Manuel Vicent
Tener un concepto de lo público como algo que pertenece al gobierno que está al frente de un Estado es otra equivocación en la que no nos debemos dejar involucrar. Lo público es algo que pertenece a todos sin excepción y por tanto la decisión sobre ello pertenece a todas las personas que forman la comunidad, ya sea esta local, regional o mundial.
Desde una perspectiva libertaria consecuente no podemos defender lo público gestionado por el gobierno de un Estado, por el ayuntamiento de un municipio, por el gobierno de una región o por un posible gobierno mundial, donde unos cuantos toman las decisiones por el resto. Desde el punto de vista que nos interesa promover, lo público es lo que pertenece a la comunidad y es la comunidad en sus conjunto la que decide sobre ello.
Lo público no tiene que ser más o menos productivo, más o menos rentable porque está al servicio de toda la comunidad y con que sea bueno para una minoría dentro de esta comunidad ya es productivo y ya es rentable. Lo público no puede ser visto como un negocio puesto que no lo es, lo público es para dar servicio y nada más. Lo que hay que exigirle a lo público es que sea eficaz, que solucione los problemas para los que ha sido creado u organizado, sólo con eso debe ser suficiente ya que la comunidad se sentirá satisfecha.
No podemos entender lo público como un trabajo privativo personal e intransferible ya que no puede pertenecer a nadie en exclusiva, de la misma manera que lo público no es propiedad de un gobierno, tampoco lo público puede ser propiedad de ninguna persona (funcionario) que realice su labor en alguna esfera de lo público ya que, como he dicho antes, lo público pertenece a toda la comunidad y es toda la comunidad quien debe tomar las decisiones sobre su gestión y sobre su desarrollo.
Si entendemos lo público desde este punto de vista podemos establecer las condiciones para crear un sistema público antagónico al sistema público estatal y que nos sirva de alternativa a ese sistema público cuando el Estado colapse, como pretende el neoliberalismo imperante, que pretende destruir el Estado como garante de servicios públicos esenciales, para crear una sociedad controlada por la economía y por el mercado. En esa sociedad el Estado sólo tendrá el papel de gendarme de la propiedad privada y de los intereses económicos de los sectores propietarios, dejando el resto de servicios en manos privadas para que sean un negocio más, sin control y sin cortapisas para desarrollar sus prácticas mercantiles.
¿Tenemos una alternativa?
Visto esto así, podríamos desarrollar un sector público paralelo con la contribución de todos, tanto económica como personal, que abarque a todas las personas que formamos la comunidad y no exclusivamente a los que contribuyan a ello. Esto supondría practicar una objeción de conciencia hacia la contribución a las arcas del Estado para ser contribuyentes de ese sector público que estamos creando y que será gestionado por toda la comunidad, se trataría de una revolución interna, intestina, que dejaría sin sentido tener un Estado con gobernantes y gobernados, donde unos viven del esfuerzo de otros que lo único que hacen es contribuir y, al final, tener que pagarlo por todos aquellos que han contribuido a crearlo.
Hoy ya podría hacerse si nos unimos en comunidades donde los que trabajamos pasamos parte de nuestro salario para crear alternativas de trabajo y de servicios y que desde la comunidad se garanticen las necesidades básicas y prioritarias de todos los que nos integremos en el sistema, se trata de tener una práctica acorde con lo que pretendemos conseguir, una práctica que pueda servir de ejemplo a todo el mundo para ver que es posible otra realidad diferente a la que nos dicen que es la única y mejor. Se trata de plantear alternativas prácticas para poder tener el engranaje en marcha cuando nos dejen totalmente desposeídos por el sistema económico capitalista que es antihumano, antipersonas y enemigo de la libertad de los humanos y de la vida en felicidad y armonía.
¿Está esto reñido con el anarquismo?
[Texto extraido del artículo "Lo público no es privativo de los gobiernos", accesible en http://acracia.org/Acracia/Lo_publico_no_es_privativo_de_los_gobiernos.html.]
Tener un concepto de lo público como algo que pertenece al gobierno que está al frente de un Estado es otra equivocación en la que no nos debemos dejar involucrar. Lo público es algo que pertenece a todos sin excepción y por tanto la decisión sobre ello pertenece a todas las personas que forman la comunidad, ya sea esta local, regional o mundial.
Desde una perspectiva libertaria consecuente no podemos defender lo público gestionado por el gobierno de un Estado, por el ayuntamiento de un municipio, por el gobierno de una región o por un posible gobierno mundial, donde unos cuantos toman las decisiones por el resto. Desde el punto de vista que nos interesa promover, lo público es lo que pertenece a la comunidad y es la comunidad en sus conjunto la que decide sobre ello.
Lo público no tiene que ser más o menos productivo, más o menos rentable porque está al servicio de toda la comunidad y con que sea bueno para una minoría dentro de esta comunidad ya es productivo y ya es rentable. Lo público no puede ser visto como un negocio puesto que no lo es, lo público es para dar servicio y nada más. Lo que hay que exigirle a lo público es que sea eficaz, que solucione los problemas para los que ha sido creado u organizado, sólo con eso debe ser suficiente ya que la comunidad se sentirá satisfecha.
No podemos entender lo público como un trabajo privativo personal e intransferible ya que no puede pertenecer a nadie en exclusiva, de la misma manera que lo público no es propiedad de un gobierno, tampoco lo público puede ser propiedad de ninguna persona (funcionario) que realice su labor en alguna esfera de lo público ya que, como he dicho antes, lo público pertenece a toda la comunidad y es toda la comunidad quien debe tomar las decisiones sobre su gestión y sobre su desarrollo.
Si entendemos lo público desde este punto de vista podemos establecer las condiciones para crear un sistema público antagónico al sistema público estatal y que nos sirva de alternativa a ese sistema público cuando el Estado colapse, como pretende el neoliberalismo imperante, que pretende destruir el Estado como garante de servicios públicos esenciales, para crear una sociedad controlada por la economía y por el mercado. En esa sociedad el Estado sólo tendrá el papel de gendarme de la propiedad privada y de los intereses económicos de los sectores propietarios, dejando el resto de servicios en manos privadas para que sean un negocio más, sin control y sin cortapisas para desarrollar sus prácticas mercantiles.
¿Tenemos una alternativa?
Visto esto así, podríamos desarrollar un sector público paralelo con la contribución de todos, tanto económica como personal, que abarque a todas las personas que formamos la comunidad y no exclusivamente a los que contribuyan a ello. Esto supondría practicar una objeción de conciencia hacia la contribución a las arcas del Estado para ser contribuyentes de ese sector público que estamos creando y que será gestionado por toda la comunidad, se trataría de una revolución interna, intestina, que dejaría sin sentido tener un Estado con gobernantes y gobernados, donde unos viven del esfuerzo de otros que lo único que hacen es contribuir y, al final, tener que pagarlo por todos aquellos que han contribuido a crearlo.
Hoy ya podría hacerse si nos unimos en comunidades donde los que trabajamos pasamos parte de nuestro salario para crear alternativas de trabajo y de servicios y que desde la comunidad se garanticen las necesidades básicas y prioritarias de todos los que nos integremos en el sistema, se trata de tener una práctica acorde con lo que pretendemos conseguir, una práctica que pueda servir de ejemplo a todo el mundo para ver que es posible otra realidad diferente a la que nos dicen que es la única y mejor. Se trata de plantear alternativas prácticas para poder tener el engranaje en marcha cuando nos dejen totalmente desposeídos por el sistema económico capitalista que es antihumano, antipersonas y enemigo de la libertad de los humanos y de la vida en felicidad y armonía.
¿Está esto reñido con el anarquismo?
[Texto extraido del artículo "Lo público no es privativo de los gobiernos", accesible en http://acracia.org/Acracia/Lo_publico_no_es_privativo_de_los_gobiernos.html.]
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