Radar de los Barrios
La falta de agua no es unicamente una “molestia”: Es una violación gravísima de un derecho humano fundamental. Niños y ancianos con enfermedades gastrointestinales, escuelas y comercios cerrados, hospitales que han disminuido el ya deficiente rendimiento del servicio que prestan, son sólo algunas de las consecuencias de este drama. En los barrios es cada vez más agudo el malestar que esta situación genera, pues los más pobres pagan el agua más cara de toda Venezuela (hasta tres mil bolívares la cisterna, 200 el bidón, 50 la pimpina, más el flete cerro arriba…); En muchos lugares, cuando algo llega a través de la tubería no es exactamente agua, sino una sustancia viscosa, oscura y fétida. Y en otros, donde lo que sale de la regadera sí parece un líquido razonablemente incoloro, bañarse con él es arriesgarse a un episodio de severas afecciones en la piel, por el exceso de cloro y de aluminio aplicado para disimular su condición de agua insuficientemente tratada.
Ahora bien: ¿Ha visto usted a algún miembro del alto gobierno explicando al país las razones de este desastre? ¿Leyó usted algún comunicado del MINCI detallando porque no se construyeron a tiempo las obras (embalses, sistemas de acueductos, plantas de tratamiento de agua residuales, etc.) a pesar del dinero que para ello se ha erogado? ¿Ha trascendido algún boletín oficial, del organismo que sea, que explique a los venezolanos que se está haciendo para que la ineptitud transformada en sed no vuelva a agredir a los venezolanos en el futuro próximo? ¿No lo ha visto, verdad? Nosotros tampoco. ¡Pero tan grave o más que esto es que igualmente nadie ha visto a la oposición exigiendo tale explicaciones! Porque no se trata de que el experto mengano sea entrevistado por el periodista fulano. Se trata de un servicio público básico, de una política pública fundamental.
Obviamente, este no es un tema sólo de especialistas. Es un asunto de Estado. Pero es olímpicamente ignorado por los voceros oficiales. Inexplicablemente tampoco es privilegiado por los principales voceros de la oposición, a pesar de que afecta a nueve millones de niños, y a sus familias.
He aquí un ejemplo de cómo los temas reales de la gente no son abordados ni asumidos por los principales voceros de la clase política: El gobierno no tiene tiempo para la gente. Está demasiado ocupado en atornillarse en el poder, persiguiendo a la oposición y reprimiendo a los estudiantes. Desgraciadamente, la oposición tampoco parece tener tiempo para la gente. Esta demasiado ocupada solidarizándose consigo misma. Quizá ésta sea parte importante de la explicación de por qué, a pesar de que la política económica del gobierno tiene 80 % de rechazo en TODAS las encuestas, el partido opositor mejor posicionado en ellas apenas logra 6% de identificación y respaldo.
[Tomado de http://radardelosbarrios-fuerzavenezuela.blogspot.com.]
La falta de agua no es unicamente una “molestia”: Es una violación gravísima de un derecho humano fundamental. Niños y ancianos con enfermedades gastrointestinales, escuelas y comercios cerrados, hospitales que han disminuido el ya deficiente rendimiento del servicio que prestan, son sólo algunas de las consecuencias de este drama. En los barrios es cada vez más agudo el malestar que esta situación genera, pues los más pobres pagan el agua más cara de toda Venezuela (hasta tres mil bolívares la cisterna, 200 el bidón, 50 la pimpina, más el flete cerro arriba…); En muchos lugares, cuando algo llega a través de la tubería no es exactamente agua, sino una sustancia viscosa, oscura y fétida. Y en otros, donde lo que sale de la regadera sí parece un líquido razonablemente incoloro, bañarse con él es arriesgarse a un episodio de severas afecciones en la piel, por el exceso de cloro y de aluminio aplicado para disimular su condición de agua insuficientemente tratada.
Ahora bien: ¿Ha visto usted a algún miembro del alto gobierno explicando al país las razones de este desastre? ¿Leyó usted algún comunicado del MINCI detallando porque no se construyeron a tiempo las obras (embalses, sistemas de acueductos, plantas de tratamiento de agua residuales, etc.) a pesar del dinero que para ello se ha erogado? ¿Ha trascendido algún boletín oficial, del organismo que sea, que explique a los venezolanos que se está haciendo para que la ineptitud transformada en sed no vuelva a agredir a los venezolanos en el futuro próximo? ¿No lo ha visto, verdad? Nosotros tampoco. ¡Pero tan grave o más que esto es que igualmente nadie ha visto a la oposición exigiendo tale explicaciones! Porque no se trata de que el experto mengano sea entrevistado por el periodista fulano. Se trata de un servicio público básico, de una política pública fundamental.
Obviamente, este no es un tema sólo de especialistas. Es un asunto de Estado. Pero es olímpicamente ignorado por los voceros oficiales. Inexplicablemente tampoco es privilegiado por los principales voceros de la oposición, a pesar de que afecta a nueve millones de niños, y a sus familias.
He aquí un ejemplo de cómo los temas reales de la gente no son abordados ni asumidos por los principales voceros de la clase política: El gobierno no tiene tiempo para la gente. Está demasiado ocupado en atornillarse en el poder, persiguiendo a la oposición y reprimiendo a los estudiantes. Desgraciadamente, la oposición tampoco parece tener tiempo para la gente. Esta demasiado ocupada solidarizándose consigo misma. Quizá ésta sea parte importante de la explicación de por qué, a pesar de que la política económica del gobierno tiene 80 % de rechazo en TODAS las encuestas, el partido opositor mejor posicionado en ellas apenas logra 6% de identificación y respaldo.
[Tomado de http://radardelosbarrios-fuerzavenezuela.blogspot.com.]
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