Rafael Iribarren
.-* La derrota de Maduro en
San Cristóbal y San Diego
A primera vista resulta
difícil entender y calificar, cómo y porqué las hubo; y ponderar lo que
para el chavismo en general, pero particularmente para Maduro y el proyecto del
madurismo en desarrollo; implica el desastre político que resultaron las
manipuladas destituciones y elecciones de los alcaldes en San Cristóbal y San
Diego. Una operación, evidentemente programada, en la que, en la crisis y lucha
interna que vive; se conjugaron y desnudaron las perversiones de los
principales componentes,
político-institucionales del régimen chavista; y de su burocracia
político-organizativa. De la Presidencia, ministerios, y organismos de inteligencia; de la AN y la
FGR, del TSJ, del CNE. Del PSUV controlado en herencia y dirigido por el antimadurismo; y los aliados del GPP, a
pesar de estar totalmente al margen del juego y confrontaciones concretas de
Poder .
.-* Creció la voluntad antiautoritaria de la gente
A cinco meses del 8D cuando fueron electos sus alcaldes; la
gente, de ambos municipios, bajo chantaje y luego de dos meses largos de
represión continuada; puesta nuevamente a votar, no solo ratificó su voluntad
antiautoritaria soberana; sino que lo
hizo, ahora, todavía más terminantemente; la creció. En San Cristóbal, Ceballos
sacó 88.991 votos, para un 73,60%; sobre
el candidato del GPP que tuvo 30.887, para un 25,54%. En San Diego, Scarano,
sacó 33.910 votos, para un 81,74%; sobre el candidato del GPP que tuvo, ¡4.473
votos!, para un 11,57%. Resultados
estos, con una participación similar a la de diciembre pasado, de alrededor de
un 60%; destacándose que las
correlaciones porcentuales en ambos municipios, en solo ciento cincuenta días,
se hicieron más disparejas; con un
aumento notable del antichavismo, de
5,9% y 12,5% en San Cristóbal y San Diego respectivamente correlativo al desplome del chavismo.
.-* Una derrota anunciada; un autogol programado.
Todo indicaba; y para el chavismo estaba claro, que si se
contaban bien los votos, los
resultados serían éstos o parecidos. La historia
electoral y la intensidad de la protesta en esos municipios hacían prever un
rechazo electoral absoluto del autoritarismo. La única posibilidad de que el
chavismo apareciera ganando, o perdiendo por poco margen; nunca ganando
realmente y bien; como en muchísimos casos antes; estaba en que el CNE-SMARTMATIC aportara las
decenas de miles de votos virtuales que hicieran falta. Lo que quiere decir que
a esas elecciones locales del 15M pasado, a consciencia, el chavismo que controla
el sistema electoral y decide los resultados; fue a perder, a meterse un
autogol; con dos escenarios posibles; a.- asumir el desastre electoral que todo
anunciaba; y que fue lo que se produjo porque se optó por él; y b.-, aplicar la de siempre, de sumar votos virtuales suficientes para producir
unos resultados predeterminados, formalmente equilibrados. Un empate.
Ambos escenarios constituían derrota y riesgo para Maduro.
En ambos, aunque en grados diferentes, se evidenciaría el rechazo absoluto de la gente a él y su
gestión Además de que el “b”, el mal mayor, implicaba el riesgo cierto de
provocar re-encender la protesta de calle, ahora, contra el fraude, y la
actualización de las denuncias contra el CNE. Con el efecto retroactivo de la
reactivación del cuestionamiento de las elecciones de abril del 2013 y
concretamente de su legitimidad. La opción “a”, el mal menor, se habría
decidido, sobre la marcha, ante la masiva y consistente movilización de
votantes antichavistas; frente a la pobre y desmotivada movilización de las
bases chavistas. En tales condiciones, ningún
fraude, ni siquiera para una derrota aceptable; iba a ser creíble;
además de conllevar los efectos mencionados de dar nuevas bases al cuestionamiento
del sistema electoral en conjunto. Inmediatamente, de ser un nuevo soporte para
renovar el cuestionamiento de la
legitimidad de Maduro; y más allá, de la de todo el régimen chavista, derivada
del fraude electoral sistémico activado por el CNE-SMARTMATIC-SAIME; sin la más
mínima contraloría real, desde el 2003.
Quiere decir que, el chavismo que controla y maneja el CNE;
con o sin acuerdo con los demás; a partir de la destitución de Ceballos y
Scarano por Maduro; decisión arbitraria inducida o propia; a consciencia, trazó
dos rutas alternativas hacia su derrota segura en San Cristóbal y San Diego el 15M. A pesar de que, como en
otros casos; sin ni siquiera acusación formal a los electos en diciembre;
primero no era impositivo convocar elecciones inmediatas para nuevos alcaldes;
y segundo, en el marco de las evidencias de lo que resultaría, y resultó, cabía
la posibilidad de suspender o posponer
el proceso; que igual ha sido
práctica frecuente chavista.
.-* La peor derrota política de Maduro, obra de chavistas.
¿Quién tomó las decisiones?.
Operativa, política y técnico-jurídicamente, todo fue
ejecutado desde el principio hasta el
fin, en los centros chavistas de Poder. En tiempo más que record, se
implementaron, la instrucción de expedientes y las destituciones y detenciones
de Ceballos y Sacarano, los lapsos, aperturas y cierres de campañas, la
elaboración del material electoral, etcétera; atropellando toda la base
constitucional electoral vigente. Todo, según, para escarmiento a la oposición
a los guarimberos y a los estudiantes. Resultando absolutamente todo lo
contrario; el autogol referido arriba. La peor derrota política que Maduro ha
recibido como presidente.
El análisis supra, resulta y se soporta en preguntas clave;
sobre la consciencia que hay de la mengua y desmovilización del chavismo de
base; sobre por qué CNE-SMARTATIC no implementó el fraude, ni el PSUV ni el GPP
ni las gobernaciones chavistas montaron el teatro tradicional de la “Operación
galope”. Preguntas cuyas respuestas las niega el hecho de que, a consciencia
los factores de Poder chavistas, montaron una operación, evitable, que, por
cualquier vía terminaría en la derrota en que terminó. Pero, además, hay
preguntas críticas que apuntan a la cuestión de fondo; ¿quiénes fueron tomando
las decisiones?, ¿Maduro participó o estaba enterado siempre?; y, sobre todo,
ya lanzados a la ejecución de la operación, ¿quién decidió no implementar el
fraude sistémico que continuadamente el CNE ha montado desde el 20103 ni
siquiera para que la derrota no fuera tan profunda?.
.-* Para el antimadurismo chavista, en San Cristóbal y San
Diego no pasó nada
Las reacciones
oficiales más destacadas, mostraron el impacto interno de la derrota,
diferente según, en los chavismos; y las lecturas y manejos opuestos que se le están dando. Jorge
Rodríguez, a nombre del PSUV; en declaraciones risueñas; reconoció y aceptó los resultados; pretendiendo que no
fueron sino un acto institucional más, en el ejercicio democrático que, según,
hay y se respeta en el país. Mientras Maduro, desencajado y gesticulante, se
redujo a amenazar a las alcaldesas electas con meterlas presas, etcéteras. Dos
reacciones opuestas; la del Rodríguez, de “aquí no ha pasado nada; tranquilo”.
Como la de Vielma Mora, que recién proclamada la nueva alcaldesa declaró que sin problema trabajaría con ella.
Y la de Maduro, propia de quién se
sabiéndose el gran el gran derrotado;
está consciente además, de que, con razón, será
señalado como el culpable de esa
innecesaria derrota de los chavismos en general; y de los costos políticos que
ello les acarreará.
..-* La crisis y la lucha interna chavista, epicentro de la
crisis política nacional
He sostenido, y los
hechos lo confirman; que todo lo que ha sucedido desde febrero hasta hoy en el
país, tiene su epicentro en la crisis interna del chavismo; fluidizada hacia afuera, dentro de las movilizaciones y
protestas nacionales de estudiantes y vecinos. Crisis interna general, por la
sucesión de Chávez; no resuelta sin liderazgos suficientes; y que, aunque
ensordinada y con dinámicas de alianzas internas de sobrevivencia; se
profundiza día a día, en fracturas y confrontaciones de Poder cada vez más
intensas; en todo lo que fue el chavismo.
Entre los muertos
mandados a emboscar por comandos, “desobedientes”, del SEBIN el 12F; que
siguieron a la represión, atropello y prisión, desproporcionada por la GNB; una
provocación golpista; a los estudiantes andinos de unos días antes; y estas
elecciones municipales de mayo en San
Cristóbal y San Diego, hubo una secuencia. Una secuencia, en fases, cuyo eje
fue la confrontación e intento
sostenidos de poner contra la pared a
Maduro; cuyo liderazgo y jefatura nadie internamente reconoce; impulsada por la
“derecha endógena”, chavista, que con una
retórica pseudorevolucionaria, echó a andar un golpe, contra él, “la
contraofensiva fulminante antifascista”, anunciada por Ameliach cuyo arranque
inminente, según, ordenaría Cabello. Como analizo en escritos anteriores,
“Febreros” y otros; ese golpe chavista derechista contra Maduro, fue
“neutralizado”; pero no desmontada ni desarticulada la estructura conspirativa
cívico-militar que lo armó.
.-* Caguaripano; la GNB el brazo armado del PSUV
Luego de los primeros muertos del 12F por comandos del
SEBIN, actuando bajo un mando diferente al del propio SEBIN y a los del MIJP y
MD; la GNB, igual bajo un mando propio,
evidentemente sin nada que ver con
Defensa, e Interior y Justicia;
combinadamente con grupos motorizados armados a los que cubría; durante semanas
en varias partes del país; siempre con el mismo patrón represivo
“cívico-militar”, motorizados y tanquetas; y el mismo discurso “antifascista”;
disparó y golpeó sin medida, ni proporción; implacablemente; como se sabe,
matando a decenas, hiriendo a centenares y haciendo presos a miles de
estudiantes, vecinos, trabajadores y profesionales, que protestaban
pacíficamente en la calle; notoriamente desarmados. Fue claro que, a pesar de haber sido neutralizado
el arranque “fulminante” de “la contraofensiva” anunciada por Ameliach; la
acción golpista de la “derecha endógena”, chavista, continuó desarrollándose
aunque menos inmediata y desencadenantemente; provocando mediante la represión
desproporcionada continuada; básicamente por la GNB; la exacerbación y
agresividad de las protestas estudiantiles y vecinales. Provocando que se
convirtieran en violentas. Contextualmente, el aspecto más indicativo del video
del capitán GNB Caguaripano, fue su
denuncia y rechazo a que “la GNB siga siendo utilizada como brazo armado de un
partido político”. Obviamente se refería sin nombrarlo pero inequivocamente, al
PSUV, dirigido por Cabello y Ameliach .
Ciertamente que hubo un plan de desestabilización y
caotización del país. Pero tal plan fue precisamente el que la derecha
chavista, realmente fascista, puso en marcha contra Maduro en Febrero y que fue
al que se refirió Caguaripano como que estaba siendo ejecutado por la GNB, bajo
el mando psuvista.
A medida de que el
gobierno de Maduro, el MIJP, fue logrando, digamos que, a pulso, y, según,
negociando; el control y manejo en la calle
de la represión de la protesta por la PNB ; se fue haciendo evidente un cambio
de patrón y tipos de acción e intensidad
en la represión a manifestaciones y guarimbas. Con el efecto de que la protesta
fue bajando de frecuencia, amplitud e intensidad; y haciéndose más pacífica.
.-* Maduro sin poder suficiente; el antimadurismo chavista
sabotea el diálogo
Neutralizado el aspecto “fulminante” del golpe de la derecha
endógena chavista contra Maduro; y
bloqueada progresivamente su siguiente fase, de represión desaforada
provocadora, de la protesta; con la suplantación progresiva de la GNB en la
calle por la PNB, entonces, bajo el mando directo del MIJP; el gobierno de
Maduro, ya no acosado, o, no tanto, desde la calle; volvió hacer de gobernar;
de intentar ejercer, al menos
formalmente las riendas de la política oficial. Haciendo de ocuparse de la
crisis nacional. Con los cancilleres de UNASUR y el Nuncio en el país;
abiertamente retomó el diálogo político;
que fue contra el cual oportunistamente, tremolaron y tremolan las banderas del
antimadurismo interno, desde la derecha y la izquierda chavistas. Y del mismo
gobierno.
Pero, todavía sin arrancar aunque ya, afuera, aplacada la
calle; y con la neutralización interna
del golpe chavista; realmente solo parapeteado, sin suficiente poder; Maduro,
evidentemente bajo chantaje, fue empujado a la intransigencia terminante que le
quitó todo sentido, provocando su suspensión, al diálogo político con la MUD. A
pesar de ser su primer beneficiario y abanderado dentro de los chavismos.
Mientras, el CNE continuó en la
implementación de las elecciones en San Cristóbal y San Diego; hacia su derrota
anunciada del 15 de mayo.
La suspensión del diálogo político con la MUD y el fracaso
del chavismo en Táchira y Carabobo, constituyen sus más importantes derrotas
desde el 8D; verdaderos barrancos profundos para Maduro. Muy costosos
políticamente; y muy difíciles, por no decir que imposibles, de saltar. Sobre
todo porque no se deben ni a la oposición en concreto, ni
al antichavismo en general; ni al Imperio ni a Uribe; ni a la “derecha
fascista”, ni a ninguno de sus enemigos reales o inventados. Porque fueron
montados e implementados, calculadamente, a consciencia de que resultarían
desastrosos para él; por sus propios
“hermanos en Chávez”; por los chavismos con los que, según, está haciendo la
revolución; con los que, según, gobierna. Con los que duerme. Lo que, por lo
demás, no significaría nada o mucho negativo para el País; hasta al contrario,
sería positivo; si ello propiciara o
viabilizara posibilidades concretas,
negadas en realidad, de avanzar hacia la creación de condiciones hacia una salida no regresiva de la crisis
total en que está el país.
.-* Mientras la crisis interna chavista no se resuelva,
seguirá la crisis política nacional
Aparte de cómo fue posible; es un hecho que durante diez a
quince años Chávez mantuvo al país en
suspenso continuado, tensamente polarizado; reactivado día a día de con
cualquier de los muchos recursos mediáticos de que dispuso; y el uso a
discreción de la renta petrolera. Su actuación personal fue el epicentro de
todo lo que sucedió en el país durante su mandato, especialmente desde el
2002.No es el tema. Pero vale como referencia, para señalar que eso fue
posible, en mucho, porque desde la crisis del Puntofijismo de fines de los
noventa en la que se incubó el chavismo; los intentos posteriores de
confrontarlo se redujeron promover su recomposición y regreso al Poder. Nunca
hubo posibilidad real de tal recomposición, ni de tal regreso; afortunadamente.
Pero mediante la polarización a cuatro manos; mientras el chavismo consolidó su
control del país; precisamente mediante la polarización, se asfixió toda posibilidad de que en el seno de la
sociedad se desarrollaran dinámicas sociopolíticas, ciudadanas, autónomas de
los factores de poder; hacia la conformación de capacidades sociales de
confrontación con el Poder; hacia la conformación de un contrapoder.
.-* En el postchavismo, el chavismo, desecho, sigue siendo
el epicentro de la crisis nacional.
Aunque ya desde antes
hubo señales de que se activaban en la Venezuela profunda; con la desaparición
de Chávez, se han hecho más evidentes importantes cambios cualitativos y cuantitativos
en las dinámicas sociopolíticas en la sociedad venezolana Cambios que apuntan al fondo estructural de la crisis
nacional; pero que aún no son
determinantes en las relaciones generales, bicentenarias, de poder que tenemos.
Cierto que estamos en el post-chavismo; que no hubo chavismo sin Chávez; que
era imposible, inviable históricamente. Y que hoy lo que hay son chavismos;
tantos; sin dimensión ni consistencia ninguna; con muy poco en común entre
ellos; y sin nada o casi, que ver con lo que fue la subjetividad chavista.
Grupos sobreviviendo aferrados a las fragmentarias cuotas de Poder que
conservan desde antes de su muerte; revolviéndose, cada uno, para imponerse a
los demás. Cierto. Pero, como evidencia la secuencia entre Febrero y San Cristóbal
y San Diego; las semanas de violencia chavista, desestabilizadora del gobierno;
de saboteo y entrampamiento chavistas a Maduro. A pesar de la crisis interna
que lo ha reducido al desecho político y
burocrático que hoy es; el chavismo
sigue siendo el activador del epicentro de la política nacional. La
confrontación interna entre chavismos, sigue
marcando la pauta de todo lo que sucede y no sucede en el país. Siendo
la determinante de su paralización
actual. En la sociedad venezolana de hoy, no existe capacidad alguna de frenar
la inercia caotizante de la vida nacional derivada de la crisis interna
chavista. Ni, menos de imponer por encima de ella una dirección consistente
hacia salir de la crisis nacional. Lo que, precisamente es la medida de su profundidad
y alcance total. Tratándose de una
crisis que se activa y retroalimenta por la subsunción en ella, de la crisis ya terminal del chavismo; y de
la proyección actual de la crisis que en
los ochenta y noventa hundió al puntofijismo.
En el marco de la polarización político-institucional,
electoralizada, el país no tiene opción previsible para salir de la crisis. En
crisis ambo ismos, ninguna variante de chavismo o de puntofijismo, es opción.
.-* La secuencia entre los muertos del 12F y San Cristóbal y
San Diego.
Los emboscados muertos por el comando del SEBIN el 12F
arrancando “la contraofensiva fulminante antifascista”; la violencia
cívico-militar de la GNB y sus motorizados armados contra protestas pacíficas; el sabotaje al dialogo y el chantaje continuado
del chavismo antimadurista; la derrota política programada de Maduro en San
Cristóbal y San Diego; las incoherencias sobre Simonovis y el acoso a la
derecha oposicionista; los montajes de denuncias de golpes y magnicidios;
particularmente el último protagonizado por Jorge Rodríguez. Todo conforma la
secuencia que activa la dinámica político-institucional nacional actual; cuyo
epicentro es la crisis y la caótica lucha interna por el Poder y la jefatura en lo que fue el
chavismo. Ya en el post-chavismo, degradado a un desecho político-organizativo
e ideológico; desde la extrema izquierda
hasta los fascismos más agresivos; un reguero de grupos y mafias civiles,
militares, cívico-militares; sin coherencia ni calidad ninguna; ni potencial en
ningún sentido. Pero incrustados en las estructuras del Poder determinando
todavía la vida nacional en todos sus
aspectos.
.-* No es porque el gobierno es malo. Es porque no existe
contrapoder
Hay que insistir. La crisis nacional no tiene que ver, sino
en tal caso muy circunstancialmente; con que el gobierno sea malo; que lo es;
ni con que sea comunista; que no lo es. Ni con que no sea democrático. NI con
que la oposición se reunifique y se
vincule a las luchas sociales; y regrese al gobierno. Etcétera. Por lo que, la
cuestión no está en si sale por el voto o por la calle; ni en si por
revocatorio o en el 2019. Ni con que los militares lo saquen o la OEA. Ni con
que haya un gobierno bueno Etcétera. Tiene que ver con la inestructura que es
la sociedad venezolana hoy; con la inexistencia de capacidad ciudadana de
confrontación con el Poder. Con la inexistencia absoluta de contrapoder.
Mientras no se llegue a la existencia de una correlación sociopolítica de
fuerzas en la que la sociedad contrapese al Poder; sea el gobierno que sea,
ejerza el Poder quién lo ejerza; los venezolanos seguiremos en crisis.
Caracas mayo 2014.-
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