[Nota de El Libertario: Aquí siguen dos artículos cortos que un compa costarricense publicó en el periódico local El Pais, lo que le hizo objeto de una reacción furibunda por parte de los pro-maduristas de aquellos lares, que intentaron abrumarlo con la misma clase de bazofia que tan bien conocemos nosotr@s por acá. Si hay quien tenga estómago, le retamos a visitar los respectivos sitios web que se indican para cada artículo, pues luego del respectivo texto aparece el florilegio de las imprecaciones con que, al parecer a falta de medios más contundentes, a esa gente le gustaría acallar para siempre las voces ácratas consecuentes.]
Venezuela Hoy
No entiendo por qué a la gente se le hace tan difícil comprender, que la movilización social existente en Venezuela, hoy en día, no se diferencia en nada, de todos los movimientos que se han producido en los últimos años y se están produciendo en diversos países y en diversas regiones del mundo. Es la respuesta de la gente a sociedades en donde priva la violencia y la injusticia, en donde los Estados solo son nidos de corrupción y aparatos represivos contra la rebelión. Venezuela no es la excepción, un país plagado de injusticia y de violencia, que más de quince años de demagogia populista no ha cambiado absolutamente.
Sale el vidente de los pajaritos, Maduro, asustando a la gente con el coco del golpe de Estado, ¿cuál golpe de Estado, por Dios, si la burguesía bolivariana tiene el control absoluto del ejército? Dice, que la movilización social es impulsada por el “imperialismo yanqui”, mientras el Estado venezolano mantiene y fortalece su colaboración con todas las grandes transnacionales (incluida la Chevron y otras que usufructan, al igual que los boliburgueses de la renta petrolera venezolana). La realidad es que si a Chávez se le hubiera ocurrido, o a su sucesor se le ocurriera, no enviar el petróleo todos los días a los Estados Unidos de América, ahí el ejército de ese país les caería encima de inmediato. Pero, la realidad, es que todos los días sale de Venezuela el petróleo para el “imperialismo”, sean serios, por favor.
Los convenios de alianzas entre las transnacionales y el Estado venezolano son una realidad. La pobreza, el alto nivel de delincuencia, la inflación, la desigualdad social, las violentas prisiones, son la realidad de Venezuela. ¿Por qué dejarse llevar por el discurso – que no es la realidad – de este señor que se encontró con Chávez en forma de pájaro, y luego se lo encontró en una pared del Metro?
Realmente creí que la gente de “izquierda” era gente pensante y que distinguía la realidad, de la palabrería. Venezuela hoy es un país capitalista como cualquier otro, excepto la aparición de la burguesía bolivariana (Diosdado Cabello, el más destacado), ahí no ocurre ninguna revolución, ni se lucha contra ningún imperialismo. Este movimiento social en Venezuela tiene derecho a un futuro, como movimiento social autogestionario y democrático, y no como un movimiento confiscado por los políticos de ambos bandos. Por la paz en Venezuela, no a la MUD, no al PSUV, no a Maduro, no a Leopoldo, no a Capriles, no a Diosdado. Por el derecho de la gente venezolana a una sociedad justa y libre.
[Referencia: http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/3/90202.]
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Permiso, quiero seguir opinando
Me digo a mí mismo, serenidad. Debo frenar mis impulsos de hacer lo mismo, que quienes me pretenden callar, descalificar con etiquetas. No entiendo por qué le tienen tanto miedo a las ideas, ¿será el desasosiego frente a la duda interna que los corroe? Como en los ochenta cuando discutíamos con los estalinistas; que veinte años después me palmeaban el hombro y me decían: vós tenías razón. Perdón, no es una competencia.
En este caso, en particular, el tema Venezuela, no es un asunto de vencidos ni vencedores, pues es una historia en curso, que no ha dado su palabra final. Y es un asunto que ha implicado e implica vidas humanas y los derechos humanos de muchas personas. Lo que alarma realmente es que personas, que antes, cuando se luchaba contra las dictaduras militares del cono sur, exigían, entre otras demandas, la libertad de expresión y el alto a la represión. Hoy, en Venezuela, se olvidan de tales exigencias y so pretexto del “golpe de Estado” de la derecha y del “imperialismo”, piden silencio y represión, con otras palabras.
Y van más allá, incluso, antes de la inauguración del mundial de fútbol femenino en estas tierras, advirtieron, que los “fascistas” venezolanos iban a hacer un alboroto y exigían no permitirlo: “No a la libertad de expresión para toda persona que se oponga al régimen chavista de Maduro”, incluso fuera de las fronteras de Venezuela. Da miedo, parecía que iban a formar grupos de choque para impedir cualquier manifestación. Como boicotearon una actividad “opositora” en la asamblea legislativa. Y es que estos fanáticos del régimen han echado en un solo saco a personas que se oponen al mismo, desde diversas perspectivas. Cierto que la llamada derecha, digo llamada porque a veces no se distingue de la llamada izquierda, lamentablemente; está intentando conducir el descontento hacia sus molinos y el imperialismo feliz, aunque expectante, porque con ambos “rivales” el negocio petrolero camina.
Pero, también, opositores al régimen de Maduro, social demócratas de verdad (no neoliberales disfrazados) gente de izquierda independiente, los trotskistas y los anarquistas; quienes no formamos parte de ningún “plan de la ultraderecha”, ni somos partidarios de Leopoldo, de Capriles u otros “dirigentes opositores”; ni somos partidarios del imperio. Esta es una situación que requiere un análisis mesurado y crítico. Y ante todo, de parte de la gente que se dice pensante y libertaria (en el buen sentido, no liberticida como Otto Guevara y sus huestes deshechas), creo que debería privar la tolerancia, el respeto a la opinión ajena. La discrepancia sobre lo que ocurre hoy en Venezuela, no debería servir para exabruptos tales como calificar de “derecha” o “fascista”, a cualquier persona que se atreve a criticar el régimen chavista de Maduro.
En todo caso, solo quiero dejar mi opinión para el mañana, creo que en Venezuela no existe ninguna revolución en curso, allí no ha ocurrido, ni está ocurriendo ninguna transformación social importante. Desde Chávez hasta la fecha lo único que ha habido es palabrería, verborrea, dizque “revolucionaria” y “antiimperialista”, pero sin acciones importantes en la realidad. Difícilmente podría estarse abriendo paso el “socialismo”, manteniendo la propiedad privada, el Estado en manos de los militares, las empresas mixtas donde el Estado y las transnacionales petroleras se reparten la renta petrolera, los índices de criminalidad tan altos, las violaciones a los derechos humanos en general y en las cárceles en particular, la desigualdad social persistente a pesar de lo que en Costa Rica se llama “clientelismo político” (bonos de la vivienda, becas a estudiantes, y demás) y en Venezuela misiones.
Entiendan, por favor, solo es una opinión sobre una situación que no ha finalizado, tengan un poco de respeto. No entiendo como personas que se dicen “intelectuales”, pueden estar organizando esta cacería de brujas contra quienes discrepamos con el régimen chavista de Maduro y el sistema capitalista imperante en Venezuela. O sea, te plegás, o te callás, por favor, ¿y se dicen de “izquierdas”?. Quienes han aplastado las libertades, quienes han reprimido los movimientos sociales, históricamente, han sido los fascistas: en la España franquista, en la Alemania nazi, en la Italia fascista, en la URSS de Stalin y la colectivización forzosa, en la China de Mao en la “revolución cultural”, en Camboya con el régimen de Pol Pot, en las dictaduras militares de Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay, hasta hace pocos años.
[Referencia: http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/3/90825.]
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