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Actualmente las formas de control social en los medios masivos son mas complejas, mas perversas. Ya saben que muy pocos les creen a ciegas y por eso usan otros métodos. Ya no te dicen que creer pero si de qué hablar, en qué enfocarte, además de cambiar los significados de las palabras y los conceptos. Los encapuchados ya no son zapatistas, anarquistas, rebeldes sino que son “infiltrados”. Los anarquistas ya no son personas antiestatistas y antiautoritarixs sino que son personas “violentas”, “poco prudentes”, “que ponen en riesgo” (como si no fueran los granaderos quienes entran a golpear y detener violentamente).
Por medio de mensajes sutiles, de dictar las agendas de discusión, los focos de la discusión y los significados de las palabras, van creando miedo y nulificando la reflexión. Ahora cada convocatoría se convierte en “pacífica” y nadie parece advertir que la gran mayoría de manifestaciones reprimidas han sido “totalmente pacíficas”. Ahora hay gente que quiere “desmarcarse” de lxs anarquistas sin ver que están en cada núcleo juvenil activo, que existen en todos los países (y en mayor número dentro de los países del “primer mundo”).
No puede ver que con su actitud esta aislando a un amplio sector que está siendo atacado directa y brutalmente por el Estado. Están ayudando a esta nueva “guerra sucia”, la cual ya no será solamente contra guerrilleros sino contra lxs jóvenes (y no tan jóvenes) que se atreven a defenderse de los ataques de granaderos, que nunca agrederían a persona alguna (y muchxs que incluso no dañarían ningún ser vivo) y que posiblemente su mayor “crimen” haya sido romper vidrios de instituciones y empresas que nos someten a todxs. A este sector el Estado busca desaparecer, encarcelar, asesinar.
También se sigue usando la máxima de Goebbels : “Si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad” y por ello siguen repitiendo “granaderos entran para contener violencia”, “Se necesitan miles de granaderos para someter a decenas de violentos”, “los infiltrados justifican la represión”, “las manifestaciones legítimas son las que los medios dicen que son legítimas” y otras tonterías. Hay que desenmascarar realmente a los medios, no dejarse llevar ni por sus discursos ni por sus agendas. HAy que “señalar al rey desnudo”, el gobierno nunca ha necesitado “pretextos” para reprimir. ¿Acaso no saben que en la acción del aeropuerto fueron los granaderos los que atacaron? ¿Nadie se fija en la información de los organismos independientes de derechos humanos donde señalan la sistematización de la violencia de Estado? Están repitiendo los dictados del poder escudándose en un “pragmatismo” que ni siquiera está respaldado con datos duros.
Hay que ser claros, consecuentes, directos. El problema no son ni los infiltrados, ni lxs anarquistas, ni las ventanas. El problema es el cuerpo de granaderos, la existencia de un grupo de personas altamente equipadas cuyo único fin es la represión. Los granaderos no están para traer la paz sino el miedo. Ya en 1968 lo tenían muy claro lxs estudiantes y por eso exigian la desaparición del cuerpo de granaderos. Hay que aceptar que, al menos en el DF, Puebla, Oaxaca y Veracruz el cuerpo de granaderos está pasando a la ofensiva. No solo defienden los intereses del poder sino que ya directamente atacan a la disidencia. Cualquier movimiento “nacional” serio debe posicionarse claramente contra el cuerpo de granaderos, desaparecer los mecanismos represivos del Estado debe ser una petición básica si buscan libertad de expresión y manifestación.
Hay que quitarles el poder (a los medios masivos y al gobierno) que permite justificar/ejercer la represión y el terrorismo de Estado. No A LOS DISCURSOS DEL PODER, NO AL CUERPO REPRESIVO DE GRANADEROS.
[Tomado de http://zapateando.wordpress.com/2014/11/26/el-control-social-los-discursos-y-los-granaderos/.]
Actualmente las formas de control social en los medios masivos son mas complejas, mas perversas. Ya saben que muy pocos les creen a ciegas y por eso usan otros métodos. Ya no te dicen que creer pero si de qué hablar, en qué enfocarte, además de cambiar los significados de las palabras y los conceptos. Los encapuchados ya no son zapatistas, anarquistas, rebeldes sino que son “infiltrados”. Los anarquistas ya no son personas antiestatistas y antiautoritarixs sino que son personas “violentas”, “poco prudentes”, “que ponen en riesgo” (como si no fueran los granaderos quienes entran a golpear y detener violentamente).
Por medio de mensajes sutiles, de dictar las agendas de discusión, los focos de la discusión y los significados de las palabras, van creando miedo y nulificando la reflexión. Ahora cada convocatoría se convierte en “pacífica” y nadie parece advertir que la gran mayoría de manifestaciones reprimidas han sido “totalmente pacíficas”. Ahora hay gente que quiere “desmarcarse” de lxs anarquistas sin ver que están en cada núcleo juvenil activo, que existen en todos los países (y en mayor número dentro de los países del “primer mundo”).
No puede ver que con su actitud esta aislando a un amplio sector que está siendo atacado directa y brutalmente por el Estado. Están ayudando a esta nueva “guerra sucia”, la cual ya no será solamente contra guerrilleros sino contra lxs jóvenes (y no tan jóvenes) que se atreven a defenderse de los ataques de granaderos, que nunca agrederían a persona alguna (y muchxs que incluso no dañarían ningún ser vivo) y que posiblemente su mayor “crimen” haya sido romper vidrios de instituciones y empresas que nos someten a todxs. A este sector el Estado busca desaparecer, encarcelar, asesinar.
También se sigue usando la máxima de Goebbels : “Si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad” y por ello siguen repitiendo “granaderos entran para contener violencia”, “Se necesitan miles de granaderos para someter a decenas de violentos”, “los infiltrados justifican la represión”, “las manifestaciones legítimas son las que los medios dicen que son legítimas” y otras tonterías. Hay que desenmascarar realmente a los medios, no dejarse llevar ni por sus discursos ni por sus agendas. HAy que “señalar al rey desnudo”, el gobierno nunca ha necesitado “pretextos” para reprimir. ¿Acaso no saben que en la acción del aeropuerto fueron los granaderos los que atacaron? ¿Nadie se fija en la información de los organismos independientes de derechos humanos donde señalan la sistematización de la violencia de Estado? Están repitiendo los dictados del poder escudándose en un “pragmatismo” que ni siquiera está respaldado con datos duros.
Hay que ser claros, consecuentes, directos. El problema no son ni los infiltrados, ni lxs anarquistas, ni las ventanas. El problema es el cuerpo de granaderos, la existencia de un grupo de personas altamente equipadas cuyo único fin es la represión. Los granaderos no están para traer la paz sino el miedo. Ya en 1968 lo tenían muy claro lxs estudiantes y por eso exigian la desaparición del cuerpo de granaderos. Hay que aceptar que, al menos en el DF, Puebla, Oaxaca y Veracruz el cuerpo de granaderos está pasando a la ofensiva. No solo defienden los intereses del poder sino que ya directamente atacan a la disidencia. Cualquier movimiento “nacional” serio debe posicionarse claramente contra el cuerpo de granaderos, desaparecer los mecanismos represivos del Estado debe ser una petición básica si buscan libertad de expresión y manifestación.
Hay que quitarles el poder (a los medios masivos y al gobierno) que permite justificar/ejercer la represión y el terrorismo de Estado. No A LOS DISCURSOS DEL PODER, NO AL CUERPO REPRESIVO DE GRANADEROS.
[Tomado de http://zapateando.wordpress.com/2014/11/26/el-control-social-los-discursos-y-los-granaderos/.]
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