Leamsy Salazar, quien ondeaba la bandera de Venezuela en la azotea del palacio de Miraflores el 13 de abril del 2002 -convirtiéndose en uno de los símbolos gráficos del chavismo- se entregó a las autoridades de Estados Unidos para, presuntamente, denunciar actividades de narcotráfico realizadas por altos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro.
La noticia fue difundida por redes sociales en Venezuela tras la información divulgada por el diario conservador ABC de España, conocido por su postura antichavista. Según la noticia divulgada por este medio "Todo indica que a mediados de 2014 la alarma de Salazar había crecido por presuntas represalias cometidas contra algún compañero que, como él, había visto demasiado. En diciembre solicitó permiso para casarse y marcharse de viaje de boda, y se ausentó del país. De la mano de la Administración para el Control de Drogas (DEA) estadounidense y a la espera de tener permiso de entrada en EE.UU., estuvo en un par de países, el último de ellos España. Después de permanecer varias semanas en Madrid el lunes voló a Washington, acompañado por agentes de la División de Operaciones Especiales de la DEA, que fueron a recogerle en un avión especial."
Esta noticia fue ratificada por Diosdado Cabello, quien según el medio pro-oficialista venezolano Ultimas Noticias "dijo este martes que su exescolta Leamsy Salazar era un "infiltrado" al lado del fallecido presidente Chávez". Sin embargo, como se recuerda en un video, Hugo Chàvez felicitó por televisión al por entonces capitán por haber sido parte del grupo de oficiales que había resistido al golpe de Estado de abril de 2002 realizado por el empresario Pedro Carmona contra su gobierno: "Salazar es un humilde y gran soldado de la infantería de Marina", se referió a él Chávez.
La figura de los soldados en la azotea ondeando la bandera se convirtió en un símbolo del chavismo, utilizado en múltiples actividades en Venezuela y en todo el mundo. El secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Narcóticos y Seguridad Internacional, William Brownfield, afirmó públicamente que no podía "confirmar ni negar" la información sobre Salazar ni sobre la investigación abierta por la fiscalía federal en Nueva York. Si bien se desconoce el tipo de información que estaría suministrando Salazar a las autoridades norteramericanas, la reacción de la cúpula madurista ha sido rabiosa. Según el portal oficialista Aporrea: "El diputado chavista Pedro Carreño confirmó la noche de este lunes que un ex-escolta del presidente del parlamento venezolano, Diosdado Cabello, fue "comprado por la CIA" con el propósito de vincularlo con el narcotráfico".
Se especula que Salazar habría sido escolta de varios altos funcionarios del gobierno, por lo que podría tener información de primera mano sobre hechos ilícitos estimulados por la burocracia chavo-madurista, algo que estaría por confirmar pues la noticia está en pleno desarrollo.
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