Por Pijamasurf
Cuando Mikkel Keldorf Jensen, un periodista danés independiente, llegó a Brasil en septiembre del año pasado, creyó estar pisando por primera vez la tierra prometida. Todo resplandecía en el paraíso del futbol, el calor tropical invitaba a disfrutar de la vida, a beber caipirinhas, a recibir sonriente los regalos de los patrocinadores y dejarse seducir por los discursos tersos y esperanzadores de futbolistas, politicos y organizadores.
Todo el escándalo, la emoción desatada por la justa
mundialista, hacía imposible ver lo que había detrás, escuchar el ruido de
fondo. Pero poco a poco se fue volviendo evidente que esto sólo era una fachada
sobrepuesta, Jensen sentía como su sueño de cubrir el Mundial se iba tornando
en pesadilla. Pasó 5 meses recorriendo las distintas sedes y mientras más se
alejaba de las grandes ciudades las contradicciones se volvían cada vez más
evidentes. Iban adquiriendo cuerpo todas esas noticias sobre retrasos en las
obras, las revueltas sociales, la corrupción. Recorría Fortaleza, una de las
sedes más violetas, cuando conoció a Allison, un niño de trece años que al
verlo le ofreció una bolsa de cacahuates:
“Un chaval con una vida muy dura. Él no tenía nada, sólo un
paquete de cacahuates. Cuando nos conocimos él me dio todo lo que tenía, los
cacahuetes. Este niño, que no tiene nada, ofreció la única cosa de valor que
tenía a un extranjero que llevaba cámaras por valor de 10.000 dólares y una
tarjeta Master Card en el bolsillo. Increíble.“
Fue en Fortaleza donde todo terminó por derrumbarse. Se dió
cuenta de que los niños como Allison están en peligro por gente como él. Hablando
con las personas del lugar se fue enterando de que por las noches, cuando los
turistas se resguardan en sus hoteles, el gobierno ha estado desapareciendo a
los niños que duermen en las calles. “A menudo, los matan por la noche, cuando
están durmiendo en una zona donde hay muchos turistas”, asegura Jensen en su
perfil de facebook.
No sabemos con certeza si estos niños están siendo realmente
asesinados, Jensen no cita más fuentes que la gente que conoció en el lugar,
pero desde que salió de Brasil no ha dejado le luchar para convencer al mundo
de que su versión de los hechos es cierta.
Fortaleza será sede de seis partidos de la Copa del Mundo en
su flamante y remodelado Estadio Gobernador Plácido Castelo.
Sobre el caso de Mikkel Keldorf Jansen el sitio brasileño
Tribuna do Seara hizo esta nota.
via Rebaixada
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