Colectivo La Peste
El conflicto entre el Estado chileno y el Pueblo Mapuche nace con la propia formación e imposición del Estado. Y se agudiza con el establecimiento de asentamientos fuertemente militarizados en el territorio del Pueblo Mapuche: el Wallmapu. Estos asentamientos trajeron consigo la imposición de la cultura occidental a través de sangre y fuego, exterminando a los habitantes autóctonos de la zona.
Desde los años 90 a la actualidad, la lucha del Pueblo Mapuche ha ido buscando diversas formas de combatir al Estado y el capitalismo. La miseria, el hambre, la injusticia y la desigualdad económica en las zonas al sur de Chile han hecho notar que el enemigo no es solo el Estado/nación, sino que también es el sistema capitalista en el cual habitamos. Son justamente, estos puntos los que iremos desarrollando a lo largo de este texto, con el fin de responder a nuestra inquietud: ¿Cómo anarquistas apoyamos la lucha del Pueblo Mapuche?
Nosotrxs afirmamos que sí, apoyamos esta lucha. En primer lugar, debido a que nuestros enemigxs son los mismos. En la actualidad, varias comunidades mapuches han identificado como su principal enemigo al capitalismo y sus instituciones dando cuenta de cómo sus lógicas llevan al mundo al colapso. Si bien nosotrxs no poseemos la misma cultura ni cosmovisión de mundo y tenemos ciertas aprehensiones con sus formas organizativas, compartimos la misma necesidad de soberanía y autodeterminación. Por lo que, nos identificamos con la búsqueda del control tanto de nuestras vidas como de nuestros territorios.
Para ser más claros, el Pueblo Mapuche ha notado, al igual que el pensamiento ácrata, la relación directa que tiene para el despliegue del capitalismo el surgimiento del Estado moderno. No hay que olvidar que la consolidación de los Estado/nación latinoamericanos estuvo de la mano de sangrientas guerras en contra de los territorios indígenas que lograron mantener autonomía en el periodo colonial, como por ejemplo el Wallmapu.
La estrategia mapuche tiene directa relación con la autodefensa -o resistencia-, una lucha por recuperar y defender sus tierras, tierras que pertenecieron a su pueblo ancestralmente. El ataque a las empresas forestales en la Araucanía tiene que ver directamente con el rechazo a la explotación descarnada de la tierra por parte del empresario. Esta explotación se ve graficada en la introducción de especies foráneas, como el Eucaliptus y el Pino(1) y el monocultivo detrás de su plantación, lo cual trae consigo nefastas consecuencias para el ecosistema del Wallmapu. A su vez, el Estado chileno subvenciona a las empresas forestales por la plantación de estos árboles confundiendo la restauración de bosque nativo con la explotación de la tierra(2). En efecto, la industria forestal es una de las industrias más importantes dentro de la zona, sin embargo, es una de las más dañinas en el Wallmapu. Detrás de esto se encuentran las causas de la marginación y pobreza del pueblo mapuche, quienes por culpa de éstas empresas se han visto desplazados de sus tierras ancestrales y obligados a ubicarse en otros sectores menos productivos.
Por otra parte, el rol que toma el Estado dentro de este conflicto tiene directa tiene que ver con su propia naturaleza. El Estado busca el control y la administración de nuestras vidas, para proporcionarnos una “libertad” de sumisión y obediencia(3), estableciendo un marco jurídico-legal que delimita un territorio en el que reclama tener el monopolio de la violencia. Es decir, cualquier individuo, colectivo y/o comunidad que se resista a su orden se transforma en un/a enemigx y el Estado buscará anularlo por medio de represión y su legalidad irracional. El Pueblo Mapuche se ha dado cuenta que el capitalismo -y su Estado-nación- imponen un sistema que los margina e impone las lógicas mercantiles, rompiendo con sus tradiciones ancestrales -y lo que es más grave aún su propia autonomía.
. . .
En fin, nosotrxs como anarquistas, apoyamos la lucha del Pueblo Mapuche, porque nuestros enemigos son los mismos. Y ahí estaremos, siempre que nos necesiten: con nuestra presencia, con la difusión de propagandas y comunicados y con todo lo que sea necesario para dañar a nuestrxs enemigxs y resistir a sus ataques. Por nuestra libertad y autonomía. Como compañerxs, no como guías ni especialistas. Las recetas no las tenemos. Apostamos a que la solidaridad es necesaria para la lucha contra la totalidad que es el capitalismo mundial. La multitud de luchas en convergencia es una fuerza inagotable, que no podrán parar. Los procesos ya fueron iniciados y es responsabilidad nuestra hacer de esta, nuestra historia.
Nuestra convergencia y unión es: nuestra resistencia y nuestro ataque.
Notas
(1)Estos árboles requieren un gran consumo de agua secando ríos. A su vez, que el monocultivo y el uso indiscriminado del suelo (sin darle descanso a éste) generá erosión y contaminación del agua, volviendo improductiva la tierra para tareas agrícolas.
(2)“El Decreto de Ley 701 estableció un subsidio de un 75% de lo invertido en plantaciones forestales, se abrieron créditos especiales y exenciones tributarias (liberación de impuestos), gran cantidad de suelo pasó a ser decretado de uso preferentemente forestal, viéndose sus dueños obligados a plantar y reforestar, más aun se estableció sanción a quienes invirtieran estos dineros en agricultura o ganadería. La actividad forestal pasó a ser considerada una actividad social muy lucrativa.” En: http://www.resumen.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=5805:ley-de-fomento-forestal-ano-decisivo-para-la-agricultura-chilena&catid=16:ecologia&Itemid=60
(3) Weber indica que el Estado es una relación de dominación de hombres sobre hombres por medio de una violencia legitimada socialmente. El político y el científico. Alianza Editorial, 2003. p. 84
[Extraido de documento accesible en http://lapeste.org/2015/01/24/por-que-como-anarquistas-apoyamos-la-lucha-autonoma-del-pueblo-mapuche.]
El conflicto entre el Estado chileno y el Pueblo Mapuche nace con la propia formación e imposición del Estado. Y se agudiza con el establecimiento de asentamientos fuertemente militarizados en el territorio del Pueblo Mapuche: el Wallmapu. Estos asentamientos trajeron consigo la imposición de la cultura occidental a través de sangre y fuego, exterminando a los habitantes autóctonos de la zona.
Desde los años 90 a la actualidad, la lucha del Pueblo Mapuche ha ido buscando diversas formas de combatir al Estado y el capitalismo. La miseria, el hambre, la injusticia y la desigualdad económica en las zonas al sur de Chile han hecho notar que el enemigo no es solo el Estado/nación, sino que también es el sistema capitalista en el cual habitamos. Son justamente, estos puntos los que iremos desarrollando a lo largo de este texto, con el fin de responder a nuestra inquietud: ¿Cómo anarquistas apoyamos la lucha del Pueblo Mapuche?
Nosotrxs afirmamos que sí, apoyamos esta lucha. En primer lugar, debido a que nuestros enemigxs son los mismos. En la actualidad, varias comunidades mapuches han identificado como su principal enemigo al capitalismo y sus instituciones dando cuenta de cómo sus lógicas llevan al mundo al colapso. Si bien nosotrxs no poseemos la misma cultura ni cosmovisión de mundo y tenemos ciertas aprehensiones con sus formas organizativas, compartimos la misma necesidad de soberanía y autodeterminación. Por lo que, nos identificamos con la búsqueda del control tanto de nuestras vidas como de nuestros territorios.
Para ser más claros, el Pueblo Mapuche ha notado, al igual que el pensamiento ácrata, la relación directa que tiene para el despliegue del capitalismo el surgimiento del Estado moderno. No hay que olvidar que la consolidación de los Estado/nación latinoamericanos estuvo de la mano de sangrientas guerras en contra de los territorios indígenas que lograron mantener autonomía en el periodo colonial, como por ejemplo el Wallmapu.
La estrategia mapuche tiene directa relación con la autodefensa -o resistencia-, una lucha por recuperar y defender sus tierras, tierras que pertenecieron a su pueblo ancestralmente. El ataque a las empresas forestales en la Araucanía tiene que ver directamente con el rechazo a la explotación descarnada de la tierra por parte del empresario. Esta explotación se ve graficada en la introducción de especies foráneas, como el Eucaliptus y el Pino(1) y el monocultivo detrás de su plantación, lo cual trae consigo nefastas consecuencias para el ecosistema del Wallmapu. A su vez, el Estado chileno subvenciona a las empresas forestales por la plantación de estos árboles confundiendo la restauración de bosque nativo con la explotación de la tierra(2). En efecto, la industria forestal es una de las industrias más importantes dentro de la zona, sin embargo, es una de las más dañinas en el Wallmapu. Detrás de esto se encuentran las causas de la marginación y pobreza del pueblo mapuche, quienes por culpa de éstas empresas se han visto desplazados de sus tierras ancestrales y obligados a ubicarse en otros sectores menos productivos.
Por otra parte, el rol que toma el Estado dentro de este conflicto tiene directa tiene que ver con su propia naturaleza. El Estado busca el control y la administración de nuestras vidas, para proporcionarnos una “libertad” de sumisión y obediencia(3), estableciendo un marco jurídico-legal que delimita un territorio en el que reclama tener el monopolio de la violencia. Es decir, cualquier individuo, colectivo y/o comunidad que se resista a su orden se transforma en un/a enemigx y el Estado buscará anularlo por medio de represión y su legalidad irracional. El Pueblo Mapuche se ha dado cuenta que el capitalismo -y su Estado-nación- imponen un sistema que los margina e impone las lógicas mercantiles, rompiendo con sus tradiciones ancestrales -y lo que es más grave aún su propia autonomía.
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En fin, nosotrxs como anarquistas, apoyamos la lucha del Pueblo Mapuche, porque nuestros enemigos son los mismos. Y ahí estaremos, siempre que nos necesiten: con nuestra presencia, con la difusión de propagandas y comunicados y con todo lo que sea necesario para dañar a nuestrxs enemigxs y resistir a sus ataques. Por nuestra libertad y autonomía. Como compañerxs, no como guías ni especialistas. Las recetas no las tenemos. Apostamos a que la solidaridad es necesaria para la lucha contra la totalidad que es el capitalismo mundial. La multitud de luchas en convergencia es una fuerza inagotable, que no podrán parar. Los procesos ya fueron iniciados y es responsabilidad nuestra hacer de esta, nuestra historia.
Nuestra convergencia y unión es: nuestra resistencia y nuestro ataque.
Notas
(1)Estos árboles requieren un gran consumo de agua secando ríos. A su vez, que el monocultivo y el uso indiscriminado del suelo (sin darle descanso a éste) generá erosión y contaminación del agua, volviendo improductiva la tierra para tareas agrícolas.
(2)“El Decreto de Ley 701 estableció un subsidio de un 75% de lo invertido en plantaciones forestales, se abrieron créditos especiales y exenciones tributarias (liberación de impuestos), gran cantidad de suelo pasó a ser decretado de uso preferentemente forestal, viéndose sus dueños obligados a plantar y reforestar, más aun se estableció sanción a quienes invirtieran estos dineros en agricultura o ganadería. La actividad forestal pasó a ser considerada una actividad social muy lucrativa.” En: http://www.resumen.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=5805:ley-de-fomento-forestal-ano-decisivo-para-la-agricultura-chilena&catid=16:ecologia&Itemid=60
(3) Weber indica que el Estado es una relación de dominación de hombres sobre hombres por medio de una violencia legitimada socialmente. El político y el científico. Alianza Editorial, 2003. p. 84
[Extraido de documento accesible en http://lapeste.org/2015/01/24/por-que-como-anarquistas-apoyamos-la-lucha-autonoma-del-pueblo-mapuche.]
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