo Trouda donde
destaca el compañero Nestor Makno, así como por influencia de diversas personas
participantes de la lucha social en los años 60’s y 70’s quienes se aglutinaban
en filas de agrupaciones [chilenas] como el Movimiento de Izquierda
Revolucionaria, El movimiento Juvenil Lautaro, y diversos grupos de claro
talente marxista que desembocaron en un acercamiento al anarquismo trasladando
su visión del Poder Popular a los grupos libertarios. Cabe resaltar que la
Federación Anarquista Revolucionaria de Venezuela te ha tachado directamente de
“burgués y contrarrevolucionario”, por lo visto la relación que hay entre gente
de ellxs y personas como tú y gente de El Libertario es de separación y
confrontación, sin embargo parece que en otros lados grupos de Sudamérica vienen actuando grupos del tipo
plataformista o especifista, e inclusive participan organizada y abiertamente
de los disturbios callejeros, ¿Crees que algún punto rescatable del neo
plataformismo ya sea en sus ideas o en
sus grupos?
° Esta pregunta esconde varios
planteamientos e interrogantes que debemos desglosar para tener una
aproximación más acabada sobre la proyección a anarquistas dentro de los
movimientos de reivindicación popular que buscan mejoras coyunturales en
problemas específicos en la Región de Venezuela.
Primero, el “anarco-chavismo”, como
supuesta expresión dentro del campo antiautoritario es una ficción, producto de
la falsificación que de forma alevosa han hecho ciertos agentes del Estado para
ganar simpatías dentro de los grupos beligerantes a través un supuesto credo
antiestatal. Fue una expresión irracional que desde un inicio estaba condenada
al profundo fracaso y a no prosperar más allá de sus cuatro adherentes. Ratifico
que es una ficción condenada al basurero de la imbecilidad humana, porque es
descabellado pretender ligar un proceso hegemónico extractivista de corte
militarista con una propuesta radical y antisistema como la anarquía. ¡Eso es
franca idiotez!
De hecho, ni siquiera sería tan generoso
de considerarlo como una “propuesta”, ya que nunca lo fue, como “tendencia” no
realizaron análisis de coyuntura, ni generaron ningún planteamiento serio a
futuro, tampoco lograron cumplir su fetiche de crecer cuantificablemente,
porque esto le encanta a ellos, al considerarse a sí mismo “pueblo”. Solo se
dedicaron alabar al Teniente Coronel de Sabaneta, repetir sus larguísimos
discursos, portar sus banderas, adularlo y pensar que él era la expresión más
acabada de la “izquierda latinoamericana”…. Craso error… Pero en lo que si
gastaron tiempo, saliva y esfuerzos a granel, fue en difamar por todos los
medios posibles a los que nos manteníamos constate con la idea de la anarquía,
los que no decidimos ceder por algún cargo burocrático o por cuatro migajas que
les dio el Estado a través de la renta petrolera por sus servicios de delación
y de cooptación.
Fueron tan obtusos, que su principal
argumento fue el de pretender aprovechar la ingobernable corriente de malestar
general que se generó en la región después de los sucesos del Caracazo, para
desembocar en el mar del comunismo libertario; y solo terminaron canalizando
ese rio salvaje por la vía electoral, para que terminara subsistiendo de los
mendrugos que les da el partido de gobierno a través de sus políticas
asistencialistas. Creo que el inevitable curso de la historia nos ha dado la
razón, porque fuimos constantes y nos apegamos al deber ser de todo antisistema
y rebelde social, ellos por el contrario pasaran como te dije antes, al
oprobioso basurero de la imbecilidad humana.
Esto marca una distancia con otras
expresiones de los grupos “especifistas” y/o “plataformistas” que si han tenido
acogida y desarrollo en otros países de Latinoamérica (Argentina, Brasil,
Chile, Colombia y México), que aunque ambos términos se suelen confundir no son
exactamente lo mismo, pero ambos si
vienen de eso que denominamos “anarquismo social” que se puede compendiar en la
organización de individualidades afines al anarquismo para incidir en las
dinámicas sociales con la finalidad de llegar a una meta común.
Visto desde esa perspectiva, y solo
desde esa perspectiva, considero que está bien, quizás allí entrarían los
compañeros de la Corriente Revolucionaria Anarquista (CRA) de Chile; pero eso
es una cosa y otra muy pero muy distinta, es hacer apología abierta de
gobiernos populistas con la excusa de ser anarquistas sociales y de verse en la
obligación de estar incrustados en los mítines políticos. Este es el caso
específico de agrupaciones como CILEP en Colombia o la OCL y FEL en Chile.
Sobre todo estos últimos, que en marzo de 2014 hicieron gala de ser
corresponsales de la prensa estatal de Venezuela al defender el gobierno de
Nicolás Maduro.
Este tipo de situaciones no es nada
nuevo dentro del anarquismo, el oprobioso ejemplo de Manuel Gaona Sousa y sus
afines en Cuba es un arquetipo de como un grupúsculo de marxistas infiltrados
en los círculos libertarios puede desbaratar todo un movimiento y lanzarlo al
ostracismo de las mazmorras, acusándolo de “derechista”. Tal y como pretendió
hacer la FARV con nosotros en Venezuela, en este punto es visionario el
compañero Gustavo Rodríguez al definir todas estas personas como
“contaminaciones marxianas”.
Aquí en Venezuela, desde El Libertario y otras expresiones
anarquistas hemos venido trabajando de la mano con los movimientos sociales de
base en varios conflictos como son: la lucha por la demarcación y autonomía de
los territorios yukpas; la deforestación de Imataca; la explotación carbonífera
o aurífera en la Sierra de Perijá y el Amazonas; nuestra resistencia al tendido
eléctrico en la Amazonía; la devolución de la piedra Kueka; el apoyo y seguimiento de las
ejecuciones extrajudiciales a través de los Comité de Victimas contra la
impunidad; los casos de sicariato de luchadores populares como: Mijail
Martínez, Sabino Romero, Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena; la
denuncia y seguimientos de las matanzas perpetradas por la Guardia Nacional y
el Ejercito en las prisiones, el último caso el de la Cárcel de Uribana;
nuestra oposición al armamentismo y la cultura de gendarme que ha introducido
el chavismo en la colectividad; la lucha por la ocupación de espacios urbanos;
el apoyo que hemos dado al sindicalista Rubén González acusado de “rebelión
civil” por hacer una huelga y a los sindicatos de las industrias básicas y
mineras; el apoyo al activista autónomo alemán Bernhard Heidbreder que quieren
extraditar por su supuesta participación en el intento de volar una prisión
para inmigrantes Kurdos que estaba construyendo el gobierno germano; el
acompañamiento que se lleva junto a los jubilados y pensionados de la CANTV y los
trabajadores de FEMSA-Coca Cola; Nuestra lucha contra la imposición del modelo
IIRSA que es la continuación del ALCA en la Península de Araya y sobre todo la
denuncia constante del chantaje económico al cual se ha sometido las
expresiones populares en el actual gobierno, entre muchas otras campañas que
llevamos adelante junto a la gente desde abajo. Solo basta con ojear las
páginas de El Libertario y hacer
seguimiento a los artículos para ver el grado de compenetración y de
solidaridad que tenemos con el movimiento popular autónomo y beligerante en
Venezuela.
Pero nuestro apoyo no es condicionado,
ni tampoco esperamos que la gente que participe en ellos, pase engrosar las
filas de una eventual orgánica anarquista, mucho menos decimos que esos
espacios donde actuamos son “anarquistas”; lo hacemos porque vemos un espacio
de confrontación con el orden establecido, porque es la oportunidad de generar
aquí y ahora espacios de articulación horizontales. No se aspira a ser
vanguardia de nada, ni mucho menos adoctrinar a un cumulo de personas como si
fuésemos evangelizadores. No debemos pretender normativizar algo tan voluble
como la anarquía con tanta reglamentaciones que solo la extinguirían. La
anarquía es para vivirla, no para vivir
en nombre de ella. Por eso, esa expresión de “poder popular” que es un reciclaje de una
época y un contexto sesentoso que no se volverá, parece esconder las
pretensiones de un grupúsculo de inmorales que busca convertirse en hegemonía y vivir a costa de la idea.
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México viene arrastrando una situación muy parecida con PEMEX en el que a
través de la nueva reforma energética donde uno de los factores principales es
la entrada de empresas privadas para la
exploración y extracción de petróleo e hidrocarburos, esta es la
cacareadísima privatización por la cual el sector izquierdista, social
demócrata y reformista en México está en descontento y lucha precisamente para
que el país no se venda a manos extranjeras ya que es necesario salvaguardar
“la patria y sus recursos”, nosotrxs creemos y no somos lxs primerxs en decirlo
que no importa cuál sea la nacionalidad del capitalista, se apellide López o se
apellide Smith son emprendimientos que vienen de parte tanto de las cabecillas
de un sistema insostenible como de una mayoría de la población que no se
cuestiona a profundidad los hábitos cotidianos que hacen necesarios la
extensión y expansión del sistema. Es decir que al no ser cuestionados los
sistemas de producción y lxs trabajadorxs alienados a un sistema asalariado y
de consumo, se piensa que enfocando la economía
hacia una especie de nacionalismo de Estado donde se promueva
principalmente la rentabilidad del petróleo para generar el deseado
“bienestar” en la población. Es decir
que las respuestas a la problemática del neoliberalismo es siempre desde una
óptica socialdemócrata, casi siempre viene siendo la estatización, algo que ya
teníamos en México desde tiempos del Presidente Lázaro Cárdenas pero dado a la
calidad de México como país en sometimiento a las demandas políticas y económicas
de los países con mayor dominio en el mundo (EUA, Inglaterra, etc.) siempre ha
ido cediendo concesiones más o menos visibles para accionar este sector a favor
de ellos.
Sin
embargo ya que nosotrx nos consideramos anarquistas en reconexión y defensa de
la naturaleza no es nuestra intención buscar una mejor alternativa al
capitalismo, ya que no nos enfrentamos simplemente a tal o cual empresa o tal o
cual forma de su administración sino más bien a la dinámica total del
capitalismo y teniendo en cuenta el nefasto avance del sistema en cuanto a la
depredación de la naturaleza en aras de la producción industrial, no vemos
viable una lucha en términos de defensa de tal o cual economía del capital sino
más bien en el avance de un enfrentamiento a sus dinámicas tanto en sus
estructuras físicas como en las relaciones sociales, que permitan vislumbrar un
camino hacia una autonomía posible, que sin duda tienen que ver con la difusión
de un ecologismo anticapitalista y antiautoritario, una recuperación de saberes
ancestrales, una defensa de un territorio natural donde desarrollarse mas no de una nación y en este sentido
participar de las luchas que se vienen enfrentando en diversas regiones frente
al avance de los denominados “megaproyectos” (minerías, presas, parques
eólicos, hidroeléctricas, etc.) que rompen los equilibrios naturales que de por si un anterior proceso de
expansión capitalista -que ya dio lo que tuvo que dar- había destruido. ¿Cómo
han abordado este tipo de circunstancias en Venezuela? Sabemos que dicho país
ha basado su economía principalmente en el Petróleo y que esto ha generado un
sinfín de problemáticas sociales, e inclusive ha sido un problema para la
concreción de proyectos antisistemicos, ¿Qué tan necesarios crees que sean la aportación
de datos y análisis sobre cada accionar del Estado/Capital o basta presentar análisis generalizados y
conceptuales?
° Desde 1919, Venezuela es un país
monoproductor, que vive y subsiste de la renta petrolera, basando su renta en
la extracción de Hidrocarburos, minerales y recursos naturales; cumpliendo así
su rol dentro de la globalización económica como un proveedor fiel de materia
prima a las naciones industrializadas del norte. Esta política de extractivismo
se ha incrementado en los últimos 20 años de vida republicana, optando por
estatizada economía de puerto en todos los demás rubros, es por eso que nos da
pena ajena como la extinta FARV podía apoyar a un modelo de dominación como el
Bolivariano en nombre de la anarquía.
Nuestra situación de agente productor de
materia prima de Venezuela, es compartida por
los Estados Unidos Mexicanos. Ambos países desarrollaron lo que el
académico marxista Rodolfo Quintero denomino “la antropología del petróleo”,
que son características propias de los países emergentes que cimientan sus
economías en el “excremento del diablo” como de forma jocosa la bautizo Juan
Pablo Pérez Alfonzo.
Esta situación, pone de relieve dos
situación que debemos valorar los antiautoritarios de ambas regiones; La primera
es repensar la anarquía desde una perspectiva distinta sin aferrarse a
la concepción eurocentrista de la idea, no solo porque nuestra idiosincrasia
como pueblo es muy distinta al desarrollo de Europeo; y dos, porque nuestras
economías cumplen un rol diferente dentro del concierto internacional de
intercambio de mercadería. Es decir, no podemos atarnos a una idea de comuna
colectiva de producción de cítricos u olivos, cuando venimos de una
contingencia donde una docena de barriles de petróleo, genera un excedente que
triplica en dólares una cosecha de cítricos cultivada durante 3 meses.
El petróleo bien liberalizado como
ocurre en México o supuestamente “estatizado” como ocurre en Venezuela, es una
fuente de riqueza fácil que han sabido operar los gobiernos populistas de ambos
países, para mantener un sistema de dominación bien estructurado. Entonces, por
eso son necesarios los análisis que aporten datos y análisis sobra la trama de
poder que nos domina. Como anarquistas debemos quitarnos la imagen infantil de
que el burgués es un trajeado gordo de modales exquisitos, va mucho más allá de
eso, nuestros adversarios son muchas veces más sutiles que los estereotipos que
usamos en nuestra propaganda para convérsenos de cuál es el modelo atacar….
¡Debemos romper con nuestros propios estereotipos y con el imaginario social!,
sin duda alguna, ¡Debemos ir más allá de nuestros propios límites y de la
imagen autocomplaciente que nos hemos creado!... Para ello, son y siempre serán
necesarios los análisis heterodoxos de contextos que aporten aquí y ahora una
crítica a los gobierno y grupos económicos de influencia.
Muy en lo personal creo que México tiene
un exceso de análisis generalizados y conceptuales, sin duda alguna sufrieron
un efecto colateral de la “prosa zapatista” o mejor dicho del “verso de Marcos”, que es un estilo muy
propio de su situación en específico y
que está articulada de esa manera por
dos razones; la primera derivada de su propia actividad clandestina, que los
mantuvo durante mucho tiempo al margen de los análisis de profundidad; y dos,
porque es una forma ingeniosa de contactar con varios segmentos de la población
que se pueden ver atraídos por el discurso de reconocimiento de los derechos de
los pueblos originarios. Para ellos está bien, pero para los que adherimos a la
anarquía aquí y ahora, es distinto.
Ahora mientras platicamos, la actividad
industrial de México sube en un 0.3%,
solamente en el mes de julio y en su comparación anual, crece 2.1%;
mientras que su inversión fija bruta
crece en un 0.2%, con lo cual se estima
que al culminar el mandato de Peña Nieto, el país tendrá un crecimiento del 5%,
con lo cual la mismísima Hilary Clinton ve: “un futuro promisorio en México”.
…¿Promisorio?...Desde una perspectiva
“progresista”, si lo es, siempre amparado por el sistema numérico de la
civilización occidental, pero es aquí, donde me quiero detener.
Desde un análisis economicista, México
que se proyecta boyante ante sus vecinos del Sur, tiene una inflación anual del
3%, mientras que la de Venezuela está por encima del 60%, sin embargo en ambos
países existe disidencia y las ideas anarquistas están cada vez más presentes
dentro de la juventud contestataria. El malestar es general en ambas regiones.
Esto se debe en gran medida por que el sistema que nos gobierna colapso, es
inviable y como todas las macro civilizaciones esta pre-destinada a su
inminente colapso. Los estados energéticos como México y Venezuela, no son la
excepción.
En 1989 el ingeniero y tecnócrata
Richard Duncan publicó un trabajo llamado “La teoría de pulso-transitorio de la
civilización industrial”, que más tarde, en el año 1996, renombraría como
"La Teoría de Olduvai: ir cayendo hacia una era post-industrial de la edad
de piedra", donde adoptó ese término inspirándose en el sitio arqueológico
llamado la Garganta de Olduvai en Tanzania.
Esta hipótesis establece que la
civilización industrial actual tendría una duración máxima de cien años,
contados a partir de 1930 hasta 2030. Iniciando la transición en el año 2007
cuando la producción mundial de energía per cápita empezaría a disminuir debido
a un descenso de las tasas de extracción de combustibles fósiles por
agotamiento, al mismo tiempo que crece la demanda por el aumento de la
población. Esto causaría un colapso social y económico catastrófico en los años
siguientes y poco a poco la humanidad iría a niveles de civilización
comparables a otros anteriormente vividos, culminando dentro de unos mil años
(3000 d. C.) en una cultura basada en la caza, tal y como existía en la Tierra
hace tres millones de años, cuando se desarrolló la industria olduvayense de la
prehistoria africana; de ahí el nombre de esta teoría.
Duncan, junto con el geólogo Walter
Youngquist, mediante un método predictivo el cual llamaron “circunscripción del
cenit del petróleo” estimó la producción petrolera en los próximos años. Según
ese modelo y mediante un software de dinámica de sistemas calcularon que el
pico de producción petrolera fue en 2007. Se observó que de 2003 a 2004 la
producción mundial de petróleo aumentó un 4,0%. El siguiente, de 2004 a 2005,
aumentó un 1,1%; Y de 2005 a 2006 aumentó un simple 0,17%. Por tanto, en los
últimos años, las tasas de producción de petróleo han pasado de ser fuertes a
ser casi nulas.
La producción de la OPEP momentáneamente
superará la producción de países no miembros del cartel y de allí serán los
países productores quienes llegarán a manejar el total de la distribución
petrolera en el mundo, estableciéndose de hecho una división entre países que
poseen petróleo y países que no lo poseen. Sin embargo, aún con los aumentos de
producción del cartel, la producción total mundial continuará su lento proceso
de decrecimiento después del cenit.
Duncan hace hincapié que esta etapa de
la historia humana se diferencia de las demás debido a que el consumo de
fuentes de energía es tan importante que condicionará la regresión a etapas
históricas anteriores, negando la utilización o un mejor empleo de estas
fuentes de energía a civilizaciones futuras, esto lo vemos reflejado en las políticas
ecológicas de algunos partidos políticos y la constante promoción de una “vida
saludable” en los gobiernos; aquí en Venezuela el proceso bolivariano es el
principal impulsor de las ciclovías con la excusa del calentamiento global,
mientras atesta los mercados del sur con petróleo.
Este decrecimiento, voluntario y algunas
veces forzado, dejara al desnudo el sistema de retribución de la riqueza y esto
empujara inevitablemente a la gente a iniciar revueltas y de esta manera a
replantearse su desarrollo como especie en la tierra. Por ello, no debemos
malgastar tiempo ni hacernos eco de las posiciones nacionalistas de López
Obrador, el PDN o el PT, debemos avanzar nosotros con otra agenda, que es la
del decrecimiento radical y el antidesarrollismo. Por ello, los análisis de
René Riesel, Miguel Amoros, John Zerzan, Derrick Jense, Octavio Alberola, Lewis
Mumford, Carlos Taibo, Gustavo Rodríguez, Leopold Kohr, Kevin Tucker, Ken
Knabb, entre otros, deben ser de obligatoria lectura entre nosotros.
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Recientemente algunos grupos de carácter anti-civilización han venido
difundiendo un posicionamiento en cuanto a la “solidaridad indiscriminada” en
la cual se afirma que la solidaridad con lxs sujetxs que sufren de alguna
manera la opresión de la sociedad solo reforman al sistema, solo hace sirven para
ayudar al sistema a que se dé cuenta de sus errores para solventarlos, además
de que la solidaridad solo debería ser –tomando en cuenta una supuesta actitud humana salvaje- para lxs
tuyxs, para lxs de tu clan, lxs que piensan como tú, esto vendría siendo uno de
los elementos fundamentales para concretar el concepto kacsynskiano de “izquierdismo”, ¿cuál es tu opinión ante
esto?
°La verdad que me agarras fuera de base
con esa pregunta, no soy un erudito de Kant, es poco lo que he leído sobre este
filósofo alemán pero tengo entendido que la diferencia entre la mano izquierda
y la mano derecha era la revelación misma del espacio como un marco de
oposiciones insuperables. Las dos manos están frente a frente, radicalmente
reñidas, sin que ninguna operación lógica pueda resolver esa contradicción
espacial absoluta.
Desde esa perspectiva no hay síntesis
posible que pueda reconciliarlas; ninguna transformación del espíritu puede
poner una en el lugar de la otra. Por más que la giremos y la retorzamos la
mano izquierda nunca podrá llegar a ser la mano derecha ni -al revés- la mano
derecha convertirse, a fuerza de moverse, en la mano izquierda.
Ahora, si nos referimos a “Kancsyskiano”
a los aportes teóricos elaborados por Ted Kaczynski, el cual hace interesantes aportes sobre lo
que definió como “solidaridad promiscua”,
puede ser perjudicial para la idea; yo creo que eso depende del feedback que se
reciba de la persona a quien se le tienda la mano. En Venezuela muchas acciones
de solidaridad van dirigidas a personas que no provienen del ambiente
libertario ni antisistema, sin embargo su respuesta y afinidad ha sido
interesante, ampliando muchas veces nuestras propias limitaciones. El sistema
podrá solventar sus errores basándose en nuestra crítica, pero el sistema por
su propia dinámica está condenado al fracaso, como dije en la pregunta
anterior, su colapso es inevitable. Su modelo de producción, su superávit
basado en una economía especulativa y de depredación del medio ambiente, lo
llevara al peor atolladero de su historia, estamos ante el nuevo colapso de Roma. Por ello, los
conflictos surgirán por doquier y es allí, donde a través de la solidaridad nos
podremos acercar a estos para darle un vuelco total hacia la anarquía.
Ahora bien, es necesario reconocer que
esa noción de “solidaridad” es muchas veces intrínseca al sistema y que tiene
nociones profundamente teológicas. Eso es verdad, también es una forma banal de
expiar las culpas individuales con pequeños actos de buena fe. Eso es muy común en las sociedades
post-industriales y tecnificadas como la nuestra, de allí la inconmensurable
necesidad de los progresistas de crear fundaciones, asociaciones civiles y
organizaciones no gubernamentales. En Venezuela, ese tipo de función la llevan
los autodenominados “colectivos” que son los encargados tras una retórica
revolucionaria de llevar esa asistencia a los sectores populares con el impulso
y anuencia de la administración pública bolivariana, esto con la finalidad de
controlar y de repartir dadivas en las barriadas a cambio de lealtad absoluta
al gendarme de turno.
Yo creo que la solidaridad dentro de
conflictos sociales específicos es un escenario para confrontar a la autoridad
y para ir generando redes de desobediencia, no creo que una cosa excluya la
otra, ya Bonanno teorizaba sobre esto con los “grupos informales” y los “grupos
de base”, lo cual es un refrito de los “grupos de defensa” en los sindicatos.
Quizás la expresión de Ted Kaczynski, estaba dirigida a la New Left de Estados
Unidos, que después de un interesante impulso antisistema como las Black
Panthers, Brown Berets, Diggers, entre otros, que se dedicaron a llevar una
política asistencialista en los sectores oprimidos de Norteamérica, terminaron
derivando en agentes indirectos de la política de bienestar anglosajón.
Como anarquistas, debemos manejarnos en
el punto medio, participar y ser solidarios con las personas vulnerables, pero
a su vez hacerles entender las contradicciones del sistema, su eminente colapso
y la posibilidad de articular dinámicas distintas. No se es solidario por compasión, se es
solidario porque es un arma contra el statu quo.
-
Sabemos que tienes estudios en leyes y que has ejercido la abogacía, has
aportado al desarrollo de una teoría anti-carcelaria en América Latina, desde
la conformación de la Cruz Negra Anarquista hasta el proyecto Indubio Pro-Reo
pasando por la redacción de varios escritos que apuntan a la clarificación
sobre la lucha contra lo carcelario e historias de grupos e individualidades
que han sido consecuentes a esta praxis anti-autoritaria. Hemos notado también
como a lo largo de estos años al discurso anti-carcelario se ha crecido en lugares
como Chile, Argentina, México ha avanzado dentro del ámbito libertario cosa que
una década atrás no se trataba de manera tan incisiva dentro del movimiento y
donde se reducía el análisis a la liberación de los presxs politicxs e
inclusive se asumía una agenda sobre cárcel y castigo a las autoridades
responsables de los crímenes políticos, sin embargo a pesar de ya existir una
aparente claridad sobre estos temas vemos muchas veces como dentro del ámbito
libertario se tambalea frente a estas circunstancias, ya sea en el ámbito
cotidiano con la incapacidad de resolver problemas que muchas veces termina con
la participación de la policía o
actitudes autoritarias, así como también los llamados de ciertos sectores como es el caso de la OARS, quienes colaboraron
directamente para la captura de lxs responsables de diversos ataques en la
región Boliviana, así como delaciones entre implicadxs en algún atentado y
señalamientos descalificativos otrxs de grupos como vandalxs volteando bandera
e inclusive negando la solidaridad entre anarquistas. Pero así también como
existen ejemplos de negativos también existen quellxs compañerxs que con
dignidad enfrentan el mundo de las
prisiones desde dentro de ellas, tal es el caso de compas como Mario Gonzales,
Mario López, Carlos, Amellie y Fallon acá en México, Henry Zagamudio en
Bolivia, lxs compas de la CCF y otros anarquistas presos en Grecia, el caso de
los compas del “caso security” en Chile, etc. Sin dejar de mencionar todos esos
ejemplos de aquellxs que sin reivindicarse como anarquistas llevan una lucha
digna desde adentro de las jaulas y que por supuesto también aportan para la
lucha anti-carcelaria. Dicho lo anterior ¿cómo conjugas tu practica de abogado
con la lucha anárquica? ¿En qué tipo de casos participas? ¿Consideras que
entras en contradicción con tus principios? ¿Cuál es tu perspectiva sobre el
desarrollo de la lucha anárquica en Venezuela o de otros lugares que tengas
conocimiento? ¿Consideras viable la que muchxs compañeros denominan el
“antijuridismo anárquico”? ¿Cuál crees que debe ser la actitud de un abogado
libertario? ¿Necesitamos más gente de la nuestra en las filas del derecho?
° Existen muchos mitos, en torno a la
profesión de abogado dentro de los núcleos intransigentes, esto sin duda fundamentado en que son los
trajeados exegetas de la ley, los principales defensores del positivismo y de
los estados modernos como garante del orden público y las buenas costumbres.
Esto es cierto.
Sin embargo, el Estado no es una
entelequia abstracta, sino el cumulo de una infinidad de situaciones y hechos
sociales que están debidamente reglamentadas a través de las leyes y de sus
canales de materialización como tribunales, registros y cortes federales. Por
ello, no se puede hablar de anticapitalismo si no se entiende a figuras como la
dación de pago, la deuda o la hipoteca. No se puede hablar de amor libre, sin
haber estudiado el significado y las relaciones patrimoniales derivadas del
matrimonio, concubinato o las uniones estables de hecho. Es decir no se puede
hablar de autoritarismo cuando no se ha estudiado derecho administrativo ni se
entendió derecho romano.
El derecho como profesión da una serie
de aprendizajes que son necesarios para contrarrestar los efectos nocivos del
Estado, es un campo de batalla donde la semántica, la astucia y el profundo
conocimiento del adversario pueden determinar una victoria momentánea frente al
Estado. Por ejemplo, una persona a la cual pocos conocen pero que ha hecho de
su vida un laboratorio de sus ideas antiautoritarias, es el letrado Tony Serra,
un heredero directo de la contracultura californiana que a sus ochenta años,
defendió a personalidades como Huey P. Newton de los Black Panther, los Hells
Angel, White Panthers, Brownie Mary, New World Liberation Front, el mismísimo Theodore
Kaczynski o Kathleen Ann Soliah, Russell
Little y Michael Bortin del Symbionese
Liberation Army. Incluso gano un par de
juicio contra el FBI y el gobierno federal como en el Caso de Judi Bari o el
Caso del Pepper Spray, donde logro no solo vencer y sentar un precedente en la
legislación, si no que obtuvo también indemnización para las víctimas. Sus
histriónicas defensas y alegatos son tan
célebres y vehementes que la película “true believer”, donde actúan James Woods y Robert Downey, Jr, está basada
en su vida y en el caso de Chol Soo Lee, donde se condenó a un inmigrante coreano
de un asesinato perpetrado por miembros de una pandilla con la anuencia y
complicidad de algunos agentes de la policía.
Pero Serra no es solo un “guerrero de la
semántica” como le gusta definirse, si no que combina su profesión con el
activismo, en el pasado ha sido condenado por ser un célebre tax resistences,
es decir que se niega a realizar su declaración de impuesto, así como su lucha
por la legalización de las drogas y contra la delación como política de
sobreseimiento de causas penales, algo que sin duda alguna deben aprender los
bocones de la OARS boliviana. Otros ejemplos son los abogados Bob Black, John
Viola, Dennis Cunningham, Ben Rosenfeld o Colleen Flynn, muchos de ellos
vinculados o agremiados en el National Lawyer Guild; un paradigma sudamericano
es el queridísimo Julio Cortez que participo en la defensa de los encausados
por el Caso Bombas en Chile.
En lo personal, trato de combinar mi
profesión de abogado con el apoyo y asesoría a los grupos originarios o
vulnerable de Venezuela; actualmente estoy en la defensa del preso autónomo y
antimilitarista Bernhard Heidbreder que fue detenido en el mes de junio por la
Interpol y sobre el cual pesa un proceso de extradición para Alemania donde se
le acusa supuestamente de intentar explotar
una cárcel en construcción para inmigrantes Kurdos.
Con referencia al “antijuridismo
anárquico”, no existe un consenso entre nosotros sobre el alcance y de cómo
debe ser empleado, yo lo entiendo como la capacidad de cada ácrata de poder
solventar los inconvenientes devenidos de la vida en colectividad que pueden
ser solventados sin la necesidad de acudir a los órganos jurisdiccionales. Esto
es muy distinto a lo que denominamos en un momento como “ruptura judicial” que
consiste en una estrategia empleada en los procesos judiciales en los cuales,
con la anuencia del defendido, se decide no asistir al juicio debido a que no
se reconoce al Estado ni a los tribunales, con lo cual se produce una defección
que a su vez es una declaración política.
Para culminar, en lo personal soy
sumamente optimista en cuanto al futuro y los retos que estamos por afrontar,
no solo en esta región del planeta que me toco habitar que se llama Venezuela,
si no en todas las regiones de la tierra donde se ondee sin temor nuestra
bandera negra; desde la indómita Patagonia hasta la álgida Alaska, desde
Guerrero hasta Yakarta, en todos los rincones del planeta va brotando la negra
maleza de nuestras sobrias intenciones.
No hay que temer al presente y debemos
apostar por el futuro, las sociedades complejas estratificadas en base a clases
y género, sedentarias y altamente tecnificadas, se vuelven cada vez más
homogéneas y horizontalmente estructuradas. En muchos casos las
estratificaciones sociales pasadas lentamente se hicieron irrelevantes a lo
largo del colapso y las sociedades se volvieron igualitarias. Esto se evidenció
durante largo proceso que va desde la América Pre-Hispana hasta la formación de
las Repúblicas Burguesas, donde las estructuras coloniales e indígenas
terminaron fusionándose para dar paso al Mestizaje. Y de eso se trata, de
articular un anarquismo mestizo, caribeño, andino y amazónico con su propia
metodología alejada de los estandartes que levanta el anarquismo de las
naciones del norte. Nuestros pueblos han
sido testigos de mil colapsos antes del que se avecina; los Olmecas, Izapas y
Mayas cedieron ante el impulso renovador de la desobediencia desde abajo.
Con esto no quiero decir que se llegue a
un Estado ideal, no soy milenarista ni pretendo establecer el reino perfecto en
la tierra, las realidades y dinámicas sociales son complejas; por ello el estudio,
la constante capacitación, la articulación, el debate y la praxis son
necesarias para el presente, el anarquismo en Venezuela poco importa si en
otras regiones del planeta no se dan procesos de liberación social. Como
anarquistas debemos tener claro que aunque siempre exista borrasca, a la larga,
la victoria es nuestra. Que de esto no quepa la menor duda.
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