Sociedad Homo et Natura
Es urgente que el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro termine de entregar los espacios de tierras del territorio Yukpa que le pertenece a las familias y gente de Sabino Romero Izarra asesinado por el sicariato ganadero de Machiques el 3 de marzo de 2013, durante unas elecciones realizadas para sacar como comisario de la región del Tukuko a Alfonso Inopa del grupo de "El Manguera", su asesino material.
Pese a todos los análisis fundamentados en decenas de artículos de opinión, foros y simposios relación con los derechos humanos y a la paz del pueblo Yukpa por el colectivo Sociedad Homo et Natura, y a todas las visitas realizadas por los líderes y familias Yukpa al INTI, MAT, Gobernación del Estado Zulia, Defensoría del Pueblo, Vicepresidencia de la República y Cancillería, no ha sido posible que el Gobierno cancele las bienhechurías de las haciendas solicitadas Araguaney, Mi Deleite, Las Delicias, El Carmen, Barranquillas y los parcelamientos la Estrella y lo que falta de Las Flores.
Luego de tanta gestión frustrada por indígenas y colectivos aliados a nivel nacional además de la información recabada, incluyendo las mismas palabras de la Ministra Aloha Nuñez en la Gobernación del Zulia frente a un grupo de dirigentes Yukpa, donde estaba presente el hijo de Sabino, Sabino Romero Martínez, nos lleva a la verdad que es el mismo Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas quien se opone a la cancelación de estas cinco haciendas y parcelas, al derecho nacional e internacional del pueblo y comunidades indígenas Yukpa de tener tierra para vivir y desarrollar. Los derechos a la vida y a la paz del pueblo Yukpa está consustanciados con el derecho a la tierra.
Es este ministerio indígena la máxima expresión de la colonialidad del poder enquistado en las estructuras de la sociedad y el Estado capitalista colonial venezolano. Nicia Maldonado y Aloha Nuñez han sido desde la fundación de dicho ministerio de la colonialidad la mismisima piedra de tranca para que los Yukpa y otros pueblos indígenas de Venezuela a estas alturas carezcan de territorios para la vida espiritual y material. Estas ministras indígenas están involucradas en el fracaso del llamado proceso de demarcación de hábitat y tierras indígenas. Este ministerio conjuntamente con el ex Ministerio del Poder Popular para el Ambiente son culpables de la muerte de Sabino Romero Izarra y de otros tantos asesinados y dirigentes heridos indígenas Yukpa en el proceso de la demarcación de sus tierras, y de que el pueblo Barí haya perdido la oportunidad de recuperar parte de sus territorio despojado a sangre y fuego por empresas trasnacionales del petróleo, hacendados y agresivos parceleros entre 1910-1980. Este ministerio es el soporte ideológico del aparato de dominación del Estado-Gobierno en materia indígena, ha convalidado la presencia de terceros, el despojo y los asesinatos recientes en los territorios Yukpa, piedra angular de la política de la colonialidad del Estado-Gobierno venezolano, daga fría que ha destrozado la moral ancestral de centenares de dirigentes indígenas nacionales, regionales y locales, que ha originado la soledad y el aislamiento en la cual hoy luchan los pueblos indígenas venezolanos con sus dirigentes familiares para recuperar sus territorios y culturas de los planes extractivistas y la ganadería intensiva en sus territorio de ríos y selvas. Son los indígenas y la naturaleza los grandes perdedores de todas las políticas públicas de las repúblicas que hasta hoy han fundado la colonialidad en Venezuela.
La colonia y la colonialidad como estructuras complementarias actúan a través de la lógica de la eliminación tratando de erradicar la presencia indígena de sus territorios, tal como el Estado Sionista de Israel en Palestina. El colonialismo de asentamientos de españoles y canarios y posteriormente de sus descendientes impuesto desde antes de la fundación de La Villa del Rosario y posteriormente de Machiques destruyó y siguen destruyendo los asentamientos originales Caribe Yukpa para reemplazarlos por haciendas y pueblos, tal como en Palestina los colonos de Israel. La invasión del territorio indígena busca borrar la presencia indígena sobre la tierra de forma permanente, para sustituirla por una nueva sociedad y un sistema de gobierno de colonos hacendados con la ayuda del Rey de España en la colonia y posteriormente en la colonialidad por cada una de las cinco repúblicas creadas en Venezuela llevando ahora la formula homogenizarte de los consejos comunales y comunas y la vieja conseja socialdemocráta y socialcristiana de la política de la violencia y el exterminio de “dejar hacer y dejar pasar”. Hoy son los factores armados los que gobiernan todas las comunidades fronterizas de la Sierra de Perijá. Y el Gobierno lo permite como parte de su política de la colonialidad, igual sucede con las matanzas sostenidas por el Gobierno Sionista de Israel en la tierra de Palestina. Solo que allá los cuerpos de las mujeres palestinas son violados por los soldados en la ocupación y violación del suelo palestino, de la patria palestina; en el territorio Yukpa se da un proceso menos violento y traumático a través del mestizaje, no son a través de los hacendados directamente, sino a través de los peones de haciendas enquistadas en el corazón del territorio indígena.
Este texto de las feministas palestinas Nadera Shalhoub-Kervorkian, Sarah Ihmoud y Suhad Dahir-Nashif, con sus diferencias por supuesto culturales e históricas, puede ser aplicado a la situación del pueblo Yukpa ante los hacendados invasores y del Estado Venezolano activo cómplice. “Los expertos sostienen que la lógica de la eliminación utilizada por el colonialismo de asentamientos puede culminar en el genocidio indígena. En sus formaciones europeas, tanto el colonialismo de asentamientos como el genocidio han empleado 'la gramática organizadora de la raza'. Desde sus comienzos, el Estado judío ha estado incrustado por una lógica colonial de carácter racial. Esta lógica presenta al palestino como un ser peligroso en oposición al sujeto blanco/judío y a la polis blanca/judía. Como han señalado numerosos autores, esta configuración racial se articula a través de los pensadores sionistas de la ideología orientalista que presentaba al pueblo judío como mantenedor de la civilización europea frente a una región y a un pueblo culturalmente atrasados. Tal proyecto 'modernizador' o misión 'civilizadora' se apoyaba en un imaginario sionista de trabajo exclusivamente judío cultivando una tierra vacía y yerma, haciendo que 'el desierto floreciera'. Los primeros dirigentes sionistas intentaron actualizar el mito fundacional sionista de una 'tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra' mediante una limpieza étnica sistemática de los palestinos indígenas en 1948...” (Palestina: La violencia sexual, el cuerpo de la mujer y los asentamientos coloniales de Israel).
Es urgente que el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro termine de entregar los espacios de tierras del territorio Yukpa que le pertenece a las familias y gente de Sabino Romero Izarra asesinado por el sicariato ganadero de Machiques el 3 de marzo de 2013, durante unas elecciones realizadas para sacar como comisario de la región del Tukuko a Alfonso Inopa del grupo de "El Manguera", su asesino material.
Pese a todos los análisis fundamentados en decenas de artículos de opinión, foros y simposios relación con los derechos humanos y a la paz del pueblo Yukpa por el colectivo Sociedad Homo et Natura, y a todas las visitas realizadas por los líderes y familias Yukpa al INTI, MAT, Gobernación del Estado Zulia, Defensoría del Pueblo, Vicepresidencia de la República y Cancillería, no ha sido posible que el Gobierno cancele las bienhechurías de las haciendas solicitadas Araguaney, Mi Deleite, Las Delicias, El Carmen, Barranquillas y los parcelamientos la Estrella y lo que falta de Las Flores.
Luego de tanta gestión frustrada por indígenas y colectivos aliados a nivel nacional además de la información recabada, incluyendo las mismas palabras de la Ministra Aloha Nuñez en la Gobernación del Zulia frente a un grupo de dirigentes Yukpa, donde estaba presente el hijo de Sabino, Sabino Romero Martínez, nos lleva a la verdad que es el mismo Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas quien se opone a la cancelación de estas cinco haciendas y parcelas, al derecho nacional e internacional del pueblo y comunidades indígenas Yukpa de tener tierra para vivir y desarrollar. Los derechos a la vida y a la paz del pueblo Yukpa está consustanciados con el derecho a la tierra.
Es este ministerio indígena la máxima expresión de la colonialidad del poder enquistado en las estructuras de la sociedad y el Estado capitalista colonial venezolano. Nicia Maldonado y Aloha Nuñez han sido desde la fundación de dicho ministerio de la colonialidad la mismisima piedra de tranca para que los Yukpa y otros pueblos indígenas de Venezuela a estas alturas carezcan de territorios para la vida espiritual y material. Estas ministras indígenas están involucradas en el fracaso del llamado proceso de demarcación de hábitat y tierras indígenas. Este ministerio conjuntamente con el ex Ministerio del Poder Popular para el Ambiente son culpables de la muerte de Sabino Romero Izarra y de otros tantos asesinados y dirigentes heridos indígenas Yukpa en el proceso de la demarcación de sus tierras, y de que el pueblo Barí haya perdido la oportunidad de recuperar parte de sus territorio despojado a sangre y fuego por empresas trasnacionales del petróleo, hacendados y agresivos parceleros entre 1910-1980. Este ministerio es el soporte ideológico del aparato de dominación del Estado-Gobierno en materia indígena, ha convalidado la presencia de terceros, el despojo y los asesinatos recientes en los territorios Yukpa, piedra angular de la política de la colonialidad del Estado-Gobierno venezolano, daga fría que ha destrozado la moral ancestral de centenares de dirigentes indígenas nacionales, regionales y locales, que ha originado la soledad y el aislamiento en la cual hoy luchan los pueblos indígenas venezolanos con sus dirigentes familiares para recuperar sus territorios y culturas de los planes extractivistas y la ganadería intensiva en sus territorio de ríos y selvas. Son los indígenas y la naturaleza los grandes perdedores de todas las políticas públicas de las repúblicas que hasta hoy han fundado la colonialidad en Venezuela.
La colonia y la colonialidad como estructuras complementarias actúan a través de la lógica de la eliminación tratando de erradicar la presencia indígena de sus territorios, tal como el Estado Sionista de Israel en Palestina. El colonialismo de asentamientos de españoles y canarios y posteriormente de sus descendientes impuesto desde antes de la fundación de La Villa del Rosario y posteriormente de Machiques destruyó y siguen destruyendo los asentamientos originales Caribe Yukpa para reemplazarlos por haciendas y pueblos, tal como en Palestina los colonos de Israel. La invasión del territorio indígena busca borrar la presencia indígena sobre la tierra de forma permanente, para sustituirla por una nueva sociedad y un sistema de gobierno de colonos hacendados con la ayuda del Rey de España en la colonia y posteriormente en la colonialidad por cada una de las cinco repúblicas creadas en Venezuela llevando ahora la formula homogenizarte de los consejos comunales y comunas y la vieja conseja socialdemocráta y socialcristiana de la política de la violencia y el exterminio de “dejar hacer y dejar pasar”. Hoy son los factores armados los que gobiernan todas las comunidades fronterizas de la Sierra de Perijá. Y el Gobierno lo permite como parte de su política de la colonialidad, igual sucede con las matanzas sostenidas por el Gobierno Sionista de Israel en la tierra de Palestina. Solo que allá los cuerpos de las mujeres palestinas son violados por los soldados en la ocupación y violación del suelo palestino, de la patria palestina; en el territorio Yukpa se da un proceso menos violento y traumático a través del mestizaje, no son a través de los hacendados directamente, sino a través de los peones de haciendas enquistadas en el corazón del territorio indígena.
Este texto de las feministas palestinas Nadera Shalhoub-Kervorkian, Sarah Ihmoud y Suhad Dahir-Nashif, con sus diferencias por supuesto culturales e históricas, puede ser aplicado a la situación del pueblo Yukpa ante los hacendados invasores y del Estado Venezolano activo cómplice. “Los expertos sostienen que la lógica de la eliminación utilizada por el colonialismo de asentamientos puede culminar en el genocidio indígena. En sus formaciones europeas, tanto el colonialismo de asentamientos como el genocidio han empleado 'la gramática organizadora de la raza'. Desde sus comienzos, el Estado judío ha estado incrustado por una lógica colonial de carácter racial. Esta lógica presenta al palestino como un ser peligroso en oposición al sujeto blanco/judío y a la polis blanca/judía. Como han señalado numerosos autores, esta configuración racial se articula a través de los pensadores sionistas de la ideología orientalista que presentaba al pueblo judío como mantenedor de la civilización europea frente a una región y a un pueblo culturalmente atrasados. Tal proyecto 'modernizador' o misión 'civilizadora' se apoyaba en un imaginario sionista de trabajo exclusivamente judío cultivando una tierra vacía y yerma, haciendo que 'el desierto floreciera'. Los primeros dirigentes sionistas intentaron actualizar el mito fundacional sionista de una 'tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra' mediante una limpieza étnica sistemática de los palestinos indígenas en 1948...” (Palestina: La violencia sexual, el cuerpo de la mujer y los asentamientos coloniales de Israel).
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