Sociedad de Resistencia Oficios Varios de Neuquén - Sección Educación (adherida a la FORA-AIT)
Quienes entendemos que en el modo de producción capitalista actual la burguesía ha privado al pueblo del acceso a sus derechos básicos, mediante la democracia representativa y también a través de las dictaduras, concluimos que la emancipación de lxs trabajadorxs será obra de ellxs mismxs. Por eso, no habrá negociación, conciliación o acuerdo alguno mientras la clase explotadora detente el poder de someternos a sus deseos, por la ley o por la fuerza.
De esta manera, creemos que en el debate que se suscita ante este nuevo intento de sancionar una Ley Provincial de Educación, deben sumarse aspectos fundamentales de nuestras necesidades como trabajadorxs, para lo que es necesario ver integralmente la situación. La lucha no debe ser coyuntural, solo por detener esta ley (mucho de lo que en ella se propone ya se desarrolla en la práctica), hay que actuar de forma organizada para hacer retroceder las acciones del Estado que precarizan nuestro trabajo.
Nos oponemos a la aprobación de esta ley, como nos oponemos a las anteriores leyes mercantilizantes de la educación y que vulneran nuestros derechos laborales. Nos oponemos porque es una reforma laboral que profundizará la precarización de lxs trabajadorxs, porque viene a legitimar prácticas retrógradas en nuestros ámbitos de trabajo, porque perderemos derechos ganados con la lucha de muchos años. No confiamos en que pueda salir algo bueno del parlamento, porque allí el debate solo potencia el actual estado de explotación y opresión. Solo confiamos en las ideas y acciones que como trabajadorxs de la educación junto al pueblo podamos acordar y llevar adelante.
Las mejoras en el proceso de enseñanza-aprendizaje las tenemos que discutir lxs interesadxs en que la educación tenga una finalidad social emancipadora. Es por eso que debemos manejar nuestras instancias de debate, no debemos pedir permiso para mejorar nuestras condiciones de trabajo.
Nos dirán que estamos desconociendo los actuales ámbitos de debate, las actuales instancias de construcción de acuerdos que la democracia representativa nos ofrece. Por supuesto que sí, las desconocemos, las rechazamos, no tenemos nada que hacer ni en el parlamento burgués, ni en el foro, ni en el congreso educativo de los partidos políticos, porque ellos conservan el actual estado de situaciones que nos mantienen sometidxs. Trabajadorxs ¿Queremos discutir? ¿Queremos decidir? ¿Queremos hacer otra escuela? Empecemos ahora. En nuestros espacios y con nuestros métodos.
Sabemos que la reforma neoliberal de la educación (iniciada en la dictadura de los 70’), tiene la lógica que el capitalismo le imprime a todo lo que hace ¿Qué hemos hecho nosotrxs en nuestra defensa? Legalmente, quizás todo lo posible. Sindicalmente, todo lo que los sindicatos verticalistas han permitido. Lamentablemente, no ha sido suficiente.Sabemos que en Neuquén hubo grandes luchas contra la reforma, pero también sabemos que ésta no entró en lo legal pero si en las prácticas. Y estas últimas son las que le dan forma hoy a la escuela.
En este sentido, es que lxs trabajadorxs de la educación debemos poner manos a la obra en configurar nuevas prácticas educativas, no permitir ninguna reforma laboral más, luchar por mejores salarios y condiciones de trabajo; y paralelamente debatir con la población cómo será la educación futura, la que permitirá el progreso social donde todxs seamos iguales, libres y solidarixs.
Creemos que para lograr esto debemos, en primer lugar, tener claro que como trabajadorxs no debemos responder a los grupos políticos, sino al pueblo. En segundo lugar, organizarnos de manera que sea posible la construcción colectiva de acuerdos, cosa que no nos permiten las actuales estructuras gremiales. Por ello, debemos organizarnos de manera libre, igualitaria, horizontal, sin jerarquías ni cargos rentados. Por último, esta organización que construyamos debe llevar adelante la aplicación de lo que se decida, de lo que acordemos transformar.
En resumidas cuentas, tenemos que organizarnos para resistir el avance patronal a través de esta Ley Provincial de Educación y a la vez continuar la lucha contra lo que el gobierno ya ha establecido como práctica en la educación: escuelas destruidas, el monotributo, muchas horas de trabajo por poco sueldo, inestabilidad laboral, etc.
Con ley o sin ley la reforma educativa avanza, y debemos detenerla. Pero no con discursos políticos sino con la acción directa. La huelga es nuestra principal herramienta. Basta de paros sin participación, la organización de lxs trabajadorxs debe ser para la lucha por sus derechos. Ningún político nos va a salvar, todo lo que logremos dependerá de nosotrxs.
Quienes entendemos que en el modo de producción capitalista actual la burguesía ha privado al pueblo del acceso a sus derechos básicos, mediante la democracia representativa y también a través de las dictaduras, concluimos que la emancipación de lxs trabajadorxs será obra de ellxs mismxs. Por eso, no habrá negociación, conciliación o acuerdo alguno mientras la clase explotadora detente el poder de someternos a sus deseos, por la ley o por la fuerza.
De esta manera, creemos que en el debate que se suscita ante este nuevo intento de sancionar una Ley Provincial de Educación, deben sumarse aspectos fundamentales de nuestras necesidades como trabajadorxs, para lo que es necesario ver integralmente la situación. La lucha no debe ser coyuntural, solo por detener esta ley (mucho de lo que en ella se propone ya se desarrolla en la práctica), hay que actuar de forma organizada para hacer retroceder las acciones del Estado que precarizan nuestro trabajo.
Nos oponemos a la aprobación de esta ley, como nos oponemos a las anteriores leyes mercantilizantes de la educación y que vulneran nuestros derechos laborales. Nos oponemos porque es una reforma laboral que profundizará la precarización de lxs trabajadorxs, porque viene a legitimar prácticas retrógradas en nuestros ámbitos de trabajo, porque perderemos derechos ganados con la lucha de muchos años. No confiamos en que pueda salir algo bueno del parlamento, porque allí el debate solo potencia el actual estado de explotación y opresión. Solo confiamos en las ideas y acciones que como trabajadorxs de la educación junto al pueblo podamos acordar y llevar adelante.
Las mejoras en el proceso de enseñanza-aprendizaje las tenemos que discutir lxs interesadxs en que la educación tenga una finalidad social emancipadora. Es por eso que debemos manejar nuestras instancias de debate, no debemos pedir permiso para mejorar nuestras condiciones de trabajo.
Nos dirán que estamos desconociendo los actuales ámbitos de debate, las actuales instancias de construcción de acuerdos que la democracia representativa nos ofrece. Por supuesto que sí, las desconocemos, las rechazamos, no tenemos nada que hacer ni en el parlamento burgués, ni en el foro, ni en el congreso educativo de los partidos políticos, porque ellos conservan el actual estado de situaciones que nos mantienen sometidxs. Trabajadorxs ¿Queremos discutir? ¿Queremos decidir? ¿Queremos hacer otra escuela? Empecemos ahora. En nuestros espacios y con nuestros métodos.
Sabemos que la reforma neoliberal de la educación (iniciada en la dictadura de los 70’), tiene la lógica que el capitalismo le imprime a todo lo que hace ¿Qué hemos hecho nosotrxs en nuestra defensa? Legalmente, quizás todo lo posible. Sindicalmente, todo lo que los sindicatos verticalistas han permitido. Lamentablemente, no ha sido suficiente.Sabemos que en Neuquén hubo grandes luchas contra la reforma, pero también sabemos que ésta no entró en lo legal pero si en las prácticas. Y estas últimas son las que le dan forma hoy a la escuela.
En este sentido, es que lxs trabajadorxs de la educación debemos poner manos a la obra en configurar nuevas prácticas educativas, no permitir ninguna reforma laboral más, luchar por mejores salarios y condiciones de trabajo; y paralelamente debatir con la población cómo será la educación futura, la que permitirá el progreso social donde todxs seamos iguales, libres y solidarixs.
Creemos que para lograr esto debemos, en primer lugar, tener claro que como trabajadorxs no debemos responder a los grupos políticos, sino al pueblo. En segundo lugar, organizarnos de manera que sea posible la construcción colectiva de acuerdos, cosa que no nos permiten las actuales estructuras gremiales. Por ello, debemos organizarnos de manera libre, igualitaria, horizontal, sin jerarquías ni cargos rentados. Por último, esta organización que construyamos debe llevar adelante la aplicación de lo que se decida, de lo que acordemos transformar.
En resumidas cuentas, tenemos que organizarnos para resistir el avance patronal a través de esta Ley Provincial de Educación y a la vez continuar la lucha contra lo que el gobierno ya ha establecido como práctica en la educación: escuelas destruidas, el monotributo, muchas horas de trabajo por poco sueldo, inestabilidad laboral, etc.
Con ley o sin ley la reforma educativa avanza, y debemos detenerla. Pero no con discursos políticos sino con la acción directa. La huelga es nuestra principal herramienta. Basta de paros sin participación, la organización de lxs trabajadorxs debe ser para la lucha por sus derechos. Ningún político nos va a salvar, todo lo que logremos dependerá de nosotrxs.
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