Marco A. Ponce y Mikel las Heras
La crisis hospitalaria que se vive en Venezuela es de larga data y viene agudizándose en los últimos tres años. Carencias en infraestructura, equipos e insumos, deudas laborales, criminalidad y violencia dentro de los recintos, son algunas de las calamidades que vive este sector y que atenta en contra de la salud y la vida de los ciudadanos.
El derecho a la salud está garantizado en nuestra Constitución
Es bueno recordar a nuestros gobernantes y a todos los ciudadanos (hay que exigir los derechos y no esperar la buena voluntad de los gobernantes), lo hemos hecho anteriormente y lo seguiremos haciendo las veces que sean necesarias, el artículo 83 de la Constitución: “La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República”.
Calidad de vida en picada
A ojos vista está que este artículo constitucional -lamentablemente no es el único- no se cumple, a juzgar por lo que hemos visto en los últimos años ni por lo que estamos viendo actualmente. La ausencia del Estado muchas veces y las malas políticas en salud que han sido implementadas por quienes nos gobiernan están dando sus frutos y se suman al resto de las políticas públicas que para nada “elevan la calidad de vida” de la gente, al contrario la traen en picada, sobre todo la de los más pobres que en definitiva son los que tienen menos opciones o recursos.
La salud no está chévere
El país entero ha encendido sus alarmas ante el creciente número de casos de enfermedades endémicas, y de algunas sin identificación oficial, que están acabando con la vida de ciudadanos. La malaria, el dengue y otras enfermedades de transmisión por picaduras de mosquitos, que ya habían sido erradicadas en la mayor parte del mundo, y algunas en Venezuela, están in crescendo en nuestro país.
Aunque quienes gobiernan se empeñan en decir que todo está chévere, los casos recientes de virus como la chikungunya y como los recientes casos detectados en el Hospital de Central de Maracay, donde ya hay varios fallecidos, nos revelan la gravedad de la crisis en el sector salud.
La información también goza de mala salud
Esta semana la nueva ministra de la salud Nancy Pérez admitió -tarde- la existencia de 398 casos confirmados de chikungunya y 45.745 casos de dengue en el país. La mejor forma de combatir los rumores y la desinformación es, sin duda alguna, informando oportuna y verazmente y eso es a lo que el gobierno no nos tiene acostumbrados. La falta de transparencia se ha hecho rutinaria y alimenta constantemente los titulares amarillistas en la prensa y los rumores en las redes sociales. Nos hemos acostumbrado a la desinformación y, mientras tanto, los sistemas público y privado de salud en Venezuela siguen hundiéndose y hundiendo a todo los ciudadanos.
Se protesta por la salud
La realidad no puede esconderse ni cambiarse. La ya prolongada escasez de medicinas e insumos hospitalarios ha llegado a niveles que no pueden ocultarse. Hace dos días, el Colegio de Bioanalistas denunció que faltan insumos para las pruebas de rutina. Es ya común ver -en el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social y ConflictoVe las monitoreamos a diario, protestas de trabajadores del sistema público de la salud, médicos y enfermeras pidiendo insumos y haciendo reclamos por problemas de infrastructura.
En la AN no sintonizan con el país
Pero la respuesta desde el poder es denunciar que hay una “campaña criminal” opositora contra el sector salud, tal y como lo expresa un acuerdo aprobado esta semana en la Asamblea Nacional por los diputados afectos al oficialismo. Más de lo mismo.
Por más que quieran maquillar cifras y esconder los casos, dar discursos grandilocuentes o intentar silenciar las voces de denuncia de trabajadores de la salud, la realidad se hace cada día más visible, porque la crisis está rebasando a los laboratorios de propaganda.
[Tomado de http://www.conflictove.org.ve/analisis-y-opinion/analisis-del-observatorio-venezolano-de-conflictividad-social-y-conflictove-la-salud-no-esta-chevere-articulo-de-marco-a-ponce-y-mikel-las-heras.html.]
La crisis hospitalaria que se vive en Venezuela es de larga data y viene agudizándose en los últimos tres años. Carencias en infraestructura, equipos e insumos, deudas laborales, criminalidad y violencia dentro de los recintos, son algunas de las calamidades que vive este sector y que atenta en contra de la salud y la vida de los ciudadanos.
El derecho a la salud está garantizado en nuestra Constitución
Es bueno recordar a nuestros gobernantes y a todos los ciudadanos (hay que exigir los derechos y no esperar la buena voluntad de los gobernantes), lo hemos hecho anteriormente y lo seguiremos haciendo las veces que sean necesarias, el artículo 83 de la Constitución: “La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República”.
Calidad de vida en picada
A ojos vista está que este artículo constitucional -lamentablemente no es el único- no se cumple, a juzgar por lo que hemos visto en los últimos años ni por lo que estamos viendo actualmente. La ausencia del Estado muchas veces y las malas políticas en salud que han sido implementadas por quienes nos gobiernan están dando sus frutos y se suman al resto de las políticas públicas que para nada “elevan la calidad de vida” de la gente, al contrario la traen en picada, sobre todo la de los más pobres que en definitiva son los que tienen menos opciones o recursos.
La salud no está chévere
El país entero ha encendido sus alarmas ante el creciente número de casos de enfermedades endémicas, y de algunas sin identificación oficial, que están acabando con la vida de ciudadanos. La malaria, el dengue y otras enfermedades de transmisión por picaduras de mosquitos, que ya habían sido erradicadas en la mayor parte del mundo, y algunas en Venezuela, están in crescendo en nuestro país.
Aunque quienes gobiernan se empeñan en decir que todo está chévere, los casos recientes de virus como la chikungunya y como los recientes casos detectados en el Hospital de Central de Maracay, donde ya hay varios fallecidos, nos revelan la gravedad de la crisis en el sector salud.
La información también goza de mala salud
Esta semana la nueva ministra de la salud Nancy Pérez admitió -tarde- la existencia de 398 casos confirmados de chikungunya y 45.745 casos de dengue en el país. La mejor forma de combatir los rumores y la desinformación es, sin duda alguna, informando oportuna y verazmente y eso es a lo que el gobierno no nos tiene acostumbrados. La falta de transparencia se ha hecho rutinaria y alimenta constantemente los titulares amarillistas en la prensa y los rumores en las redes sociales. Nos hemos acostumbrado a la desinformación y, mientras tanto, los sistemas público y privado de salud en Venezuela siguen hundiéndose y hundiendo a todo los ciudadanos.
Se protesta por la salud
La realidad no puede esconderse ni cambiarse. La ya prolongada escasez de medicinas e insumos hospitalarios ha llegado a niveles que no pueden ocultarse. Hace dos días, el Colegio de Bioanalistas denunció que faltan insumos para las pruebas de rutina. Es ya común ver -en el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social y ConflictoVe las monitoreamos a diario, protestas de trabajadores del sistema público de la salud, médicos y enfermeras pidiendo insumos y haciendo reclamos por problemas de infrastructura.
En la AN no sintonizan con el país
Pero la respuesta desde el poder es denunciar que hay una “campaña criminal” opositora contra el sector salud, tal y como lo expresa un acuerdo aprobado esta semana en la Asamblea Nacional por los diputados afectos al oficialismo. Más de lo mismo.
Por más que quieran maquillar cifras y esconder los casos, dar discursos grandilocuentes o intentar silenciar las voces de denuncia de trabajadores de la salud, la realidad se hace cada día más visible, porque la crisis está rebasando a los laboratorios de propaganda.
[Tomado de http://www.conflictove.org.ve/analisis-y-opinion/analisis-del-observatorio-venezolano-de-conflictividad-social-y-conflictove-la-salud-no-esta-chevere-articulo-de-marco-a-ponce-y-mikel-las-heras.html.]
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