Antulio Rosales
No pensaba escribir sobre el tema del padre nuestro chavista porque no quería darle más importancia. Y es que, simplemente, no debía tenerla. Pero el asunto ha dado unas vueltas tales que me arrojo a escribir estas líneas que no debieron ser.
Primero fue la propia noticia de la oración, hecha en el alargado Congreso pesuvista. El hecho fue transmitido en televisión nacional y luego rebotado por medio electrónicos, medios internacionales y redes sociales. El asunto en sí ya es alucinante; entre tantas cosas para discutir, aquellos delegados no tenían otra cosa en qué invertir su tiempo y su creatividad que en semejante homenaje al CS. Luego vino el acostumbrado teje-maneje bipolar venezolano de crítica y defensa que se mantiene todavía hoy. Alguien comentaba por ahí sobre las diferencias con el padre nuestro decididamente radical que salió de la cárcel de Yare hace unas dos décadas. Otra diferencia, ignorada por el comentarista, es que el actual lo pagamos todos. Lo pronuncian delegados de un partido político pero se transmite en el canal del Estado, se emite en el Teatro Teresa Carreño, con sus micrófonos y aire acondicionado cuyo recibo pasa por la cartera del Estado. Cara salió la gracia.
Pensé que el colmo había llegado hoy cuando leí que el Monseñor Mario Moronta condenaba el hecho y luego lo hicieron todos los obispos en pleno. Moronta denunció una suerte de plagio puesto que, según él, la oración había sido “inventada por el mismo Dios que se hizo hombre: Jesucristo”. Nada de colmos, me dije, y recordé que una vez estuve en una cola caraqueña escuchando Unión Radio y la conductora del programa llamaba a Baltazar Porras para conversar sobre la posible beatificación de José Gregorio Hernández. Le preguntó cuáles eran los ‘pasos de verificación científica de un milagro’ que necesitaba la Iglesia para proceder a tal beatificación. No me equivoqué, dijo científica, milagro, iglesia y verificación, todo en una misma oración. La conductora era Mari Pili Hernández quien entonces fungía de Ministra de la Juventud de un gobierno que a veces se llama revolucionario y otras veces progresista. Tenemos ahí algunas respuestas de por qué no avanza una agenda feminista que despenalice el aborto o reconozca la unión de personas del mismo sexo en Venezuela.
Es que algo tiene que estar mal en un país cuya discusión pública albergue en el centro de la mesa debates como éste. Esto trasciende la ya balurda yuxtaposición de ‘modelos’ entre el socialismo y el capitalismo. Cosas como esa deshacen esfuerzos que hace más de un siglo había promulgado Guzmán Blanco para imponer la laicidad y establecer una básica separación Estado-iglesia. Caramba, es mucho nadar para morir en la orilla.
Ahora bien, justo el martes 2/9 hablaba Nicolás Maduro en el Sacudón-a-Ramírez sobre el diagnóstico nacional que había realizado bajo la ‘metodología chavista’ y la necesidad de invertir en educación, acelerar la investigación y poner la tecnología al servicio de la satisfacción de “demandas” de la sociedad. Seré propositivo, ya que finalmente escribí estas líneas. Ahí tiene pues, una primera tarea para la “revolución del conocimiento”. Debería comenzar por desmontar los rasgos confesionales del partido que lo erigió líder y destrabar la mezcolanza de Estado-eclesial en el que se está convirtiendo Venezuela bajo su manto.
[Tomado de http://fueraderadar.wordpress.com/2014/09/04/revolucion-y-religion-un-articulo-que-no-debio-ser/.]
Como información adicional, la Redacción de El Libertario agrega lo que sigue:
Anexo 1: Texto de la Oración del Delegado, aprobada por aclamación en el 1er. Taller para el diseño del sistema de formación socialista del PSUV, que concluyo el martes 2/9/2014 en Caracas.
“Chávez nuestro que estas en los cielos, en la tierra, en el mar y en nosotros, los y las delegadas, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu legado para llevarlo a los pueblos de aquí y de allá. Danos hoy tu luz para que nos guíe cada día, no nos dejes caer en la tentación del capitalismo, mas líbranos de la maldad de la oligarquía, del delito del contrabando, porque de nosotros y nosotras es la patria, la paz y la vida. Por los siglos de los siglos amén. Viva Chávez”
Para el video que da testimonio del hecho ver https://www.youtube.com/watch?v=1F8POfmWL0c
Anexo 2: Texto del Padre Nuestro chavista de Yare, de autor anónimo, escrito y divulgado hacia 1992, cuando H. Chávez y sus compañeros de golpe militar estaban en la prisión de Yare, Edo. Miranda.
“Chávez nuestro que estás en la cárcel, santificado sea tu golpe, venga a nosotros, tu pueblo, hágase tu voluntad, la de Venezuela, la de tu ejército, danos hoy la confianza ya perdida, y no perdones a tus traidores, así como tampoco perdonaremos a los que te aprehendieron. Sálvanos de tanta corrupción y líbranos de Carlos Andrés Pérez. Amén”.
Anexo 3: El Credo chavista, recitado en noviembre de 2009, durante la instalación del Congreso Nacional de Alfabetización Misión Robinson II en Aragua, en presencia del Susodicho Mesmo.
“Creo en la Revolución Todopoderosa, creadora de la ley de pesca y de la ley de tierra. Creo en Hugo Chávez Frías, su único hijo que fue concebido por obra y gracia del pueblo venezolano. Nació en Sabaneta de Barinas padeció bajo el poder de Poncio Carmona Estanga y Judas Ortega. Fue secuestrado, vejado políticamente muerto y sepultado, resucitó al segundo día y subió a Miraflores, y ahora está sentado a la diestra de Diosdado Cabello, desde allí empezará a juzgar a los vivos y a los muérganos que quisieron usurpar el poder. Creo en la Constitución Bolivariana, en las Leyes Habilitantes, en la derrota de los escuálidos y en este gobierno perdurable por los siglos de los siglos. Amén”.
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