[Nota de El Libertario: Reproducimos estos artículos que describen el desorbitado burocratismo que ha sido uno de esos inmarcesibles legados de Chávez que su sucesor ha potenciado con el mayor entusiasmo. Por lo demás, el autor del primer texto respaldo por largo rato a la "Revolución Bolivariana", mientras que el segundo aún afirma hacerlo. Los dos siguen pensando y escribiendo en los términos de la izquierda autoritaria ortodoxa, pero hasta desde allí se ve lo que está ocurriendo con el gobierno de Nicolás Maduro.]
Douglas Zabala
Si tuviese la oportunidad de darle un buen consejo a Nicolás, comenzaría por recomendarle que no le siga agarrando consejos al hermano del Presidente de Cuba, en esa manía de atapuzar al gobierno de tantos Consejos de Estados, como problemas vayan surgiendo en el país. Que si el Consejo de Gobierno Popular de la Clase Obrera o el Consejo Presidencial de Gobierno Popular con las Comunas. Por este camino de malos consejos, entre los anuncios prometidos van a terminar metiéndonos por el pecho el Consejo Presidencial del Gobierno Popular para Asuntos sin Importancia.
Toda revolución que se respete tiene su Asamblea Nacional y sus Consejos, no en balde la Constitución de la Republica de Cuba, en su Capítulo X, referidos a los Órganos Superiores del Poder Popular, nos señala que en la isla funcionan, aparte de su Asamblea Nacional monopartidista, el Consejo de Estado, el Consejo de Ministros, el Consejo de Defensa Nacional y por si les queda duda, también tienen su chorizo de Vicepresidentes, claro está no los 107 Viceministros que se gasta el ahorrativo proceso revolucionario, dejado como herencia burocrática por el Comandante Eterno.
Yo aspiro una salida a la crisis y precisamente sin recurrir a los atajos y vericuetos de quienes fallidamente propusieron la salida, pero por el camino de esta anunciadera de medidas, que al final de cuentas no se ejecutan, estoy llegando a creer que en definitiva, no pasaremos de una que otra sacudidita de polvo en las poltronas ministeriales. O acaso el gobierno habrá rectificado y por fin entendió que las posibilidades de provocar la ira colectiva por la imposición de las captas huellas, terminará con las maquinitas hechas trizas por los primeros desahuciados de las colas kilométricas que se irán a provocar.
Sólo polvo en el camino ha dejado la voladura de trochas por donde pasan su mercancía los boliburgueses y militares corruptos, amparados por las erráticas decisiones de mantener un control de cambio sobre las divisas, generador de los espantosos niveles del bachaqueo de extracción. Dentro de la sacudida prometida, el que no se deja aconsejar por la mayoría del país, terminará por entender que el contrabando no es el origen sino la consecuencia del problema, y que en definitiva la solución al mismo pasa por redefinir todo el sistema cambiario y el modelo de controles obsoletos e ineficientes.
De acuerdo a su ultimo Censo la República Popular China, nuestro primer acreedor internacional, tiene 1.351 millones de habitantes, pero para asombro del chavista más incrédulo de consejas contrarrevolucionarias, sólo posee, además de la tradicional Asamblea Popular Nacional, un Consejo de Estado y cuatro Vice Primeros Ministros; por eso fue que no se anduvieron con cuentos cuando Deng Xiaoping les aclaró que no importaba el color del gato sino que cazará ratones, y agarraron todos esos consejos del sabio Pin para revolucionar económicamente a su país.
Avanzará Maduro hacia una revolución del Estado que le permita lograr la eficiencia socialista en la acción de gobierno junto al poder popular, tal como lo ha venido pregonando o volverá a posponer el sacudón prometido.
Por primera vez en quince años el proceso tiene el sol en la espalda y las masas que deliraban por Chávez sienten como si todo el mar de la felicidad se hubiese secado. De seguir creando Consejos y no agarrar consejos, en cualquier momento hasta el último de la cola le dará su sacudón.
[Tomado de http://vanguardiaonline24.blogspot.com/2014/08/douglas-zabala-el-sacudon.html.]
El Sacudón
Douglas Zabala
Si tuviese la oportunidad de darle un buen consejo a Nicolás, comenzaría por recomendarle que no le siga agarrando consejos al hermano del Presidente de Cuba, en esa manía de atapuzar al gobierno de tantos Consejos de Estados, como problemas vayan surgiendo en el país. Que si el Consejo de Gobierno Popular de la Clase Obrera o el Consejo Presidencial de Gobierno Popular con las Comunas. Por este camino de malos consejos, entre los anuncios prometidos van a terminar metiéndonos por el pecho el Consejo Presidencial del Gobierno Popular para Asuntos sin Importancia.
Toda revolución que se respete tiene su Asamblea Nacional y sus Consejos, no en balde la Constitución de la Republica de Cuba, en su Capítulo X, referidos a los Órganos Superiores del Poder Popular, nos señala que en la isla funcionan, aparte de su Asamblea Nacional monopartidista, el Consejo de Estado, el Consejo de Ministros, el Consejo de Defensa Nacional y por si les queda duda, también tienen su chorizo de Vicepresidentes, claro está no los 107 Viceministros que se gasta el ahorrativo proceso revolucionario, dejado como herencia burocrática por el Comandante Eterno.
Yo aspiro una salida a la crisis y precisamente sin recurrir a los atajos y vericuetos de quienes fallidamente propusieron la salida, pero por el camino de esta anunciadera de medidas, que al final de cuentas no se ejecutan, estoy llegando a creer que en definitiva, no pasaremos de una que otra sacudidita de polvo en las poltronas ministeriales. O acaso el gobierno habrá rectificado y por fin entendió que las posibilidades de provocar la ira colectiva por la imposición de las captas huellas, terminará con las maquinitas hechas trizas por los primeros desahuciados de las colas kilométricas que se irán a provocar.
Sólo polvo en el camino ha dejado la voladura de trochas por donde pasan su mercancía los boliburgueses y militares corruptos, amparados por las erráticas decisiones de mantener un control de cambio sobre las divisas, generador de los espantosos niveles del bachaqueo de extracción. Dentro de la sacudida prometida, el que no se deja aconsejar por la mayoría del país, terminará por entender que el contrabando no es el origen sino la consecuencia del problema, y que en definitiva la solución al mismo pasa por redefinir todo el sistema cambiario y el modelo de controles obsoletos e ineficientes.
De acuerdo a su ultimo Censo la República Popular China, nuestro primer acreedor internacional, tiene 1.351 millones de habitantes, pero para asombro del chavista más incrédulo de consejas contrarrevolucionarias, sólo posee, además de la tradicional Asamblea Popular Nacional, un Consejo de Estado y cuatro Vice Primeros Ministros; por eso fue que no se anduvieron con cuentos cuando Deng Xiaoping les aclaró que no importaba el color del gato sino que cazará ratones, y agarraron todos esos consejos del sabio Pin para revolucionar económicamente a su país.
Avanzará Maduro hacia una revolución del Estado que le permita lograr la eficiencia socialista en la acción de gobierno junto al poder popular, tal como lo ha venido pregonando o volverá a posponer el sacudón prometido.
Por primera vez en quince años el proceso tiene el sol en la espalda y las masas que deliraban por Chávez sienten como si todo el mar de la felicidad se hubiese secado. De seguir creando Consejos y no agarrar consejos, en cualquier momento hasta el último de la cola le dará su sacudón.
[Tomado de http://vanguardiaonline24.blogspot.com/2014/08/douglas-zabala-el-sacudon.html.]
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José Manuel Rodriguez
Nomenclatura en latín significa estrictamente "lista de nombres". Voy a usar esa definición y no la que hace referencia a la élite que, en la Unión Soviética, manejaba el poder y decidía sin estar sujeta ni siquiera al partido, controlado por ella misma.
En Venezuela tenemos, además del Presidente y su Vicepresidente, seis Vicepresidentes de área, treinta y tres Ministros, ciento seis viceministros y un bojote incuantificable de jefes de Corporaciones e Institutos. Pero esta desmesura burocrática se ha demostrado, si no reacia a los cambios, por lo menos incapaz de hacerlos eficazmente.
Entonces se crearon las misiones. No hay área social o económica que no tenga la suya. Ya van treinta y cinco, más seis de las Grandes, todas con jefes y directores. Sin embargo la cosa tampoco caminó al ritmo necesitado, o deseado, o por lo menos posible. Y se crearon nuevos órganos.
Gobierno de Eficiencia en la Calle, Consejo Presidencial de Gobierno Popular con las Comunas, Consejo de Gobierno Popular de la Clase Obrera, Consejo de Gobierno Popular de Los Indígenas, Consejo de Gobierno Popular de Los Campesinos, Consejo Nacional para tratar la Sequía, Centro Binacional de Comando y Control Frente al Contrabando, Estado Mayor de Abastecimiento, Comisión Presidencial por la Vida y por la Paz, Comando Superior de la Comunicación e Información, Fondo Especial de Compensación para la Protección de Bienes y Servicios de Consumo Masivo y Priorizado, Corporación Nacional de Logística y Transporte para el Comercio Exterior y no se cuantos más.
Tal vez alguien con más paciencia que yo pudiera revisar cuantos funcionarios del alto gobierno aparecen en este largo listado no menos de seis veces. Los que sentimos que la revolución entró en estado de sospecha pensamos que esta esquizofrénica nomenclatura (o lo que Carlos Lanz llama el pragmatismo-empírico), lo que intenta es crear la imagen de que, la élite que maneja el poder, está trabajando que jode. Es lo mismo que le dicen los maridos infieles a sus esposas cuando dejan de ser deseadas.
[Tomado de http://www.aporrea.org/misiones/a193437.html.]
La Nomenclatura
José Manuel Rodriguez
Nomenclatura en latín significa estrictamente "lista de nombres". Voy a usar esa definición y no la que hace referencia a la élite que, en la Unión Soviética, manejaba el poder y decidía sin estar sujeta ni siquiera al partido, controlado por ella misma.
En Venezuela tenemos, además del Presidente y su Vicepresidente, seis Vicepresidentes de área, treinta y tres Ministros, ciento seis viceministros y un bojote incuantificable de jefes de Corporaciones e Institutos. Pero esta desmesura burocrática se ha demostrado, si no reacia a los cambios, por lo menos incapaz de hacerlos eficazmente.
Entonces se crearon las misiones. No hay área social o económica que no tenga la suya. Ya van treinta y cinco, más seis de las Grandes, todas con jefes y directores. Sin embargo la cosa tampoco caminó al ritmo necesitado, o deseado, o por lo menos posible. Y se crearon nuevos órganos.
Gobierno de Eficiencia en la Calle, Consejo Presidencial de Gobierno Popular con las Comunas, Consejo de Gobierno Popular de la Clase Obrera, Consejo de Gobierno Popular de Los Indígenas, Consejo de Gobierno Popular de Los Campesinos, Consejo Nacional para tratar la Sequía, Centro Binacional de Comando y Control Frente al Contrabando, Estado Mayor de Abastecimiento, Comisión Presidencial por la Vida y por la Paz, Comando Superior de la Comunicación e Información, Fondo Especial de Compensación para la Protección de Bienes y Servicios de Consumo Masivo y Priorizado, Corporación Nacional de Logística y Transporte para el Comercio Exterior y no se cuantos más.
Tal vez alguien con más paciencia que yo pudiera revisar cuantos funcionarios del alto gobierno aparecen en este largo listado no menos de seis veces. Los que sentimos que la revolución entró en estado de sospecha pensamos que esta esquizofrénica nomenclatura (o lo que Carlos Lanz llama el pragmatismo-empírico), lo que intenta es crear la imagen de que, la élite que maneja el poder, está trabajando que jode. Es lo mismo que le dicen los maridos infieles a sus esposas cuando dejan de ser deseadas.
[Tomado de http://www.aporrea.org/misiones/a193437.html.]
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