Raúl Cárdenas
Es difícil sentir la certeza de haber tocado fondo. Siempre se puede llegar más abajo. Siempre puede ser peor. Pero luego ves el video de Lorent Saleh y te das cuenta de que si no te diste duro contra el fondo, estás muy cerca. Aguanté solo pocos minutos al despliegue de machín en cruzada por una liberación nacional fatua que comienza con güon y termina con marico. Su lucha librada por skype me hacía recordar a los carajitos que solo dan cauce a su testosterona por la vía de un juego de video sangriento. Solo que presuntamente a estos panas se les salía la baba por detonar un interruptor de verdad.
La certeza del trancazo que dio esta sociedad con el famoso fondo viene después, con la añadidura de que este valioso documento viene de un “patriota cooperante”. Eufemismos hemos tenido muchos en este proceso. Pero éste es uno de los más ridículos, fabricado para denominar al sapo que suelta la lengua a cambio de algún favorcito en divisas. Diosdado Cabello se pasa rato leyendo comunicaciones enteras de “patriotas cooperantes” cotilleando la última conspiración de la burguesía apátrida. Con sorna, el número dos del alto mando de la revolución hace alarde de la delación como valor.
Van edificando así una suerte de panóptico caribeño, sembrando la idea de que ‘te estamos observando’. Y pueden estar donde sea: en tu casa, en tu trabajo, puede ser tu curruña conspirativa quien en últimas te delate. La paranoia y el miedo es el territorio perfecto para la sumisión, pero también para los aventureros y malandros con ínfulas de yijadistas libertarios. El sueño húmedo de los indeseables se hace realidad. En una acera se emocionan algunos con la posibilidad de formar ‘autodefensas con doctrina’, mientras que los otros van creando su Stasi bolivariana y comunal.
Uno se pregunta, ¿qué pasa después de tocar fondo? No puede ocurrir otra cosa sino el rebote. Si el cine pudo imaginar a un capitán como Gerd Weiser que se cautivó con sus vigilados, toca apostar por muchos ‘errores humanos’ que vayan sacando de órbita esos torrenciales delirios de estos pequeños seres.
[Tomado de http://fueraderadar.wordpress.com/2014/09/27/tocar-fondo-las-autodefensas-con-doctrina-y-la-stasi-bolivariana/.]
Es difícil sentir la certeza de haber tocado fondo. Siempre se puede llegar más abajo. Siempre puede ser peor. Pero luego ves el video de Lorent Saleh y te das cuenta de que si no te diste duro contra el fondo, estás muy cerca. Aguanté solo pocos minutos al despliegue de machín en cruzada por una liberación nacional fatua que comienza con güon y termina con marico. Su lucha librada por skype me hacía recordar a los carajitos que solo dan cauce a su testosterona por la vía de un juego de video sangriento. Solo que presuntamente a estos panas se les salía la baba por detonar un interruptor de verdad.
La certeza del trancazo que dio esta sociedad con el famoso fondo viene después, con la añadidura de que este valioso documento viene de un “patriota cooperante”. Eufemismos hemos tenido muchos en este proceso. Pero éste es uno de los más ridículos, fabricado para denominar al sapo que suelta la lengua a cambio de algún favorcito en divisas. Diosdado Cabello se pasa rato leyendo comunicaciones enteras de “patriotas cooperantes” cotilleando la última conspiración de la burguesía apátrida. Con sorna, el número dos del alto mando de la revolución hace alarde de la delación como valor.
Van edificando así una suerte de panóptico caribeño, sembrando la idea de que ‘te estamos observando’. Y pueden estar donde sea: en tu casa, en tu trabajo, puede ser tu curruña conspirativa quien en últimas te delate. La paranoia y el miedo es el territorio perfecto para la sumisión, pero también para los aventureros y malandros con ínfulas de yijadistas libertarios. El sueño húmedo de los indeseables se hace realidad. En una acera se emocionan algunos con la posibilidad de formar ‘autodefensas con doctrina’, mientras que los otros van creando su Stasi bolivariana y comunal.
Uno se pregunta, ¿qué pasa después de tocar fondo? No puede ocurrir otra cosa sino el rebote. Si el cine pudo imaginar a un capitán como Gerd Weiser que se cautivó con sus vigilados, toca apostar por muchos ‘errores humanos’ que vayan sacando de órbita esos torrenciales delirios de estos pequeños seres.
[Tomado de http://fueraderadar.wordpress.com/2014/09/27/tocar-fondo-las-autodefensas-con-doctrina-y-la-stasi-bolivariana/.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.